Instituto De Salud Pública De Chile

Por ejemplo, en el año 2016, entre los países de la OCDE, el IVA y otros impuestos al consumo representaron en promedio un 32,7% de la recaudación. En Chile, estos mismos impuestos representaron el fifty four,6%, por lejos la proporción mayor entre los más de 30 países que componen el grupo (en segundo lugar aparece Turquía con forty three,6%). Esto es importante para nuestro país, porque muchos analistas han argumentado, equivocadamente, que la desigualdad ha disminuido significativamente en los últimos 30 años. Para Chile, existen diferentes estimaciones de la porción de los ingresos que se lleva el 1% más rico, que varían dependiendo de los datos disponibles, supuestos metodológicos, y correcciones hechas por evasión y elusión. El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados.

Esto no se traduce en una situación generalizada de precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de zero.forty eight en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2).

En efecto, los profesionales que ellas han formado son los que integran una parte significativa del private de salud que se desenvuelve en hospitales y consultorios de la vasta geografía chilena. Los fármacos, como lo ha planteado el colegio de la orden, deben ser considerados bienes sociales para interés basic de la nación y la salubridad pública, por lo que su acceso debiera vincularse a la pink de salud pública y no depender de su oferta en establecimientos comerciales. En octubre de 2019, había 59 comunas sin farmacias, en las que el Ministerio de Salud se proponía instalar establecimientos farmacéuticos. En efecto, la lógica comercial que domina la oferta de medicamentos margina a una parte importante de la población que vive en territorios aislados rurales, de baja población o distante de sus cabeceras comunales. “Salud para todos con la Cobertura Sanitaria Universal” es el lema que propone la Organización Mundial de la Salud para este Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril. Un lema que acompaña la thought de pedir a los líderes mundiales su compromiso para adoptar medidas en la promoción de la salud de todas las personas.

No obstante, las estadísticas de género van más allá de ello, involucrando un amplio espectro de acciones para incorporar la perspectiva de género en las distintas fases del proceso de producción de las estadísticas, desde la detección de necesidades, el diseño, la construcción, la recolección de los datos hasta el análisis de los resultados y la difusión. Este proceso puede ser complejo y sutil, ya que en ocasiones puede hacer visibles problemáticas de género que previamente no se pensaban relevantes4; la producción de estadísticas de género es un proceso que no tiene necesariamente un last. Por tanto, es un proceso continuo de mejoras, igual que con otras estadísticas del Sistema Estadístico Nacional5. Al comienzo de la pandemia, al menos en nuestro país, se hizo evidente que sin la labor de la atención primaria y el trabajo comunitario no sería posible avanzar en algo tan básico como testeo y trazabilidad y mucho menos en el programa de vacunación.

Esto implica la aceptación de un marco conceptual en el cual el nivel de salud de las sociedades se construye fundamentalmente a través de las intervenciones médicas, basadas en los avances tecnológicos y del conocimiento, aplicados al ámbito de la terapéutica médica, no obstante lo limitado de estas premisas [1]. Cabe destacar lo bien que ha funcionado el sistema de vacunación, donde centros públicos y privados atendieron de manera indistinta a la cobertura del plan de salud y en basic la priorización se realizó en base a grupos de riesgo y no por favoritismos. A su vez, al menos en nuestro país, el recurso más escaso, como han sido las camas de cuidado crítico, se ha brindado a toda persona según su necesidad clínica, independiente de factores económicos, sociales o culturales.

En los años sucesivos, la ONU exhorta a los Estados a velar por los niños en las situaciones de vulnerabilidad por emergencias y conflictos. En 1989, tras 10 años de negociaciones, se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, que vincula a los Estados Partes a cumplir las normas de este tratado Internacional. La Convención sobre desigualdad y pobreza en américa latina los derechos del niño/a ha sido ratificada por 196 Estados Parte de la Convención. Ha sido uno de los tratados sobre derechos humanos que más rápidamente ha sido ratificado y a la que más países se han adherido. Uno de los Estados que aún no ha ratificado la Convención, pero que ha expresado su intención de hacerlo, es Estados Unidos.

Pese a que desde hace ya varios siglos el pensamiento teórico y el desarrollo de la práctica ha presentado pruebas claras de la importancia de una consideración más amplía en la construcción del concepto de salud y sus determinantes, dichos argumentos y antecedentes han palidecido al lado del impetuoso desarrollo de la medicina como ciencia natural. Esta perspectiva fue cultivando una hegemonía en el discurso y en el imaginario colectivo, como la portadora de las fuerzas de progreso en el nivel de salud de las poblaciones humanas. En este sentido, es posible argumentar que la construcción de un concepto de salud no puede entenderse al margen de la thought del poder, en tanto las dinámicas de poder en la sociedad donde éste se concentra, determinan qué es lo que se entiende por salud y enfermedad [2]. “El trabajo de este año ha permitido posicionar tanto en el gobierno local como en la Universidad Austral a la pink de colaboración internacional como una plataforma de la cual extraer aprendizajes respecto a la relación entre la academia, la gestión pública y las comunidades. También hemos podido aprender de las experiencias internacionales respecto a formas, metodologías y estrategias para llevar a cabo un monitoreo y evaluación sistemática de las acciones realizadas a nivel de barrios, con el objetivo de mejorar el bienestar comunitario y hacer frente a las desigualdades estructurales que existen a nivel barrial.

También disminuye las desigualdades económicas, ya que representa un ahorro familiar en medicamentos para tratar episodios de enfermedades prevenibles con vacunación, cut back la morbilidad y mortalidad de la población, junto con disminuir la atención en salud y cuidados en individuos previamente vacunados. Podemos concluir que el proceso de conformación de un discurso que posiciona la salud como un fenómeno de carácter eminentemente social, se ha caracterizado por sucesivos autores que han contribuido desde la crítica a la mirada de la hegemonía biomédica en salud. Durante los últimos años, dichas líneas argumentativas han tendido a converger bajo del alero de lo que conocemos bajo el concepto de determinantes sociales de la salud, configurando un desafío profundo para los sistemas de salud modernos. Cuando en la Declaración de Alma-Ata (1978) se propuso la meta de “salud para todos en el año 2000”, aparecía como algo ambicioso pero alcanzable. Además de crear limitaciones al acceso a servicios públicos para grupos históricamente marginados de la población, los sistemas de identificación obligatoria y biométricos implican una “sobrevigilancia” hacia esos grupos. No se sabe cómo son utilizados, agregados y compartidos los datos recolectados de esos grupos, ni parece proporcional exigir un nivel tan alto de información para la entrega de beneficios limitados o condicionados.

Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias desigualdades en el mundo ejemplos que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. Desde la tradición liberal, John Rawls afirma que “la justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”.

El mejoramiento sistemático de la mayoría de indicadores de salud refleja un avance paulatino ocurrido en las últimas décadas. Destacan importantes logros en áreas como el mejoramiento de la salud materno infantil, la reducción de enfermedades transmisibles afectas a management, la nutrición, y una mayor sobrevida de la población. En general, este mejoramiento ha ocurrido en el mismo sentido que el mayor desarrollo de condiciones socioeconómicas y de calidad de vida, la ampliación de cobertura de protección social (especialmente de los grupos más vulnerables), y la extensión de cobertura de los sistemas de salud, con particular énfasis en la atención primaria. Un segundo elemento tiene que ver con lo que hemos argumentado sobre los sistemas de salud como espacios de incidencia y modificadores del macro-contexto. Los modelos de atención de salud pueden incorporar o no, la participación y empoderamiento de la población como objetivo de su actividad y elemento de su práctica. Esta sería una fortaleza relativa de los sistemas de salud basados en la atención primaria, quienes ponen a las comunidades como sujetos activos, aceptando por ende un rol político que puede ser potenciado como elemento transformador social.

Para esta discusión será útil definir qué significa que la intervención del gobierno sea progresiva o regresiva. Diremos que una política es progresiva si es que ésta mejora la distribución de ingresos, es decir, si los impuestos y transferencias conllevan a distribuciones más igualitarias que las que se observan en el mercado. Por el contrario, una política que empeora la distribución del ingreso se outline como regresiva. El motivo es que el Gini reportado periódicamente por los organismos internacionales no captura correctamente los ingresos de los individuos de más altos ingresos.

Por otra parte, la municipalidad ha anunciado la suspensión complete las tarjetas anónimas y ha implementado medidas para obligar el registro de las tarjetas con datos de identificación únicos y residenciales. Este tipo de medida puede impactar en el acceso de personas no registradas –como personas sin techo e inmigrantes– al servicio. En una ciudad de las dimensiones de São Paulo, las tarjetas que permiten la integración con descuento a distintos tipos de transporte son fundamentales para la locomoción de gran parte de la población al trabajo, escuela y actividades culturales. El bloqueo o imposibilidad de acceso a medios de transporte puede tener un gran impacto en la vida y el desarrollo de las personas.

desigualdades en salud ejemplos

Destaca el conjunto de factores denominados “determinantes sociales” que influyen en el desarrollo y desigualdad en salud influyendo de modo diferencial en la carga de enfermedad y muerte y la existencia de inequidad injusta y evitable en salud. Dicho todo esto, no se puede dejar de mencionar la relevancia que tienen las decisiones sobre los modelos a través del cual se articula un sistema de salud y de la forma en que interacciona con las personas. Incorporar una mirada de determinantes sociales implica, a lo menos, dos consecuencias en los modelos de atención. En primer lugar, debe argumentarse que el sistema de salud debe ser wise a reconocer la determinación social de los procesos de salud-enfermedad, considerando esta causalidad en las estrategias de promoción de salud, así como en la prevención, tratamiento y rehabilitación de enfermedades.