Hans-jürgen Burchardt: «los Dos Grandes Desafíos De La Civilización Humana En El Siglo Xxi Son El Aumento De La Desigualdad Social Y El Cambio Climático»

Ejemplos nítidos de este tipo de micromachismo son el management del dinero o los sabotajes a la comunicación, el uso expansivo y abusivo del espacio y el tiempo para si, insistencia abusiva y la imposición de intimidad, entre otros. «Estas maniobras pueden no parecer muy dañinas, incluso pueden resultar naturales en las interacciones, pero su poder, devastador a veces, se ejerce por la reiteración a través del tiempo, y puede detectarse por la acumulación de poderes de los varones de la familia a lo largo de los años. Esas trampas son ideas desigualdad en la distribución del ingreso, expresiones, gestos, actitudes y comportamientos cotidianos, interiorizados y justificados como naturales, que condicionan el día a día de la mujer y que se conocen como micromachismo. El término fue acuñado por el psicoterapeuta español Luis Bonino Méndez, en 1991, para definir aquellas prácticas que otros especialistas calificaban como «pequeñas tiranías», «terrorismo íntimo» o «violencia blanda».

desigualdad humana

Oxfam publicó el año pasado un interesante informe que muestra que el 10% más rico de la población mundial es responsable de más del 50% de la emisión de dióxido de carbono en el mundo. Si queremos un cambio ecológico efectivo, no solo debemos tener nuevas ideas o conceptos, que ya los sabemos todos. El último informe del IPCC ya dice que el cambio climático es producido por humanos, es antropogeno, pero para resolverlo debemos cambiar la cotidianidad, la práctica social, y para ello encontrar consenso en la mayoría de las personas. Debemos buscar soluciones que sean desigualdad en el neoliberalismo aceptables para la mayor parte de la población y eso significa disminuir la desigualdad. Durante la mayor parte de su vida académica, Atkinson se dedicó a tratar de sacar la desigualdad del rincón en que la dejaron tanto la economía ortodoxa como la izquierda renovada desde la década de los ‘80. Frente a los economistas que sostienen que la desigualdad no debe importar ni a la política ni a las personas (pues es un tema irrelevante, al lado del problema de la pobreza y el crecimiento económico), Atkinson argumentaba que la distribución debía estar en el corazón de la investigación económica.

En este caso, la proporción también fue mayor en hombres que en mujeres, con un 75% vs. un 64%. Respecto del seguro de cesantía, se flexibilizó su acceso entre 2020 y 2021 con el fin de hacer frente a la pandemia por el COVID-19. Esto hizo que las solicitudes aprobadas para mujeres fueran significativamente más altas que para los hombres. Recalcó que la educación superior no puede reducir su labor a la preparación única de buenos profesionales sino que también tiene el compromiso de formar ciudadanos responsables con valores y principios laicos que trabajen por una sociedad mucho mejor. Con este propósito se proyectará el micro documental “Secos”, pieza audiovisual de 15 minutos de duración que reúne a un elenco de destacados actores y actrices chilenos para denunciar la usurpación de agua en comunidades y territorios. Posterior a la proyección del documental, Rodrigo Mundaca, vocero nacional de la organización MODATIMA expondrá acerca de los efectos de la privatización del agua en la provincia de Petorca.

A pesar de estas diferencias, son muy informativos y nos permiten hacer comparaciones entre los distintos territorios del país y su evolución en el tiempo. Acorde con la CASEN, los años de escolaridad promedio del país son 11, con una leve diferencia por género, 11,2 años para los hombres y 10,9 en el caso de las mujeres. Esta diferencia, aunque pequeña, se ha mantenido en el tiempo y es el mismo comportamiento presentado por Barro y Lee (2010). Otros datos interesantes que nos entrega la CASEN en materia de educación, es la diferencia de escolaridad por lugar de nacimiento y pertenencia a una etnia.

Hoy, el 53% de la dotación institucional son mujeres, las que, en promedio, llevan más de una década integrando nuestra Superintendencia y aportando con su compromiso a la labor funcionaria. Una presencia que nos llena de orgullo y que se ha plasmado también en la creación del primer Comité de Género de la SP, cuya misión es trabajar en la definición, promoción e impulso de medidas para que todas las funcionarias y los funcionarios se desempeñen en un ambiente de trabajo en igualdad de condiciones, respetuoso de los derechos y diferencias. La sociedad hoy reconoce y valora la equidad de género como un imperativo ético para construir un Chile más justo. Pero aún resta mucho camino para asegurar la plena igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres.

El presente conversatorio, busca explorar aquellos contextos de desigualdad donde los conflictos socio ambientales en torno al agua en Chile toman lugar, poniendo como ejemplo specific el caso de la provincia de Petorca (V Región). A su vez, se pretende poner en discusión la situación del conflicto desde el punto de vista del Derecho y Justicia Ambiental, evidenciando el desacierto del Estado chileno en su obligación de asegurar, en base a los estándares internacionales, el derecho humano al agua. El amanecer de todo de David Graeber y David Wengrow es un libro importante porque cuestiona las concepts preconcebidas sobre la historia de la humanidad. Los autores argumentan que, a diferencia de lo que se suele pensar, la desigualdad y la jerarquía no son inevitables, sino que son el producto de una serie de elecciones políticas y sociales. En América Latina, con los niveles de desigualdad social más altos del mundo, la clase económica y social más alta está aislada de la mayor parte de la población.

De hecho, en una escala del 1 al 5, la satisfacción de vivir en sus actuales ciudades obtiene una calificación de 3,5 a nivel nacional, lo que varía a three,2 al tomar sólo a los habitantes del Gran Santiago. «Estas visiones valientes y compasivas, burladas y rechazadas por los «realistas» capitalistas, tuvieron suficiente tiempo en el aire, llamaron suficientemente la atención, para permitir que un número cada vez mayor de personas —algunos por primera vez— desearan un cambio en el mundo. El ex Ministro de Economía y ex presidente del Banco Central, José De Gregorio y el sociólogo y escritor de la Universidad de Chile Carlos Ruiz,  expusieron sus investigaciones sobre la disyuntiva  del progreso económico y la distribución de los bienes materiales. Como Superintendencia de Pensiones estamos comprometidos con la defensa y promoción de dichos principios, incorporando en nuestra labor el impulso de iniciativas que garanticen el cumplimiento de la normativa previsional sin discriminaciones y con una mirada integral como organismo de la seguridad social respetuoso de las diferencias, características y necesidades de la ciudadanía. Aquellos que fuerzan la permanencia en el estatus de desigualdad cuando éstos se desequilibran, debido a un aumento de poder private de la mujer o una diminución del poder del hombre.

La metodología de investigación consiste en un análisis descriptivo y comparativo de las regiones del país, así como de un análisis de convergencia regional. La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de fuentes secundarias, desde distintas bases de datos mundiales y nacionales. A nivel país se utiliza principalmente, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) del Ministerio de Desarrollo Social y datos de productividad del Banco Central de Chile. Asimismo, se contacta con diferentes instituciones, como el Instituto Nacional de Estadísticas, al que se solicita datos antiguos poblacionales y vitales no disponibles en la web1. Desde el punto de vista psicológico, en promedio, las mujeres y los hombres son psicológicamente muy similares (motivación, comportamiento social, rasgos de personalidad, capacidad intelectual, sugestibilidad, autoestima, aprendizaje, habilidades analíticas y de respuesta a los estímulos, and so on.).

El Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), ha realizado varios estudios diagnósticos acerca de la mujer en Chile. Todos ellos apuntan en la misma dirección antes señalada y destaca que «las dinámicas sociales actuales ponen en cuestión el sistema tradicional de división de roles y las situaciones de discriminación y vulnerabilidad que genera en distintos miembros del grupo familiar» (13). Si bien estos datos atestiguan que tanto la educación como las variadas formas que asume el sistema de habilitación técnica/profesional de las mujeres son indispensables para su autonomía, no es menos cierto que «existen algunas tendencias en el sistema educacional actual que cortan alas y limitan las posibilidades de desarrollo de las mujeres» (op. cit. 40). La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres.

De acuerdo con Barro y Sala-i-Martin (2009), una de las formas de encontrar la velocidad de convergencia Β, es trabajar con un conjunto de datos de territorios que converjan hacia un estado estacionario similar, lo cual es posible encontrar en datos regionales. Lo anterior, debido a que las regiones de un mismo país suelen tener acceso a similares tecnologías, una cultura similar, gustos y preferencias parecidos y además, destacan los autores, tienen un mismo Gobierno Central, compartiendo leyes e instituciones. A pesar que es claro que las regiones tienen sus diferencias entre sí, estas son menores a las que se encontrarían al comparar distintos países. “Esta relativa homogeneidad significa que es más probable que exista convergencia absoluta entre regiones de un mismo país que entre países” (Barro y Sala-i-Martin, 2009, pp. 468).

Lo que marca la desigualdad en Chile, es el aún elevado nivel de desigualdad y su persistencia, a pesar de la mencionada convergencia. En este marco, la educación estaría reproduciendo el sistema dominador/masculino y lo estaría haciendo no sólo a través de los hombres sino también y fundamentalmente, y esta es mi hipótesis, a través de las mujeres y particularmente las mujeres educadoras. Esto, ciertamente, no significa que en nuestro mundo de dominio masculino, todas las mujeres sean pacíficas y gentiles, y que ningún hombres no lo sea.

Si bien Graeber y Wengrow son abiertos respecto de la evidencia muy limitada y las disputas sobre su interpretación, construyen un caso convincente. “El debate en torno a la riqueza tiende a enfocarse en las grandes fortunas del prime de la distribución, pero la redistribución de la riqueza es tanto un asunto de fomentar pequeños ahorros en el 99% como de poner restricciones a los excesos del 1%”, escribió. Y precisó que la historia muestra que cuando se produce un declive de lo que se lleva el 1% (en los países de la OECD), esto se debe no solo a que el Estado cobra más impuesto a los ricos, sino también porque se expande notoriamente lo que el 99% posee. En su libro, Atkinson nos recuerda que los mercados no caen del cielo; incluso procesos complejos como la globalización son el resultado de decisiones tomadas por organizaciones, gobiernos, corporaciones e individuos. Y eso implica que “las fuerzas de mercado, indudablemente potentes, dejan mucho espacio para otras determinantes y operan en un contexto social que puede influenciar el resultado de la distribución de ingresos”, escribió.

Los seres humanos no son idénticos el uno al otro, pero eso no puede significar el que se genere una sociedad en que finalmente no hay ningún tipo de base común para la existencia humana. Algo esencial, que es la dignidad de la persona humana, pero de ahí para allá, que es lo que te cube, a ver, qué puede existir, qué somos capaces de hacer. En cambio, podemos señalar brevemente que, en el contexto latinoamericano, de modo sinodal y colegiado, la Iglesia de la región puso gran atención en las “desigualdades”, en specific, en aquellas que calificaba de “injustas” o “excesivas”. Más aún, podemos decir que hace más de cincuenta años dichas desigualdades fueron consideradas como el issue que más atentaba contra la paz y el desarrollo integral de América Latina. Para un desarrollo más pormenorizado este delicado asunto, me permito remitir a mi investigación teológico-cultural publicada recientemente, con ocasión del 50° aniversario de la Conferencia de Medellín (Verdugo & Arellano, 2019).