La Desigualdad Y Su Creciente Politización En Chile

Aunque hemos tenido avances importantes en la reducción de la pobreza medida en ingresos y reducido la pobreza desde un 45% -a comienzos de los noventa- a alrededor de 10% en la actualidad, lideramos los ránking de las naciones más desiguales a nivel mundial. La aprobación de los gobiernos ha caído de manera abrupta e ininterrumpida durante la última década, pasando del 60% promedio regional al 32% en 2018 (Latinobarómetro 2018), con una amplia diversidad de situaciones entre los presidentes de los países latinoamericanos. Para garantizar un proceso democrático y estimular el diálogo, es necesario no solo que todos los sectores interesados en participar estén en igualdad de condiciones político-jurídicas, sino también que dispongan de los mismos recursos.

Dicha investigación busca explicar la existencia de un patrón de votación en las poblaciones pobres del país, por ello, la autora destaca que existe un comportamiento propio de los territorios pobres en Perú, dado que al analizar la relación entre abstencionismo y pobreza se concluye que la misma es fuerte, es decir, que las provincias pobres tienden al abstencionismo. En el caso explicit de Costa Rica, debido a qu e entre las elecciones de 1962 y las de 1998 la proporción de abstencionistas se mantuvo estable (la quinta parte del electorado), las investigaciones relacionadas con el sistema político no se enfocaron en el abstencionismo, sino más bien en la simpatía partidaria y el caudal electoral de los partidos políticos (Raventós et al., 2005). Es necesario, por tanto, generar evidencia empírica que demuestre que, efectivamente, las personas excluidas o en situación de riesgo social debido a la desigualdad (que en ocasiones son identificadas como personas en pobreza) son más proclives a no acudir a las urnas en los eventos electorales de Costa Rica.

Es equivocado entender la desinformación precise simplemente como una continuación de viejas prácticas. Arropa mentiras basadas en presuntos hechos (falsos), para otorgar un halo de credibilidad que hace difícil detectarlas, tanto para usuarios como para plataformas sociales. Involucra la participación masiva de ciudadanos que consciente o inconscientemente crean y distribuyen contenidos falsos. Aprovecha el hecho de que las plataformas digitales son operadas por compañías que rehúsan actuar como árbitros de la verdad de forma consistente, o que deliberadamente dan lugar a información falsa. Uno de los principales problemas actuales de la comunicación pública digital es la desinformación, que conlleva operaciones sofisticadas y deliberadas para producir y distribuir información falsa, incorrecta y engañosa para obtener beneficios. Casi eleven de cada a hundred chilenos se encuentran en la pobreza por sus bajos ingresos, mientras que la desigualdad aumentó, según la oficial Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) publicada hoy.

El efecto es horrible pues los desempleados no solamente son excluidos del mercado, sino que también sus derechos sociales están en profundo riesgo, pues no gozan de la seguridad social que les brinda el empleo en un contexto en el que el Estado tiende cada vez más a reducir el gasto en la sociedad provocando una fractura dentro de la misma. En el caso del segundo nivel, la varianza del coeficiente fijo de la constante para los distritos es igual a zero.202, mientras que su desviación estándar es de 0.45. En el tercer nivel, la varianza del coeficiente fijo de la constante para los cantones es igual a zero.181, mientras que su desviación estándar es de 0.43. Estos valores son altos y expresan que para cada uno de los conglomerados de los distintos niveles (ya sea en el caso de los cantones en el tercer nivel o los distritos en el segundo nivel) hay mucha variabilidad en el promedio de los porcentajes de participación electoral.

porque la pobreza afecta la democracia

«Ni los sistemas tributarios ni las normas laborales han sido reformados suficientemente de manera de propender a una mejor distribución de la riqueza… La paradoja es que, mientras más se desarrolla la democracia política, se van delineando en el plano económico-social sociedades segmentadas y desiguales,» agregó Insulza. La pobreza genera contrastes que lastiman el tejido social al inside de los países, coexistiendo niveles de desarrollo con un abismo de diferencia dentro una misma ciudad o pueblo, incluso en un mismo vecindario. Pero también tenemos muchos lastres heredados que nos impiden muchas veces avanzar más rápido y también nuevos desafíos que enfrentar.

Los coeficientes estandarizados pueden tomar valores entre -1 y 1 e indican en cuántas desviaciones estándar cambia la variable dependiente cuando la variable independiente en cuestión aumenta en una desviación estándar. Aquellas variables con un valor del coeficiente más alto en valor absoluto tienen mayor importancia, más peso, en la predicción de la variable dependiente (Montero, 2014). Además, el signo del coeficiente indica si la variable provoca un aumento (cuando el valor es positivo) en la variable respuesta o si provoca una disminución en la variable dependiente (cuando el valor es negativo). Confío en que, de este momento histórico, va a nacer un nuevo Chile, social y ambientalmente más justo, y feminista”.

La teoría de la transición propuso, en esta nueva versión, analizar la (no) aceptación estratégica de las normas fijadas por el sistema político por parte de los actores políticos más relevantes (Munck). Sin embargo, al concentrarse solo en los actores centrales, su capacidad de explicación de los esquemas de acción que subyacen a los procesos de interacción resulta sumamente limitada. Los primeros intentos de explicar estos déficits llevaron a un esfuerzo entusiasta para describir las democracias asignándoles distintos atributos. Así, se llegaron a constatar no menos de 550 subtipos de democracias (Collier/Levitsky 1995; Carreras) para los apenas 120 regímenes formalmente democráticos existentes en el mundo a fines del siglo XX.

La riqueza conceptual de la desinformación contrasta con la pobreza del vocabulario para las prácticas de la “buena información” (salvo excepciones como reality checking). Esta disparidad del lenguaje refleja la magnitud del problema de la información tóxica y la escasez de alternativas. Parafraseando a Wittgenstein, los límites del lenguaje son los mismos de nuestro mundo para entender problemas y soluciones. Sin embargo, la cantidad de hogares en pobreza extrema ha ido aumentando paulatinamente, pasando de 5.3% en 2006 a 7.2% diez años después, mientras que la cantidad de hogares en condición de pobreza disminuye, al pasar de sixteen.1% en 2004 a 14.6% en 2016. Esto permitiría pensar que hay un tránsito de 1.9% de hogares en pobreza no extrema a pobreza extrema, es decir que estos hogares han empeorado sus condiciones de existencia y profundizado su nivel de exclusión social.

América Latina es la región con la mayor proporción de democracias con altos niveles de corrupción del mundo, después de África y Medio Oriente, si bien con una amplia diversidad de situaciones entre los países latinoamericanos. Pese a los importantes avances registrados en materia de avance democrático, numerosos países de la región sufren de debilidad democrática en diverso grado, existiendo alta heterogeneidad entre los países latinoamericanos en materia de calidad de la democracia. Esto ha reintroducido la cuestión social en el centro de la agenda política de una región democratizada, que se ubica en posiciones ejemplares en los índices que miden el nivel de democracia (Wehr 2006). Así, el análisis de las democracias latinoamericanas realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a comienzos del siglo XXI llegó a la conclusión de que la falta de atención a la dimensión social de la democracia erosiona su legitimación. «Que más de un tercio de los habitantes de la región siga viviendo en condición de pobreza no corresponde a un continente con nuestro nivel de desarrollo. Que el 3% a 5% de la población se lleve más del 50% del ingreso nacional no se compadece con el discurso democrático», afirmó Insulza. Brechas por cerrar, caminos por abrir -que la CEPAL presentó en su último Período de sesiones-, en el ámbito de la democracia el Estado debe generar los espacios para la participación de los sectores excluidos.

Las democracias cuentan con mecanismos imperfectos e incompletos, de impacto limitado en el mejor de los casos, para contrarrestar a la desinformación. La desinformación durante la pandemia del COVID-19, justamente confirma estas tendencias (Bacci 2020; Pita 2020). Dada la notable atención pública, la incertidumbre, la urgencia y el enorme impacto, la pandemia es un terreno fértil para la desinformación. Circula información patentemente falsa sobre innumerables cuestiones, que van desde la existencia de la pandemia, hasta la efectividad de las vacunas. Se apilan sospechas sobre la “plandemia”, versiones de vacunas que inyectan materials genético que facilita el management de las personas y de metales que funcionan como imanes, así como tantas otras ficciones que, por serlo, carecen de sustento. La demagogia no solamente apela a pasiones y prejuicios populares, sino que también echa mano de mentiras para alertar sobre miedos inexistentes, validar sentimientos de odio, y movilizar a adeptos.