Por otro lado, el estudio añade que a un 86,4% de encuestados le preocupa «mucho o bastante» que haya desigualdades sociales mientras que un thirteen,1% afirma que le preocupa «poco o nada». En esta encuesta del CIS sobre desigualdades y tendencias sociales se pregunta por situaciones que generan desigualdad, nivel de vida y clases sociales, entre otras cuestiones. Además, más de la mitad de la población tampoco tiene acceso a la atención sanitaria básica. La pobreza sigue estando generalizada y la de los trabajadores sólo se scale back lentamente. Mientras, la desigualdad sigue aumentando, con marcadas diferencias de ingresos entre ricos y pobres.
En cuanto a la vivienda, De Schutter señala que los niños de hogares socioeconómicamente desfavorecidos suelen tener más probabilidades de crecer en viviendas superpobladas, mal aisladas y expuestas a entornos contaminados e inseguros. También es más possible que vivan en barrios “guetos”, violentos y con un acceso inadecuado a los servicios esenciales. Este lanzamiento se enmarca en la misión del Departamento de Formación y Capacitación de la División de Promoción de la Subsecretaría de Derechos Humanos, que busca desarrollar diferentes acciones educativas y de promoción en materia de derechos humanos para funcionarias/os públicas/os y la ciudadanía en basic de la desigualdad social. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio common e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos. Elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 en su (Resolución 217 A (III)) como un perfect común para todos los pueblos y naciones. La Declaración establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero y ha sido traducida a más de 500 idiomas.
Además, algunos grupos, como los pueblos indígenas, los migrantes y refugiados y las minorías étnicas y de otro tipo, siguen siendo víctimas de discriminación y marginación. Si bien la desigualdad ha aumentado en los últimos treinta años en muchos países, ha disminuido en otros. En América Latina y el Caribe sigue siendo alta, pese a que ha disminuido considerablemente. En muchas economías industriales avanzadas, la desigualdad aumentó ligeramente si bien ya se encontraba en valores bastante bajos.
La desigualdad en los derechos se refiere a la situación en la que ciertos grupos de personas no tienen acceso a los mismos derechos y oportunidades que otros debido a su género, raza, orientación sexual, religión, discapacidad u otros factores. Esta situación puede afectar gravemente los derechos humanos, ya que estos derechos deben ser universales y aplicables a todos los seres humanos, sin excepción. Es importante abordar la desigualdad si queremos proteger los derechos humanos de todos los miembros de la sociedad. Esto implica tomar medidas para garantizar que todos tengan acceso a los recursos y oportunidades necesarios para vivir una vida digna. Este dato nos ubica como uno de los 20 países más poblados del planeta, y con retos inmensos derivados de nuestra estructura demográfica.
El documento advierte que si no se toman medidas de inmediato, millones de personas pueden acabar en la pobreza tan pronto como en diez años. Las emisiones de carbono crecen y las temperaturas suben, pero el impacto del cambio climático no se siente de forma igual alrededor del mundo, siendo los países tropicales lo más afectados. De acuerdo con el informe, el cambio climático ha hecho a los países pobres más pobres.
Sin embargo, los últimos datos, aún no concluyentes, sugieren que la COVID-19 puede haber perjudicado esta tendencia positiva de reducción de la desigualdad dentro de los países. La pandemia también provocó el mayor aumento de la desigualdad entre países en tres décadas. Para reducir la desigualdad tanto dentro de los países como entre ellos es necesario distribuir equitativamente los recursos, invertir en la enseñanza y el desarrollo de capacidades, implementar medidas de protección social, luchar contra la discriminación, apoyar a los grupos marginados y fomentar la cooperación internacional para un comercio y sistemas financieros justos. En relación con lo anterior, existe la necesidad de que los defensores de los derechos humanos reflexionen de manera más profunda sobre el vínculo entre los recursos y la naturaleza de la obligación de garantizar el respeto de los derechos civiles y políticos.
El impacto de la desigualdad se deja sentir tanto en el nivel nacional como en el nivel private. En el caso de Bolivia, la funcionaria dijo haber enviado una misión para apoyar los esfuerzos de la ONU por superar la precise crisis política y social. “La crisis submit electoral del año pasado causó al menos 35 muertos y 800 heridos, la mayoría de ellos durante los operativos policíacos y militares”, apuntó. Para Bachelet esta aseveración es particularmente cierta en el continente americano, donde citó los casos de países en los que su Oficina no tiene mandato, pero cuya situación es preocupante.
Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas. Toda persona tiene derecho a round libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país. Además, las nuevas generaciones pagarán un precio en forma de falta de puestos de trabajo, especialmente en los países más golpeados por el calentamiento international. Uno de los lugares donde más se observa la desigualdad es en las ciudades, precisamente en un mundo en proceso de urbanización porque las urbes ofrecen, a priori, mayores salidas que el campo.
Así como las instituciones económicas mundiales han eludido los derechos humanos, las agrupaciones principales de derechos humanos también han evitado abordar los aspectos económicos de los derechos. Sin embargo, no se deben confundir estas decisiones institucionales sesgadas y contraproducentes con la estructura real del derecho de los derechos humanos. Es una absoluta insensatez afirmar, como lo hace Samuel Moyn, que “incluso los derechos humanos perfectamente implementados son compatibles con […] la desigualdad radical”, o que los derechos humanos “no tienen nada que decir acerca de la desigualdad”. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental.
Entre sus metas nacionales e internacionales se cuentan eliminar las leyes y políticas discriminatorias, mejorar la reglamentación de los mercados financieros mundiales, facilitar la migración regular segura y ordenada y promover la inclusión en la toma de decisiones. Entre 2010 y 2016, los ingresos del forty % más pobre de la población crecieron con más rapidez que los de la población total en 60 de los 94 países sobre los que se dispone de datos, lo que democracia y pobreza demuestra que las desigualdades no son ni inevitables ni irreversibles. Tanto dentro de los países como entre ellos, siguen observándose desigualdades derivadas de los ingresos, la localización geográfica, el género, la edad, el origen étnico, la discapacidad, la orientación sexual, la clase social y la religión, factores que determinan el acceso, las oportunidades y los resultados. Entretanto, están surgiendo deficiencias en otros ámbitos, como el acceso a las tecnologías móviles y en línea.
Para el relator, es hora de acabar con el mito de que la desigualdad es un incentivo que anima a la gente a trabajar más. De acuerdo con los datos que ha recopilado para su informe, los adultos con una experiencia temprana de pobreza durante la infancia tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión o inflamación crónica. Desde entonces, la concentración de los ingresos en la parte superior de la distribución de la renta ha aumentado en todo el mundo, limitando la cuota de ingresos de la parte inferior. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Roig alertó que, no obstante, tales medidas tendrán efectos limitados si los Gobiernos no actúan también para dismunir la discriminación y los prejuicios.
La promoción de la igualdad de oportunidades y la eliminación de la discriminación son fundamentales para proteger los derechos humanos. Además, es importante abordar las causas subyacentes de la desigualdad, como la pobreza, la exclusión social y la discriminación. La desigualdad económica, por ejemplo, puede impedir que las personas ejerzan sus derechos humanos básicos, como el acceso a la educación, la atención médica y la vivienda adecuada. De esta manera, a lo largo de más de un siglo, la seguridad social se ha convertido en un derecho llave, concepto originalmente acuñado por los activismos trans en América Latina. Los derechos llave son aquellos derechos que abren la puerta la garantía de otros derechos. Bajo esta perspectiva, toda la gama de derechos humanos se encuentran estrechamente interrelacionados entre sí.
Lo anterior significa que en prácticamente 18 millones de hogares (más del 50%) los ingresos se ubican en un rango que tiene como límite superior los three,800 pesos. En 1.68 millones de hogares los ingresos son de 1 a 1.5 salarios mínimos; y en 2.11 millones más los ingresos van de 1.5 a dos salarios mínimos; es decir, en el 16% de los hogares (5.18 millones), los ingresos son inferiores a dos salarios mínimos. Los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID; 2014), elaborada también por el INEGI, nos alertan respecto de que somos prácticamente one hundred twenty millones de personas habitando en el país. El dato es corroborado por la ENIGH y por otras encuestas nacionales levantadas por el INEGI en 2014.