Según muestran las cifras, la principal fuente de financiamiento de la salud en Chile es precisamente el gasto de bolsillo, representando el 40% del gasto total en salud; el 35% de los recursos disponibles para salud provienen de las cotizaciones (que van tanto al fondo público como a los privados); y el Estado aporta el 25% de los recursos que se gastan en salud. Una tercera y muy importante fuente de financiamiento que menciona el informe es el gasto de bolsillo “que incluye compra de remedios, pago de exámenes no cubiertos por los seguros de salud y copago a las prestaciones en salud como hospitalizaciones y consultas médicas”. Este curso sirvió como instancia preparatoria para el VI Congreso Chileno de Salud Pública y VIII Congreso Chileno de Epidemiología, el cual se está desarrollando durante los días 6, 7 y 8 de mayo, bajo el lema “La equidad en salud para una sociedad en creciente complejidad”.
Los contenidos de la capacitación se centraron en la introducción a los conceptos de equidad y desigualdad social en salud, diversas métricas para análisis en la materia y cómo establecer metas nacionales en sanidad con enfoque de reducción de desigualdades. Los autores plantean que la esperanza de vida coincide con un patrón geográfico claro al inside de la ciudad, evidenciando la segregación socioeconómica y de nivel de salud en Chile. Se observó que la mayor esperanza de vida se concentra desde el centro y hacia el oriente de Santiago, con una expectativa de hasta 17,7 años más en estas zonas favorecidas. La implementación del aborto por plazos, que establezca una edad gestacional límite como ocurre en otros países, sería una oportunidad de hacernos cargo del aborto inseguro, que representa una carga desproporcionada para las mujeres y para el sistema de salud.
Las desigualdades sociales contribuyen a las desigualdades educativas porque restringen la habilidad cognitiva y no cognitiva. Según un estudio del Economic Policy Institute sobre niños y niñas de guardería del año 1998 y 2010, hay un hueco de desempeño entre los niños en el nivel socioeconómico más bajo desigualdad social y cultural y más alto que persisten entre ambas clases. Esto es importante porque las habilidades cognitivas y no cognitivas son importantes para el éxito en la escuela y en otros aspectos. Sin estos éxitos, no habrá buenas perspectivas económicas en el futuro lo que conduciría a una falta de movilidad social.
Por otra parte, el financiamiento de los beneficiarios de FONASA concentra el 4,5% del PIB, que incluye las cotizaciones, los gastos de bolsillo y el aporte fiscal. La suma de estos financiamientos representa aproximadamente el 7% del PIB de Chile, y el informe concluye que la principal fuente de financiamiento de la salud proviene del gasto de las familias. Psicóloga Clínica UC; Magíster en Psicología Clínica mención Psicología Analítica, Universidad Adolfo Ibáñez; Analista Junguiana, socia fundadora de la Sociedad chilena de psicología analítica (SCPA- IAAP); Directora, docente y supervisora clínica del Magíster en Psicología Clínica Junguiana, Universidad Mayor. Socia fundadora de la Sociedad Chilena de Psicología Analítica Junguiana SCPA y Directora de formación de analistas de la SCPA. El consultor de la Oficina Panamericana de la Salud, César Gattini, señaló, entrevistado para el informe, que “el punto de la formación, si lo concentramos sólo en las especialidades médicas, es una brecha que no se puede resolver, aunque gastemos lo que gastemos en PIB nacional, porque no es una discusión de recursos, es una discusión de modelo”.
La pandemia por COVID-19 puso de manifiesto las grandes desigualdades e inequidades en salud – particularmente de nuestra región de Latinoamérica y el Caribe- y los turbulentos tiempos publish pandémicos, en materia social y política, así como las naturales resistencias a los cambios, han hecho más complejo lograr aplicar con rapidez las lecciones dejadas por la devastadora pandemia. Lamentablemente, la disaster política y social actual está agravando nuestra ya frágil salud mental debido a la violencia, la incertidumbre, el desempleo, mayores dificultades de acceso a la salud, el aumento de la polarización que trae el conflicto a nivel familiar y social, y la experimentación (y re-experimentación) de situaciones traumáticas. Si bien es muy reciente para cuantificar el impacto de la crisis en la salud psychological a nivel país, el Ministerio de Salud ya ha reportado un aumento en 22 % de las licencias médicas por salud psychological, llegando a las 6.000 diarias (Daza & Zuñiga, 2019). También se ha reportado un incremento importante en el número de consultas por trastornos mentales; un aumento, prácticamente al doble, del uso de medicamentos tranquilizantes o antidepresivos, y un incremento alarmante de personas que señalan que desearían poner término a su vida (Mañalich, 2019). En este texto sostengo que, por un lado, la desigual exposición a la incertidumbre es un problema relevante, que impacta fuertemente en la calidad de vida de quienes viven en Chile.
Los fármacos, como lo ha planteado el colegio de la orden, deben ser considerados bienes sociales para interés basic de la nación y la salubridad pública, por lo que su acceso debiera vincularse a la red de salud pública y no depender de su oferta en establecimientos comerciales. En octubre de 2019, había 59 comunas sin farmacias, en las que el Ministerio de Salud se proponía instalar establecimientos farmacéuticos. En efecto, la lógica comercial que domina la oferta de medicamentos margina a una parte importante de la población que vive en territorios aislados rurales, de baja población o distante de sus cabeceras comunales. Por último, el Dr. Mujica agradeció la invitación a la instancia, haciendo referencia a la trayectoria de Chile en “la lucha por la justicia social” y en materia de salud pública, contrastando con que su buen historial no libraba al país de “esta horrible pandemia silente, que es la desigualdad social y en salud”.
Así, la desigualdad de exposición a la incertidumbre se relaciona con el hecho de que sólo una fracción minoritaria de la población tiene acceso a un conjunto de seguros (privados, en este caso) que le permiten sortear estos “shocks negativos”, lo que se suma a que tal grupo enfrenta una menor incertidumbre laboral, es decir, tiene en promedio menos shock negativos que sortear. Dicho lo anterior, no creo que la de ingreso sea la desigualdad más relevante para explicar el estallido social. En cambio, en este texto sostengo –como hipótesis– que hay dos tipos de desigualdades que están relacionadas con la desigualdad de ingreso y que tienen una relación más directa con el estallido social, a saber, la desigualdad de exposición a la incertidumbre y la desigualdad de poder.
Fueron más de a hundred las personas que se inscribieron en el taller pre-congreso, actividad dirigida por la académica de la Facultad de Ciencias Médicas y Doctora en Salud Pública, Dra. Paula Martínez y en la que estuvieron presentes el decano Dr. Humberto Guajardo, y el representante de la Organización Mundial de la Salud en Chile (OMS), Dr. Luis Fernando Leanes. Curso teórico–práctico que describe el modelo de Determinantes Sociales en salud (DSS) de la OPS; discute los conceptos fundamentales de salud y DSS, y ejemplifica con diferentes casos la modalidad de abordaje de los DSS. Su propósito es implementar una metodología de análisis que pueda ser aplicada a distintos ámbitos de la Salud Pública. Si en los hospitales públicos de Santiago trabaja el 40% de los especialistas, en los de la Región de Tarapacá sólo lo hace el 1.5%, en Aysén el 1.4% y en Magallanes, el 1.6%.
Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. La investigación nos muestra que la salud mental de las personas estaría en parte determinada por el entorno socioeconómico, en donde la desigualdad económica sería un gran issue de riesgo. Frente a esto, se torna urgente entender y abordar la salud psychological de los chilenos y las chilenas no sólo como un fenómeno particular person, sino como un entramado psicosocial y socioeconómico del país. Es necesario comenzar a comprender la salud psychological de los chilenos y las chilenas desde una desigualdad que, lamentablemente, se ha convertido en un elemento constitutivo del país y, por lo tanto, del malestar actual de los ciudadanos.
El informe anual 2016 del Instituto Nacional de Derechos Humanos actualizó las cifras para aportar a este debate y además ofreció una serie de recomendaciones al Estado para mejorar la situación actual. En esta edición, el reporte se concentró en las diferencias en el acceso a la salud pública que existen entre la Región Metropolitana y el resto del país. Aunque Chile y México son los únicos miembros de la OCDE, y tienen una de las tasas de mortalidad materna e infantil más bajas de la región, tienen la tasa de desarrollo más baja por la igualdad en los países de la OCDE, asociadas con las grandes inequidades mismas Municipios.
Para responder esta pregunta revisamos la investigación internacional, la cual resumimos brevemente a continuación. Enfermeras, médicas, TENS, kinesiólogas, ingenieras, asistentes sociales, abogadas, psicólogas, matronas, secretarias y la lista sigue, y es que son numerosas las profesiones y oficios de miles de mujeres que diariamente se desempeñan en los establecimientos de salud pública de nuestra región. Es por ello que, en una nueva conmemoración del 8 desigualdades socio territoriales de marzo, el Servicio de Salud Coquimbo, realizó un significativo acto en sus dependencias, para reflexionar sobre la lucha que han dado y continúan dando cientos de mujeres en todo el mundo por la equidad de género y la erradicación de las brechas existentes en esta materia.
Esta desigualdad en salud en Chile se traduce en un per cápita bajo y una desigualdad muy alta, por lo que el documento plantea la deseabilidad de que el país pueda aumentar su per cápita pero acompañado de una mejor distribución de los recursos del país, de tal manera que se vea reflejado en los indicadores señalados y que acerque a Chile a países desarrollados como los de Europa. Se señala que éste es un factor de desigualdad, lo que queda demostrado por el negativo coeficiente Gini que caracteriza a Chile en comparación con muchos otros países del mundo, según cifras que reporta el Informe de Desarrollo Humano que emite el PNUD (2010) y publicadas por Salud Un Derecho. Hace un par de años Chile fue aceptado como parte de la OCDE (Organización por la Cooperación para el Desarrollo Económico). Gracias a las cifras de comparación entre los diferentes países, en Chile ya podemos ver cómo estamos con respecto de los demás miembros. Las sociedades con mayor inequidad generan más ansiedad, vergüenza, depresión y otras emociones negativas.
El acceso, la oportunidad, el enfoque y la calidad de estos son características fundamentales para la existencia y mantención de estas inequidades. En la ENS se encontró que las personas con síntomas depresivos y menor nivel educacional tienen menos posibilidades de acceder a un diagnóstico y tratamiento, en contraste con aquellos que tienen síntomas depresivos y un alto nivel educacional. Chile ha informado en la OCDE sobre la mejora las condiciones de enseñanza y se comprometió a suministrar administradores y docentes escolares competentes a las escuelas para implementar mejoras. Ha priorizado desarrollar las capacidades de administradores educativos, docentes y otros profesionales de la educación para promover la inclusión y la diversidad de los/as estudiantes. Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. El gobierno chileno se ha comprometido a reducir las desigualdades y la segregación entre los/as estudiantes al garantizar la gratuidad de la matrícula, escuelas públicas y/o privadas no selectivas y sin fines de lucro para todos los estudiantes, así como fortalecer la educación pública mediante la transferencia de escuelas municipales a nuevos servicios educativos locales a cargo.