Investigadoras Coes Conformarán Comisión Asesora Presidencial Para Actualizar La Medición De La Pobreza De Encuesta Casen

Entre ellas se cuentan recursos materiales que han logrado acumular en el tiempo y recursos sociales y culturales. A continuación, se revisan los enfoques conceptuales principales en torno a la problemática de la pobreza y precariedad urbana. No todos los que pertenecieron o pertenecen a la clase gobernante (a nivel nacional, provincial y municipal) son responsables de la situación argentina, e incluso entre los responsables podemos identificar mayores o menores grados de responsabilidad.

pobreza estructural

1 Los hogares dirigidos por mujeres, además de ser excesivamente numerosos entre los pobres, tienden a ser más vulnerables en lo económico y social debido al menor número de trabajadores en cada uno de ellos, lo que aumenta la posibilidad de que caigan más allá de la línea de pobreza en épocas de disaster. —    Impulsar el desarrollo de estrategias de desarrollo urbano que permitan integrar las metas de funcionalidad urbana con la habitabilidad de los pobres urbanos, en un contexto de fomento al empleo con base territorial. Durante la década de los noventa continuaron manifestándose los procesos de urbanización de la fuerza de trabajo, de aumento de la cantidad de personas en edad de trabajar y de alza de las tasas de actividad económica de la mujer. Estudios demuestran (Banco Mundial, 2004) que las mujeres tienden a integrarse a los mercados laborales en trabajos de mayores niveles de inseguridad laboral, y de tiempos parciales, aparentemente permitiéndoles combinar el cuidado infantil con un trabajo estructurado.

Las consecuencias de la injusticia social estructural que padece Chile es que la pandemia está matando mucha más gente en las poblaciones de menos ingresos. Se ha sugerido que la estructura y funcionamiento cerebral tiene bases genéticas altamente compartidas en la población mundial. Por esto es esperable que ciertas áreas cerebrales aumenten o disminuyan su tamaño dependiendo de la etapa del desarrollo en que se encuentre el individuo. Sin embargo, lo que sorprende es que, a pesar de estas bases genéticas comunes, los cerebros individuales pueden variar significativamente entre sí. El subdesarrollo no constituye una etapa necesaria del proceso de formación de las economías capitalistas modernas. Es, en sí, un proceso specific resultante de la penetración de las empresas capitalistas modernas en estructuras arcaicas.

A mediados de 2001 había en la región aproximadamente 128 millones de personas que vivían en tugurios, es decir, el 32% de la población urbana. Se prevé que el número de habitantes en asentamientos precarios continuará en aumento si no se toman medidas preventivas y de regularización de la situación actual, complementadas con políticas que den acceso ordenado a la tierra urbana. Estos tugurios abarcan una amplia gama de asentamientos de bajos ingresos, desde viviendas deterioradas en el centro de la ciudad a los asentamientos informales con viviendas, infraestructura y servicios inadecuados y hacinados, ubicados en zonas de riesgo y con distintas formas de tenencia que en muchas ciudades, son la única opción posible para los pobres urbanos. Así, el trabajo busca atender un vacío en el marco de desarrollo que orienta la política pública del habitat y de las intervenciones urbano-territoriales, para mitigar los impactos de la vulnerabilidad económica de los sectores de pobreza urbana y mejorar su acceso al empleo e ingresos estables. Es indudable que la pobreza y las desigualdades sociales no surgieron en el país en la década de 1880, como tampoco han desaparecido en la moderna realidad del Chile precise. Es significativo que en esta visión agregada de la informalidad residencial, ningún país presente una proporción importante de pobres urbanos que residen de manera casual y cuentan con empleos formales.

Sin embargo, sean o no responsables, sean o no corruptos, sean o no competentes, pertenezcan al oficialismo o a la oposición, todos forman parte de un esquema cuya única función es crear condiciones para que los ciudadanos puedan desarrollarse plenamente. Si la estructura viene fracasando estrepitosamente en lograr ese objetivo, sus miembros deberían, al menos, abstenerse de exhibir el progreso que lograron en medio de tal fracaso. El tipo de democracia al que apuntan las sociedades modernas descansa en la representación política. Ser representante del pueblo incluye, entre otras cosas, empatizar con los representados. Aunque ello no implica que los funcionarios deban vivir en la extrema pobreza, una grosera diferencia entre gobernantes y gobernados en contextos de profunda disaster económica y social termina por erosionar tal componente democrático. Además, la creación de empleos entre 2014 y 2023 fue la más baja desde la década de 1950, y de los 292 millones de personas ocupadas actualmente, una de cada dos ingresó al sector informal de la economía.

El suelo se convierte en una mercancía más que se compra y vende en particulares mercados —legal e ilegal—; la población que no puede acceder al mercado legal, infringe, justamente, la ley La seguridad de la tenencia puede ser obtenida a través de distintos instrumentos, desde tenencias intermedias hasta escrituras «duras» o completas. En cambio, datos de la Cepal avalaron que la fortuna de solo 105 personas en Latinoamérica y el Caribe representó en 2021 casi el nueve por ciento del PIB regional. Estimaciones recientes del Programa Mundial de Alimentos (PMA) confirmaron que en 2022 alrededor de 247,eight millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria moderada o grave en esta parte del planeta. Por los cálculos de la Cepal, la FAO y el IICA, en el área hay 16 países exportadores netos agropecuarios y sixteen importadores netos, pero más del 80 por ciento de los habitantes vive en naciones que son exportadoras netas. Empero, el nuevo modelo de estado unitario descentralizado no se encuentra diseñado (ni puede serlo ex ante) pues es una construcción societal iterativa, un proceso de construcción compartida, como sostiene el más reciente libro de la Fundación Chile Descentralizado…Desarrollado.

Mientras unos luchan por un mejor vivir, otros twittean desde sus casas en cuarentena #GuatonesConHambre con una profunda hostilidad sobre una realidad que enfrenta gran mayoría del país. Este mismo estudio considera que una de las falencias que aumentan las tasas de obesidad son, justamente, la brecha que pobreza extrema que es existe en el gasto que hacen las familias en alimentos saludables y el precio de éstos, los que se encuentran fuera del alcance de quienes menos ganan. El informe entregado este martes por el INE cifra la desocupación en el Bío Bío en un 7,6%, 0,4% mayor al trimestre anterior aunque menos que en 2014.

La mejora de la crianza es un issue essential en el desarrollo de las habilidades que sirven como determinantes para obtener mayores oportunidades en el futuro y lograr, con ello, la movilidad social y la disminución de la desigualdad. El estudio de las atribuciones de pobreza y riqueza ha tenido un rol central en la literatura sobre la justificación de las desigualdades sociales. La investigación en esta área ha explorado en qué medida se usan razones individualistas versus estructuralistas para explicar por qué ciertas personas logran posiciones más precarias o aventajadas que el resto. En esa línea, este artículo busca dar cuenta de cómo cambian en el tiempo estas razones, en el contexto de una sociedad que ha tenido grandes transformaciones estructurales en las últimas décadas, donde además se mantiene una alta desigualdad de ingresos, como es el caso de la sociedad chilena.

En 1958, Jorge Ahumada público En vez de la miseria, donde señalaba que el país vivía una disaster integral que se expresaban en la baja producción agrícola, una alta inflación, la desigual distribución del ingreso y la excesiva centralización de la población y la producción, proponiendo reformas estructurales para superar esta situación de crisis integral de Chile. Espacio Público es un centro de estudios independiente que busca aportar pobreza en paises bajos en la construcción de una sociedad más justa, transparente y democrática, que permita un desarrollo económico, social y político que beneficie a todas las personas. Por un lado, es importante que la economía crezca más rápido de manera permanente, y que con ello se expanda el empleo. Más allá de las cifras agregadas, cuando se trata de los grupos en desventaja, hay tareas específicas que abordar para mejorar su capacidad de generación de ingresos autónomos.

El Ejecutivo planteaba la posibilidad de vender la tierra entre indígenas luego de cinco años de recibida y permitir el arriendo, comodato o mediería de sus terrenos a no indígenas hasta por 25 años, lo que podría facilitar negocios inmobiliarios o forestales que terminarían siendo más beneficiosos para grandes empresas que para las comunidades. A todo esto hay que sumar una inflación increíble en los precios de la electricidad y el gas, los alquileres o el transporte público. Muchas familias pagan un 150% o un 200% más por esos servicios que hace solo un par de meses. Además, ya el Gobierno recortó un 60% el gasto en planes sociales y un 32% en gastos para jubilados. Estos ajustes han causado la anulación de miles de reservas hoteleras ante la dificultad para salir de vacaciones. En el peor de los casos, muchos hogares se han visto abocados a ser todavía más pobres de lo que eran.

Esta agenda es consistente con los principios del desarrollo sostenible, y en este sentido, abarca las dimensiones ambientales, económicas y sociales del desarrollo. En las ciudades de América Latina y el Caribe, los pobres urbanos viven una heterogeneidad de condiciones y carencias que expresan directamente e indirectamente su vulnerabilidad económica. En nuestra región, la pobreza urbana adopta la forma de bajos ingresos vinculados a empleos precarios, falta de capital educativo y activos patrimoniales, y refleja inequidades por razones de género1. La precariedad urbana -entendida como la proporción de los hogares que no tienen cubiertas sus necesidades habitacionales, tales como la materialidad de la vivienda, acceso a servicios (agua y saneamiento) y la tenencia- afecta tanto a los hogares pobres, como también, aunque en menor grado, a los hogares que se encuentran sobre la línea de pobreza por ingresos. El proceso de urbanización ha permitido resolver algunas de las necesidades básicas de la población pero no ha podido facilitar la eliminación o substancial reducción de la pobreza. La informalización del mercado laboral debida a la incapacidad de las economías de generar suficiente empleo formal4, se considera entre las principales causas de la pobreza urbana.

En este sentido, resulta interesante una investigación reciente de García & Heckman (2022), que entregó contundente evidencia sobre la efectividad en la movilidad social mediante la promoción de los programas de educación infantil. Y es que, como señala el Premio Nobel de Economía autor del estudio, la pobreza infantil se relaciona más con la falta de crianza y de una vida familiar de apoyo que con los flujos de efectivo para los padres. Bajo esta comprensión de la problemática, la ciudad es entendida en su potencialidad productiva, y no solamente vista en términos de consumo. Se postula que ciudades dinámicas y «sanas» son una parte integral de un crecimiento económico sostenido. Al desarrollarse un país, las ciudades contribuyen en una mayor proporción, y en forma creciente, al ingreso nacional. De acuerdo al Banco Mundial (Vidler, 1999), las áreas urbanas de los países de bajos ingresos generan un 55% del producto interno bruto; de los países de ingresos medios, un 73% y las áreas urbanas de los países de ingresos altos, un 85%.