Se parte de una hipótesis de trabajo de que la vulnerabilidad económica en los sectores de pobreza urbana no ha sido plenamente integrada en las políticas del habitat, limitando la contribución de éstas a la mejora en el acceso de los pobres urbanos al empleo e ingresos estables. AZA es el mayor productor de acero reciclado en Chile, para lo cual recolecta casi 400 mil toneladas de chatarra la pobreza social ferrosa al año, su principal insumo. La cadena de abastecimiento comienza con los recicladores de base, sus proveedores primarios, quienes recolectan la chatarra ferrosa a lo largo de todo el país y desde diferentes fuentes, principalmente la domiciliaria, para luego venderla a proveedores PYMES, quienes hacen un proceso de separación y procesamiento antes de su entrega en las instalaciones de AZA.
Entre muchos otros, se puede mencionar a Salvador Allende con La realidad médico-social chilena (1939), el padre Alberto Hurtado, y su vibrante libro ¿Es Chile un país católico? (1941), el doloroso análisis histórico de Julio César Jobet y su Ensayo crítico del desarrollo económico y social de Chile (1951), Jorge Ahumada y su reconocido trabajo En vez de la miseria (1958) y Aníbal Pinto, quien escribió Chile. Un caso de desarrollo frustrado (1959), título elocuente para un país que tenía una democracia relativamente sólida, pero con una sociedad sumida en el subdesarrollo. Sodimac cuenta con un programa de inversión social denominado “Construyendo Sueños de Hogar“, colaborativo y participativo que tiene por objetivo mejorar la calidad de la infraestructura y entorno comunitario de comunidades en situación de vulnerabilidad.
Por ejemplo, la Casen 2017 encontró que la tasa de pobreza por ingresos era de un eight,7% mientras que la pobreza multidimensional llegó a un 20,7%. Los jóvenes voluntarios del Cuerpo de Paz de Estados Unidos son los grandes protagonistas de este libro. Inspirados en la épica de John F. Kennedy y comprometidos con la superación de la pobreza a nivel global, dejaron sus casas para trabajar por dos años en proyectos de desarrollo comunitario. Todo eso en el contexto de una década fascinante marcada por el idealismo, las tensiones ideológicas y los grandes conflictos de la Guerra Fría. Se rescatan aquí sus experiencias desde el entrenamiento inicial hasta sus años de servicio en comunidades urbanas y rurales sudamericanas.
También se está implementando un módulo base para las delegaciones presidenciales a nivel regional y provincial. En coordinación con el Ministerio de Desarrollo Social y de Familia, el BM se encuentra entregando asistencia técnica al proyecto Gestión Social Local (GSL) Esta nueva metodología para la entrega integrada de servicios y beneficios sociales en los municipios, ya se encuentra disponible en casi el 70% de las municipalidades del país. A través de una “ventanilla única”, los funcionarios disponen de los distintos programas y subsidios con que cuenta y puede acceder un beneficiario, permitiendo entregar una mejor atención social, además de aumentar la eficiencia del gasto público. La Corporación Financiera Internacional (IFC) ha apoyado activamente al sector privado de Chile para aumentar la productividad, promover la inclusión y lograr avances en materia de sostenibilidad. En el país se están llevando a cabo algunos de los proyectos más innovadores de IFC, que incluyen autobuses eléctricos, productos especiales diseñados para promover la inclusión financiera, e hidrógeno verde. En el ejercicio de 2023, los nuevos compromisos de IFC alcanzaron un monto récord de USD 1700 millones, un aumento de casi el 200 % en comparación con el ejercicio anterior.
Actualmente este programa se desarrolla en las comunas de Cabrero y San Pedro de la Paz, contando con una matrícula complete de 181 alumnos y alumnas que esperan culminar su educación media y básica durante este 2021. Así, el proyecto contribuirá a mejorar el acceso, calidad y equidad en el gasto energético de los 56 hogares a través de las soluciones de eficiencia energética. Se estima que las medidas a implementar generarán un cerca de un 10% de ahorro mensual en energía, así como también mejoras en el confort térmico de las viviendas por mejoras en calefacción y materialidad. Nuestros usuarios son habitantes de zonas remotas costeras, que tienen una incierta fuente laboral asociada a la pesca, y en zonas precordillerana, crianceros, que la tienen asociada a la producción de queso principalmente, además de pequeños agricultores, todos ellos muy afectado por el cambio climático. Ahora, con los sistemas fotovoltaicos domiciliarios instalados en sus hogares mejoran sus condiciones laborales al disponer de electricidad para conectar pequeños electrodomésticos que les permiten refrigerar y conservar sus producciones. Por supuesto, con la noche ya no llega la oscuridad y también pueden conectarse al mundo a través de televisiones, tabletas o móviles.
1.a.2 Proporción del gasto público total que se dedica a servicios esenciales (educación, salud y protección social). 1.5 De aquí a 2030, fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y otras perturbaciones y desastres económicos, sociales y ambientales. En cuanto al empleo, se alerta de que 7 de cada 10 trabajos creados han sido en el sector casual la pobreza urbana y la tasa de desocupación sigue en niveles superiores a la existente antes de la pandemia. Entre otros resultados, el estudio arrojó que la incidencia de la pobreza es mayor en algunos grupos de la población.
Continuaremos realizando este esfuerzo para poder contar de manera permanente con esta información. Con esto queremos contribuir a identificar los logros y desafíos que enfrenta el país en términos de su desarrollo y bienestar social. El objetivo de este documento es poner a disposición de la ciudadanía la evolución en las últimas tres décadas de los diversos indicadores de pobreza e ingresos. Este trabajo es un primer esfuerzo para contar con una medición comparable en el tiempo de las dos metodologías oficiales que han existido en el país para la medición de Pobreza por Ingresos y de los indicadores de Pobreza Multidimensional.
Este trabajo plantea la hipótesis de que detrás de este fenómeno se encuentra un elevado grado de precarización del mercado de trabajo, con altos niveles de cuentapropismo y una marcada presencia de planes de empleo, todo esto enmarcado en un contexto de elevada inflación. Si bien existen diversos estudios que indagan acerca del vínculo entre mercado laboral y pobreza, este trabajo se propone encontrar efectos no lineales entre los indicadores del mercado de trabajo y los niveles de pobreza e indigencia para el total de la población en edad de trabajar (PEET), discriminando por grupo etario. Utilizaremos el método de umbrales de Hansen con datos de panel que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), con el propósito de indagar qué fenómenos impiden que dichas mejoras, en la actividad económica y el mercado laboral, se traduzcan en una disminución de los niveles de pobreza en Argentina. Asegurar el derecho a una salud de calidad y mejorar la eficiencia del gasto público son algunos de los desafíos para el sistema de salud nacional. En este escenario, creemos y trabajamos en un modelo que fomente un adecuado complemento a la salud pública. Para ello hemos dispuesto de nuestras capacidades técnicas y humanas, que permiten apoyar y entregar soluciones a las problemáticas ligadas a la salud de los sectores con menores ingresos y más vulnerables del país.
La canasta básica de alimentos (CBA) es una lista de alimentos que permite satisfacer un umbral de 2.000 calorías diarias por persona. Como referencia, se indica que el nivel de comunas elite alcanzaba sólo a 1.1 % de pobreza, mientras el Decil 10 de comunas registraba four.0%, y el Decil 9 tenía 9.1% de pobreza. En contraste, el nivel de pobreza en el Decil 1 de comunas era equivalente a1existente en el país en 1996, mientras que el Decil 2 tenía un nivel de pobreza equivalente a la que tenía el país en 2007. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres.
Como contrapartida, podríamos decir que la pobreza aumenta cuando hay crisis económicas (1982, 1998, 2008 y 2020), así como no disminuye por políticas públicas inadecuadas. Desde ILC estamos convencidos que este desafío es tan grande, que sólo una acción coordinada de diversos actores nos permitirá abordar esta realidad. ILC y sus filiales tienen un compromiso especial con las personas mayores, en ámbitos tan importantes como la previsión y salud, dado el giro de sus negocios. Es por esto que la Compañía desarrolló el programa #PorElAdultoMayor, que abarca diversas iniciativas público-privadas con cobertura nacional, con el fin de mejorar la calidad de vida e inclusión de los adultos mayores en Chile.
Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. Hasta marzo de 2024, el Banco Mundial tenía una cartera activa compuesta por dos operaciones de préstamo por un monto complete de USD 350 millones, destinadas a apoyar un mecanismo de financiamiento de hidrógeno verde y mejorar la atención primaria common de la salud.
La pobreza por ingresos clasifica a los hogares como pobres cuando tienen un ingreso por debajo de un nivel mínimo que permite satisfacer sólo las necesidades básicas. Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Así, Daron Acemoglu y James Robinson argumentan que las brechas socioeconómicas afectan negativamente el desarrollo de los países cuando se traduce en un acceso, también desigual, al poder político; este mecanismo se relaciona con la potencial captura de rentas por parte de la élite y el bloqueo de oportunidades de desarrollo para el resto de la población. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas.