Desigualdades Sanitarias En La Ciudad Neoliberal Reflexiones A Partir De La Salud Pública Colectiva

En promedio, el 92% de los recursos de protección corresponden a acciones judiciales contra ISAPREs, resaltando la carga significativa que estos casos representan para el sistema judicial. Por ejemplo, en años de alta litigiosidad, como en 2016, 2019 y 2022, la proporción de casos contra ISAPREs superó el 95% del complete de recursos de protección. Si se excluyen los casos relacionados con ISAPREs, el promedio anual de recursos de protección del período se reduciría a 17.818, es decir menos de un 7% del número actual. Pero incluso sorteando el problema de corto plazo de implementación de los últimos fallos de la Corte Suprema, es crucial emprender acciones preventivas para evitar que se repita esta crisis en el futuro. Por un lado, los ajustes realizados en base a las sentencias judiciales, al no tener un diseño bajo una racionalidad de política pública, abren frentes de futura judicialización.

desigualdad en la salud

Frente a esto, se torna urgente entender y abordar la salud mental de los chilenos y las chilenas no sólo como un fenómeno particular person, sino como un entramado psicosocial y socioeconómico del país. Es necesario comenzar a comprender la salud psychological de los chilenos y las chilenas desde una desigualdad que, lamentablemente, se ha convertido en un elemento constitutivo del país y, por lo tanto, del malestar actual de los ciudadanos. De esta manera, una redistribución del ingreso que permita una mayor equidad económica en Chile tendría un impacto positivo en los índices de salud de nuestra población y específicamente una mejora en la salud psychological de todas las chilenas y chilenos, temática en deuda y en crisis actualmente en nuestro país. La realidad que enfrenta la salud en regiones manifiesta una situación de precariedad e implica que una parte de la población del país enfrente dificultades para acceder a una atención oportuna y de calidad.

Dentro de los autores se encuentran los doctores Jorge Ramírez y Rubén Alvarado, académicos de la Escuela de Salud Pública de los programas de Salud Global y Salud Mental, respectivamente. Los hallazgos, sugieren que entre los trabajadores sanitarios, las mujeres pueden haber estado expuestas de manera desproporcionada a factores estresantes relevantes del COVID-19 a nivel individual y nacional. Esto resalta la importancia de considerar el género en los esfuerzos de respuesta a emergencias. Según los datos reportados en el informe, más de un millón y medio de personas se encuentran en espera de atención médica y 240 mil aguardan una cirugía para patologías no AUGE, al mes de agosto de 2016. Y la gran mayoría se concentra en la Región Metropolitana, Bio Bio y la Región de Valparaíso. A esta concentración se agrega que, según el Ministerio de Salud, para una atención adecuada faltan three.795 médicos especialistas.

Por otra parte, las mujeres suelen pasar más tiempo en los territorios en los que viven, en sus viviendas, por lo que si estos ofrecen condiciones adversas para la salud, supondrán una mayor acumulación de dichos daños. Como existe una segregación socio-territorial tan marcada en Santiago, las personas de nivel socioeconómico bajo se concentran de manera importante en algunas comunas y, más aún, las de nivel socioeconómico alto se concentran en unas pocas. Entonces, lo que esos resultados ponen de manifiesto, en primera instancia, es una esperanza de vida diferente entre distintos niveles socioeconómicos y que puede apreciarse muy bien dada la segregación del territorio. Al 31 de diciembre de 2019, según datos del Minsal, la densidad total de médicos en el sector público de salud era de 18.5 por cada 10 mil habitantes, en los países OCDE el promedio era de 34.

Aunque las personas en general tengan cubiertas sus necesidades básicas, el hecho de no poder pagar por bienes y servicios a los que otros sí tienen acceso lleva a una sensación de injusticia y a la percepción de tener una posición social inferior. Esto genera estrés y frustración y el deseo de escalar socialmente con el fin de ser reconocido y pertenecer a aquel grupo que sí tiene acceso a los beneficios y reconocimiento social. Los medios de comunicación, especialmente el acceso a web, permite a aquellos de bajos ingresos ver cómo viven aquellos con mayores ingresos. Los medios además favorecen y fomentan la ilusión de que el acceso a una mayor cantidad de bienes y servicios traerá consigo éxito, belleza y mayor bienestar. Las investigaciones muestran que el impacto de esto en la salud física y mental desigualdad en las ciudades es inmensamente negativo. Incluso se ha demostrado que más de la mitad de las personas prefieren tener menor poder adquisitivo, pero una mayor posición social.

La promoción del transporte activo es una cuestión clave, que hoy se vuelve aún más urgente. En el trabajo de la esfera no remunerada -que incluye al trabajo de cuidados y el trabajo doméstico- representa aquella porción de trabajo complete que se ha dejado históricamente en manos de las mujeres, a través de lo que antes se llamaba división sexual del trabajo, hoy división de género del trabajo. Esto es más frecuente en trabajadores precarios, en gran medida porque no cuentan con las protecciones debidas del empleo y son susceptibles de amenazas frente al despido, lo que debilita su posición frente al empleador.

El proyecto busca, entre otras cosas, hacer análisis comparados entre países en temas de salud, vinculados con lo urbano. Lo que se hizo en este caso fue un estudio de la esperanza de vida, como un indicador sintético de calidad de vida desde la infancia hasta la vida adulta. Entonces desigualdad en la globalización ejemplos entendí que la salud pública no iba a resolver los problemas de salud de la población, ni revertir las desigualdades en esta materia a través de un mensaje de conductas saludables o de la transferencia del cuidado a las mujeres sin un entorno que habilite esas prácticas.

Estos cambios en el cerebro podrían explicar cómo el sueño inadecuado contribuye al aumento de peso. Lo primero es que el Estado de Chile reconozca su rol de entidad que surge del pueblo mismo y que se encuentra al servicio de las personas. En Chile algunos pacientes tienen una ventaja geográfica en términos de acceso efectivo a camas hospitalarias, Manuel Fuenzalida, académico de la Facultad de Ciencias Sociales. Las personas que viven en sectores más pobres tienen más posibilidad de contagiarse con Covid-19 y sufrir un cuadro severo, además de morir a causa de esta. A esta conclusión llegó la investigación desarrollada por investigadores chilenos y estadounidenses centrado en la Región Metropolitana. Igualmente, es esperable que se transformen las condiciones vinculadas con el transporte, las oportunidades de empleo y la provisión de servicios básicos.

En términos simples, la mutualización considera el seguro de salud como un mecanismo solidario en el que el riesgo se comparte entre los beneficiarios, recalculando la deuda sobre el whole del sistema en lugar de los efectos individuales. Para ello, en mayo de 2023, el Gobierno ingresó al Congreso un proyecto –conocido como Ley Corta– para implementar los fallos de la Corte Suprema relacionados con la tabla de factores. Ante las dudas que surgieron respecto de la efectividad de la propuesta del ejecutivo, la Comisión de Salud del Senado mandató la creación de un Comisión Técnica Asesora de carácter experta y transversal.

Por su parte, el Poder Judicial ha desestimado nuevos recursos de protección en este ámbito desincentivando la judicialización en este componente. En el intertanto, el sistema de salud ha enfrentado tensiones adicionales que han agudizado la problemática actual. Por un lado, la pandemia ocasionó retrasos en las atenciones médicas programadas, generando listas de espera aún más largas para consultas y procedimientos, incluso en aquellos garantizados por ley. La salud en Chile se encuentra sumida en una situación crítica, evidenciada por las extensas listas de espera en los prestadores públicos y la crisis en el sistema de Instituciones de Salud Previsional (ISAPREs). En este artículo se propone analizar en detalle cómo ha evolucionado la situación de las aseguradoras privadas, explorando sus causas y las consecuencias que ha acarreado. Como punto de partida para comprender de manera integral esta problemática, resulta importante realizar primero un diagnóstico de nuestra posición actual en el ámbito de la salud.

El concepto alude a diferencias sistemáticas y estructurales en el estado de salud entre y dentro de los grupos sociales. Un concepto estrechamente relacionado es el de «inequidades en salud», el cual refiere a las mismas diferencias en el estado de salud entre y dentro de los grupos sociales, pero que se consideran injustas, modificables y prevenibles. Los hallazgos presentados, sugieren que entre los trabajadores sanitarios, las mujeres pueden haber estado expuestas de manera desproporcionada a factores estresantes relevantes del COVID-19 a nivel particular person y nacional. Esto resalta la importancia de considerar el género en los esfuerzos de respuesta a emergencias para salvaguardar el bienestar de las mujeres y garantizar la preparación del sistema de salud durante futuras disaster de salud pública. Las desigualdades también están aumentando para las poblaciones vulnerables en países con sistemas sanitarios más deficientes y en países que se enfrentan a disaster humanitarias existentes. Los refugiados y los migrantes, así como los pueblos indígenas, los ancianos, las personas con discapacidad y los niños se encuentran especialmente en riesgo de ser excluidos.

El acceso a los fármacos es vital para asegurar la calidad de vida y, en muchos casos, la vida misma de las personas. En Chile su acceso es negado a muchas personas por el elevado precio o por la distribución geográfica de las farmacias, o sea, por discriminación socioeconómica y/o territorial. La OMS subraya la necesidad de adoptar medidas urgentes para hacer frente a las desigualdades. «Cuando los gobiernos se plantean la formación de su private de salud, es importante que incluyan la discapacidad como parte de esa formación y educación, de modo que el personal tenga la confianza y la competencia necesarias para poder hacer frente a lo que se necesita», subrayó Barrett.

Lo que nos muestran estas cifras es que países como el nuestro tienen un gran desafío por delante en materia de reformas estructurales en salud para que las políticas que se apliquen no vayan en la dirección de soluciones privatizadoras, sino en la dirección de resguardar los derechos fundamentales de las personas. Al menos ése es el camino que señalan los países que tienen mejores indicadores de salud, de igualdad y de aseguramiento del derecho a la salud. Se señala que éste es un issue de desigualdad, lo que queda demostrado por el negativo coeficiente Gini que caracteriza a Chile en comparación con muchos otros países del mundo, según cifras que reporta el Informe de Desarrollo Humano que emite el PNUD (2010) y publicadas por Salud Un Derecho.