Florencia Torche: El Nivel De Desigualdad En Chile Es Muchísimo Mayor Del Que Podría Serle Beneficioso

La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como consecuencia de su sexo. Chile enfrenta una grave disaster social estos días, a pesar de tener el ingreso per cápita más alto de la región. Ha habido distintas explicaciones para esto, y en todas ellas la desigualdad ocupa un lugar principal. Los bajos niveles de remuneraciones, los exiguos montos de las jubilaciones, el acceso incierto a atención de salud, el agobio del trabajo y los tiempos de traslado, el peso de las deudas y la inseguridad permanente, son parte de la vida diaria de alrededor del 60% de la población. Para reducir la resistente desigualdad, son necesarias más políticas distributivas, junto con las redistributivas, que se preocupen a priori de la generación del ingreso.

desigualdad en la sociedad

Los datos muestran que a junio de 2021 las mujeres representaron el forty six,8% del whole de personas afiliadas al sistema de pensiones y el forty two,1% del total de cotizantes, mostrando en el segundo indicador un avance de 7,1% en 12 meses. Este desempeño, sin embargo, se explicó principalmente por la baja base de comparación, ya que a junio de 2020 las mujeres cotizantes retrocedieron 6,2%. La violencia contra mujeres y niñas es considerada como una de las violaciones a los derechos humanos más generalizadas en el mundo, y la pandemia por el COVID-19, lamentablemente, ha incrementado su ocurrencia. Asimismo, las universidades creadoras de la plataforma organizan conversatorios, charlas y webinar sobre brecha salarial de género, y publican entrevistas relativas a este tema para orientar a las personas y entregarles información detallada sobre lo que ocurre en Chile y en otros países. La desaceleración del crecimiento y el aumento de la inequidad en varios países, a lo largo y ancho del globo, ponen otra vez al capitalismo ante un cuestionamiento profundo.

Un dato elocuente en relación a la importancia de la desigualdad nacional es el porcentaje del whole de los ingresos que perciben las personas que se encuentran al tope de la distribución. La relevancia viene dada porque son precisamente estas personas que concentran altos niveles de ingresos, quienes adicionalmente ejercen una influencia importante en las decisiones y en el diseño de políticas que finalmente los terminan favoreciendo a ellos mismos. Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación.

Por rama de actividad económica, se constató que las mujeres tienen una participación mayor en sectores de bajas remuneraciones o en sectores asociados principalmente a servicios, lo cual refleja la existencia de una segregación ocupacional por sexo de carácter estructural. Lo anterior es parte del análisis que contiene el Informe de Género sobre el Sistema de Pensiones y el Seguro de Cesantía 2021 publicado esta mañana por la Superintendencia de Pensiones (SP). Se trata del cuarto reporte anual de este tipo que realiza la División de Estudios de la entidad, el que en esta ocasión incorporó en el análisis la evolución de distintos indicadores en el contexto de la disaster sanitaria y la crisis económica iniciadas en 2020.

“Si queremos saber el por qué de la desigualdad hay que ir a las raíces históricas y estructurales”, afirmó. Uno es qué es lo que deseamos medir cuando hablamos de desigualdad, y lo otro es nuestra capacidad para medir aquello. Este proyecto- remarcó la académica- tiene como finalidad  posicionar y visibilizar a nuestra Universidad, Facultad y por ende al Departamento de Economía, aspirando a generar diálogos interdisciplinarios de reflexión con investigadoras e investigadores en Chile como de otros países.

«Reforzamos nuestro compromiso con los cambios que son necesarios para responder a la fuerza transformadora que hoy impulsa a nuestro país, así como a los desafíos de la educación superior a nivel global», ha señalado la académica. La carrera de Rosa Devés está vinculada de manera muy fuerte con la Universidad de Chile, ya que ingresó a estudiar Bioquímica en 1968; se doctoró en la University of Western de Ontario, Canadá, y volvió como profesora a la Facultad de Medicina de la misma universidad en 1981. En los años 80 se formó como académica y desde ese entonces ha tenido un profundo compromiso con su trabajo, con el ámbito social y con las y los estudiantes y el espíritu de la universidad. De acuerdo con el reporte, a junio de 2022, alrededor de 11 desigualdad en la sociedad actual,three millones de afiliadas y afiliados habían realizado algún retiro de fondos y un 69,9% efectuó los tres. En este caso, la proporción también fue mayor en hombres que en mujeres, con un 75% vs. un 64%. La capacidad de readaptación del capitalismo explica, en parte, su supervivencia y superioridad.

consigo la automatización del empleo y la revolución digital. Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor.

Los datos regionales, como años de escolaridad promedio y analfabetismo, se obtienen a partir de la Encuesta CASEN. Los buenos indicadores a nivel de crecimiento económico de las últimas décadas en Chile, no han podido mitigar la persistente desigualdad del ingreso. Anteriormente, Soto y Torche (2004) concluyen lo mismo, demostrando que, entre 1975 y 2000, el PIB per cápita chileno creció un 5% al año, sin embargo, las regiones no se beneficiaron de igual forma. La pobreza cayó significativamente en todas ellas, pero la desigualdad del ingreso se mantuvo constante. Por lo tanto, estudiar solo el comportamiento nacional no es un análisis completo, ya que oculta cambios significativos a nivel regional.

Solo cinco de las 15 regiones se encuentran por debajo del promedio nacional evaluando ambos tipos de pobreza (Magallanes, Aysén, la Región Metropolitana, Antofagasta y Tarapacá). Por su lado, La Araucanía sobrepasa los promedios nacionales en ambos casos, y se observa que la diferencia entre ambos tipos de pobreza no es tan amplio, por lo que se infiere que el ingreso es la mayor causa de pobreza en este territorio, lo que se avala con el resultado del PIB per cápita expuesto anteriormente. La Araucanía, la segunda región más desigual del país, sigue en la lista como la séptima región con mayores niveles de conflicto, según al informe de COES (Figura 1). Como respuesta a estos indicadores, suele decirse que el problema no es que los ingresos sean muy desiguales, sino que hay demasiadas personas pobres. También se argumenta que la desigualdad era baja en los regímenes comunistas ruso y chino en 1980 y que su posterior aumento contribuyó a estimular la innovación y el crecimiento en beneficio de todos. Sin embargo, la justificación de la desigualdad en función del bien común no puede aplicarse a la realidad general de todas las naciones.

Transitar hacia una sociedad distinta es posible; es, a fin de cuentas, una decisión política. Para complementar el análisis basado en el Gini, una forma menos abstracta y más intuitiva de medir la desigualdad consiste en calcular la porción del ingreso complete del país que concentran diferentes grupos de la población. Por ejemplo, la porción del ingreso nacional que se apropian el 1% y el 10% más ricos dan cuenta de qué tan concentrados están los ingresos. Con los datos regionales obtenidos, se realiza un análisis de convergencia para comparar si los territorios más pobres, crecen más rápido que los más ricos.

La metodología de investigación consiste en un análisis descriptivo y comparativo de las regiones del país, así como de un análisis de convergencia regional. La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de fuentes secundarias, desde distintas bases de datos mundiales y nacionales. A nivel país se utiliza principalmente, desigualdad extrema la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) del Ministerio de Desarrollo Social y datos de productividad del Banco Central de Chile. Asimismo, se contacta con diferentes instituciones, como el Instituto Nacional de Estadísticas, al que se solicita datos antiguos poblacionales y vitales no disponibles en la web1.

En otras palabras, cuando se trata de niveles de desigualdad como los que vivimos en Chile, la ausencia de novedad bien puede ser una razón profunda para querer cambiarlo todo. De estas incertidumbres sólo se salva un grupo que –dependiendo de la dimensión que se considere– oscila entre el 20% y el 5% de más altos ingresos. Dicho lo anterior, no creo que la de ingreso sea la desigualdad más relevante para explicar el estallido social. En cambio, en este texto sostengo –como hipótesis– que hay dos tipos de desigualdades que están relacionadas con la desigualdad de ingreso y que tienen una relación más directa con el estallido social, a saber, la desigualdad de exposición a la incertidumbre y la desigualdad de poder. 3 En explicit, mientras la primera podría explicar por qué amplios sectores de la población están tan “descontentos con el modelo”, la segunda desigualdad explicaría por qué este descontento no se canalizó de forma gradual a través de la institucionalidad política y tuvo que explotar de esta manera. Observamos un país en crisis, con un nivel de desigualdad que se ha estancado en niveles altísimos.

Dos destacadas académicas de la Universidad de Concepción y uno de los investigadores del PNUD autor del libro «Desiguales», analizan la raíz de la que muchos se atreven a nombrar como la mayor movilización social en la historia de Chile. Cabe señalar que aun cuando esta tabla sólo describe una de las dimensiones consultadas en este estudio (relativa al rol del Estado), las respuestas en las otras dimensiones consultadas son consistentes con el análisis que sigue. Aun cuando caracterizar y cuantificar la desigualdad de poder es una tarea más compleja, tal desigualdad puede tener expresiones muy concretas en el funcionamiento de las democracias. Es por eso que, en general, la visión compartida es que los impuestos al consumo son eficientes para efectos de recaudación, pero son regresivos. En otras palabras, el Gini corregido da cuenta de una realidad aún más desigual de la que la easy comparación internacional sugiere. Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae