La Pobreza A Lo Largo De La Historia: Causas Y Consecuencias En Diferentes Épocas

Y como lo demostraron el malestar político y la polarización en todo el mundo, hay crecientes signos de descontento con el statu pobreza amartya sen quo. Este conduciría a la acumulación de riqueza más allá de lo que él y sus contemporáneos podrían haber imaginado.

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Usted notará que utilizo el término “familia” como unidad de análisis (en su sentido más amplio definido como aquellos que viven bajo el mismo techo). Si bien es cierto que los sociólogos (así como los teóricos liberales y políticos) se concentran en personas individuales y no en hogares –también estamos profundamente arraigados en nuestras relaciones parentales y redes sociales que influyen en nuestra toma de decisiones y nos proveen recursos–. Hemos constatado que las familias que trabajan conjuntamente en el autodiagnóstico de su pobreza y en la elaboración de su propio plan de acción utilizan, en primer lugar, los recursos no aprovechados en su propio hogar. Esta intersección entre libertad private y patrimonio personal es más visible en la amplia gama de herramientas de gestión del patrimonio disponibles en el mercado. Si bien varían en sus detalles, todas estas herramientas ayudan a las personas acaudaladas a visualizar su riqueza, definir objetivos a largo plazo, identificar debilidades, medir su progreso y contar con un equipo humano dedicado. El poder de tomar decisiones en tiempo real y basadas en datos está a su plena disposición para crear un mañana mejor para usted y su familia.

Sin embargo, algunos críticos argumentan que estas iniciativas pueden ser insuficientes para lidiar con la extensión de la pobreza en la sociedad. En lugar de la distinción entre la pobreza y la abundancia que separaba antes a «los muchos» de «los pocos», en los últimos 200 años la diferencia se ha ido reduciendo cada vez más a los grados de riqueza, comodidad y lujo entre los habitantes de la sociedad. Este ha sido el resultado pobreza ambiental acumulado del proceso competitivo en la economía de mercado. El cuerno de la abundancia generado por las empresas privadas ofrece una vasta y creciente variedad de bienes y servicios disponibles para todos, una gran igualdad en la calidad y el nivel de vida. Un andamiaje de poder transnacional aglutina a corporaciones transnacionales, Estados imperiales, organismos internacionales y partidos políticos en torno al neoliberalismo.

A nivel world, es necesario trabajar de manera conjunta para encontrar soluciones efectivas y duraderas para erradicar la pobreza en todo el mundo. Esta transformación de la condición humana está envolviendo de forma lenta pero constante al mundo. Es una mejora que conlleva la posibilidad de poner fin a la pobreza en sus formas más espantosas antes de que finalice el siglo XXI.

Las grandes corporaciones canalizaron sus ganancias hacia la inversión financiera, y no tanto a la inversión productiva o el financiamiento a la innovación, con el señuelo de acceder a ganancias extraordinarias. Los países periféricos han sido partícipes del proceso de fínanciarización mediante la canalización de ganancias, fondos soberanos, fondos de pensiones y ahorros hacia fondos de inversión inmersos en estrategias especulativas del capital financiero, que prometían ganancias prontas y abundantes, pero sin tener sustento en la economía actual. El sistema financiero internacional se colapso, al punto en que el crédito entre los propios segmentos e instancias del capital financiero quedó pronto empantanado. La investigación tecnológica de las empresas privadas apunta a que estas consigan un monopolio, aunque sea transitorio, del nuevo conocimiento, de modo tal que les proporcione un rendimiento exclusivo. El advertising y la publicidad crean objetos y servicios del deseo mediante la manipulación de valores simbólicos, estéticos y sociales, dentro del modelo schumpeteriano de «destrucción creativa», que torna obsoletos los productos existentes lo más rápidamente posible.

No obstante, el diagnósticos más socorrido sobre la disaster achaca la responsabilidad de su explosión a la codicia y especulación de financistas sin escrúpulos y, los más importante, desregulados. Entre la llamada heterodoxia económica, formada principalmente por neokeynesianos, surgen fuertes llamados para que se ponga en cintura a la especulación financista, mediante la regulación estatal. Una confluencia de autores neokeynesianos y socialdemócratas plantean una reforma al proyecto de globalización mediante la regulación del capital financiero y sus estrategias especulativas. Esta perspectiva tiene su precedente en formulaciones como las del llamado posconsenso de Washington, la tercera vía y la socialdemocracia, y su impronta no es precisamente un crítica radical al sistema, sino más bien una estrategia de rescate o reforma del capitalismo, al amparo de metáforas como el rostro humano de la globalización.

Mora, Henry (2009), «¿Divergencia internacional o desarrollo desigual? Ensayo sobre los fundamentos del comercio internacional, la condición periférica y el subdesarrollo», Revisa Aportes, núm. Beinstein, Jorge (2009), «La disaster en la era senil del capitalismo. Esperando inútilmente el quinto Kondratiev», en El viejo topo, núm. Las respuestas o salidas a la crisis se expresan en distintos planos teóricos y políticos. En un primer ejercicio de clasificación, podemos identificar seis proposiciones diferenciadas (véase tabla 4). Por tanto, podríamos estar igualmente ciegos ante cómo podría verse el capitalismo en otros dos siglos. En última instancia, vale la pena recordar que los ciudadanos en una democracia capitalista y liberal tienen poder.

Con el capitalismo, la gente esperaba menos de las autoridades gobernantes, a cambio de mayores libertades civiles, incluida la libertad individual, política y económica. También favoreció la democracia como sistema de gobierno por su enfoque en la libertad política individual. Como resultado, los propietarios de los medios de producción dejarían de ser quienes realizan el trabajo, es decir, los campesinos o los artesanos, para pasar a ser el «capital». Lo único que los trabajadores podrían poseer sería su propio trabajo, el que se verían obligados a intercambiar por un salario depressing.

En un mundo precapitalista, los pobres no tenían ninguna esperanza de ascenso ni de alivio de la interminable fatiga física que apenas los mantenía con vida. Si observamos el período histórico más largo, podemos ver que las tendencias actuales son sólo la continuación de las victorias del capitalismo en la lucha contra la pobreza. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, vivimos en un mundo de pocos ricos y muchos pobres.

Johan Norberg, autor del libro Progreso, llegó a ser un militante anti-globalización en sus años de juventud. Sin embargo, es el primero en reconocer que jamás pensó cómo vivía la gente antes de la Revolución Industrial que sentó las bases del capitalismo international. En su mente, la vida antes del libre mercado era algo así como la vida moderna en el campo. Este impulso por un mayor enfoque en el individuo favoreció al capitalismo como sistema económico debido a la flexibilidad que permitía para los derechos de propiedad privada, la elección private, el espíritu empresarial y la innovación. Una empresa moderna cuenta con expertos en producción, diseño, comercialización, ventas, finanzas, contabilidad, gestión de recursos humanos, logística, impuestos, contratos, etc. La producción moderna no es simplemente una acumulación de edificios y de equipo de propiedad de Das Kapital y operada por trabajadores fungibles.

Como dijo la historiadora económica Deirdre McCloskey, «el verdadero sustento de los pobres ha sido el crecimiento económico, el Gran Enriquecimiento, que ha incrementado los ingresos reales en los últimos dos siglos 30 veces; es decir, aproximadamente el 3.000%». Ídem (2009a), «La gran crisis del capitalismo neoliberal», Documentos de trabajo, Unidad Académica en Estudios del Desarrollo, UAZ. Caputo, Orlando (2009), «La disaster actual de la economía mundial. Una nueva interpretación teórica e histórica», ponencia presentada en XII Seminario Internacional Los partidos y una nueva sociedad, México, de marzo de 2009. Ahora es obvio que estos temas también deben considerarse dentro del contrato social que sustenta el capitalismo, para que sea más inclusivo, holístico e integrado con los valores humanos básicos.

El capitalismo neoliberal polariza la riqueza en beneficio de las grandes corporaciones transnacionales, y en detrimento de la clase trabajadora y el Estado-nación, al tiempo en que genera ganancias fabulosas, que bajo la argucia del capital ficticio, han sido canalizadas, ciertamente, a la especulación financiera e hipotecaria. Estas súperganancias proceden de una extenuante explotación del trabajo inmediato, la privatización de fondos de pensiones, la transferencia de capital al centro, el pago de deuda externa y la compra de bonos y dólares con reservas de Estados Unidos, además de la sobreexplotación de recursos naturales (Caputo, 2009). Sin embargo, correspondió a los créditos chatarra otorgados a población de bajos recursos o ingresos irregulares de Estados Unidos, entre ellos los inmigrantes, los nuevos pobres, presionar para que explotara la burbuja del sector hipotecario.