A raíz de ello, cabe diferenciar entre la percepción del apoyo social disponible y el apoyo social realmente recibido. De acuerdo a varios estudios (Uchino, 2004, 2009), la percepción del apoyo social disponible tiene efectos más significativos para aumentar el bienestar, lo cual podría deberse a que el beneficio del apoyo social realmente recibido depende de las necesidades del individuo (Maisel & Gable, 2009). Además, el apoyo social por parte de vínculos sociales cercanos (por ejemplo, la pareja íntima, la familia y amigos) tiene un efecto más considerable sobre la salud mental que el apoyo que brindan vínculos sociales periféricos (Thoits, 2011).
A raíz del análisis de las correlaciones correspondientes a la necesidad de apoyo, surgió otro argumento más que resalta la importancia del apoyo social, pues entre las personas con NBLE, existen asociaciones positivas con la depresión y la ansiedad. Una explicación a ello comprende que un sujeto depresivo y/o ansioso percibe aumentados niveles de necesidad de apoyo, lo cual está en consonancia con previos estudios (Mohr et al., 2004; Van Beljouw et al., 2010). De lo contrario, las asociaciones significativas de la necesidad de apoyo difieren con respecto a los individuos con NALE, pues éstos exhibieron solamente una correlación negativa con la ansiedad fóbica. Eso quiere decir que, entre más elevados niveles de ansiedad fóbica tienen, menor necesidad de apoyo social percibe, lo cual podría estar relacionado con el contexto de la pandemia del COVID-19 y los riesgos de contagio. Aun así, es llamativo que la mencionada relación no existía con respectos a los sujetos con NBLE. De ahí surgió la thought la pobreza como privación de capacidades para crear “EconoMía”, programa dirigido por Rodrigo Herrera, decano de nuestra facultad.
La pobreza nunca se fue del todo de Chile, pese a que disminuyó en forma muy relevante en las últimas décadas, pasando del 68% de la población en 1990 al eight,6% en la última medición, de 2017, una disminución inédita en la región. Sin embargo, la pandemia del Covid-19 hizo que nuevamente este fantasma volviera a cobrar protagonismo, con la amenaza de volverse real para muchas familias. En esa línea, la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, subrayó que “la realidad que nos muestra la Encuesta Casen en Pandemia 2020 es necesaria y basic para saber cómo levantarnos de esta crisis.
De acuerdo al documento, se espera que la desigualdad del ingreso whole por persona aumente en 2020, dando lugar a un índice de Gini promedio un 2,9% más alto que el registrado en 2019. Sin las transferencias realizadas por los gobiernos para atenuar la pérdida de ingresos laborales, cuya distribución tiende a estar concentrada en los grupos de ingreso bajo y medio, el aumento esperado del índice de Gini promedio para la región habría sido del 5,6%. En Uruguay, las respuestas a la situación social y económica de la pandemia supusieron, por un lado, cambios en la seguridad social, que básicamente permitieran la atención a las personas desempleadas. Asimismo, -y en sintonía con el resto del continente- las transferencias monetarias fueron el principal programa de atención a las consecuencias de la pandemia, dirigido a los sectores vulnerados social y económicamente. De acuerdo con el gobierno fueron destinados los recursos necesarios para atender las consecuencias sociales de la pandemia.
Tal como ya se ha indicado anteriormente, desde el inicio de la pandemia (marzo de 2020), aproximadamente 2 millones de trabajadores perdieron sus fuentes laborales. La estimación de la pérdida de ingresos para los trabajadores formales corresponde a la suma de la pérdida de la remuneración líquida de quienes perdieron su empleo y no han vuelto al mercado laboral, más la pérdida de la remuneración de los que estuvieron cesantes y/o encontraron un empleo con menor remuneración[24]. Por último, la caída de ingresos líquidos de los informales ascendió a aproximadamente 7,three mil millones de dólares. Esta estimación se realizó utilizando la diferencia de empleos en el sector informal en un escenario sin pandemia versus el escenario con pandemia[25]. Para los ingresos de este grupo se utilizó como fuente de información los datos de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) del INE. Si solamente tomáramos en cuenta los ingresos laborales de los trabajadores y las pensiones autofinanciadas, la tasa de pobreza nacional se eleva de 10,8% a 40%.
Brasil y Argentina son los países con mayor nivel de deuda (en torno al 100 percent del PIB) y de déficit público (superando el 10% del PIB) en 2020. “Deberían esperar a que se recupere el empleo antes de retirar las ayudas a la renta de algunos de estos hogares más vulnerables”, dijo. En los últimos dos años, los gobiernos de todo el mundo han puesto en marcha paquetes de estímulo para ayudar a apuntalar sus respectivas economías. “Tenemos que asegurarnos de que todo el mundo tenga acceso a las vacunas o a algún tipo de tratamiento para la pandemia, porque hasta que no se consiga controlar el shock sanitario, es muy difícil pensar en la recuperación económica, ¿verdad? “La pandemia ha evidenciado y exacerbado las grandes brechas estructurales de la región y, en la actualidad, se vive un momento de elevada incertidumbre en el que aún no están delineadas ni la forma ni la velocidad de la salida de la disaster.
El acompañamiento psicosocial y sociolaboral por parte de las Apoyos Familiares Integrales es parte crucial de su metodología de intervención, a partir de visitas a los hogares de las familias usuarias. Debido a la disaster desatada por la pandemia de COVID19, el acompañamiento presencial debió ser modificado por un acompañamiento telefónico, en un esfuerzo de adaptación metodológica que busca dar continuidad a la intervención del programa Familias. Así también, la emergencia sanitaria evidenció las complejas condiciones laborales en las que trabajan las profesionales encargadas de esta intervención y la fragilidad de las estrategias gubernamentales para la superación de la pobreza.
Según el estudio, existen percepciones sobre la situación laboral que cambiaron considerablemente entre 2019 y el año pasado producto de la pandemia. La académica e investigadora explica que la pandemia ha profundizado los históricos problemas de desigualdad que nos aquejan. A juicio de la investigadora, estamos en medio de una crisis que definitivamente, “no afecta a todos por igual” y ha evidenciado la “vulnerabilidad” de la clase media. Hace unos días, el entonces Ministro de Salud Jaime Mañalich, generó polémicas al afirmar que no tenía conciencia de la magnitud de los niveles de hacinamiento y pobreza existentes en un sector de Santiago.
Vemos (Figura 6) que este shock significó, por ejemplo, un gran aumento en la probabilidad de morir joven en las comunas menos privilegiadas. Cuando hablamos de desigualdad generalmente lo hacemos desde el punto de vista económico; y ahí indicadores como el “Gini” o el índice de Palma son medidas estándar para cuantificar la desigualdad en la distribución de ingresos. Sin embargo, la desigualdad se expresa de muchas otras formas; una muy importante es la esperanza de vida. Si la desigualdad en la esperanza de vida es alta esperamos que en algunas comunidades (las más ricas) las personas llegarán a edades avanzadas, desarrollando más plenamente y disfrutando de los beneficios de una pensión.
El estudio de Delaporte, Escobar y Peña destaca además que han sido clave en varios países los permisos especiales para que trabajadores puedan desarrollar su labor en cuarentenas. En esa medición, Chile quedó en la mitad de la tabla de la región, con cerca del 57% de trabajadores que pudieron ejercer durante los períodos de confinamiento. En ese listado, el país donde menos personas pudieron trabajar durante las cuarentenas fue Argentina, con un 37%, país que además la pobreza en república dominicana ha tenido las cuarentenas más largas de la región (con un 29% del tiempo en esa condición) y es uno de los más afectados en términos económicos y de los con peores resultados en salud en el mundo. También destacar el rol del IFE en proteger de pobreza”, a la vez que indica que los números son destacables en relación a la región. Un año después comienzan a dibujarse las primeras cifras de lo que realmente habría pasado con el porcentaje de pobres en el país.
La secretaria ejecutiva del organismo internacional, Alicia Bárcena, recordó que el organismo prevé una caída de 4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en 2020, lo que influye directamente en las proyecciones entregadas hoy. Además, añadió la caída de las exportaciones y de los precios de los commodities, así como también el incremento del desempleo y la caída de ingresos laborales a los factores determinantes. La pandemia ha generado la crisis económica más grave y generalizada que haya sufrido Latinoamérica desde que existen registros estadísticos. Uno de los mecanismos por los cuales la pobreza afecta el desarrollo de los niños es a través de la parentalidad. El
Según información extraída del Banco Mundial, desde el año 2020 este grupo vive con menos de dos dólares al día, es decir, un poco más de $1700. Están alejadas de toda referencia al derecho a garantías mínimas y, por tanto, a la responsabilidad pública. Este aparece como algo que quienes viven en la pobreza, deberían realizar, sin discusión sobre las condiciones y características que convierten a un empleo en fuente de legitimidad y las oportunidades se asumen que existen.