Encuesta Casen: La Pobreza Por Ingresos En Chile Baja De 10,7% En 2020 A 6,5% En 2022 El País Chile

Con la nueva metodología, se aprecia que en ambos años se repiten tanto las regiones más desiguales como aquellas con menor nivel de inequidad. Siguiendo la tendencia de los años anteriores, La Araucanía y la Región Metropolitana ocupan el primer y segundo lugar, con un índice de Gini de 0,444 y 0,434 respectivamente en 2015 y de 0,453 y 0,452 en 2013. Las regiones con menor desigualdad por ingreso en ambos períodos son Arica y Parinacota y Atacama (intercambiando de lugar entre un período y otro). Sin embargo, las regiones que han logrado reducir más sus niveles de desigualdad en el último período son las regiones de Los Lagos y Valparaíso, y en tercer lugar la Región Metropolitana, con un menor 4,01%. Utilizando esta metodología de cálculo de datos agrupados, el índice de Gini para el país es de 0,445 en 2013 y 0,432 en 2015. Bajo este concepto, solo las dos regiones más desiguales estarían sobre el promedio nacional en ambos años.

desigualdad en la pobreza

Desde hace décadas, existe consenso en la literatura económica, en que un país no debe ser evaluado únicamente por sus indicadores económicos de productividad, sino también por su capacidad para reducir la pobreza y la desigualdad, conceptos entendidos como males para una sociedad (Gasparini, Cicowiez y Sosa, 2014). Las actuales inequidades económicas y sociales del país generan constante rechazo y levantamientos por parte de la sociedad, por ello, un objetivo clave para cada Gobierno debe ser limitar al máximo las brechas que separan a los chilenos, de forma de tener una sociedad más justa y potenciar el crecimiento y desarrollo en cada uno de los territorios. Además, el hecho de obtener un ingreso insuficiente es consecuencia de las desigualdades estructurales de un sistema económico, por tanto “la eliminación de la pobreza requiere reformas estructurales e institucionales, económicas y sociales, que erradiquen las desigualdades que reproducen la pobreza” (Macías, 2014, pp. 121). La construcción de una amplia base de datos regional permitió dar una mirada a la dinámica de la desigualdad en Chile, retratando las diferencias regionales. La tabla del Anexo D resume los resultados de los indicadores evaluados en este trabajo, revelando la vulnerable posición de la región de La Araucanía, la peor catalogada en cada uno de los indicadores económicos y algunos sociales. A nivel de desarrollo económico, la Región Metropolitana logra los mejores resultados, mientras las regiones del sur del país, los peores, destacando nuevamente La Araucanía, única región catalogada con un bajo nivel de desarrollo, de acuerdo al IDERE.

Previa a su formación doctoral, obtuvo el título de Antropóloga Social de la Universidad de Chile y realizó estudios de posgrado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), México. “Queremos también impulsar planes de reactivación económica como los realizados luego de la pandemia, como fue el Plan Chile Apoya, Siembra por Chile o ahora, a raíz del proceso de reconstrucción que se está desarrollando, va a permitir una reactivación que generará dinamismo y empleo. Además, con este proceso que se inicia del Pacto Fiscal, este acuerdo nacional permitirá más recursos para las regiones, para infraestructura y para las necesidades de la ciudadanía”, cerró el representante del presidente. Al finalizar sus palabras, remarcó que “solo si actuamos unidos, hombres y mujeres de todas las etnias, culturas y procedencias, lograremos alcanzar el desarrollo integral de nuestros pueblos, y construir un mundo justo, libre, igualitario y fraterno”.

Lo que verdaderamente ocurrió es que a los ecuatorianos con sus experimentos de izquierda les fue mucho peor que a los chilenos con su economía de libre mercado. Incluso más, al volver a Chile, Pedro ya no está en el cuarto quintil de ingresos con su sueldo ecuatoriano. Ahora, solo un 20% de los chilenos gana menos que Pedro y al menos un 60% de los chilenos gana más que él. En los 30 años que estuvo en Ecuador, a Pedro lo superaron en nivel de vida más de 7,5 millones de chilenos. Respecto de la igualdad de derechos, este planteamiento tiene un fundamento ético innegable que se encuentra a la base de la construcción social.

Finalmente, para verificar la robustez de los resultados, se realiza una regresión utilizando como variable dependiente una medida de desigualdad diferente, el ratio 20/20 (en función logarítmica). De la primera columna se extrae que el PIB per cápita es significativo al 90%, manteniendo el signo negativo de los modelos desigualdad en salud ejemplos anteriores. Asimismo, se observa que el ingreso del 20% más pobre es significativo (al 95% de confianza) para explicar las diferencias entre el quintil más rico y el más pobre. A partir del modelo XV, al agregar nuevas variables, tanto el PIB per cápita como los ingresos por quintil dejan de ser significativos.

Incluso áreas políticamente sensibles, como el sistema privado de salud, el sistema privado de pensiones y las universidades privadas, han sido ratificadas por los nuevos gobernantes. Pedro no puede creer que una tímida alza de impuestos a las empresas para financiar mayor gasto social sea el único cambio en el modelo de desarrollo que se va a implementar en Chile. Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503 . Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre en Chile; una cifra que es señal de alarma. La desigualdad educativa es provocada por las diferencias en las oportunidades formativas que afectan las condiciones de vida a futuro.

Esta medición se realizó a través de DIALECT, una evaluación digital adaptativa que permite enfocarse en los distintos subprocesos lectores según el nivel de comprensión lectora de cada estudiante. “Al finalizar el primer semestre de segundo básico, three de cada 5 niños y niñas de 2° básico en la Región Metropolitana están bajo el nivel de comprensión lectora esperado a fines de 1° básico. El resultado de la desigualdad es que las personas afectadas se mantendrán marginadas de buenas oportunidades, por no haber podido acceder a un proceso de aprendizaje exitoso. Hoy, con un proceso constituyente ya iniciado, estamos en un momento clave para determinar el tipo de sociedad que queremos construir.

Por su parte, el sistema de salud presenta inconvenientes, principalmente por la falta de atención oportuna. Dado que las cifras iniciales de desigualdad en Chile son muy altas, los avances son lentos y se necesitaría de un mayor esfuerzo por parte del gobierno y mayor inversión en capital humano, en el sentido amplio. Esta inversión en capital humano, a su vez, implicaría un mayor nivel de PIB futuro, desigualdad en américa latina 2020 lo que repercutiría indirectamente también en la reducción de la desigualdad. La (Tabla 1) presenta los mejores resultados obtenidos para distintas combinaciones de las variables regresoras (ver Anexo A con la estadística descriptiva de las principales variables utilizadas, el Anexo B con el detalle de los índices de Gini por región y año, y el Anexo E con las definiciones de las variables).

Se comprueba la robustez de la variable concentración de población indígena, la cual continua siendo positiva y significativa en cada una de las ecuaciones estimadas. Se excluyen los ingresos del primer y último quintil e incorpora la variable variación del desempleo. Se demuestra que la variable tiene un efecto positivo y significativo sobre la desigualdad del ingreso. El trabajo es un esfuerzo necesario para la sociedad chilena, de reflexionar sobre los factores que promueven mayormente las desigualdades, y es un llamado de atención para las autoridades a conocer los efectos del actual modelo de crecimiento económico de Chile sobre la desigualdad. Invita a enfocar la inversión pública en todos aquellos factores que permiten reducir las brechas entre ricos y pobres, logrando de esta manera el anhelado desarrollo inclusivo.

Esta variable es robusta, ya que se mantiene significativa y conserva el signo en los distintos modelos donde se utiliza. El Gini inicial sigue sin ser significativo, posiblemente por la alta correlación entre ambas variables (correlación negativa y significativa al 99%). Acorde a lo anterior, los modelos que siguen utilizan una variable o la otra, dependiendo cual permite un mayor ajuste. Otras variables con efecto positivo sobre la desigualdad del ingreso son, la concentración de población indígena y el aporte del sector secundario al PIB. La desigualdad tiende a ser más alta en regiones con mayor concentración de población indígena, respecto del total nacional.

“Los empresarios chilenos vienen de los mismos 3 o four colegios, de dos universidades, de los mismos apellidos y tienen dificultades para relacionarse con los que no pertenecen a su mundo. Cuando los estudiantes de estos colegios son evaluados por PISA logran resultados similares al promedio de los estudiantes de la OCDE, que en su mayoría asisten a escuelas públicas. Menos del 5% de los estudiantes de Chile son capaces de alcanzar los niveles máximos de aprendizaje en la prueba PISA”.

Gurría comentó que Chile ocuparía un lugar que le pertenece por mérito propio, cuyo objetivo es que comparta sus buenas prácticas y políticas públicas con los demás países de la OCDE. Además enfatizó que Chile sería parte de este conjunto de países que ayudan a que la economía mundial sea más fuerte, limpia y justa (informa oecd.org, el día eleven de Enero de 2010, a través del titular “Chile, primer país sudamericano miembro de la OCDE”). Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas. La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto.