La construcción social del habitat por los habitantes de los asentamientos precarios y de los barrios consolidados debe ser considerada como un recurso y una inversión de los sectores de bajos ingresos que debe activarse, mejorarse o capitalizarse, es una de las principales oportunidades de desarrollo del habitat en la región. En common los responsables por la formulación de políticas no reconocen en forma explícita este recurso ni su incorporación a las políticas de vivienda. El problema más generalizado que se observa entre los hogares pobres es la falta de acceso al saneamiento, seguido por la incapacidad de asegurar la tenencia de la vivienda y acceder a redes de agua potable. El siguiente factor pobreza en santa cruz en importancia es el problema de las viviendas de mala construcción. Finalmente, el hacinamiento continúa siendo una característica predominante de los hogares urbanos pobres.
Se han aplicado distintas estrategias programáticas, desde las que se limitan a regularizar la propiedad de las viviendas irregularmente ocupadas, a programas integrados de mejoramiento de los barrios. Estas estrategias se fundamentan en un consenso regional generalmente aceptado de que las estrategias basadas en el asentamiento de poblaciones en las zonas que ya ocupan, proporcionan la solución más deseable desde el punto de vista social y económico al problema de los asentamientos informales. En este sentido, los asentamientos irregulares se aceptan como una realidad urbana que no puede erradicarse y se aceptan como parte del proceso de crecimiento de las ciudades. En el presente artículo exploramos cómo se producen las transiciones desde la niñez en sectores pobres.
Entendiendo estas limitaciones, los ODS buscan darle continuidad a los ODM ampliando el marco conceptual de la pobreza y mostrando la evolución del debate, al incluir conceptos como protección social, educación, salud, acceso a servicios básicos y nivel de vida, lo que nos sitúa en un mejor plano para enfrentar la pobreza en todas sus dimensiones. En segundo lugar, existió una corriente liberal y laica vinculada al Partido Radical y donde también se incluyeron intelectuales independientes de clase media. Para ambos sectores, la cuestión social fue el resultado de un conflicto de clases, un problema estructural de la sociedad nacional, afectada por la falta de desarrollo económico, la explotación laboral, la inflación y la carencia de ayuda estatal hacia los más pobres. Por consiguiente, los dardos apuntaron al Estado y a la necesidad de common el sistema de libre mercado que rigió en el país, a través de una adecuada legislación social que promoviera y asegurara el progreso y adelanto materials de todos los sectores. Sin duda, una de las tareas de la Sociología es generar explicaciones y modelos que nos permitan comprender estos fenómenos y generar conocimiento para transformarlos. En consecuencia, esta línea de investigación se orienta a la reflexión social a través de la investigación con el objetivo de generar estudios y conocimientos que interpreten la realidad socioeconómica de la Región de La Araucanía en Chile y su interacción con otras realidades latinoamericanas y mundiales.
En una conversación hasta ahora inédita, el Premio Nacional de Literatura 2008, recientemente fallecido, Efraín Barquero, conversa con Javier García sobre el exilio, su regreso a Chile tras 25 años viviendo en Francia y la dimensión social y religiosa de su poesía. La periodista Antonia Orellana conversa con investigadores, académicas y estudiantes sobre lo que supuso la educación online de emergencia para las universidades, siendo una de las principales dificultades la dependencia de los planteles del pago de aranceles. Enfermedades como el cólera, la gripe española o el tifus terminaron con la vida de miles de personas durante el siglo XIX en Chile. Es la pregunta que la periodista Denisse Espinoza hace a diferentes expertos en la materia en su artículo “La frágil memoria de las pandemias en Chile”. “No nos vamos a morir sólo de biología; las mentiras del sistema van a ser parte de nuestra muerte también”, sostiene en entrevista con la coeditora de Palabra Pública, Denisse Espinoza, el poeta y Premio Nacional de Literatura, Raúl Zurita, quien por más de 40 años ha usado la palabra como arma de lucha contra el dolor. Primera evaluación del programa regional de vivienda social y asentamientos humanos para América Latina y el Caribe.
En líneas generales, Chile se posiciona de buena forma en el panorama global de la medición de la multidimensionalidad de la pobreza. La principal herramienta de medición de la pobreza, la encuesta CASEN como un ‘instrumento de alta confiabilidad’, así lo indica. De esta manera, se plantea relevante que los esfuerzos por superar la pobreza no dejen de lado el fortalecimiento de la resiliencia de las personas para evitar recaídas en ella, lo que se relaciona principalmente con asuntos de protección social. En la primera columna mensual de SDSN Chile, Rodrigo Álvarez, coordinador de la red nacional, aborda la comprensión de la pobreza más allá de términos monetarios, buscando una aproximación más compleja y multidimensional. “Si bien la pobreza por ingresos fue un factor importante durante el siglo XX, no es adecuada para evaluar el desarrollo sustentable en el siglo XXI”, plantea el autor.
Más allá de las particularidades en cada país y entre rondas de encuestas, se considera como empleo informal al empleo no calificado en microempresas (aquellas cuyo variable tamaño del establecimiento tiene un número igual o menor a 5 trabajadores), al empleo doméstico y al trabajo independiente no calificado de cualquier rama de productiva. Impulsar programas integrales de mejoramiento de habitat y de oportunidades productivas para asentamientos precarios. Favorecer en las licitaciones públicas los servicios de los pequeños y medianos emprendimientos de propietarios de sectores de vulnerables.
La posibilidad de vender su trabajo y el nivel de remuneración son factores importantes en sus estrategias de generar sustento. La integración a la economía del mercado significa que los pobres urbanos son mucho más vulnerables a shocks económicos que sus contrapartes rurales, situación que realza la importancia de los mecanismos de sobrevivencia y de adaptación de los hogares, y la comprensión de estos para el desarrollo de estrategias de intervención. Este problema de desigualdad social entremezcla factores sociales que evidencian las falencias estructurales y las medidas «parches» en las que se ha sostenido hace muchos años en el país. No existe una inversión en un desarrollo social que haya visualizado de antemano esta correlación; la pobreza estructural, es un hecho más profundo, basado también en el acceso a oportunidades y el mantenimiento de estas mismas en el tiempo.
En otras palabras, en aquellas publicaciones, quienes están en los deciles inferiores son hogares que, al realizar la medición, tienen pocos ingresos propios que declarar. Ello puede deberse a una situación coyuntural de desempleo o de baja en su actividad económica, o a algo más estructural, dadas sus condiciones de vida. Así, no es extraño que en ese grupo se observe una caída de los ingresos del trabajo entre las mediciones del 2017 y 2022, a pesar del crecimiento experimentado por la economía y el empleo. A partir de 1990, el empleo en las áreas urbanas mostró una mayor expansión en los sectores de baja productividad. En cambio, se redujo la participación del empleo tanto en las pequeñas, medianas y grandes empresas privadas como en el sector público (CEPAL, 2005). Durante la última década ha habido un traslado de recursos y responsabilidades para el desarrollo de los programas de empleo a los municipios, o a otro tipo de jurisdicción menor.
El sector casual en la actualidad contiene en su inside un conjunto heterogéneo de actividades con distintos grados de funcionalidad y con resultados diversos sobre los ingresos y la productividad. Esta diversidad de situaciones es importante de considerar para el diseño de políticas; pero para el conjunto del sector prevalece el desequilibrio estructural entre excedente de mano de obra y disponibilidad de empleos, como factor determinante de pobreza en paises bajos homogeneización relativa a bajos niveles de ingreso (Tokman, 2004). La formación de asentamientos precarios en grandes ciudades ha reforzado los procesos de exclusión urbana y social, ha estimulado los conflictos en el uso del suelo en los planes de desarrollo urbano y ha obstaculizado los procesos de mejoramiento. La exclusión a menudo no se limita al acceso a los beneficios que la ciudad ofrece, sino también a la participación en las decisiones que afectan a la ciudad.
La incorporación de nuevos indicadores sociales eleva las exigencias y nos muestra que, en verdad, uno de cada cuatro ciudadanos (20,9%) se encuentra en situación de pobreza en Chile. La evidencia de esta realidad, por cierto, exige no sólo mayor gasto social sino nuevas estrategias, políticas y programas para abordar en forma más integral e inclusiva este fenómeno persistente y sistémico. La Agenda 2030 y su primer ODS de acabar con la pobreza en todas sus formas, se alinea con el primer objetivo trazado por los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) 2000 – 2015, de erradicar la pobreza extrema y el hambre. Sin embargo, en esta primera agenda las metas vinculadas con la pobreza se relacionaron exclusivamente con ingresos y ocupación. El informe final de los ODM en 2015 mostró resultados positivos en reducción de más de la mitad de las personas que vivían en situación de pobreza extrema en países en desarrollo, pasando de un 47% en 1990 a un 14% en 2015. No obstante, el 14% (836 millones de personas) sigue siendo un número muy desafiante, más aún si consideramos que sólo se midió por ingreso y no multidimensionalmente, que en la mayoría de los casos incrementa las cifras.
Las políticas del habitat están incorporando, de manera aún incipiente, una preocupación por facilitar el acceso de los pobres urbanos al empleo y a ingresos estables. Inicialmente, esta inquietud ha sido más bien common, y se ha expresado en reflexiones e iniciativas tendientes a lograr que las ciudades sean más competitivas y que aumente la productividad urbana. La informalidad se mantiene alta a inicios de esta década y cada vez hay mayor concentración del empleo en el sector de los servicios, en una tendencia persistente desde los años noventa en América Latina y el Caribe. La importancia del sector informal como fuente de trabajo e ingresos, particularmente para los pobres, es evidente. Sus ingresos por ocupado en common son bajos e inferiores a los que se obtienen en el sector formal (aunque en el sector formal los pobres generalmente también tienen empleos inseguros de rentabilidad baja (Banco Mundial, 2004)).
Sus palabras tienen eco hoy en las injusticias estructurales que no se solucionan con filantropía, la cual, además, en Chile sigue siendo escasa. Había vivido en Chillán y recordaba que, tras el terremoto de 1939, se sorprendió de ver que un pequeño campesino se dignó llevar en su carreta a Cauquenes cinco sacos de trigos para ayudar a los que tenían hambre luego del desplome de la ciudad, la misma que volvió a destruirse el 2010. Los datos del secano costero del Maule siguen siendo estremecedores, como los de la Araucanía, donde se concentra la pobreza estructural, la que no se quiere ver.
Basta leer La Perla de Steinbeck para comprender cómo la pobreza va más allá de la carencia de dinero, siendo la educación un factor determinante para salir de esta. “Por lo tanto esto es un relevo en el que se van necesitando distintas capacidades en distintos lados, y hoy día es elementary el apoyo que pueda generar el ministro Grau acá en la región. Porque uno de los temas que más recurrentemente aparecen al calor de esta emergencia, además de la emergencia ordinary de las personas que han sido damnificadas, son, como bien lo decía el Delegado, las personas que no han perdido sus casas, incluso habiendo perdido sus casas, perdieron sus fuentes de ingreso. Pueden ser empleos, que directa o indirectamente hayan perdido, pueden ser emprendimientos, puede ser incluso actividades de economía de subsistencia, muchas veces en el sector agrícola. Por lo tanto, ahí lo que nosotros detectamos fue que era necesario poder reforzar todas las alternativas del Estado en materia de apoyo a quienes han perdido sus fuentes de ingreso”, complementó. “Con la llegada del Ministro Nicolás Grau, ya está conversando con algunos gremios interesados en colaborar y va a conversar con todos los gremios para ir construyendo los instrumentos a la medida de nuestra región, de lo que necesita esta región.