De hecho, la masa salarial —que es la suma de todos los ingresos salariales del empleo principal de todos los ocupados de la economía— pasó de $5,four billones en 2019 a $4,eight billones en 2020, lo que implica una reducción de 11%. La pérdida masiva de empleos y de ingresos laborales durante la crisis implicó un aumento en los niveles y tasas de pobreza sin precedentes en las últimas décadas en Chile. Según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN), la tasa de pobreza en Chile aumentó de eight,6% en 2017 a ten,8% en 2020, lo que implica que 540 mil personas cayeron por debajo de la línea de la pobreza por la disaster económica y sanitaria. La situación y tendencias en protección social tienen implicancias para monitoreo y evaluación de ls situación social de los diversos grupos de la población y el rol que cumplen las políticas y el sistema de protección social. En la mayor parte de los países de la región la pobreza urbana habita de manera formal y al mismo tiempo subsiste gracias al sector informal.
Las políticas del habitat están incorporando, de manera aún incipiente, una preocupación por facilitar el acceso de los pobres urbanos al empleo y a ingresos estables. Inicialmente, esta inquietud ha sido más bien common, y se ha expresado en reflexiones e iniciativas tendientes a lograr que las ciudades sean más competitivas y que aumente la productividad urbana. A partir de 1990, el empleo en las áreas urbanas mostró una mayor expansión en los sectores de baja productividad.
Estos lo padecen de forma distinta dependiendo de cómo y en qué condiciones concurren a la producción, y particularmente según el tipo de relaciones que establecen entre sí. El incremento de 0,6 pp., señalan desde el INE, que se debe a que el alza de la fuerza de trabajo (3,6%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,9%). En cuanto a las personas desocupadas, estas aumentaron eleven,6%, incididas por quienes se encontraban cesantes (11,5%) y quienes buscan trabajo por primera vez (12,9%). Expertos abordan el escenario laboral por el que atraviesa el país y además repasan las proyecciones económicas para el 2024. Algunos países han podido aprovechar el impulso de sus exportaciones de productos médicos y los productos agrícolas. La CEPAL señala (p. 6) que Guatemala y Honduras se han beneficiado de las ventas de mascarillas y Costa Rica de las de equipos médicos, destinadas principalmente a Estados Unidos.
Se ha incrementado el desempleo y se han cerrado empresas, se han deteriorado las cuentas públicas y han aumentado la pobreza y la desigualdad. La recuperación dependerá de la evolución de la economía covid y pobreza mundial y del dinamismo de los flujos internacionales en comercio y finanzas hacia la región. De hecho, desaparecerá el 20,7% de las microempresas y solo el 0,6% de las grandes empresas.
Las complejas estructuras societarias adoptadas por los grandes conglomerados redundan en que los verdaderos representantes del gran capital no aparezcan ni se declaren propiamente como “empleadores”, punto de partida utilizado aquí para identificar a la burguesía. Así también, los datos sobre la clase dirigente estatal parecen ser el resultado de una mixtura de miembros de esta clase (ministros, jueces, parlamentarios, and so forth.) y de representantes de las clases medias encumbrados a puestos de dirección en la administración pública. Por otra parte, dentro de las clases populares insertas en el proceso de la producción social (o sea, excluyendo a la población marginal), es la pequeña burguesía tradicional la que mayores niveles relativos de pauperismo muestra, confirmando así su condición de “refugio” para la sobrepoblación relativa obrera.
Ahora, con la covid-19, el número de pobres aumentará en 28,7 millones de personas, hasta alcanzar la cifra de 214,four millones de pobres en la región. A su vez, la pobreza extrema afectará a 15,9 millones más, sumando en complete eighty three,4 millones de personas. Reconciliación del derecho al trabajo de la población de escasos recursos (y mejoramiento de su calidad de vida) con el derecho a la disponibilidad y acceso a los espacios públicos, y a su vez, el uso estratégico del recurso patrimonial para el desarrollo urbano. Existen pocas experiencias en la región que logran integrar las metas de mejorar la habitabilidad y las oportunidades productivas de los habitantes de barrios precarios. En general, los acercamientos son parciales, sin la instalación de modelos de desarrollo sostenible local.
Simultáneamente, podría haber cerca de 650 mil personas acogidas a la Ley de Protección del Empleo, equivalentes a un 6,6% de la fuerza de trabajo. Esta última cifra debe ser revaluada a la luz de la nueva regulación de la Ley de protección de Empleo, ya que es posible que se reduzca su utilización y una parte creciente de esos trabajadores terminen, lamentablemente, siendo finiquitados”, afirma el economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Tomás Flores. Ahora bien, tomando como referencia la información de la ESI, y considerando solo los ingresos provenientes del trabajo y la propiedad más jubilaciones que aportan los distintos miembros del hogar, la proporción de la población que queda por debajo de la línea de la pobreza alcanza el 22,1%. A contrapelo de dicha visión, son las condiciones sociales que presupone y sobre las que se mueve y potencia la acción del capital en la producción las que generan el desempleo. Su tendencia característica de revolucionar y tecnificar constantemente la base productiva de la economía tiene como resultado inevitable la expulsión de enormes contingentes de trabajadores de esta esfera, generando así una sobrepoblación relativa –o “ejército industrial de reserva”– de carácter permanente. A continuación, se presenta un análisis de las cifras de desocupación desde una perspectiva de clases sociales usando la misma información recogida por la estadística oficial de empleo.
Además, agregó que en vista de la nuevas modalidades de trabajo, es probable que varias empresas muten hacia un esquema de empleo más distante o de menor cantidad de personas, con el fin de obtener mayores ingresos en su capital. 6 Se utiliza la clasificación elaborada por la División de Estadísticas de CEPAL, de «empleo formal» y «empleo informal», aplicada en este caso a los jefes de hogar. Más allá de las particularidades en cada país y entre rondas de encuestas, se considera como empleo casual al empleo no calificado en microempresas (aquellas cuyo variable tamaño del establecimiento tiene un número igual o menor a 5 trabajadores), al empleo doméstico y al trabajo independiente no calificado de cualquier rama de productiva.
Al contrario, los programas deben buscar maneras para potenciar y ampliar los activos de los pobres urbanos, como también buscar sinergias entre fortalecer distintos tipos de activos. A fin de lograr el crecimiento económico urbano a favor de los pobres, es necesario reconocer la contribución del sector informal al desarrollo económico y al empleo. Pese a que las empresas informales tienen un estatus no reconocido y no están sujetas a regulaciones adecuadas en materia de producción y empleo, producen y distribuyen bienes en los mercados y tienen numerosas interdependencias con la economía formal. Es significativo que en esta visión agregada de la informalidad residencial, ningún país presente una proporción importante de pobres urbanos que residen de manera informal y cuentan con empleos formales.
Durante las últimas décadas, las políticas del habitat han ido incorporando una marcada orientación hacia la economía de mercado en sus programas. Desde el punto de vista de la oferta se exigen a los sectores de pobreza ahorros, pagos para servicios, entre otros. Esta estrategia de política sin lugar a duda, ha ayudado a ampliar la cobertura de estos programas, diversificando las formas de financiar la inversión pública, como también ha ayudado a facilitar la asimilación de una cultura relacionada a esta economía. Sin embargo, la comprensión de esta realidad de economía de mercado, desde el punto de vista del hogar (e individuo), ha sido ajena a la política habitacional y a la intervención urbano-territorial. Esta falla en el marco de las políticas del habitat en la región no ha permitido potenciar a los sectores de pobreza en aspectos críticos de su desarrollo.
Cruzando todos estos criterios se obtuvo finalmente una estructura compuesta de 11 clases sociales. Carmen Cifuentes, investigadora de CLAPES UC, explica que “la tasa de desempleo persiste en niveles elevados, cerrando 2023 en un eight,5%. Esta cifra es 0,6 puntos porcentuales más alta que la registrada el mismo trimestre de 2022”. La experta menciona que esto se debe “a que la creación de empleos no ha sido suficiente para cubrir el incremento de las personas que se incorporan de la desigualdad social al mercado laboral. El Ministerio de Desarrollo Social (Ex MIDEPLAN) tiene una responsabilidad esencial en el seguimiento de condiciones socioeconómicas de la población, y su eventual repercusión en deterioro de condiciones de vida de grupos de la población. Por ello, el observatorio social de dicho Ministerio, la repetición de encuestas de hogares CASEN y otros estudios y modos de información son cruciales para velar por el debido y eficaz funcionamiento del sistema de protección social.
Lo interesante, sin embargo, es notar la especificidad social que la pobreza exhibe, y cómo esta golpea con distinta fuerza a las distintas clases sociedad chilena. De acuerdo a los resultados de la encuesta Casen 2017, el 8,6% de la población en Chile reporta ingresos por hogar bajo el umbral de la pobreza. Esta no es solo –como sostiene el keynesianismo– un despilfarro de recursos, en el sentido de que gente que pudiendo y queriendo –o más bien, necesitando– trabajar, no lo hace. Es un grupo de potenciales trabajadores que constituyen materia dispuesta y disponible para ser explotada por el capital en cualquier momento.
El Grupo del Banco Mundial (GBM) ha respaldado el proceso de desarrollo de Chile durante más de 75 años, con una variedad de instrumentos que incluyen préstamos, seguros, donaciones, asistencia técnica e intercambio de conocimiento. La primera, el hecho que la Ministra del Trabajo esté entregando los datos de las solicitudes del seguro de cesantía con frecuencia semanal, así como también esté informando con la misma frecuencia el número de empresas y trabajadores acogidos en la Ley de Protección del Empleo. Queda pendiente que los datos de terminaciones de contrato de trabajo de la Dirección del Trabajo puedan ser entregados de forma semanal y con consistencia en el tiempo. Por lo tanto, tal como el objetivo de las medidas sanitarias ha sido tratar de aplanar la curva de contagios, en el caso de las medidas económicas su implementación oportuna y significativa es crucial para «aplanar» la curva del desempleo, la pobreza y los efectos negativos de la recesión inducida por la pandemia, tanto actuales como futuros.