La CEPAL decidió deflactar el costo de alimentarse y el del resto de bienes con sus respectivos índices de precios, en circunstancias que los precios de los alimentos habían subido en mayor proporción. Entre 2014 y 2016, un forty two,2% de la población salvadoreña (equivalente a 2.7 millones de personas) se encontraba afectada por inseguridad alimentaria moderada o grave, mientras que entre 2019 y 2021 esto aumentó a un forty six,5%, con three millones de personas que “no comieron lo suficiente o incluso no comieron”. En el caso explicit de la inseguridad alimentaria grave, se pasó de 13,8% en el primer periodo mencionado a un 14.7% durante el actual del presidente Bukele. Estas proyecciones y datos se producen en un panorama económico todavía incierto y con una relativa “ceguera estadística” sobre la evolución actual del desempleo y los ingresos por las dificultades que impone la situación sanitaria al levantamiento de datos de calidad. Lo que es claro, sin embargo, es que además de aumentar la pobreza, la disaster desafía la manera en que concebíamos este concepto y las fórmulas que el país había utilizado para intentar reducirla. Continuando con la revisión, es preciso señalar que el MLP ha sido ampliado por varios autores, entre los que resalta la aportación realizada por Foster, Greer y Thorbecke (1984), quienes señalan que existen diferencias entre la intensidad y profundidad de la pobreza, ya que es erróneo presuponer que todos los pobres son iguales.
El también sociólogo de la Facso, Carlos Ruiz Encina, agrega que el hecho de que estos sectores hayan estado sobre la línea de la pobreza antes de la pandemia no significa que estuvieran mejor preparados que quienes estaban debajo. “A los dos lados de la línea de pobreza la situación social es básicamente la misma, porque lo que hay es un nivel de rotación muy fuerte alrededor de esa línea. A los sectores que están arriba, por lo menos cuatro y hasta cinco deciles, con cualquier cosa que los toques, caen debajo. “Existe un grupo amplio de trabajadores en Chile, alrededor del 40% de la población, que no son clase media, pues no tienen ocupaciones calificadas ni contratos estables y están endeudados. Ese gran conjunto de sectores ‘trabajadores’, si bien no eran pobres, es el que ahora ve amenazada su situación por pérdida de empleo, enfermedad, muerte de un cercano, obligación a quedarse en casa para cuidar a los dependientes, baja de ingresos”, sostiene Barozet. De acuerdo con los resultados dados a conocer este jueves, la baja en la pobreza por ingresos se explica tanto por el aumento de los ingresos laborales y los autónomos (que no tienen que ver con el trabajo), así como por los diversos subsidios que ha entregado el Estado a los hogares de menores ingresos desde la pandemia en adelante.
Las familias extendidas viven cerca para poder ayudarse; se vive por generaciones en las mismas poblaciones, por ende, las redes son muy densas”. Esto plantea una serie de aspectos interrelacionados que hay que atender, como la existencia de una oferta alimentaria suficiente y sostenible y la generación de recursos e ingresos para que las personas puedan emplearlos en la compra de alimentos. Es por ello que una de las limitaciones fundamentales para el acceso a la alimentación lo representa la pobreza en su dimensión eminentemente económica. Dicho esto, la generación de empleos y la consecuente derrama económica debe de contemplarse de manera primordial.
Considerada esta última como un peldaño todavía inferior, en esta instancia los individuos ni siquiera pueden acceder a la canasta básica de alimentos, es decir, que ni siquiera pueden consumir una cantidad básica de calorías diarias. Respecto de la focalización, la Comisión estima que «se deben mantener las políticas focalizadas».
El último capítulo se refiere a las consideraciones y recomendaciones finales para enfrentar la pobreza. Contiene cinco consideraciones y siete recomendaciones muy importantes, particularmente en momentos como el actual, en que estamos discutiendo el proyecto de Ley de Presupuestos del sector público. Los capítulos VIII y IX se refieren a los actores en la tarea de superar la pobreza y a las consideraciones y recomendaciones finales para enfrentarla. En cuanto a eficiencia, la Comisión estima que «es necesario extraer el máximo de posibilidades de los recursos humanos y materiales en la acción del Estado contra la pobreza». «Las localidades, regiones y organismos de decisión deben traducir lo que es su propia realidad y posibilidad de desarrollo».
De tal manera que la seguridad alimentaria se puede vulnerar debido a la desarticulación en los sistemas nacionales e internacionales de producción de alimentos, así como por la baja en los ingresos de las personas o encarecimiento de los productos alimentarios, lo cual afecta la accesibilidad por parte del consumidor. En este escenario, la seguridad alimentaria se transforma en inseguridad alimentaria, es decir, las personas sufren de una carencia sistémica y prolongada de falta de alimentos en cantidad y calidad. Otro enfoque es el denominado “necesidades básicas”, crítica a los que usan como variables el ingreso y el consumo.
Hasta donde hemos revisado, el método de líneas de pobreza y el de NBI representan dos alternativas interesantes para primeramente conceptualizar, y posteriormente medir la pobreza. Por supuesto, como cualquier método, tienen sus fortalezas y limitaciones, ya discutidas. Ahora, una de las limitaciones que enfrentan es su incapacidad para responder a la pregunta pobreza cero por las principales limitaciones u obstáculos que impiden que las personas puedan desarrollarse libremente y, con ello, lograr acceder a un nivel de vida adecuado y digno. Es decir, tanto el MLP como el NBI agotan buena parte de su conceptualización al formular y limitar la pobreza, concibiéndola únicamente como una expresión de la falta de ingresos.
satisfacer las necesidades físicas y psíquicas mínimas para un adecuado nivel de vida, tales como la alimentación, la vivienda, la asistencia sanitaria, el acceso a servicios básicos (electricidad, agua potable, línea telefónica) y
inmediato, ya sea una ciudad, una región, un país o un continente. Esto se debe a que los términos económicos y sociales de un lugar pueden ser muy distintos a los de otro y no ser directamente comparables. La pobreza absoluta es una medición common y procura establecer criterios uniformes que por lo basic se ubican en la canasta
La pobreza alimentaria se concibe como un fenómeno estrechamente relacionado con la imposibilidad de las personas de acceder a recursos económicos suficientes para poder comprar una canasta alimentaria que les permita la ingesta de los mínimos requerimientos nutricionales. En esta manera de concebir la pobreza la variable ingreso es fundamental, ya pobreza absoluta y relativa ejemplos que determina quién es pobre y quién no lo es, de tal manera que las personas con recursos económicos superiores a lo que cuesta una cesta de bienes considerada como mínima superan la línea de pobreza, mientras que otros con recursos bajos e insuficientes para la compra de la misma se consideran pobres alimentarios. Se considera a partir de su entorno socioeconómico
Por supuesto, las implicaciones del razonamiento anterior son muchísimas, sin embargo, por no ser el tema primordial de nuestro interés, procedemos a analizar otros aspectos del método4. La Comisión también comprobó que los sectores más pobres de nuestro país enfrentaban en 1990 serias carencias sociales, entre las cuales destacan las relativas a salud, educación y vivienda. En Chile, tras la polémica en torno a la Encuesta Casen 2011 y luego que la Cepal renunciara a seguir participando en la muestra, lo que hacía desde 1987, el gobierno anunció cambios al proceso. Se actualizará la línea de pobreza que ocupa desde hace 25 años la misma canasta básica para calcularla y se traspasará la medición al Instituto Nacional de Estadísticas, en adelante un ente autónomo del Estado (ver secundaria). Otro cambio tuvo que ver con que los ingresos agregados de los hogares calculados a partir de la encuesta Casen habían sido tradicionalmente ajustados a aquellos que se obtienen de las estimaciones de la cuenta institucional de hogares del Sistema de Cuentas Nacionales.
El uso del enfoque de necesidades de alimentación presenta, sin embargo, problemas, pues estas varían de acuerdo a la condición física, las condiciones climáticas y los hábitos de trabajo. Los requerimientos nutricionales mínimos encierran, como subraya Amartya Sen, “una arbitrariedad intrínseca”. Además, “resulta difícil definir los requerimientos mínimos para los rubros no alimentarios”, lo que ha llevado a la OCDE a medir la pobreza como una medida relativa (el 50% de la mediana de los ingresos) y no ya absoluta, es decir, vinculada a la capacidad de solventar alguna canasta de bienes.