En efecto, la investigación del Pnud, revela que el 41% de los chilenos experimentó “malos tratos” en el último año, lo que afecta mucho más a las personas de clase baja. “Las personas entienden que no tenemos todos que ganar lo mismo, y eso no genera un problema, pero una demanda mucho más potente de parte de la sociedad es el buen trato” en el comentario de una de las investigadoras. La sociedad hoy reconoce y valora la equidad de género como un imperativo ético para construir un Chile más justo. Pero aún resta mucho camino para asegurar la plena igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Uno de los puntos destacados por la investigadora en su presentación fue el desarrollo de la agenda regional de género en materias de seguridad social, iniciativa que compromete a los gobiernos de la región a impulsar acciones para disminuir la desigualdad en todas sus expresiones. El Día Internacional de la Mujer tiene su origen en los movimientos sindicales que a principios del siglo XX afloraban en América del Norte y Europa.
Sumado a ello, estos colegios tradicionalmente han enseñado los códigos culturales de los países occidentales desarrollados y son habitualmente bi o trilingües (especialmente aquellos en países de habla no-inglesa). Las familias, por su parte, cuentan con una serie de estrategias que refuerzan estos mecanismos de segregación por medio de la elección escolar. Van Zanten (2015) señala que las estrategias educativas de las familias de élite son seleccionar colegios guiados por su estatus de excelencia y por ser miembros de una comunidad de exclusividad, entre parecidos.
Hay propuestas como los impuestos a las grandes fortunas, que no son sólo propuestas de izquierda. El G7 en su última reunión publicó la idea de un impuesto del 15% a las trasnacionales, porque incluso para el capitalismo es malo que un sector canalice tanta riqueza, porque el dinero no circula. “Generalmente, la ideología que promueve la desigualdad hace que incluso las personas en condiciones más perjudiciales justifiquen la desigualdad”. [18] La evidencia disponible sugiere que considerando la suma de los impuestos corporativos y el impuesto a la renta, el 2009 el 1% más rico pagaba en promedio una tasa efectiva de 15%. [8] Estos números y los reportados por la OCDE no coinciden con exactitud dado el ajuste con datos administrativos a los ingresos altos. Es con esa motivación que se ha reactivado el interés político y académico por el impuesto a la riqueza complete desigualdad en el neoliberalismo (también conocido en Chile como el impuesto a los “súper ricos”).[17] Hoy la evidencia académica es más optimista que antes respecto a la aplicación de estos impuestos en términos de factibilidad e impacto esperado (ver aquí).
La reducción de la desigualdad es una tarea compleja y de largo plazo, que incluye políticas que afectan los ingresos autónomos de los hogares -laborales, educacionales-, así como políticas redistributivas que permiten que el Estado recaude y use recursos para promover el bienestar económico de la población. Estas políticas generales deben ser complementadas con estrategias más focalizadas y específicas que atiendan las necesidades de sectores pobres, marginados o discriminados. Otro de los temas que representan una demanda que no se circunscribe solo a la movilización actual, sino que viene de mucho antes, es el que dice relación con la presencia de “los mismos de siempre” en la toma de decisiones, terminología popular que se refuerza con los datos del libro.
Primero, se cerró la escuela pública, después cuando se vio que la situación iba para largo se intentó un modelo de presencialidad mixto. Adicionalmente, la convivencia en burbujas sociales lleva también a profundizar la desigualdad con las personas menos favorecidas dentro de la casa, como las mujeres, quienes no sólo tienen el mandato de hacer las tareas domésticas y de cuidado, sino también acompañar a los niños y las niñas en las clases virtuales y sus tareas. En principio hay que aclarar que la desigualdad es distinta a la pobreza, es la comparación entre la pobreza y la riqueza.
Latinoamérica como región, con excepciones de algunos países, desde el 2000 estuvo reduciendo la desigualdad durante un largo período de tiempo, con gobiernos que aplicaron medidas de redistribución de riqueza. En el presente texto se presenta el problema de la desigualdad social en el contexto de la teoría de sistemas sociales. Se sostiene la tesis de que el problema de la igualdad/desigualdad no puede ser entendido como un resabio de formas previas de diferenciación, sino que forma parte de la sociedad moderna. Se presentan en primer lugar los conceptos centrales que enmarcan la reflexión teórica, las críticas a esta posición, algunas precisiones conceptuales necesarias y, finalmente, algunas vías de reenfoque del problema y una propuesta de programa de investigación para la desigualdad de la sociedad. Sin embargo, éste indicador se basa exclusivamente en datos de la CASEN, que, como discutimos más arriba, no capturan los ingresos de los tramos de altos ingresos.
Así, plantea que las actitudes hacia la desigualdad se definen como disposiciones éticas y postula que la diversidad de redes basadas en la clase puede favorecer el desarrollo de lo que se ha denominado un «hábitus reflexivo» que probablemente impulse disposiciones más igualitarias. Profesora en Stanford, la socióloga chilena radicada en California presentó en Santiago los hallazgos de una investigación sobre movilidad intergeneracional en Chile, siempre en conexión con la desigualdad. Esto pasa por la accesibilidad y diseño common de bienes y servicios; así como por garantizar igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, trabajo, salud, justicia, vivienda, transporte, habilitación, rehabilitación, ser miembro de una familia y constituirla, vivir en comunidad, tomar decisiones propias y que estas sean respetadas.
Scuro también expuso sobre la evidencia internacional en materia de discriminación en los sistemas de pensiones de los distintos países y cómo este fenómeno se relaciona con el funcionamiento del mercado laboral. «La región está avanzando en reconocer que el financiamiento contributivo no tiene que estar asociado únicamente al estatus laboral de las personas», sostuvo. La mayor densidad de cotizaciones para mujeres y hombres en el sistema de pensioned chileno se ubica en los tramos de edad de años, de años y años. Además, mientras las mujeres se concentran en los tramos de más bajas densidades de cotización, una mayor cantidad de hombres se concentra en los tramos de densidad de cotizaciones más altos. Agrega que el movimiento es replicado en América del Norte, cuando una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América, el 28 de febrero de 1909, celebra en todo el país el primer Día Nacional de la Mujer, festejo que continúa el último domingo de febrero de cada año hasta 1913. Pero al igual que la OIT establece como hito del movimiento femenino en Estados Unidos la lucha por mejores condiciones de trabajo y derechos similares a los de los hombres.
El debate sobre la etiología de la desigualdad y el enfoque económico para enfrentarla seguirá su curso, pero las actitudes de la sociedad es una variable que depende de cada uno de nosotros. Es posible que de tanto observar el fenómeno de la desigualdad en nuestro país, se haya producido una suerte de acostumbramiento, como suele ocurrir cuando un factor negativo se perpetúa, un defecto irritante, pero crónico, que de vez en cuando se agudiza. Es, sin embargo, imperioso insistir en la vigencia de un problema sobre el cual es posible intervenir, un deber del Estado y de cada integrante de la comunidad nacional. La visita de la experta de la Cepal es parte de las actividades que está impulsando el Comité de Género de la SP para impulsar iniciativas que garanticen el cumplimiento de la normativa previsional sin discriminaciones y con una mirada integral como organismo de la seguridad social respetuoso de las diferencias, características y necesidades de la ciudadanía.
Cuando algunos Psicólogos Sociales hablamos de burbujas sociales, no criticamos su efectividad sanitaria ni la del distanciamiento social, para reducir el efecto de la pandemia. Los caminos de Juan Diego lo llevaron hasta Andalucía, la segunda zona más pobre de España (después de Extremadura), y a trabajar en el Laboratorio de Psicología Social de la Desigualdad de la Universidad de Granada. En ese grupo, se involucró en una línea de investigación que buscaba indagar por qué las personas más afectadas por la desigualdad justifican el sistema, y trabajó con personas que viven en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua. También hubo un reconocimiento social al personal de salud en la población general, aun cuando después no se viera reflejado en aumentos salariales por parte de los gobiernos.
Esta sección busca contextualizar el trabajo, dando una mirada global al país de estudio, Chile, presentando algunas de sus principales características sociodemográficas, contando un poco de su historia política y su evolución a nivel económico. “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso basic para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). Si usáramos lo que se paga de la deuda en América Latina para mejorar la salud tendríamos menos personas muriendo por COVID 19. No hablamos de propuestas que se podrían tildar de comunistas como eliminar la propiedad privada o de expropiar a los ricos, sino de evitar que la gente se muera hoy. También se propone el ingreso básico common, que haría que por lo menos los sectores más desfavorecidos no pasen hambre. Además, se sumó recientemente al Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) ubicado en Chile, uno de los principales centros de América Latina dedicado al tema de conflictividad social y desde donde analiza la desigualdad que atraviesa al continente.
Observamos un país en disaster, con un nivel de desigualdad que se ha estancado en niveles altísimos. Por el contrario, es el diseño institucional y las políticas públicas los que han permitido que eso ocurra. En otras palabras, son decisiones políticas desigualdad en américa latina pdf las que han transformado la globalización en desigualdad. El primer efecto consiste en que un incremento de los impuestos al ingreso puede inducir a las personas a trabajar menos, lo que sería económicamente ineficiente y además reduciría la recaudación.
A modo de ejemplo, el Gini de la Región Metropolitana para el año 2017 es de 0,50, levemente por sobre el de Chile (0,49), pero muy por sobre el de otras regiones, tales como la de O’Higgins (0,40), Arica y Parinacota (0,41), Tarapacá (0,42) y Antofagasta (0,43). De hecho, el segundo lugar del ranking de desigualdad en Chile lo ocupan La Araucanía, Aysén y Los Ríos, todas con coeficientes de Gini de 0,forty seven, lo que constituye una diferencia no menor respecto de la Región Metropolitana y del promedio nacional. En los últimos 15 años ha habido una reducción de la desigualdad de los ingresos, aunque el coeficiente de Gini de 0.forty eight en la última medición disponible para Chile (2017) está lejos aún del promedio de las economías desarrolladas (figura 2). Es imperioso posicionar este problema social como tal en la comunidad local, de manera que la política pública se haga cargo de esta situación no deseada, cumpliendo con esto, con la interacción que debe existir entre Estado y ciudadanía. No debemos dar la espalda a nuestros territorios rurales, ya que con ello avalamos la pérdida de saberes populares, la pérdida de identidad, la desvalorización y no visualización del patrimonio ambiental, histórico y cultural, recursos que movilizados contribuyen al bienestar, el desarrollo y la realización humana en nuestra región.
Por último, el organismo invita a entregar mejor información sobre la desigualdad, algo que puede «ayudar a proporcionar un terreno común para el debate público, abordando la división y la polarización de la opinión pública». Los expertos también invitan a alcanzar una mejor comprensión de la efectividad de las políticas. Señalan que los ciudadanos están a favor de las políticas que consideran eficaces, por lo que se debe evaluar el impacto de las iniciativas para reducir la desigualdad y facilitar su entendimiento para la ciudadanía.