En función de esta variable, se ha logrado constatar en primera instancia que las brechas que existen entre mujeres y hombres en los resultados de la prueba SIMCE Matemática, posicionan al género masculino siempre superior en cuanto a logros educativos en esta disciplina. Además de ello, el aumento de los puntajes SIMCE en estos cuatro años, si bien han aumentado transversalmente, son los hombres los que poseen un aumento de mayor consideración. Sin embargo, se ha mostrado que este fenómeno se da principalmente en los escalones bajos de clase social, pues a medida que se escala en los estratos sociales, la diferenciación de puntajes entre niños y niñas no ocurre. Así, el sistema educacional chileno opera suponiendo que existe una homogeneización social de los estudiantes desde el comienzo de la etapa escolar.
En contraposición a esto, se observa que en los tramos superiores de clase social, ambos géneros presentaron puntajes altos. De hecho, las niñas poseen en algunos casos una mayor concentración de rendimientos altos en relación a los niños. Frente a los profundos desafíos de la exclusión social en Chile, surgen también oportunidades significativas para fomentar una sociedad más inclusiva. La clave radica en políticas integrales que no sólo aborden las manifestaciones superficiales de la exclusión, sino sus causas estructurales. Invertir en educación de calidad para todos, promover la equidad de género, y garantizar un acceso common desigualdad y exclusion social a servicios de salud son pasos fundamentales.
Por ejemplo, la reforma agraria durante la década de 1960 buscó abordar algunas de estas desigualdades, aunque sus resultados fueron mixtos. Analizar la exclusión social en Chile implica reconocer que este no es un tema estático sino que evoluciona con la sociedad, reflejando su complejidad y multifaceticidad. La escuela chilena, en lugar de reconocer lo anterior, lo desconoce e incluso lleva a que el financiamiento de parte del Estado y las Municipalidades esté correlacionado positivamente con ese capital cultural y económico familiar. Así, se ha visto que en los establecimientos seleccionados para el presente estudio, la distribución de los recursos educacionales y las oportunidades no están en relación al mérito de las personas, sino en directa correspondencia con la clase social de cada estudiante. Dicho de otro modo, diferencias inmerecidas. En la distribución desigual de las posibilidades educativas de acuerdo con la clase social, se puede ver inicialmente que varones y mujeres poseen en common similares resultados académicos.
Consideraciones en torno al concepto de exclusión social. Acciones e investigaciones sociales, eleven, 9-22. Pobreza, exclusión y vulnerabilidad social. Usos, limitaciones y potencialidades para el diseño de políticas de desarrollo y de población [Ponencia]. VIII Jornadas Argentinas de Estudios de Población.
De otro modo, no habría sido posible demostrar en este artículo los hallazgos referentes a los efectos determinantes de dos variables de estratificación en la constitución de la jerarquía social al inside del campo educativo. De tal manera, si bien gran parte de los/as alumnos/as de estratos sociales bajos estarían incluidos/as en el sistema educativo, pues existe la cobertura y las condiciones materiales que posibilitan tal inclusión, poseerían sin embargo además el carácter de «no educables», por poseer resultados mayoritariamente deficientes. Además, si observamos esta situación desde la perspectiva género, son las alumnas de bajas condiciones socioeconómicas, las que concentran en un grado mayor puntajes deficientes que los niños. En otras palabras, son mayoritariamente las niñas de baja clase social las que están incluidas al sistema educativo en un plano formal, mas no así a nivel operativo o práctico, pues se denota su exclusión o marginalidad en el desempeño educativo. Se puede afirmar preliminarmente que las desigualdades de género en la sociedad que provienen de roles de género definidos tradicionalmente, corresponden a uno de los elementos que refuerzan la estratificación por género en las escuelas y en otros entornos de aprendizaje.
Por su parte, la filósofa Nancy Fraser habla de la paridad participativa y postula que la justicia exige unos acuerdos que permitan que todos los miembros de la sociedad interactúen en pie de igualdad, tanto a nivel de redistribución como de reconocimiento. Y afirma la necesidad de una distribución que garantice la independencia y la voz de todos. Chile ha sido un país de muchas diferencias sociales a lo largo de toda su historia.
Somos la única administración pública en Madrid que acepta este cambio sin certificado médico, ni ningún otro papel. Esto no es una cuestión médica ni psiquiátrica, sino una cuestión cultural. Durante la primera jornada se realizó la mesa redonda “Políticas de Educación para el Siglo XXI”, en la que se exploraron temas como los tipos de instituciones educacionales y los incentivos para el aprendizaje; calidad de la educación, and so forth. En el transcurso del día los participantes debatieron a partir de las investigaciones realizadas por profesores de la región y tuvieron la oportunidad de discutir sobre educación, salario, empleo y pobreza. Un análisis de la realidad española y europea.
Tiene por objetivo desarrollar y fundamentar la desde la perspectiva de la ; lo anterior permite analizar vínculos y relaciones existentes entre ambos y su importancia para la comprensión del espacio urbano, permite poner en el centro de la discusión a los sujetos urbanos como principales protagonistas de los conceptos en discusión. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). [1] Profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, doctoranda en Derecho e Investigadora del Programa de Reformas Procesales y Litigación de la misma casa de estudios.
En el contexto chileno, la exclusión social se observa en la segregación urbana, brechas educativas, y barreras en el acceso a servicios de salud de calidad. Reconocer estos componentes es crucial para abordar la exclusión de manera integral, enfocando esfuerzos tanto en la inclusión económica como en la social y política. Desde mi punto de vista la exclusión social está relacionada con el ámbito socio laboral, es ahí donde tiene su origen. La exclusión social como concepto o paradigma explicativo de las desigualdades sociales pretende abordar la desigualdad en un sentido transversal.
Históricamente, se ha sostenido que el sistema educativo fundado en la igualdad de oportunidades en el acceso al sistema de enseñanza promueve la equidad en el trato a sus estudiantes y en las oportunidades de ascender socialmente de éstos (Maroy 2004, Benadussi 2001). Sin embargo, la alta segregación socioeconómica del sistema escolar chileno -entendida como la desigual distribución entre las escuelas de niños de diferentes características sociales y económicas- es una evidencia de las grandes falencias que posee la educación en nuestro país (González, Mizala, & Romaguera, 2004). AB – La complejidad de la sociedad contemporánea y el dinamismo de los cambios sociales que se suceden, especialmente aquellos vinculados a la distribución de bienes materiales y simbólicos, establecen la necesidad de identificar mecanismos y procesos que inciden en la situación de desventaja social que afecta a gran parte de la población.
Además de ello, este mismo argumento muestra la relevancia de la condición económica para lograr obtener buenos rendimientos académicos. Esto se debe a que es imposible suprimir totalmente las influencias negativas que se arrastran desde el entorno del espacio educativo. El sistema educacional no está en condiciones de superar los privilegios y desventajas que cada estudiante posee previo a la entrada a la escuela, a propósito de la clase social y el género de cada uno/a de ellos/as. Todo lo que puede hacer es no profundizar aún más la segmentación social existente en la sociedad contemporánea.
Las empresas hacen esto desde la convicción que necesitan retener el talento y que el establecimiento de barreras discriminatorias o desigualitarias supondría no solo un problema para el colectivo LGTB, sino una propia desventaja para la empresa. Desde este punto de vista del crecimiento del capital humano de las instituciones es que tenemos el deber de construir universidades inclusivas. Aunque la pobreza ha disminuido en el país, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo muy importante. Tanto es así, que un estudio del Banco Mundial indica que un tercio del ingreso generado por la economía chilena en 2013 fue captado por el 1% más rico. Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. La comprensión de lo enseñado por los/las pedagogos/as al inside de la escuela chilena resulta más difícil de entender para las estudiantes vulnerables, pobres y con poca herencia cultural acquainted que a los provenientes de familias que tienen una mejor situación material y cultural.
En realidad, el inicio del sistema educativo se caracteriza por presentar condiciones de enormes desigualdades por clase social de los actores educativos, lo cual contribuye a diferenciar y segmentar a las niñas y niños en sus rendimientos educacionales. De tal forma, los alumnos que poseen mejor dotación o recursos de capital humano y capital cultural, corresponden a los estudiantes que poseen mayor probabilidad desigualdad social y medio ambiente de obtener buenos resultados educacionales, eclipsando los efectos sociales del género. Nos referimos a dotaciones sociales (hábitos, conocimientos y actitudes formadas) y no naturales («talentos» o «dones innatos») que se encuentran determinadas por nivel socioeconómico o cultural de la familia a la que cada estudiante pertenece, a partir de las cuales se generan las segregaciones en el sistema educativo.
Con esta publicación, el PNUD reitera su compromiso con la generación y difusión de conocimiento que sirva como base de discusiones informadas para la construcción de consensos respecto de los cambios que el país requiere. Aspiramos a que todos los ciudadanos, especialmente aquellos en los grupos menos aventajados, tengan mayor management sobre sus propias vidas para perseguir los objetivos que ellos mismos consideren valiosos, integrándose de manera efectiva y participativa al proceso de desarrollo humano inclusivo y sostenible. Desiguales destaca el rol que le cabe a la política pública en igualar el acceso a los servicios sociales, reducir la concentración del ingreso en el 1% más alto y romper el vínculo entre el dinero y la influencia en las decisiones públicas. OECD (2012) postula la necesidad de reformas tributarias que combinen ajustes en impuestos (algunos hacia la baja, otros al alza) con políticas de subsidios al trabajo de los sectores de menores ingresos. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. Pero una de las características de esta problemática es su persistencia.