Efectividad Escolar Y Cambio Educativo En Condiciones De Pobreza En Chile

Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre en Chile; una cifra que es señal de alarma. Calle sin violencia Liliana Cortés, eleven de abril de 2023 Calle sin Violencia es el nombre de la estrategia del gobierno para intervenir las 30 comunas del país que concentran el 50 por ciento de los mayores delitos violentos. Esta agrupación incluye las naciones más desarrolladas del planeta, pero también aquellas emergentes como México, Chile y Turquía. Nuestro país se sumó el 2010, durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, convirtiéndose en el miembro número 31 de la OCDE y el segundo latinoamericano en ingresar a esta organización, después de México. Hoy nadie pone en duda que existe una amplia e importante brecha entre la economía de Chile que es muy avanzada y su desempeño educativo que es bastante pobre. Así lo ha puesto de manifiesto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que actualmente reúne a 34 países que en su conjunto representan el 80% del PIB mundial.

Se requiere, primero, que el Estado, a través del poder legislativo, promulgue la ley que dota de financiamiento estable a la modalidad de reingreso. Para esto, esperamos que el gobierno muestre su compromiso con esta problemática, poniendo urgencia al proyecto que descansa en el Congreso. En segundo lugar, las autoridades, sean centrales, regionales o comunales, deben entregar información actualizada y articulada para encontrar a esos niños, niñas y jóvenes que no están asistiendo a clases. Mientras antes logremos revincularnos con ellos y ellas, mayor es la probabilidad de que vuelvan a confiar en el sistema educativo y quieran volver a educarse. Un tercer punto se relaciona con el sector privado, el cual debe dejar de apuntar a otros como únicos culpables, y ser parte de la solución, por ejemplo, facilitando oportunidades sociolaborales para el perfeccionamiento de nuestros estudiantes.

Estos suelen corresponder con los que ostentan los directivos y profesores y, en menor medida, con los de los estudiantes y sus familias (Rasse & Berger, 2018). Asimismo, los resultados de ese tipo de intervenciones suelen ser efímeros y estrechos (Fierro & Carbajal, 2019) en el caso del management y el castigo, pues dependen de la acción contingente y pertinente de las autoridades educativas que administran las medidas. En tanto, en el caso del apoyo individual, si bien puede redundar en el fortalecimiento y desarrollo de los estudiantes destinatarios, deja fuera del diagnóstico y de la intervención elementos relacionales y organizacionales de la escuela que son parte del problema.

El objetivo del programa es permitir una construcción de saber colectivo utilizando el formato radial, difundiendo las luchas de los movimientos sociales, experiencias y contenidos que les sean de utilidad. Cuando ha existido cambio de director, los procesos de transición han sido positivos en la medida en que el sostenedor y el nuevo director se orientan a resguardar los logros del establecimiento, sin embarcarse en un proceso confrontacional o en un afán por cambiar en forma radical la orientación y forma de trabajo en la escuela. Por ejemplo, en la Escuela Arturo Prat de Cañete (Región de El Maule), el nuevo director se instaló cuidadosamente sin imponer sus concepts. Luego, elaboró un diagnóstico claro, invirtió tiempo en construir confianza y legitimidad interna, y finalmente planteó cambios acotados.

Las mujeres chilenas tienen en promedio poco más de 1,5 hijos cada una, pero la maternidad entre las adolescentes está bastante extendida (41 casos por cada mil niñas). Además, esta investigación sostiene que los componentes claves de la gestión curricular pedagógica (planificación de clases, sistemas de evaluación a los alumnos, mecanismos de apoyo y seguimiento de los procesos de aula) deben ser institucionalizados, es decir, incorporados en las prácticas regulares de los docentes. En otras palabras, los mecanismos de trabajo tienen que ser conocidos y compartidos por todos.

Una posible explicación, asegura el CIAE, es que al ser lugares de mayor tamaño, niños y niñas necesitan desplazarse más para acceder a escuelas de calidad. Eso, junto a la menor movilidad de los grupos socioeconómicos más pobres, produciría zonas de alta concentración con bajo acceso a educación efectiva. Como los grupos socioeconómicos más pobres se ubican generalmente en la periferia de la ciudad, los niños y niñas más pobres tienen menor acceso a colegios efectivos. Esto ocurre en Chillán, Arica, Quillota, Gran Valparaíso, Gran Santiago y Gran Concepción, entre otros. Esto se profundiza al constatar que las escuelas efectivas periféricas tienden a ubicarse en torno a la población de más altos ingresos, restringiendo el acceso a otros grupos socioeconómicos. Ha sido el espíritu de este trabajo analizar la construcción de la desigualdad educativa en Chile y, a su través, señalar algunos obstáculos que han impedido que la educación chilena contribuya a la construcción de una sociedad donde estén mejor distribuidas la riqueza, los recursos materiales y simbólicos, la «buena» vida.

Para la directora regional de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Valeria Salazar, la donación es basic, ya que “queremos contribuir a que las personas sean promotores de sus propias transformaciones, generando mayores grados de equidad e inclusión social. Es por ello, que la relevancia de contar con aliados que se sumen a este desafío de un país sin pobreza, más justo e inclusivo es elementary; y mucho más cuando estos aliados son parte importante de la formación de futuros profesionales de nuestra región y país». Más de 110 establecimientos educativos a lo largo del país que innovan en contextos de vulnerabilidad. Entre las principales reflexiones y conclusiones que colocan a las relaciones en el centro del bienestar acquainted, destaca la confirmación de la centralidad de las relaciones familiares en los diversos contextos, un recurso elementary -y difícil de sustituir- para proteger y promover el bienestar de las personas. A su vez, los vínculos entre generaciones son otro recurso essential, que se manifiesta de formas muy heterogéneas en los distintos países analizados.

Se trataba de situaciones sociales en las que se habían sentido importantes para la institución y en las que se les había dado oportunidades de logro. En el siguiente extracto vemos un mecanismo de la cultura escolar, que comienza con la emisión de una conducta disruptiva o violenta por parte de un estudiante, pobreza estructural y pobreza esporádica que activa -al ser vista por algún funcionario de la escuela- la intervención de a lo menos un profesional. Conlleva la salida de la sala, para ser contenido y entrevistado -referido a través de la expresión coloquial pescar, que equivale a ser visto y atendido-, a pesar de hacerlo por motivos negativos.

“Hay numerosos ejemplos de programas eficaces, que podrían institucionalizarse y ser replicados en la región. Entre otros, sistemas de alerta temprana que permiten identificar a los estudiantes en riesgo de deserción como los implementados en Perú, Chile y Guatemala. Asimismo, hay sistemas de información y gestión educativa que están ofreciendo buenos resultados en muchos países, incluidos Colombia y Uruguay. pobreza estados unidos 2022 Y las tecnologías adaptativas de aprendizaje que se emplean por ejemplo en Ecuador y la República Dominicana ayudan a impartir enseñanza al nivel apropiado”, señala el informe. En miras de lograr lo señalado anteriormente, se hacen relevantes los recursos y espacios para el trabajo reflexivo sobre las prácticas de gestión de la violencia y la convivencia en la escuela (Fierro & Carbajal, 2019).

Esto, a su vez, insta a reconsiderar la situación de violencia estructural en el sistema educativo, que mantiene a las escuelas que concentran a los estudiantes y familias más marginalizados de la sociedad -como la que participó en este estudio-, gestionando con recursos acotados y focalizados (Bonal & Bellei, 2018). El acceso a educación de calidad y el entorno crean diferencias desde el primer día de clases, que pueden persistir toda la vida de una persona, “marcando” socialmente a cada niña o niño, afectando los conocimientos, relaciones sociales, el lenguaje, el desarrollo de habilidades y oportunidades, que se traducirán en empleabilidad, éxito profesional y movilidad social. Según un análisis de Oxfam, de acuerdo con datos de la UNESCO, en los países en desarrollo, niñas y niños de familias pobres tienen siete veces menos probabilidades de terminar la escuela secundaria (media) que niños de familias ricas.

Las interrupciones educativas causadas en los últimos años, en especial por la pandemia de COVID-19, han generado una emergencia educativa que augura una catástrofe generacional “que podría despilfarrar un potencial humano incalculable, socavar décadas de progreso y agravar las desigualdades más arraigadas” (1). Ante esto, la recomendación del Banco Mundial es iniciar una reapertura “segura y efectiva” de los establecimientos educacionales, en donde las políticas que se adopten permitan “abrir sin inconvenientes” con el financiamiento necesario. La realización de este estudio permitió al equipo investigador contrastar sus propias creencias y prácticas de gestión con la mirada de sus estudiantes. La gestión implementada hasta el momento de hacer el estudio estaba focalizada en intervenir sobre los estudiantes que consideraban disruptivos o violentos por su personalidad. El ejercicio participativo de muestreo permitió ver que la cantidad de estudiantes que eran intervenidos habitualmente por el equipo era reducida (cinco estudiantes de 4° a 8° año).

Para el organismo, los esfuerzos deben centrarse en asegurar el funcionamiento del sistema escolar, o de lo contrario la pobreza de aprendizaje -definida como el porcentaje de niños de 10 años incapaces de leer y comprender un relato simple- podría elevarse desde un 51% a 64,5% en la región. La realización de este estudio en el marco de una investigación-acción permitió el encuentro de las esperanzas de cambio del equipo responsable con las de los niños y niñas frente a la(s) violencia(s) escolar(es). Fue una oportunidad para repensarse con y para la niñez, encaminándose hacia una gestión escolar inclusiva y justa con los estudiantes, sus perspectivas y su cultura (Díaz et al., 2019; Yáñez, et al., 2018). A su vez, en la escuela no se brindan espacios para reconocer ni desarrollar otras subjetividades (Kaplán, 2006) vinculadas con sus potencialidades (Grinberg et al., 2014), a su diversidad cultural (Lalueza, 2012) y a sus posibilidades de aprender (Julio, 2016) a relacionarse y a convivir en un ambiente inclusivo y pacífico (Fierro & Carbajal, 2019). Estos ejercicios de violencia simbólica se dirigirían desde la escuela hacia los estudiantes y su cultura. En este estudio, el equipo de investigación-acción estuvo integrado por tres profesores de la escuela, que ocupaban los cargos de inspector common, encargada de convivencia escolar y encargada de biblioteca escolar.

pobreza educativa

En basic, la evolución de la inclusión en la educación desde la Declaración de Salamanca y la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2015, reflejan un compromiso cada vez mayor con la creación de entornos de aprendizaje equitativos, diversos e inclusivos en los que cada alumno importa. Asimismo, se reconoce la importancia de garantizar sistemas educativos más integradores, que atiendan las necesidades de los alumnos y las comunidades con mayores índices de vulnerabilidad. Cabe destacar que la Educación Inclusiva, facilita la promoción de la autoestima y confianza de los estudiantes, generando un ambiente donde tanto la aceptación como el respeto, se convierten en un eje de important importancia para la consolidación del proceso educativo. Simultáneamente, le exige al docente diversificar sus prácticas pedagógicas y, al estudiante, fortalecer sus habilidades sociales, relacionándose con sus pares desde la empatía y colaboración”, explicó Alicia Ceballos.