Muchos de ellos han instalado con fuerza un espíritu de colaboración entre los docentes, a través de instancias de trabajo colectivo. Según la investigación del CIAE, “esta estabilidad puede generarse mediante la continuidad de los directores por largos períodos, como en el caso de las escuelas Amelia Vial, Abel Inostroza, Diego Portales y Arturo Prat, o del equipo directivo completo, como en la Escuela Francisco Ramírez, donde éste lleva casi dos décadas trabajando. En otros casos, la sustentabilidad ha sido fruto de una cuidada renovación de los liderazgos, donde los nuevos directores son promovidos internamente o se busca alguien con conocimiento de la escuela y del contexto, procurando tener un diagnóstico claro del perfil adecuado para la cultura y etapa de desarrollo de la escuela”. Los niños más jóvenes y vulnerables han sido desproporcionadamente afectados por estas pérdidas de aprendizaje, como muestra la evidencia más reciente a lo largo de la región, sentando las bases para una mayor desigualdad y una disaster generacional.
Estos padres también enfrentan un riesgo mucho mayor de depresión y ansiedad, fenómeno conocido como el ‘impuesto cerebral’ de la pobreza. Cuando los padres están distraídos o deprimidos, la vida familiar probablemente se caracteriza por conflictos y un retraimiento emocional en lugar de una relación de apoyo y estímulo con los menores. Esta acumulación de estrés en las vidas de los infantes tiene un efecto de cascada en sistemas cerebrales que son críticos para el aprendizaje, la generación de recuerdos y el razonamiento”.
Finalmente, es necesario vincular estos hallazgos con la formación inicial de las profesoras y educadoras, pues el concepto de articulación curricular, elemento facilitador de una transición armoniosa de un nivel a otro, pareciera no formar parte de la preparación de los docentes, dejando el desafío a futuras investigaciones. Así también, se requiere evaluar un programa de desarrollo profesional docente que actualice el conocimiento vinculado a la articulación de la enseñanza de la lectura, pobreza en el capitalismo para subsanar el escaso dominio que muestran los docentes en esta temática y su implementación en el aula. De esta forma, la escuela estará cumpliendo su misión de contribuir a la superación del círculo de la inequidad social, favoreciendo el desarrollo de las potencialidades de niños y niñas, para cerrar la brecha social y cultural heredada. Los diferentes horarios de trabajo son señalados por las docentes como una causa que dificulta la planificación articulada del proceso curricular.
Cuando se focaliza en los estudiantes en el 5% más alto de los puntajes, 21% de estudiantes de colegios pagados, 2% de subvencionados y 1% de los públicos están en ese rango de puntuaciones. Es incorrecto atribuir las brechas de logro promedio entre escuelas de diferentes dependencias administrativas de las escuelas a diferencias en la calidad de la enseñanza. Las diferencias de logro promedio por establecimiento se deben, principalmente, a la doble selección que hacen los colegios pagados, que es económica y académica.
Comenta que UNICEF fue invitado por el ministerio de Educación a formar parte del Consejo Asesor creado para enfrentar las situaciones de violencia ocurridas en los establecimientos educacionales. Agrega que en esta instancia los especialistas apoyaron la concept de “que los niveles de violencia que se han visto en estos días están relacionados con lo ocurrido en los últimos dos años”. Señala que la pandemia tuvo un profundo impacto en el desarrollo socioemocional de niños, niñas y adolescentes producto de los confinamientos, la falta de contacto con sus pares, la situación económica de las familias, el duelo por la pérdida de un acquainted, y la sobre exposición a las redes sociales. Sin embargo, también es importante reconocer que esta situación de violencia no es algo que sólo ocurre en los contextos escolares, y que la pandemia puede no ser su única causa. En síntesis, se evidencia que ni la transición ni la articulación se llevan a cabo de acuerdo a lo esperado en los contextos conocidos en este estudio, lo que puede estar impactando en los procesos de aprendizaje de los estudiantes.
Sin embargo, los efectos asociados a la condición de hacinamiento, ha recibido menos atención en la región. De hecho, ciertos niveles de hacinamiento podrían afectar significativamente en el desempeño académico de un estudiante modificando el set de oportunidades que podría llegar a tener en el largo plazo. Cuando se les pregunta por los lugares donde lo pasaron bien coinciden en la mayoría de los casos con los lugares donde aprendieron. Los lugares donde lo pasaron mal, sin excepción, están relacionados con lugares pobreza en la república dominicana donde hubo interrelaciones sociales negativas tanto con adultos como con pares. Todos los grupos mencionan inspectoría u «oficina» como el lugar de “sufrimiento”, pero, por ejemplo, un grupo de niños marca la sala del 6º básico de la escuela, y mencionan que se llevaban mal con ese grupo, que había discusiones y peleas varias. Son espacios intermedios porque si bien pueden estar vigilados, dan suficiente espacio de movilidad para los niños de tal manera que a veces puedan quedar fuera del ojo del profesor.
Un espacio más hacinado podría propagar con mayor facilidad enfermedades, determinando así el nivel de ausentismo del niño al establecimiento educacional. Por otro lado, se podría generar mayor contaminación acústica imposibilitando la concentración del escolar. Además una desgastada relación social tanto dentro como fuera del hogar, falencias en el cuidado de los niños y problemas en la interacción entre padres e hijos. El Ministerio de Educación chileno dio cifras alarmantes con respecto a la pérdida de aprendizajes de los estudiantes durante el primer año de la pandemia, que sería en promedio de un 88%, siendo mayor el perjuicio en aquellos grupos socioeconómicamente vulnerables y en los niños más pequeños. Una característica muy importante de los espacios de aprendizajes mencionados es que son espacios de interacciones más libres que la tradicional sala de clase, donde la autonomía y el movimiento de los niños tiene un lugar preponderante. En ese sentido, niñas y niños valoran cuando pueden tener experiencias que podríamos describir como agentes, es decir, como actores transformadores de sus entornos (James, & James, 2008).
Educación y pobreza es el tema que actualmente es transversal en todas las discusiones vinculadas a la reforma educacional por la que atraviesa (o atravesará el país en el corto plazo). Y uno de los ejes que cruza esta esta discusión se refiere a las creencias y formación que tienen los docentes en los ámbitos pedagógicos. Junto con este equipo, compuesto por académicos de diversas universidades, han llevado a cabo una serie de investigaciones relacionadas con las creencias y la motivación de los profesores en contextos de pobreza. Finalmente, de acuerdo al proceso de análisis sintéticamente expuesto, cabe señalar que estos resultados pueden ser interpretados como representativos de todas las escuelas de la muestra, pues no se aprecian grandes diferencias en el discurso de las docentes entrevistadas, salvo por los matices ya indicados. En síntesis, las docentes han arraigado un estereotipo de la familia pobre, atribuible, en parte, como lo señala Gómez et al. (2014), a su creencia enraizada en forma inconsciente como también a la falta de reconocimiento respecto a que la pobreza es un issue que interviene en los aprendizajes de los estudiantes.
Durante estas últimas semanas se han conocido diferentes episodios de violencia en establecimientos educacionales que han afectado a estudiantes, docentes y apoderados. Algunos incluso han recibido amenazas anónimas de ataques o masacres, lo que los ha obligado a cerrar sus puertas. UNICEF condenó los hechos y recordó que las escuelas deben ser espacios seguros y protegidos para niños, niñas y adolescentes y para las comunidades educativas. La precise crisis sanitaria también nos está dando una oportunidad de repensar nuestros sistemas educativos y nuestras prioridades en el mundo del conocimiento y el aprendizaje. Podemos resolver los problemas de manera diferente, en este caso, aprovechando las nuevas modalidades educativas que se han debido poner en práctica, pero ahora creando las condiciones, para que la educación, -esa arma tan importante para cambiar el mundo-, esté al alcance de todos.
El interés de la comunidad internacional se fundamenta en el respeto a los derechos de los niños y niñas, establecidos en la Convención de los Derechos del Niño en 1989, a la que Chile adscribió en 1990. Específicamente, esta convención establece el respeto del derecho a la educación desde una visión digna y plena de la niñez, lo que permite que niños y niñas disfruten jugando, en un ambiente sano y limpio, promueve su bienestar y desarrollo como personas, y valora sus contribuciones y opiniones (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia [UNICEF], 2006). No obstante, la realidad de los chilenos dista de este perfect, pues se observa un cambio brusco en el tránsito del niño y la niña de un nivel a otro, proceso en el que se diluyen los principios que sustentan la educación parvularia en Chile, tales como el principio de juego, actividad, singularidad, entre otros (MINEDUC, 2018). Las profesoras han internalizado la concept de que el contexto social determina algunas características de los estudiantes.
Según el analisis, luego de un año escolar sin clases, los estudiantes de los primeros años de la escuela secundaria que no serán capaces de comprender adecuadamente un texto de moderada extensión aumentaría desde el 55% (que se registraba previo a la pandemia) al 71%. El filólogo y psicoanalista también abordó la importancia del lenguaje para entrar en la cadena simbólica, en la que la cultura como espacio que hace que la vida sea posible va permitiendo la apropiación del mundo y de los otros, en la relación del niño como protagonista. En definitiva, Alberto Moreno propuso replantear el concepto y la finalidad de la escuela como institución, en la que acciones como el jugar, relatar e incluso comer o compartir se orienten más a enseñar a vivir y no a sobrevivir, bajo principios civilizatorios que estén dirigidos a las niñas y niños y donde se considere realmente su participación. «Se requiere transformar el actual modelo educativo, competitivo y enfocado en resultados en uno más colaborativo y preocupado tanto de los procesos como de los resultados educacionales». Frase de Nelson Mandela que hoy cobra más sentido que nunca, sin embargo, el COVID-19 tiene al proceso de aprendizaje, secuestrado, aumentando hoy la brecha en la educación en todo el orbe. En el ABP, ellos son activos, no pasivos; un proyecto compromete sus corazones y mentes, y le entrega relevancia al aprendizaje pues está conectado con el mundo actual.
hacinamiento y un 34,5% experimenta carencias en seguridad social. Es más, un 11% de los niños se siente inseguro donde vive, lo que se expresa en que casi un 27% cube encontrar riesgoso jugar en la calle o definitivamente no lo hace. «Cuando nos imaginamos la pobreza, nunca pensamos en niños, niñas y adolescentes, sino en personas en situación de calles o mayoritariamente hombres, estas cifras nos muestran una invisibilidad, una ceguera que no nos deja ver la realidad», cube Carola Naranjo, directora de la consultora Etnográfica. Durante el año pasado y los primeros meses de 2022 los especialistas dijeron que era muy importante preocuparse de la salud mental y pronosticaron que la salud mental iba a ser una de las mayores secuelas que dejaría el COVID -19, debido a que todos hemos estado afectados de una u otra manera. Hemos tenido familiares hospitalizados, muchos han perdido a un ser querido, se vivieron situaciones económicas estresantes y el confinamiento prologando que restringió las relaciones sociales e interpersonales.
Allí fue elegido director un profesor de la escuela que había sido el colaborador más directo de la directora saliente. Un aspecto clave para sostener la efectividad escolar es garantizar un alto grado de estabilidad en la orientación del trabajo del equipo directivo, cuestión en la cual tiene mucha incidencia el propietario del establecimiento escolar. Las recomendaciones del informe reflejan el “Compromiso por la recuperación y protección del aprendizaje en América Latina y el Caribe” anunciado a principios de este mes de forma conjunta con el Diálogo Interamericano, UNESCO y UNICEF, que cuenta con el apoyo de los presidentes de Argentina, Chile, Ecuador y Honduras.
Sabemos que hay violencia en los barrios y la misma pobreza, la desigualdad en la sociedad es una situación muy violenta para quien la vive. Por eso, hay que tener una respuesta que involucre a todos los actores de la sociedad, no solo al ministerio de Educación, sino también al de Desarrollo Social y Familia, al de Interior y Seguridad Pública, y al de Salud. El trabajo desarrollado por las estudiantes fue reconocido como un aporte a la promoción del desarrollo artístico, patrimonial y cultural del territorio. Micaela Parra Lleufuman -apellido mapuche que significa tigre que reposa en una piedra- tiene 24 años y una hija de four a quien le puso Maylen, también de origen mapuche que… Según un informe realizado por UNICEF, hay varias falencias educacionales sistemáticas a nivel latinoamericano.