Desigualdades E Inequidades En El Sistema De Salud Chileno

Una explicación posible son las variaciones genéticas dentro de las poblaciones, pero esta determinación de tipo biológica no constituye en sí misma una inequidad además que en la mayoría de los problemas de salud psychological, determinan una fracción menor de sus resultados. Las inequidades son aquellas desigualdades que se producen por injusticia social y que serían posibles de cambiar si las condiciones de justicia social mejoran, es decir son desigualdades injustas y evitables. “Continuar con la medición de la desigualdad e identificación de las personas que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad es relevante para la formulación de políticas públicas orientadas a la disminución de la inequidad en salud. Por tanto, este trabajo es el inicio de una línea de investigación que busca entregar evidencia sobre las desigualdades en salud bucal para las autoridades sanitarias y los tomadores de decisiones y mejorar las actuales políticas y programas orientados a la salud bucal de la población”, concluye la académica e investigadora. Existen diversas teorías que explicarían de qué manera la inequidad afecta los índices de salud psychological desigualdad y exclusion social de un país.

Asimismo, sociedades más inequitativas tienden a tener peores resultados globales que las que podrían tener en un escenario de mayor igualdad. Un sistema de salud common, eficiente, y equitativo puede amortiguar dichas desigualdades, incluso si éstas son consecuencia de profundas inequidades sociales. Nuestro sistema de salud divido, entre ricos y pobres, determinado por la capacidad de pago de las personas, actúa profundizando estas desigualdades.

El decano Humberto Guajardo reafirmó el compromiso de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach para llevar a cabo “una medicina social y cercana para todos los habitantes de este país”. La autoridad también hizo hincapié en la calidad de los expositores y en la importancia de abordar las desigualdades en salud, debido a su relación con otras problemáticas, como por ejemplo, el narcotráfico y las adicciones en adolescentes y adultos. Primero, son alarmantes al informar que existe una diferencia de hasta 17,7 años en la esperanza de vida al nacer, según posición socioeconómica. Y segundo, los resultados difieren de los informes realizados localmente hasta la fecha, los que han mostrado diferencias considerablemente menores entre las comunas de Santiago. Las sociedades capitalistas producen, como resultado de su lógica interna, diversas formas de desigualdad de poder.

Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros. En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. Apoyamos que todos los niños y niñas reciban el conocimiento y habilidades necesarias en derechos humanos, igualdad de género, paz, diversidad cultural (ODS 4), y protección del medioambiente, para que puedan convertirse en actores principales del desarrollo sostenible. En particular, y con el fin de eliminar las barreras de género, promovemos los derechos educativos desde la igualdad de oportunidades y contribuimos a crear entornos educativos en que prima la equidad (ODS 5), estableciendo acciones concretas para subsanar posibles desventajas.

desigualdades e inequidades en salud

Una importante dimensión de su aporte ha sido desarrollar centros de investigación y laboratorios que generan conocimientos en los temas prioritarios de salud en cada territorio. Asimismo, las universidades regionales integran sus actividades de formación e investigación con los programas de extensión y vinculación con las comunidades de su entorno. El acceso a los fármacos es important para asegurar la calidad de vida y, en muchos casos, la vida misma de las personas. En Chile su acceso es negado a muchas personas por el elevado precio o por la distribución geográfica de las farmacias, o sea, por discriminación socioeconómica y/o territorial. “Pan, techo y abrigo” era desigualdad tipos una expresión que en tiempos pretéritos parecía sintetizar las carencias sociales básicas de la población. Con el tiempo, y a medida que la sociedad se complejizó y los Estados asumieron más responsabilidades, se agregaron otras, como educación, salud y previsión.

Una notoria inequidad en el ámbito de la salud oral afecta a las mujeres en Chile. Según un estudio realizado por la académica e investigadora de la Facultad de Odontología de la Universidad de Valparaíso Marjorie Borgeat, las chilenas de 45 años tienen en promedio diecisiete dientes, tres menos que los hombres, y al cumplir los 65 años la mayoría de ellas conserva apenas nueve, lo que compromete su función masticatoria en forma severa. En los últimos 10 a 15 años, los países de la región han logrado avances significativos en la reducción de la pobreza y en la promoción de la prosperidad, dijo la autoridad, sin embargo, “las variaciones en el acceso y cobertura de servicios de salud de la mujer, el niño, y el adolescente entre y dentro de los países persisten, y en ocasiones, se están ampliando”, acotó. La desigualdad educativa es provocada por las diferencias en las oportunidades formativas que afectan las condiciones de vida a futuro. La educación es un derecho, pero no todas las personas tienen el mismo acceso a la misma calidad.

En efecto, la llegada de autoridades regionales electas y las prioridades que marca la Convención Constitucional anticipan que muchas inequidades territoriales debieran enfrentarse. Y en ese propósito la experiencia, conocimientos y aportes de las comunidades universitarias regionales serán fundamentales. Así avanzaremos en cumplir el mandato constitucional, proveyendo a todas las personas los mismos deberes y derechos, con independencia del lugar donde vivan. La Constitución de la República de Chile, artículo 19º, asegura a todas las personas igualdad ante la ley. Sin embargo, en muchos ámbitos el mercado y la acción del Estado generan un trato desigual, como ocurre con lo vinculado a la salud.

Más estratégicamente, se ha utilizado activamente la tecnología de la información y las comunicaciones (TICs) para desarrollar contenidos y aplicaciones, ampliando la oferta educativa a través de los medios de comunicación, apoyando a niñas y niños para que sean capaces de continuar y disfrutar su proceso de aprendizaje. Adicionalmente, se provee acceso a actividades extracurriculares en áreas de ciencias desde la robótica, artes desde la creación cinematográfica y al desarrollo socioemocional de forma específica y transversal en cada programa. En el 2017, el Congreso chileno aprobó la nueva Ley de Educación Pública, que tiene como objetivo transferir los servicios de educación pública de los gobiernos municipales a nuevas agencias locales de educación para conformar un nuevo sistema nacional de educación pública. Los sistemas educativos deben procurar recursos financieros y no financieros para los alumnos de menores recursos para asegurar que todos los alumnos gocen de altos niveles de aprendizaje. En adición, es igualmente importante responsabilizar a las escuelas por sus resultados académicos. Las capacidades de las familias para llevar a cabo su cometido educativo no están equitativamente distribuidas, puesto que la pobreza, el nivel educacional de madres, padres o cuidadores, y su capital social influyen en el desarrollo y el desempeño escolar de niñas, niños y adolescentes.

Según un grupo de investigadores de la escuela de Salud Pública de Harvard y la Universidad de California (Berkman, Kawachi, & Glymour, 2014), en una sociedad desigual existen más personas con malas condiciones de vida y mal acceso a la salud, lo que hace que disminuyan los índices de salud física y psychological del país. Además de este efecto absoluto del ingreso, también existe un efecto relativo del ingreso. Aunque las personas en general tengan cubiertas sus necesidades básicas, el hecho de no poder pagar por bienes y servicios a los que otros sí tienen acceso lleva a una sensación de injusticia y a la percepción de tener una posición social inferior. Esto genera estrés y frustración y el deseo de escalar socialmente con el fin de ser reconocido y pertenecer a aquel grupo que sí tiene acceso a los beneficios y reconocimiento social. Los medios de comunicación, especialmente el acceso a internet, permite a aquellos de bajos ingresos ver cómo viven aquellos con mayores ingresos.

Por otro lado, que la desigualdad de poder podría explicar por qué se requiere un estallido social para que se aborde políticamente la inseguridad con que vive una parte relevante de la población. Aunque no conozco evidencia que ligue causalmente tales desigualdades con el estallido, conjeturo que bajo el supuesto de que el pueblo actúa con racionalidad política, la probabilidad de un estallido social debería aumentar cuando las dos desigualdades descritas se juntan con la intensidad del caso chileno. En cuanto a la situación en que se encuentra Chile respecto de otros países, la odontóloga explica que al menos al nivel continental sólo Canadá y Estados Unidos tienen cifras sobre este tema y que, si bien sus indicadores son mejores, estos también revelan la existencia de una desigualdad en pérdida dentaria por género entre mujeres y hombres mayores.

Desde hace casi dos décadas nuestro país realiza la Encuesta Nacional de Salud (ENS) y en forma permanente se han encontrado inequidades en salud mental cuando se compara a los grupos según posición socio-económica y otros determinantes sociales. Las personas con menor nivel educacional (que es un indicador de posición social) tienen una prevalencia de síntomas depresivos que es el doble de la reportada por quienes tienen un nivel educacional alto. A su vez, las mujeres de cualquier nivel educacional tienen el doble de prevalencia de estos síntomas depresivos. Aquí estamos frente a una inequidad por acceso a la educación y a otra por inequidad de género. Los estudios sobre inequidades en América Latina son escasos, particularmente en salud.

Por más de cuatro años el equipo de periodistas de CIPER desmenuzó y rastreó sus redes de complicidad, protección y corrupción. En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los trabajadores. Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A continuación, el informe indica que del subcomponente del gasto que se canaliza en los fondos de seguros de salud -que suma el 6,9% del PIB- un 2,4% del PIB está constituido por cotizaciones a fondos privados y gasto de bolsillo de afiliados a los seguros privados.

La IX Escuela abierta de salud pública, se desarrolló durante los días 23 y 24 de marzo de 2023. En esa instancia participaron distintas organizaciones vinculadas a centros de salud y dirigentes sociales de Chile. Lo anterior adquiere aún más relevancia si se considera que el tratamiento dental o la atención odontológica es la segunda prioridad de gastos en salud que tienen las personas en Chile -en explicit las mujeres- después de los medicamentos.