Sin embargo, con la definición de capitalismo antes dada (propiedad privada de medios de producción) también es appropriate un concepto más comprensible de este. Dicha definición consiste en un sistema que no se basa solo en la propiedad privada de los medios de producción, sino también en el libre mercado. Después de todo, los soviéticos tenían grandes científicos pero no podían canalizar ese conocimiento y transformarlo en comodidad materials para sus pobres. Y no se trata de los recursos naturales, lo cual es obvio hoy en día, ya que Hong Kong es uno de los países más ricos del mundo gracias al capitalismo, mientras que el socialismo venezolano ha destruido ese país rico en recursos. La actividad económica se organiza de manera que las personas que gestionan los medios de producción puedan obtener un beneficio económico y aumentar su capital. Los bienes y servicios se distribuyen mediante mecanismos de mercado, promoviendo la competencia entre empresas.
Según una reciente investigación realizada en 19 países por la consultora americana Right Saad Fellipelli, las profundas alteraciones producidas en las últimas décadas en el mercado de trabajo mundial tienden a reducir el nivel medio de los salarios reales. Esto es así incluso en cargos de dirección intermedios, gerencias superiores y personal especializado de las empresas privadas. Las excepciones son los supersalarios de los CEO y los miembros de la alta administración, que perciben salarios millonarios que incluyen participación en las ganancias y valorizaciones accionarias. En este contexto de caída de la renta media, mantener el nivel de la demanda international depende cada vez más de la enorme masa de renta de los más pobres, que precisan ser convencidos de consumir más y más. El mercado de la pobreza es el nuevo objetivo que el capitalismo global debe perseguir si quiere sostener su tasa de acumulación.
No obstante, hoy se registra una crisis institucional, vista como una pérdida de legitimidad de las instituciones neoliberales, estatales y financieras. Sin embargo, la concentración de poder ha sido tan contundente que ha desmantelado proyectos y agentes políticos que podrían encarnar la alternativa y el cambio social. En la actualidad, no hay un agente colectivo alternativo al gran capital y sus intereses.
Como se ha indicado anteriormente, existen distintas variantes del capitalismo que se diferencian de acuerdo a la relación entre el mercado, el Estado y la sociedad. Por supuesto, todas comparten características como la producción de bienes y servicios por beneficio, asignación de recursos basada principalmente en el mercado, y estructuración en torno a la acumulación de capital. Es importante destacar que entre los círculos ligados a la Escuela austríaca de economía se conoce como «capitalismo» a su variante más pura, el laissez faire.[60] Otros defensores del capitalismo han adoptado visiones del capitalismo más moderadas y más matizadas con respecto a su implementación práctica. La realidad es que los ricos siempre han vivido bien históricamente, ya que durante siglos han podido requisar la mano de obra humana para atender todas sus necesidades.
Este escenario de crisis dio paso a una nueva estrategia cuyo fundamento ideológico fue el ideario neoliberal. Según esta visión, la raíz de todos los males estaría en el intervencionismo estatal de posguerra y en los excesos del Estado de bienestar. La solución se encontraría en la sustitución del Estado por el mercado como agente organizador. Facilitado por el providencial derrumbe del imperio soviético, el nuevo consenso neoliberal se combinó con el flujo de capitales, cada vez más libres y abundantes, y la reestructuración productiva sobre la base de las nuevas tecnologías. Este marco international puede contribuir a entender la realidad política y económica de la Argentina actual. Con un 55% de la población sumergida bajo la línea de la pobreza está claro que la promesa de que “con la democracia se come, se cura y se educa” no se ha cumplido.
Hubo excepciones, como China, la India, Corea del Sur y Chile, pero en términos generales ese fue el resultado. Pero ya en la década de 1960 el exitoso desempeño de la posguerra comenzaba a mostrar sus límites. La sobrecapacidad industrial, junto con la creciente competencia de los productos alemanes y japoneses, contribuyó a la crisis de la economía mundial que estalló en los 70. André Gorz (2005) afirmó que esta disaster estructural se explica por diferentes motivos, pero sobre todo por el hecho de que las inversiones en tecnología generaron pérdidas de ganancia al producir un aumento de la capacidad productiva sin contrapartida en la demanda.
Hace 300 o four hundred años los nobles habitaban en castillos con sirvientes mientras que los «plebeyos» vivían en chozas con techos de paja que solían compartir con el ganado. En el siglo XVI, la reina Isabel I tenía un lujoso guardarropa que consistía en un pequeña cantidad de vestidos, mientras que la mayoría de los habitantes del país vestía harapos procedentes de los muertos que con mucha frecuencia albergaban bichos que podían producir enfermedades y propagar plagas. A su vez, esto generó una demanda de la llamada «prensa de los peniques» en Reino Unido, periódicos baratos para saciar la sed creciente de la gente de conocimientos e información sobre los acontecimientos mundiales, así como sobre los avances científicos y tecnológicos que estaban surgiendo en rápida sucesión como setas bajo una lluvia suave.
Me asombró que un hombre tan poderoso y famoso en la historia common empezara a ser desconocido por las nuevas generaciones. Sin embargo, en algunos encuentros con ciudadanos comunes y corrientes éstos recordaban a Stalin como benefactor del pueblo y vencedor de las hordas nazis. A finales de 1978 un grupo de intelectuales del Partido Comunista Mexicano asistimos a un congreso sobre capitalismo contemporáneo celebrado en Moscú, capital de la fenecida Unión Soviética. No estoy muy seguro de que todos fuéramos intelectuales, pero al menos sí lo eran el lúcido Enrique Semo y el cosmopolita Roger Bartra, quien entonces era marxista y ahora goza de las delicias del capitalismo al igual que Mario Vargas Llosa.
El segundo factor, junto con el trabajo, que sufrió una profunda transformación fue el conocimiento. Paradójicamente, en pleno auge de la economía del conocimiento, este ha ido perdiendo valor. Al multiplicarse casi sin costos en forma de software utilizado de manera ilimitada por máquinas que aplican un patrón universal, el conocimiento, crecientemente masificado, se convirtió en un bien accesible a todos. Sin embargo, estandarizado y socializado por la tecnología de la información, transformado en mera técnica, se fue depreciando.
El sistema de privilegios impide que aparezcan nuevas empresas que produzcan mejores productos o a un precio más barato que las empresas privilegiadas. Y esto es así, por un lado, porque las empresas privilegiadas cuentan con beneficios que impiden a las nuevas empresas poder competir con estas, y por otro lado, porque a veces la competencia se encuentra directamente restringida o incluso prohibida (mediante licencias, derechos exclusivos, and so forth.). Compare eso con el día de hoy, cuando nos preocupa que los estadounidenses pobres puedan pagar una comida con un cuarto de libra de carne todos los días por menos de una hora de trabajo. Incluso si se piensa que el capitalismo ha hecho que la gente pobre tenga sobrepeso, eso es un gran logro comparado con la norma precapitalista de la desnutrición constante y la lucha, incluso hace one hundred poblacion pobre años, para que los trabajadores pobres obtuviesen suficientes calorías.
Sin embargo, algunos críticos argumentan que esto puede tener un efecto contrario en situaciones donde hay una fuerte desigualdad económica. La ética de una sociedad libre y un sistema económico capitalista se basa en el reconocimiento y la protección de los derechos individuales a la vida, a la libertad y a la propiedad adquirida honestamente, todo dentro de un orden social de asociación voluntaria y acuerdos mutuos. La compulsión y la fuerza en las relaciones humanas se reducen a un mínimo coherente con una sociedad pacífica de hombres libres. En términos generales, podemos advertir que las siete explicaciones sobre la disaster pobreza actual desembocan, al last de cuentas, en tres vertientes paradigmáticas (véase tabla 2).
De ese modo, aseguró el pensador escocés, si cada persona persigue su propio beneficio, la comunidad en su conjunto también llegará a la mejor situación posible. Esto significa que la «mano amiga» para ayudar a los necesitados también debe basarse en la libre elección y en la donación voluntaria. Esto no solo es esencial para cumplir los principios de una sociedad libre, sino que también hace uso de las mismas ventajas de la competencia para «elevar» el nivel de los menos pudientes. Vasapollo, Luciano (2008), «La precariedad como paradigma de la reestructuración capitalista en la fase de la disaster estructural», ponencia presentada en las XI Jornadas de Economía Crítica, Bilbao, de marzo.