Así avanzaremos en cumplir el mandato constitucional, proveyendo a todas las personas los mismos deberes y derechos, con independencia del lugar donde vivan. Al 31 de diciembre de 2019, según datos del Minsal, la densidad total de médicos en el sector público de salud era de 18.5 por cada 10 mil habitantes, en los países OCDE el promedio era de 34. El bajo número de médicos a nivel nacional, se acentúa aún más en Atacama, Tarapacá, Coquimbo, Arica y Parinacota, O’Higgins y Maule, cuyos ratios están lejos de la media nacional. La Constitución de la República de Chile, artículo 19º, asegura a todas las personas igualdad ante la ley. Sin embargo, en muchos ámbitos el mercado y la acción del Estado generan un trato desigual, como ocurre con lo vinculado a la salud.
Este último ajuste en su teoría permite considerar especificidades o contextos parciales en la relativización de las desigualdades y admitir que estas pueden asumir un carácter contingente, dialéctico o incluso ambiguo. Al dar espacio a la cuestión política y la acción particular person, societal o comunal, intenta responder a las críticas iniciales vinculadas al exceso de economicismo de la NSWT, que tomaba movimientos estructurales y macrotendencias como determinantes del bienestar social. En este sentido, se aproxima a las perspectivas críticas que proponen que la dinámica de los sistemas económicos puede comprenderse mejor a través de la esfera político-ideológica, como lo hizo recientemente Thomas Piketty al afirmar que, en el contexto actual, al que denomina hipercapitalismo, l’économie est au coeur de la politique29.
Pero el Estado mexicano, en lugar de contribuir a enfrentar la desigualdad y la exclusión, tiende a incrementarla debido a la captura de sus instituciones por grupos de interés, por la corrupción que domina a la clase política y su subordinación a los intereses privados. El problema de fondo es, entonces, si el Estado actual es capaz de diseñar y ejecutar una política social basada en derechos y en el imperio de la ley, orientada a lograr una sociedad más equitativa y cohesionada. Ante este escenario, Montes de Oca opina que se trata de “un punto importante porque sí hay alumnos a nivel licenciatura que no tienen Internet o que no cuentan con una beca; otros no tienen dispositivos lo suficientemente actualizados para tomar sus clases o simplemente no los tienen. Veremos a partir de esta información, de la accesibilidad a la tecnología y las TIC, un nuevo elemento que pondrá de manifiesto la desigualdad en materia de enseñanza, donde los estratos y clases sociales, o sectores de población más populares, con mayores desventajas, incrementarán su rezago educativo”.
El libro que presentamos en el marco de la 9º Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales está dedicado a pensar, desde distintas miradas, en los desafíos que ha planteado la pandemia de coronavirus por Sar-CoV-2 en nuestros países en este segundo año de su presencia. Además, cabe resaltar la profundización de la desigualdad que se expresa en una mayor concentración del ingreso, producto del desarrollo profuso de la industria privada de insumos, medicamentos y vacunas que ha generado un nuevo polo de acumulación. Estos son algunos de los rasgos principales que se presentan en esta obra y que reseñan una primera impresión de lo que se puede encontrar en las siguientes páginas en este tercer trabajo conjunto del Grupo de Trabajo Estudios Sociales para la Salud de CLACSO. Se trata, por lo tanto, de una pandemia en su segundo año en cada uno de los países tratados, con características particulares, aunque con elementos comunes de presentarse en su respuesta social, en las consecuencias para la salud de la población, en el marco de los dilemas sociales estructurales y coyunturales específicos. Esto permite simplificar, agilizar y automatizar los análisis
La comunicación en salud debe ser vista dentro del contexto de la cultura y el idioma (Shoultz et al., 2006), y se define como el estudio y uso de métodos para informar e influenciar las decisiones de individuos y comunidad (Freimuth & Quinn, 2004). La comunicación sola, sin un medio ambiente que lo sustente, no es efectiva en lo referente a cambios de comportamientos (Freimuth & Quinn, 2004). Hay mucho que aprender en relación a intervenciones que aprecien la complejidad de la cultura, y que luego evalúen el impacto de los programas en la eliminación de la disparidad en salud (Freimuth & Quinn, 2004). Por lo tanto, los profesionales están llamados a utilizar el mayor rango de estrategias posible en comunicación, para lograr eliminar la disparidad (Ashton et al., 2003 ; Freimuth & Quinn, 2004). Creencias en torno a prácticas o resultados de salud han sido consideradas causas en DS (Gibbons, 2006).
Todo esto dado que se señala que la salud de un individuo es el resultado de la genética del individuo, ingreso, nivel educacional, comportamientos en salud, comunidad en la cual vive, y el medio ambiente en el cual está expuesto (Lurie & Dubowitz, 2007). Disparidad en salud la outline como las diferencias raciales y étnicas en la calidad del cuidado, las cuales no se deben a factores relacionados al acceso o necesidades clĺnicas, preferencias o intervenciones apropiadas. Discriminación es definida como las diferencias en el cuidado que resulta de sesgos, prejuicio, estereotipos, e incertidumbre en comunicación y toma de decisiones. Sin embargo ambos conceptos permanecen relacionados en muchas de las publicaciones en torno al tema (Institute of Medicine, 2003).
A pesar de que la situación general de la salud en la Región de las Américas ha tenido logros importantes, continúa siendo la región del mundo que presenta la mayor inequidad en la distribución de los ingresos. Actualmente sigue existiendo una gran disparidad en la situación de salud de los diferentes países y grupos sociales.
Pero paradógicamente, no se recogen datos que permitan medir desigualdades socioeconómicas en el acceso, el uso y los resultados en salud por nivel socioeconómico y según características que pudieran ser fuentes de desigualdad, como la condición de inmigrante o de minoría étnica o cultural. Tampoco hay información en los cuadros de mando sobre posibles desigualdades socioeconómicas en los efectos adversos de la atención sanitaria, ni el movimiento de seguridad del paciente ha incorporado esa dimensión. Hasta aquí, se ha descrito la evolución y los métodos utilizados para estudiar los determinantes sociales y su relación con las desigualdades en salud y las políticas públicas que de ese vínculo se derivan. Finalmente, se sintetiza la situación en México de las investigaciones enfocadas a este importante tema. Las desigualdades en salud son diferencias evidentes o que se hacen evidentes por diversas técnicas de medición, entre dos o más grupos, y que no necesariamente se pueden llamar inequidades en salud.
Al utilizar modelos estadísticos más sofisticados se observó una mayor asociación con la selección relacionada con la salud. La contribución de Whitehead, representativa del linaje teórico Rawls-Sen, se basa en una concepción idealizada de justicia como principal parámetro para distinguir entre inequidades y diferencias (o disparidades) en salud. No obstante la aparente consistencia conceptual, varios autores35,36,37 emplean este referencial de forma equivocada pues, para delimitar el concepto de inequidad, toman el término desigualdad como sinónimo de diferencia o disparidad. Curiosamente, esa inestabilidad semántica está presente incluso en textos de la propia Whitehead8,33,34. En una serie de conferencias en la Universidad de Warwick (The Radcliff Lectures, en 1972), reunidas en On financial inequality22, Amartya Sen se propuso enriquecer la teoría de la elección social, a partir de una crítica a los abordajes utilitaristas.
En concreto, el texto que aceptaron los parlamentarios peruanos vuelve a describir la transexualidad como “una enfermedad mental”, una definición que la Organización Mundial de la Salud (OMS) abandonó de forma oficial en 2018. La desigualdad en la salud se aplica en diferentes áreas, como la atención médica, la educación, la economía y la sociedad en general. La desigualdad en la salud es un problema desigualdad en el neoliberalismo que afecta a todas las sociedades y es importante abordarlo para promover la igualdad en la salud. Para hacer una introducción sobre la desigualdad en la salud, es importante definir el tema, presentar los objetivos del ensayo o análisis y recopilar información sobre la desigualdad en la salud. Además, es importante presentar una pregunta o problema que se va a analizar en el ensayo o análisis.
Así, ha llamado a introducir una perspectiva de género dentro del sistema sanitario, introduciendo estrategias que promuevan «la solidaridad entre géneros», como es el caso de la vacuna del VPH, que ya se inocula también en hombres. Esa reforma del 2012, al igual que las anteriores, fue destrozando a los sectores más pobres, vulnerables y de clase media de la sociedad dominicana. La fiscalidad más regresiva que se haya conocido en la historia económica del país en la época moderna. Incluso con la sombrilla de la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo como soporte, como ley, la desconocieron en los mejores momentos del ambiente económico nacional e internacional que se haya tenido en los últimos 24 años. “La velocidad con la que se fabricaron las vacunas contra la covid es la lección más grande de la historia en términos de desigualdad, porque la voluntad política puede ser grande cuando una pandemia afecta a los países ricos”, apunta la experta. Pero no lo es, continúa, si quienes enferman y fallecen son de países con menos ingresos, como ocurre con la tuberculosis, que en 2022 provocó la muerte de 1,3 desigualdad en la distribución de ingresos millones de personas.
Esta reforma pretende penar con hasta tres años de cárcel a quien contagie de manera intencionada una patología. “Pero no estamos hablando solo del VIH, sino también de la tuberculosis o de la misma covid-19”, dice con indignación. La desigualdad, del tipo que sea, supone graves consecuencias, tanto en el ámbito personal como en el ámbito social. La compilación de estos artículos en el número especial de la Revista Panamericana de Salud Pública constituye un instrumento útil para iniciar el debate de la necesidad de incluir el tema de las desigualdades
La claridad en las definiciones resulta essential al momento de definir polĺticas en salud pública (Alleyne et al., 2002). El termino DS es un término casi exclusivamente usado en los Estados Unidos, mientras que los conceptos de inequidad en salud o desigualdad en salud son más comúnmente usados fuera de Estados Unidos (Alleyne et al., 2002). Los resultados de esta labor fueron presentados en el seminario “Análisis de los efectos negativos de la pandemia en los Servicios de Salud Mental en Chile”, ocasión donde el doctor Graham Thornicroft abordó la concept de estigma como un problema de conocimiento, actitud y comportamiento sobre las personas con condiciones mentales. En el seminario, mostró el trabajo desempeñado en la Comisión para Terminar el Estigma y Discriminación en Salud Mental liderado junto a Charlene Sunkel, del Global Mental Health. “Los efectos del estigma son negar o reducir el derecho al acceso a los derechos humanos básicos”, comentó Thornicroft.
La desigualdad en salud se produce debido a la desigualdad social y económica, y se refleja en la distribución desigual de los recursos y oportunidades para la salud. El segundo informe11 muestra las desigualdades en mortalidad por comunidades autónomas del Estado español tanto en varones como en mujeres desde 1981 a 2002. En ese período se observa una disminución de la mortalidad general y la mortalidad por causas evitables en la mayoría de las comunidades autónomas. Hay mayor mortalidad en las comunidades autónomas del sur y noroeste del país, además son éstas las que presentan menor nivel socioeconómico. Las comunidades autónomas que presentan una menor mortalidad en las principales causas de muerte son Castilla-la Mancha, Castilla y León, La Rioja y la Comunidad de Madrid.