Dspace Biblioteca Universidad De Talca V1 52: Medición Y Análisis De La Dinámica De La Pobreza Multidimensional En Chile: 1990-2015

En pobreza multidimensional los grupos etarios con mayores niveles de pobreza son las personas mayores (60 años y más), y los niños, niñas, y adolescentes (0 a 17 años), y los jóvenes (18 a 29 años). Lorena Flores, directora ejecutiva de Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, fue enfática en señalar que “los resultados de esta CASEN refuerzan la línea de trabajo que nuestro país debe seguir para derrotar la pobreza. En relación a la desigualdad económica, la CASEN 2022 identificó que el 20% de los hogares con mayores ingresos monetarios obtiene ingresos 8,2 veces superiores a los del 20% de hogares con menores ingresos.

La muestra constituye un recorrido de los trabajos que ha realizado en la última década en su taller, demostrando su vigencia y dando cuenta de su larga y prolífica trayectoria. A inicios de los ’70, Martínez Bonati llenó de arte chileno el edificio UNCTAD III, construido originalmente en el Gobierno de Salvador Allende y hoy reconvertido en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). La exposición, que fue abierta a público este jueves 20 de junio y permanecerá en el GAM hasta el 11 de agosto, cuenta con entrada liberada. De 0 a 17 años la tasa llegó a 18,4%; en 18 a 29 fue de 19%; 30 a forty four años tocó los 14,6%, 45 a 59 años bajó a 14,1%; y de 60 años o más cayó a 19%.

Desde un punto de vista estadístico, se registra una baja en la pobreza por ingresos en las regiones desde Valparaíso (inclusive) al sur, excluyendo Aysén. El trabajo que realiza Prodemu, focalizado en sus públicos objetivos – mujeres adultas mayores, rurales, migrantes, de pueblos originarios, privadas de libertad, de la pesca artesanal y mujeres feriantes- contribuye a disminuir la pobreza multidimensional de aquellos grupos de mujeres expuestas a niveles mayores de vulnerabilidad que el promedio de la población. La CASEN 2022 nos dará información actualizada de la situación de pobreza, pero es esperable un aumento al menos respecto a niveles del 2017 considerando tanto el aumento del costo de vida producto de la inflación, como la falta de recuperación del empleo respecto a niveles pre-pandemia.

la pobreza multidimensional

Entre 2015 y 2022, el número de personas ocupadas que declaran tener una nacionalidad distinta a la chilena, aumentó en casi 650 mil. Por su parte, la Ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, hizo alusión al uso del IPM en Chile desde el año 2015, gracias a la colaboración de distintos actores como academia y sociedad civil. La Secretaria de Estado destacó el IPM como una herramienta elementary a la hora de construir perfiles de hogares en pobreza, tomando en cuenta las múltiples dimensiones y ámbitos en los que la calidad de vida de las personas y sus hogares se ven comprometidas. La instancia tuvo por objeto reunir a líderes mundiales para abordar los efectos de la pandemia de COVID-19 en los niveles de pobreza multidimensional, introduciendo el uso innovador de Índices de Pobreza Multidimensional (IPM) para el diseño de estrategias y políticas de recuperación de alto impacto. Actualmente, Gallardo avanza en su proyecto en colaboración con otros investigadores internacionales, con la intención de medir la vulnerabilidad a la pobreza multidimensional en alrededor de 15 países de América Latina en tres momentos distintos del tiempo, mediante el análisis de millones de datos de encuestas de hogares.

Mientras que la población no migrante registra una pobreza de 6,08%, en el caso de la población migrante llega a un eleven,3%. En el caso de la pobreza extrema o también llamada indigencia, la población migrante duplica en resultados a la no migrante, 3,9% versus 1,8%. Principales hallazgos Gallardo utilizó datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) del año 2017, así como la información censal del mismo año.

Así, los axiomas clásicos de la maximización de utilidad de la teoría económica clásica pueden ser inadecuados y, en consecuencia, más gasto en salud y más prestaciones curativas no estarían necesariamente asociadas a mayores niveles de bienestar. Por esta razón, el transitar desde la medicina curativa a una preventiva introduce necesariamente distorsiones en la línea de pobreza monetaria que, desde un punto de vista metodológico, no pueden ser controladas la pobreza en la sociedad de una manera sencilla. Esto la llevó a crear, junto a su colega James Foster, el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM). El método busca complementar la medición de la pobreza por ingresos con encuestas a los hogares sobre 10 indicadores que abordan salud, educación y estándar de vida. El trabajo de Alkire and Foster (2011) permitió establecer las bases de indicadores modernos de pobreza multidimensional basado en un enfoque de capacidades.

En el caso de la pobreza multidimensional en cambio, no se observa un patrón territorial tan claro. Sin embargo, al observar ambos indicadores en forma conjunta, se podría sugerir un patrón asociado al territorio. El Ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, presentó los resultados de la Casen 2017 en conjunto con la Subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia. La medición arrojó un estancamiento en pobreza multidimensional a nivel nacional, indicador que se mide considerando distintos factores como el acceso a la salud, educación, entorno, entre otros.

Para concluir, es importante notar que el índice de pobreza multidimensional chileno excluye la dimensión de ingresos. En este sentido, queda aún por ver qué sucede con los resultados cuando ésta se incluye en la construcción del algoritmo. En el 2022 la tasa de pobreza multidimensional en hombres fue de 17,1% y en mujeres fue de 16,8%.

Pero en cuanto a las demás carencias, las que mide la pobreza multidimensional están en un 19%. Los principales cambios incorporados fueron la actualización de las líneas de pobreza y pobreza extrema, mediante la actualización de la Canasta Básica de Alimentos y de la Canasta Básica de Bienes y Servicios no Alimentarios. También se introdujo el uso de distintas líneas de pobreza, en función del tamaño de los hogares. Se eliminó el ajuste de los ingresos al Sistema de Cuentas Nacionales, y se amplió el uso del concepto de arriendo imputado al caso de las viviendas cedidas y en usufructo.

Diez años después la apuesta es que la inversión y el crecimiento alcanzarán también a los sectores más vulnerables. «Vivimos en Chiles diferentes, ¿cuántas veces lo hemos escuchado? Entonces cuando se habla de las flores, de los 30 pesos, el «levántense más temprano, es no entender lo que está sucediendo en el resto del país», menciona respecto a algunas de las declaraciones de políticos chilenos las semanas y días previos al estallido del 18 de octubre. El 20 de junio marca el cambio de estación en el hemisferio sur, que corresponde al día de menor duración de la luz solar la pobreza en el mundo 2022 y, a la vez, el inicio de un nuevo ciclo de luz creciente.

El HMPI considera cuatro dimensiones y 12 indicadores, teniendo cada uno de ellos un peso equivalente ( Tabla 1 ). Por último, la medida no solo permite la clasificación de individuos, sino que también su descomposición por dimensión y por subgrupo. La siguiente figura muestra este resultado para algunas regiones de Chile representado tanto por la incidencia e intensidad de la pobreza, pero también, por la duración promedio de la condición en el tiempo.

Así, un hogar es pobre si su ingreso por persona equivalente es inferior al valor de la línea de pobreza por persona equivalente. Luego, se usa el patrón de consumo complete de esas personas para determinar la línea de la pobreza. La línea de la pobreza es el ingreso mínimo bajo el cual los hogares son clasificados como pobres. La Región de Ñuble, medida de forma independiente por la última Encuesta Casen, tiene casi un 25 por ciento de pobreza multidimensional; o sea una de cada four familias, cerca de 120 mil ñublensinos (as), la mayoría residentes de comunidades rurales, viven con lo mínimo no solo desde el punto de vista de los ingresos, sino que con muchas otras carencias.

Estos datos reflejan que, a pesar de contar con ingresos mensuales suficientes como para satisfacer necesidades básicas, este ingreso resulta insuficiente para resolver aspectos fundamentales de la inclusión social y el desarrollo de capacidades. Esto se aprecia en variables multidimensionales como atención de salud, trato igualitario, vivienda y entorno, entre otros. En cuanto a los niveles de pobreza monetaria (asociada principalmente a la cantidad de ingresos autónomos y transferencias del Estado), se constatan diferencias estadísticamente significativas.