Cuando los sociólogos dicen que la clase social es la «forma primaria de estratificación», significa que los factores económicos influyen más en la configuración de la vida de las personas que otras dimensiones, como el sexo, la etnia y la edad. Enfatizar el rasgo mundial del proceso es indispensable puesto que, ante el desarrollo de la tecnología de la producción capitalista, no podemos centrar nuestro estudio sobre la organización del trabajo exclusivamente a nivel de la fábrica, ni al nivel de un sector, de un país o de una región. El proceso de trabajo es organizado y controlado por las grandes corporaciones transnacionales; no es controlado por trabajadoras y trabajadores.
En los restantes territorios, la clase de Servicios Baja tiene una participación marcadamente superior a la de Servicios Alta. Finalmente el » ajuste de cuentas » que el autor lleva a cabo con la corriente postmoderna y toda la verborrea que implica ( » fin de la historia » , » fin de los grandes relatos » , » cosmopolitismo global » , por mencionar algunos de sus lugares comunes) nos parece de gran calado. Destaca, en ese sentido, el análisis que el autor realiza en torno a la perspectiva propuesta por Antonio Negri y Michael Hardt en lo que refiere a la noción de Imperio y de multitud. Bensaïd y Atilio Borón, principalmente, Báez Evertsz devela la prematura e ingenua tesis de sostener que » la clase trabajadora ha perdido centralidad » (p. 616) en la transformación social dando paso a la emergencia de » singularidades plurales propias de la multitud » .
La desigualdad educativa refiere a la diferencia existente entre sectores sociales respecto a las oportunidades de estudio. Puede definirse la desigualdad política como la falta de representación o la subrepresentación de un grupo de personas en una instancia de poder, lo que afecta negativamente su poder de decisión frente a otros. Podemos destacar cuatro tipos de inequidad social que son relevantes en la actualidad y cuya comprensión nos facilita profundizar en el significado de desigualdad social. Se profundiza críticamente en las políticas públicas orientadas a la reducción de las desigualdades, desde la región latinoamericana y caribeña. Las desigualdades pueden abordarse y los resultados académicos pueden mejorarse si los gobiernos se aseguran de que los niños y las niñas en situaciones más desfavorecidas, así como sus familias, pueden acceder a servicios educativos de calidad en sus años de formación (Grantham-McGregor et al., 2007; Shonkoff y Garner, 2012).
En concreto, el 23% de las personas que nacen pobres en el norte de México se mantienen así toda su vida, una cifra que asciende al 67% para los mexicanos nacidos en el sur. Una consecuencia muy seen de la desigualdad social en México es el movimiento migratorio hacia Estados Unidos. Dicho flujo migratorio obedecería a las adversas condiciones de vida que padecen algunos sectores de la sociedad mexicana, que probarían su suerte al intentar cruzar la frontera que separa al país del territorio norteamericano. Otra de las propuestas para combatir la desigualdad social es reducir las brechas salariales, lo que es una causa directa en la marginación social, el empobrecimiento y la explotación laboral. La reducción de las brechas salariales implicaría cambios en la legislación laboral que contemplen la desigualdad de género y la nivelación general de los salarios de manera que el valor del trabajo realizado sea retribuido equitativamente.
Ahora que hemos considerado los conceptos de clase social y desigualdad, veamos la desigualdad de clase social. Mucha gente cree que las diferencias de clasificación económica influyen más en la configuración de la vida de las personas que otros tipos de clasificación no económica. Un sistema fiscal justo es aquel en el que cada persona aporta en función de los bienes y la riqueza que posee. Entre otras cosas, porque la evasión fiscal impide que los gobiernos y las instituciones destinen recursos públicos a las áreas que más lo requieren, y contribuyen a la fuga de capital a paraísos fiscales o terceros países. Del mismo modo, es necesario promover prácticas contra la corrupción y la falta de transparencia.
Las guerras y los conflictos armados que existen en muchos países del mundo producen el desplazamiento de millones de personas que buscan un lugar seguro en el que vivir y tener un futuro. En algunos países, los refugiados sufren situaciones de rechazo, xenofobia y discriminación, lo que les lleva a una desigualdad en america latina situación de desigualdad. La educación es la base para acabar con la desigualdad y para que todos tengamos las mismas oportunidades. Segundo, es posible que los indicadores utilizados para medir la desigual- dad no sean los más atinados para captar la relación entre esta y el descon- tento social.
Durante el porfiriato, los obreros y campesinos ocupaban la posición más baja dentro de la pirámide social en México. Por otro lado, la población española ha encontrado complicaciones para gozar de una vivienda segura y adecuada en tiempos recientes. El informe FOESSA indica que son dos millones los españoles que tienen el miedo de quedarse sin vivienda, una situación de inseguridad que involucra sus dificultades para pagarla y para dotarla de suministros. El flujo migratorio puede ser un problema para el territorio de acogida si no tiene la capacidad económica, social y authorized para recibir a los desplazados.
La desigualdad entre sexos o desigualdad de género es una de las principales causas de la desigualdad en nuestras sociedades. El sexo biológico puede resultar un factor condicionante a la hora de tener acceso a la educación, al mundo laboral o a ocupar espacios de poder. Oxfam Intermón está trabajando para acabar con la desigualdad en España y evitar que la brecha entre población rica y pobre siga en aumento. Actualmente ofrece desigualdad en la sociedad ejemplos su apoyo a entidades que están ayudando a dos colectivos en situación de vulnerabilidad y exclusión de nuestro país como son las mujeres que sufren de violencia de género y las personas migrantes. Los gobiernos tienen la responsabilidad de llevar a cabo políticas que no favorezcan la desigualdad económica y, en caso de que esta exista, tomar las medidas oportunas para mitigarla con el fin de no coartar los derechos de la ciudadanía.
Una limitación conocida de tales encuestas es que, por diversas razones, no captan bien la cola superior de la distribución, esto es, los ingresos de los más ricos. En specific, los hogares tienden a decla- rar menos ingresos de los que realmente reciben, sobre todo los procedentes de las rentas del capital. Cuando se corrigen las encuestas y se despojan de este sesgo, los resultados pueden ser muy diferentes. A modo de ejemplo, se examinarán tres trabajos relativamente recientes para Brasil, Chile y Uruguay7. Tomemos, por ejemplo, el caso de Chile, país que –a raíz de las protestas iniciadas en octubre de 2019 y su inesperada virulencia– se ha vuelto foco de especial atención. Si bien según la información de las encuestas de hoga- res, el ingreso percibido por el 10% más rico pasó de ser cerca de 33 veces más alto que el del 10% más bajo en 2000 a ser 20 veces más alto en 2017, las diferencias en términos absolutos crecieron marcadamente.
En 2014 el economista francés Thomas Piketty destacó con su obra El Capital en el Siglo XXI, cuya tesis principal es que el aumento de desigualdad es inherente al capitalismo; que la desigualdad es, entonces, un problema de estructura. El tema de la desigualdad se aplica con fines comparativos, pues cuando se habla de desigualdad se hace para establecer las diferencias entre dos cosas. El pequeño campesinado de muchas regiones del planeta solo cuenta con sus plantaciones domésticas como medio de vida. Pero las temporadas de sequía y épocas de lluvia extrema merman sus cosechas y perjudican su ganado, y no cuentan con los medios económicos necesarios para adaptarse a los efectos del cambio climático. Las personas adineradas y grandes empresas ponen en marcha complejas estructuras de planificación fiscal para evitar su desembolso. Luego en los no libres encontramos a los esclavos o servi, siendo generalmente siervos de guerra sin ningún tipo de derecho y que se ocupaban de las tareas que nadie quería hacer.
La desigualdad social en México está atribuida a razones no solamente económicas y políticas, sino también étnicas debido a la población indígena que aún hace vida en el país y que encuentra dificultades para integrarse a la dinámica modernizadora de la nación. La desigualdad social en España no empezó con la crisis de 2008, pero este sí fue un momento que ha fomentado nuevas desigualdades y nutrido diferencias ya existentes. Un ejemplo de ello es que el número de personas en situación de exclusión social aumentó en 1,2 millones en 2019 respecto a 2007, el año previo a la recesión. La desigualdad social en España ha sido recientemente cuantificada en el VIII Informe FOESSA, que fue publicado en el año 2019.
Se revisan definiciones de la clase media desde el punto de vista de los ingresos y de las ocupaciones, aplicándolas a esos territorios, argumentando que la clase media tiene características particulares según el territorio de que se trate. Hubo varios procesos específicos, aunque para nuestro propósito es suficiente resumir sus consecuencias sobre las desigualdades. Aun los esfuerzos de la reforma agraria no modificaron esencialmente el panorama de pobreza y exclusión. Las mujeres y los grupos indígenas permanecieron relativamente desposeídos y las tendencias del mercado de trabajo urbano crearon nuevas desigualdades5.
3 Las variables habituales usadas en economía y sociología para definir a las clases medias son los ingresos, el nivel educacional y la ocupación, o, en algunos casos, una combinación entre variables. Menos frecuentemente -más para su análisis que para su definición- se agregan variables o dimensiones como capital social, consumo, edad, sexo, impacto de las políticas sociales; o, en el caso que nos interesa tratar en este artículo, adscripción territorial (para el caso de Chile, véase la propuesta del Proyecto Desigualdades, ). Luego de una discusión inicial de las múltiples desigualdades, enmarcadas en el binomio desigualdades/diferencias, el texto se remonta varias décadas atrás, a la realidad y los análisis desarrollados en América Latina a mediados del siglo xx.