La brecha regional se siente solo en hombres rurales indígenas (5 p.p. y three p.p. entre los dos años), mujeres urbanas indígenas (8 p.p. y 5 p.p. entre los dos años), y mujeres rurales no indígenas (7 p.p. y three p.p.). La brecha regional es mucho menor que en Colombia y se ha disminuido bastante para 2017. Entre las castellano-hablantes la brecha en 2007 fluctuaba entre 12 y 20 p.p. Vemos así que no solo la brecha prácticamente no cambia en diez años, sino que para las mujeres rurales en Perú la región sí importa, pues la brecha urbano-rural es menor en la Selva que en las otras dos. Pasando a la brecha urbano-rural entre mujeres indígenas ésta fluctúa entre 15 p.p. Si bien había una diferencia regional importante en 2007 esta se ha recortado bastante en 2017.
Los programas fiscales de redistribución, por lo menos en América Latina, en general son de mucho menor alcance. La reforma tributaria recientemente propuesta por el gobierno de Michelle Bachelet en Chile busca recaudar un 3% adicional del Producto Interno Bruto. Incluso si no se desperdicia ni un peso de ese dinero y todo se redistribuye a los chilenos más pobres, es poco possible que dicha reforma reduzca el coeficiente de Gini en más de tres puntos. Incluso el movimiento de protesta más reciente, emancipador y bien informado de Colombia, dirige todas sus demandas al “Estado”, al que al mismo tiempo rechaza.
En reciente entrevista a un medio de prensa internacional ( Agencia EFE) la Presidenta de la República cerró la campaña informativa “25 líderes, 25 voces por la infancia”, lanzada por Unicef en alianza con Efe para destacar la importancia de la Convención sobre los Derechos del Niño, de cuya aprobación se cumplieron 25 años el pasado 20 de noviembre. En dicha ocasión la Presidenta se refirió a la importancia de los instrumentos internacionales en la protección pero, asimismo, al riesgo de quedar “como letra muerta” si el Estado no se compromete y outline bien sus políticas. Agregó que si no se abordan esos temas y no se restructuran la educación y la salud, la región no recuperará el 100% de los empleos y seguirá en la senda que se encuentra ahora, generando un aumento de la pobreza, la pobreza extrema, la desigualdad y el deterioro del medio ambiente. La situación de desigualdad en la renta de la población de Latinoamérica es para echarse las manos a la cabeza.
Entre los de mayor alcance están los que surgen de la mera y easy inspección de la localización de los puestos de trabajo, obtenida por vez primera con una pregunta censal. El patrón es mucho más concentrado que el de la población, y mantiene su centro de gravedad en el centro comercial histórico (BCD), aunque con ampliaciones que, en general, se alinean con el patrón de localización de los estratos altos. Pero no ocurre lo mismo con el sector servicios, por lejos el de mayor peso en la economía metropolitana reciente. Y esto tanto porque los sectores de altos ingresos son consumidores muy intensivos de servicios, como porque la localización importa para muchos servicios modernos en su doble faceta territorial14 y de estatus socioeconómico.
1Algunos estudios que incorporan el aspecto subnacional o espacial en el estudio de la interseccionalidad son Malmusi et al. (2010); Scott y Siltanen (2012); Spierings (2016); Hopkins (2019); Rodó-de-Zárate y Baylina (2018). El concepto de interseccionalidad fue acuñado inicialmente por Crenshaw (1991) para evidenciar que la experiencia de las mujeres afrodescendientes era fundamentalmente distinta a la de las mujeres por un lado y de los afrodescendientes por otro. La intersección alude así a una noción multiplicativa y no aditiva de la desigualdad, pues, en otras palabras, las mujeres negras –para continuar el ejemplo– sufren una opresión mayor a la de la suma de ser mujeres y negras por separado. Miro mis archivos y leo que en la última elección presidencial de Estados Unidos (2020), la más cara de la historia de ese país según el Center for Responsive Politics, se gastaron aproximadamente US$5,2 mil millones. Monto que explica la cuantía de los intereses en juego y la creciente violencia en las campañas. En el segundo puesto de ese listado está Julio Ponce Lerou, quien tomó el management desigualdad en las ciudades de SQM (Soquimich), una de las mayores productoras mundiales de litio, yodo y fertilizantes, una vez privatizada por Pinochet, su suegro.
Los acontecimientos en Chile han demostrado que muchas personas pueden iniciar el cambio en una protesta conjunta. El proceso constitucional puede convertirse en un modelo para América Latina, si la nueva Constitución sale de un esfuerzo común y luego también es vivida por cada chileno. Décadas de privación sistemática de derechos, o al menos de falta de empoderamiento de la mayoría de la población en América Latina, han provocado obviamente una fatídica costumbre a un Estado fuerte. Y cuando el Estado fuerte ya no funciona, el llamado a un hombre o mujer fuerte no se hace esperar. El principio de la responsabilidad personal desigualdad en el siglo xxi no se ha practicado, la coparticipación en el sentido de involucrar a la población en las decisiones y sus efectos tampoco parece haberse aprendido.
En el cuarto tenemos a Colombia, con un coeficiente del 53,5 e ingresos medios y altos, no muy lejos en el grado de desigualdad que los hondureños, y con un paradójico PIB de setenta y cuatro puntos superior al de estos; el 10% de los colombianos verdaderamente pudientes se embolsa una cantidad de dinero cuatro veces superior a la del 40% más pobre. Además, permitirá poner en foco las situaciones que terminan perpetuando las desigualdades. “El análisis muestra una pequeña reducción de las brechas territoriales en cuanto a vivienda, seguridad e ingresos, y un aumento en varios países de las brechas territoriales en salud, educación y empleo”, detalla la doctora en Economía y Políticas para el Desarrollo.
Son 26 de los 33 países los que no han podido vacunar al 70% de la población, dijo Bárcena, siendo el caso más grave el de Haití, que no llega al 1%. La variante Ómicron, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la predominante en el mundo, ha provocado una escalada de contagios sin precedentes en Latinoamérica con récord de infectados en varios países como México, Argentina, Perú y Chile. Las mayores alzas de la desigualdad tuvieron lugar en Perú, Chile, El Salvador, Bolivia y Colombia.
«La razón es que han caído los salarios de los que tienen educación universitaria. Lo cual no es una buena señal. Es una caída de la desigualdad que no quieres ver». «En esos países ha habido una reducción en la brecha salarial entre aquellos que tienen más educación y aquellos que tienen menos educación». Por otro lado, ese indicador tampoco mide la concentración de la riqueza en un país, razón por la cual puede resultar engañoso.
Esto ciertamente se vincula con su configuración político-administrativa, por cuanto la migración en ellas es en su gran mayoría desde el municipio central a los periféricos, pero los puestos de trabajo siguen concentrados en los municipios centrales, de manera tal que la salida de ellos conduce con mucha facilidad a la conmutación. En general, los municipios ricos están sobrerrepresentados entre los que reciben conmutantes o, lo que es lo mismo, tienden a tener una sobreconcentración de puestos de trabajo. El municipio central aparece sistemáticamente como el más concentrador de puestos de trabajo. En los gráficos 2a a 2d se exponen los valores absolutos de la comparación para cada comuna de su representación entre asalariados conmutantes y asalariados residentes según nivel educativo. Como las comunas se ordenan según nivel socioeconómico (véase el cuadro 2 para más detalles al respecto), el gráfico permite apreciar la existencia de algún patrón entre la intensidad de la movilidad y las condiciones socioeconómicas de los municipios9. Un valor positivo indica que la comuna tiene una sobrerrepresentación como destino de los conmutantes (respecto de la representación que tiene entre los residentes), y uno negativo que tiene una subrepresentación.
Al introducir el elemento étnico (Gráfica 3) observamos que los grupos indígenas tienen mucha mayor prevalencia de analfabetismo/no escolaridad que el resto y que la reducción ha sido importante en ese grupo. En Perú el analfabetismo en personas con lengua materna indígena es tres veces mayor que para el país en general y cinco veces mayor que para los que hablan castellano (21% en 2007 y 16% en 2017). En Colombia el analfabetismo entre los indígenas era casi cuatro veces el del promedio nacional en 2005 y 3.5 veces en 2017, con tasas del 30% y 17% respectivamente. En cuanto a los afrodescendientes, la diferencia entre ellos y los que no se identifican con ninguna etnia era de 5 p.p.
Había algarabía en los miles de rostros y la esperanza de que se daban los primeros pasos en un camino por construir. Ignorábamos que los tanques y la brutalidad masificada cortarían de raíz los sueños. La cara entumecida de una niña en un recodo de La Pintana, población en la periferia, me da la clave. Son miles los jóvenes de ayer que hoy demandan pensiones dignas, sistema de salud universal. Son miles las mujeres que exigen que les devuelvan el derecho a huelga, ser dueñas de su cuerpo y del derecho al placer.
Aunque el nivel de apoyo varió de país en país, en ninguno estuvo por debajo de 50 por ciento. En el BID, como a muchos otros observadores, las protestas en Chile nos tomaron por sorpresa. Pero un análisis más minucioso de los datos revela que las quejas de los manifestantes tenían fundamentos genuinos.