Conferencia Abordó Trabajo Y Desigualdad En América Latina: Hay Países Capitalistas Que Son Desiguales, Pero No Tanto Como Los De La Región > Uct

La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado outline la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.48 desigualdad internacional en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Entre 1930 y 1970, hubo una moderación del fenómeno en el contexto de una creciente democratización del país, revertida durante la dictadura militar, cuando grandes transformaciones domésticas y de la economía mundial generaron innovaciones tecnológicas y de otro tipo que impactaron sobre la desigualdad de ingresos.

Con ello, Chile contará con fondos de rápida disposición en caso de desastre, lo que le permitirá proteger su presupuesto fiscal y reducir la necesidad potencial de movilizar deuda después de un evento. «Llega un cierto punto en el desarrollo de un país en que se hace más difícil bajar la desigualdad». Pero cuando los países reducen la pobreza en esos núcleos duros, lo que sigue después es más desafiante. El caso de El Salvador es paradójico y sirve para ejemplificar por qué en ocasiones la disminución de la desigualdad no es una señal de que el país en su conjunto está mejor.

Sin embargo, concluye que esta relación (el PIB per cápita) no explica la mayor parte de las variaciones en la desigualdad entre países o a lo largo del tiempo. Por ello, en su estudio incluye variables como el nivel educacional, la apertura económica y el índice de democracia, como determinantes de la desigualdad de la renta. Asimismo, se enfatiza en la importancia de aumentar las rentas de la población de menores ingresos, ya que se demuestra que períodos de tiempo en que el ingreso de los ricos aumenta proporcionalmente más que el de los pobres, son épocas donde aumenta la desigualdad. Por su lado, en períodos donde los ingresos de las familias más pobres son los que proporcionalmente tienen un mayor incremento, las desigualdades se reducen. Desmintiendo, acorde con distintos autores (Arndt, 1983; Guillén, 2004 y Piketty, 2014) la teoría del “goteo”, la cual postula que, favorecer a los estratos más ricos de la población, tiende a favorecer al resto de la sociedad, a través de un goteo que llega a las personas menos favorecidas, en consecuencia la desigualdad se scale back. En otras palabras, a medida que crece la disparidad en los ingresos dentro de una sociedad, también aumentan los motivos para que las personas de bajos ingresos participen en actividades delictivas.

desigualdad en paises

Con una exposición marcada por el análisis de los patrones e influencias que han llevado a perpetuar la desigualdad en nuestro país, el académico estadounidense fue enfático en señalar que “el tema elementary en esta materia es la interacción entre desigualdades arraigadas y el diseño de políticas”. En esa línea, argumentó que “los chilenos apoyan las desigualdades ‘justificadas’ por el esfuerzo, pero expresan un gran descontento por las ventajas del privilegio”. Así, la desigualdad sería impulsada a través de múltiples mecanismos que interactúan en un sistema como, por ejemplo, el capital heredado, retornos  y previsión. En este punto destacó que “existe una alta proporción de ciudadanos que expresan rabia por los niveles actuales de desigualdad. Es necesario invertir más en la educación pública, porque la desigualdad educativa en la mayor parte de los países es tremenda.

Además, deben demostrar ser contribuciones teóricas, metodológicas y/o empíricas de algunas de las dimensiones de estudio mencionadas anteriormente. Incluso en las ciudades más ricas del mundo existen comunidades que viven en la pobreza extrema. La desigualdad es un fenómeno que no solo afecta a los individuos por si solos, si no que, a comunidades completas, todos estamos interconectados de alguno u otra forma.

Los resultados de la prueba F indican que para todas las ecuaciones de la (Tabla 1) existen Efectos Fijos en el tiempo. Por lo tanto, argumentan que el efecto neto del aumento de la desigualdad en el crimen es ambiguo porque estas dos fuerzas están trabajando al mismo tiempo. La desigualdad puede cambiar, pero el efecto que primero ocurra dependerá de la elasticidad de las dos curvas. El trabajo desarrolló un modelo teórico simple para dar sentido a la ambigüedad encontrada en la literatura empírica sobre la relación entre desigualdad de ingresos y delincuencia. Así, se mostró que la desigualdad afecta la oferta de delitos pero también, simultáneamente, la demanda privada de protección.

Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre en Chile; una cifra que es señal de alarma. Este artículo busca responder cuáles son los determinantes de la desigualdad del ingreso, desde la perspectiva de sus regiones. Es en lo último donde radica la novedad del estudio, ya que contribuye al tema de la desigualdad, anteriormente estudiado en Chile, pero desde un punto de vista regional. Para lograr el objetivo se trabaja con la base de datos construida en el trabajo anterior de Mieres (2019).

Invertir en educación y en el desarrollo de competencias, aplicar medidas de protección social, luchar contra la discriminación, apoyar a los grupos marginados y fomentar la cooperación internacional para un comercio y unos sistemas financieros justos. A pesar que algunos países han superado sus barreras socio-económicas, avanzando en temas como salarios y derechos sociales, otros retrocedieron. Por su parte, Romero puso el énfasis en cómo se ha abordado, desde el Estado, la dualidad de desigualdad y pobreza.

Ingresos del 10% más rico de la población son nueve veces más que el 10% más pobre en la OCDE. En el caso de Chile, en cambio, el 10% más rico luce 27 veces los ingresos del 10% de menores ingresos. Este patrón caracteriza a Chile y probablemente a otras sociedades latinoamericanas y es más pronunciado que en otros países del mundo.

En un esfuerzo inédito por acercar la evidencia científica al debate público, un grupo de investigadores crearon una base de datos de acceso abierto que permite un análisis más sistemático de la desigualdad a nivel global. Este número nos sitúa en el lugar 24 en términos de desigualdad sobre el whole de 159 países con datos disponibles, y nos corona como el país más desigual de la OCDE. El director ejecutivo de Colunga, Arturo Celedón, destacó el aporte que la investigación tiene para poder mejorar las políticas públicas dirigidas a la niñez y la colaboración de las distintas organizaciones de la alianza. En la ocasión, el Dr. Castillo señaló que América Latina es la región más desigual del mundo y que “la trampa no reside en la pobreza sino en la desigualdad como sistema inequitativo”.

La desigualdad tiende a ser más alta en regiones con mayor concentración de población indígena, respecto del complete nacional. Por su parte, se observa que regiones con mayor aporte del sector secundario, ceteris paribus, tienden a ser menos equitativas, posiblemente porque los beneficios captados en este rubro no son inclusivos con toda la comunidad. Deininger y Squire (1998), en una investigación que buscaba confirmar o refutar la hipótesis de Kuznets, realizaron un análisis con datos longitudinales de forty nine países del mundo. En la mayoría de los casos no encontraron una relación significativa entre ingreso per cápita y desigualdad. En cinco de los países encontraron una relación que confirma la hipótesis de la U invertida (Brasil, México, Hungría, Trinidad y Filipinas), mientras que en cuatro de ellos (Estados Unidos, Reino Unido, Costa Rica e India), encontraron evidencia que la contradice. Los autores interpretan sus resultados como una indicación de que no hay una ley universal desigualdad en paises inamovible, sino que más bien, los cambios en los ingresos y la desigualdad, son afectados por las condiciones iniciales de los países y posiblemente por las políticas (Deininger y Squire, 1998, pp. 261).

La información recopilada para el desarrollo de este trabajo, se ha obtenido de la base de datos construida en Mieres (2019)1. Asimismo, se aplica la misma metodología, pero para estudiar la convergencia de la desigualdad del ingreso regional. Se analiza el índice de Gini al inicio del período frente a la variación promedio anual del Gini.

“Los sistemas escolares de alto nivel prestan atención a cómo se selecciona y capacita a su private docente. Observan cómo mejorar el desempeño de aquellos que tienen dificultades y cómo estructurar sus remuneraciones. Proporcionan un ambiente en que los maestros trabajan juntos para formular y desarrollar buenas prácticas y proporcionan vías inteligentes para que avancen en sus carreras profesionales.