La Crisis Social: Reflexión Teológica Sobre Las Desigualdades

El decil más rico de la población obtuvo ingresos del trabajo 416 veces mayores que el decil más pobre (39 veces en 2017), siendo los grupos de los deciles más pobres los más afectados en la pérdida de ingresos laborales y un importante foco en mujeres. En términos simples, el método propuesto consiste en estimar la tasa de pobreza a nivel comunal como un promedio ponderado entre la estimación de la tasa de pobreza directa (obtenida a ese nivel con datos de la Encuesta desigualdad y exclusion Casen) y una tasa de pobreza sintética (estimada en base a un conjunto de indicadores procedentes de fuentes administrativas y censales que están disponibles para las mismas comunas). La medición de pobreza multidimensional implementada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia toma en cuenta un conjunto de 5 dimensiones y 15 indicadores (3 indicadores en cada dimensión) que buscan identificar si los hogares alcanzan o no un determinado umbral de bienestar.

Creo que, como país, no sabemos cómo enfrentar el problema y por eso preferimos centrarnos en el ingreso per cápita, cámaras de vigilancia y aumento de dotación policial porque, al menos, hemos demostrado alguna habilidad para ello. Sin embargo, si queremos llegar a un tipo de desarrollo compatible con nuestras tradiciones liberal- occidentales (y no a uno meramente estadístico, como el de ciertos países petroleros), la discusión sobre la desigualdad económica es ineludible. En Latinoamérica las políticas públicas están asociadas a las políticas de protección social a través de la entrega de bonos y subsidios a las clases más bajas, lo que hace que se transformen en medidas cortoplacistas y no fomenten el empleo y el salir de la pobreza extrema.

Los datos de la Encuesta Casen se basan en una muestra aleatoria de hogares y población  residente en viviendas particulares. Con el objeto de que los datos de la muestra puedan ser usados para representar su expresión en términos del complete de población y hogares del país, se construyen factores de expansión que asignan una ponderación a cada caso incluido en la muestra. Desde la versión 2011 de la Encuesta Casen, estos factores de expansión han sido elaborados por el Instituto Nacional de Estadísticas y su construcción es consistente con las proyecciones demográficas entregadas por el INE para el complete de población residente en viviendas particulares a la fecha de levantamiento de la Encuesta. La verdad es que para entender nuestra despreocupación debemos, en último término, volver a Esopo. El zorro no abandona las uvas porque ya no las quiera –aunque quiera convencerse de ello–, sino porque le es imposible o muy difícil obtenerlas.

A la luz de la profunda inconsistencia entre los datos de la realidad social chilena con lo que parecen ser las prioridades de nuestros actores políticos, sociales y académicos, puede afirmarse que Chile sufre hoy un caso de disonancia cognitiva colectivo. En 1990, el 38,6% de la población vivía en la pobreza y el 13% en la indigencia, cifras que en 2006 habían caído a un 13,7 y three,2 %, respectivamente, la mayor baja documentada en el mundo entero. Mediciones recientes, como la CASEN 2009 –pasados los destellos periodísticos y políticos del caso– no cambiaron sustancialmente este panorama. En marcado contraste, los niveles de desigualdad económica se han mantenido, en el mismo período, prácticamente inmóviles. En 1990, Chile registraba un coeficiente Gini (medición dominante de desigualdad en la que “1” equivale a completa desigualdad, un individuo gana la totalidad del ingreso nacional; y “0” a completa igualdad, todos ganan lo mismo) de zero,554, mientras que en 2006, era de zero,522.

Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. Al respecto, la representante de la comisión organizadora y académica de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Yesika Herrera, señaló que “las situaciones de desigualdad del país y cómo estas se agudizan en periodos de pandemia, definimos un gran eje que se relaciona con la resistencia y la emergencia que se generan en contexto de disaster. Resistencia porque se relacionan con las acciones de los movimientos sociales y también organizacionales para hacer frente a esta crisis y emergentes en el sentido de que en este contexto de crisis surgen iniciativas que apuntan a cambios que afecten los elementos más estructurales que sostienen la desigualdad. Hemos evidenciado cómo el aumento de la pobreza y violencia apuntan a factores estructurales, sociales y económicos.

más en todos los niveles en que uno se encuentre por luchar para desterrar la desigualdad económica y así, avanzar para acabar con la pobreza y dar paso a un mundo mejor. La mantención de la desigualdad desigualdades socio territoriales económica no solo atenta contra derechos fundamentales de las personas, sino que, deteriora moralmente a los pueblos, y permite que la captura de la política por parte de quienes controlan la mayor

Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas. Además, en los países desarrollados, solo un 75% de niñas y niños de familias más pobres se gradúan de las instituciones de educación secundaria, mientras que un 90% de los niños de familias ricas se gradúan. Si una buena educación es más accesible a los más ricos de la sociedad, eso crea más desigualdad en el futuro ya que las personas ricas se seguirán asociando con otros ricos y obteniendo los trabajos más lucrativos mientras las personas pobres continuarán siendo pobres y permanecerán en la sociedad, completando un ciclo de la pobreza debido a la desigualdad educativa y social. La desigualdad, sobre todo aquella que hiere la convivencia humana, no es un problema que inquieta solo a la sociedad chilena. Preocupa en el mundo entero y ha sido objeto de atención tanto desde el ámbito político, el académico y el eclesial. Obviamente, dada la complejidad de la cuestión aquí abordada, de las distintas aproximaciones disciplinares e ideológicas en juego, el esfuerzo aquí realizado no puede ser sino limitado.

A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. Las empresas socias de Pacto Global Chile pueden contribuir a uno o varios Objetivos de Desarrollo Sostenible suscribiendo sus iniciativas en Conecta, plataforma que visibiliza y sistematiza información relativa a los proyectos o iniciativas del sector privado que generan un impacto positivo en las metas establecidas en los 17 ODS. 10.7 Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas. «La encuesta de percepciones respecto de cuál es el motivo por lo cual la ciudadanía cree que hay personas que están en pobreza, se repiten en distintas encuestas y también en la encuesta del Centro de Estudio Público, que fue la que usé. El director de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso, Mauricio Ureta, añadió que se analizará la convulsión social y los cambios que está viviendo América Latina.

desigualdad social y pobreza en el mundo

Han transcurrido casi 52 años y las huellas del día en que Salvador Allende obtuvo la primera mayoría en la elección presidencial siguen latentes. Para el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su secretario de Estado, Henry Kissinger, después de la Revolución Cubana un mandatario electo democráticamente con apoyo de socialistas y comunistas no es permitido en América Latina, su patio trasero. Menos, si promete nacionalizar el cobre, expropiando a Kennecott Corporation, Anaconda y Cerro Corporation. De hecho, los autores sí encuentran una relación negativa y significativa entre desigualdad y bienestar. Sin embargo, esta relación es órdenes de magnitud mayor para la pobreza, teniendo esta un efecto mucho mayor que la desigualdad en el bienestar.

El objetivo de la presente reflexión es mostrar que la lucha contra la pobreza económica y material, debe comenzar con un cambio de actitud particular person que podemos llamar conversión o búsqueda de pobreza espiritual. Convertirnos al pobre no debe ser una opción política o religiosa entre otras más (una ideología política o una teología particular), sino que en esta conversión debemos encontrar el sentido mismo a nuestra existencia, y la posibilidad de vivir en una sociedad realmente justa y fraterna. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de zero.forty eight en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial.

Al contrario, en épocas de estabilidad, las desigualdades no han hecho más que aumentar hasta niveles que acaban siendo insostenibles, al punto de desembocar en asaltos igualitaristas abruptos. De este modo, directa o indirectamente, se aplanaban las desigualdades que solían incrementarse en tiempos de paz. De ahí que, para el autor, comprender esas “fuerzas niveladoras” que han surgido en la historia pasada parece essential para adoptar políticas y medidas concretas que nos permitan combatir pacíficamente la desigualdad en el presente y futuro.

No hay que olvidar que en la historia de la humanidad grandes hombres como filósofos, artistas, políticos y sobre todo santos, se han revelado contra sistemas que, buscando el bienestar puramente material y económico del ser humano, terminan por asfixiarlo y destruirlo. Y esto se puede aplicar tanto a sistemas de izquierda como de derecha, tanto al comunismo como al neo-liberalismo salvaje. En el presente trabajo sólo mencionaremos el caso de la filosofía y de la espiritualidad, como defensoras de una pobreza que libere y que promueva al ser humano. Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos. La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza).

Esto es importante porque las habilidades cognitivas y no cognitivas son importantes para el éxito en la escuela y en otros aspectos. Sin estos éxitos, no habrá buenas perspectivas económicas en el futuro lo que conduciría a una falta de movilidad social. Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza material es un issue de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que «padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud psychological, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas. También enfrentan más barreras logísticas para acercarse a la escuela como falta de transporte, falta de flexibilidad de tiempo diario y falta de tiempo para vacaciones».