Chile Agenda 2030, Ministerio De Desarrollo Social Y Familia

Sin embargo, cabe constatar las importantes brechas de género que la pandemia ha ido profundizando respecto de la productividad científica entre investigadoras e investigadoras, en desmedro de las primeras y con efectos sobre las trayectorias de científicas que recién estamos viviendo (Squazzoni et al., 2021). En el ámbito de la investigación académica hemos sido testigos de cómo la disaster sanitaria, el confinamiento, la educación remota y el teletrabajo han generado una serie de dificultades para los investigadores e investigadoras que realizan trabajo empírico. Los tiempos de la investigación cualitativa han sido complejos; las observaciones etnográficas y entrevistas de campo se han debido desarrollar vía zoom u otras plataformas tecnológicas, las cajas de herramientas de indagación y producción de datos sociales ha debido ajustarse y transformarse. Esto produce desafíos teóricos y metodológicos interesantes y necesarios de sistematizar y socializar.

Otro resultado ha sido el crecimiento sostenido de los asentamientos informales que por un lado permiten a familias vulnerables acceder a una vivienda, pero por otro lado las exponen a condiciones de habitabilidad precarias lo que se reflejó sobre todo en su acceso a servicios básicos. Cuando pensamos en la circulación y probabilidad de contagio de un virus, el hacinamiento se percibe como un factor de riesgo frente a las escasas posibilidades que existen para guardar distancia y así evitar contagiar al resto del grupo acquainted. Por otro lado, guardar cuarentena se transforma en un gran desafío cuando una o más personas deben compartir el dormitorio y podría generar problemas serios en la convivencia al interior de las familias.

desigualdad en la pandemia

Después de que los ingresos se desplomaran a principios de 2020, los dólares adicionales ayudaron a los hogares de todo el espectro de ingresos a recuperarse. Para recuperarnos del daño económico de la pandemia, debemos entender quién sigue enfrentando dificultades. Los banqueros centrales necesitan saber dónde dirigir la ayuda y cómo las políticas económicas más amplias —en impuestos, comercio, gasto en infraestructura y esfuerzos para combatir la inflación podrían afectar el bienestar económico de las personas. Paradojalmente, si bien señalamos las dificultades de investigadores asociadas al confinamiento, también hemos observado cómo la producción académica en términos de artículos científicos ha ido en aumento. Para algunos investigadores, la pandemia también ha permitido tener un mayor tiempo para socializar los resultados de investigaciones a través de publicaciones. En relación a esto hemos podido constatar un crecimiento notable en la recepción de artículos de nuestra revista, no solo para esta sección temática de COVID-19 sino que también en la recepción de artículos libres y otras secciones temáticas.

Este panorama mundial, ha movilizado acciones para reducir la desigualdad, como lo declara el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 10. Esto se enmarca en los compromiso que han adoptado líderes para conseguir un futuro sostenible para todos los individuos, expresado en los 17 objetivos para transformar el mundo. Cabe reseñar, en este punto, que la forma en la que se va a entender la relevancia en esta investigación es desde la perspectiva de Dearing y Rogers (1996). Los autores definen este sistema como un concepto unidimensional, construido desde la dimensión del número de noticias publicadas. A nivel de Europa, Sahd considera que los más importantes son la aprobación del  plan de rescate para los países de la Unión Europea impactados por la pandemia y darle seguimiento a las negociaciones comerciales entre el Reino Unido y EE.

Tener conciencia de especie es necesario para nuestra supervivencia y no es viable continuar con divisiones clasistas, racistas, geográficas, económicas, culturales y de género que derivan en la aceptación y normalización de la existencia de “humanos de segunda”. Es aquí donde la ética y la corresponsabilidad juegan un papel importante para pensarse desde lo comunitario. Al respecto, la representante de la comisión organizadora y académica de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Yesika Herrera, señaló que “las situaciones de desigualdad del país y cómo estas se agudizan en periodos de pandemia, definimos un gran eje que se relaciona con la resistencia y la emergencia que se generan en contexto de crisis. Resistencia porque se relacionan con las acciones de los movimientos sociales y también organizacionales para hacer frente a esta disaster y emergentes en el sentido de que en este contexto de disaster surgen iniciativas que apuntan a cambios que afecten los elementos más estructurales que sostienen la desigualdad. Hemos evidenciado cómo el aumento de la pobreza y violencia apuntan a factores estructurales, sociales y económicos.

En la mayoría de los casos, la violencia intrafamiliar tiene un altísimo peso económico”. La explicación de Calderón es que cuando las mujeres son económicamente independientes, hay un freno al control sobre ellas que ejercen sus parejas y que se traduce en violencia. “… aún se advierte el peligro de cierres elitarios al proceso constitucional en curso, sea por la estrechez en la representatividad de este como en los intentos por aislarlo de la movilización social. Asimismo, cabe señalar que la convergencia de las crisis en curso y las respuestas sociales que brotan en la emergencia no resuelven el asunto político que acompaña a la politización que ha venido resurgiendo”. A cuatro años de la revuelta social, más allá de las simplificaciones, conversar sobre las causas y mirar sus impactos sociales y políticos es un ejercicio que permite situar, sin atajos, las tareas del presente.

Dentro de las soluciones planteadas por Bucher para luchar contra la desigualdad y rescatar la economía, está el rol de los gobiernos de todo el mundo, los cuales, a su parecer, deben aprovechar esta oportunidad para construir economías más equitativas e inclusivas. Durante los primeros meses de 2020 la caída de los mercados bursátiles de todo el mundo provocó que los multimillonarios sufrieran pérdidas considerables en sus ingresos. Patricio Aroca, académico e investigador CEPR-UAI y del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) fue entrevistado en el diario El Mercurio de Antofagasta con respecto al aumento de la brecha salarial en el país, tema del mes del último Boletín Laboral CEPR (AMJ-2021). El Hospital Makewe-Pelale desde marzo de 1999 está bajo la administración de una asociación indígena native, que implementó un modelo de salud intercultural que cuenta con funcionarios de medicina occidental, machis (sanadoras), gütamchefe (personas que tratan problemas de huesos y articulaciones) y personas que sanan con yerbas medicinales. En 1895 funcionaba como un dispensario de salud, pero debido a la demanda, en 1927 fue fundadado como hospital por los misioneros de la Iglesia Anglicana y recibe desde el año 1962 una subvención del Ministerio de Salud. En mayo de 2019 se iniciaron las obras del nuevo Hospital Familiar y Comunitario de Makewe de la comuna de Padre Las Casas, novena región, construcción que quedó paralizada ante la emergencia sanitaria.

De esta forma, en un sistema de medios híbrido (Chadwick, 2013), la labor periodística muta, cambiando necesariamente. El actual ecosistema se caracteriza por un incremento de iniciativas, modelos, canales, formatos, narrativas y aportes de las audiencias activas, entre otros (López-García et al., 2019) y, especialmente, por el aumento de su complejidad. El panorama mediático se desarrolla en un contexto en el que el número de medios ha crecido exponencialmente y las audiencias están altamente desigualdad en el neoliberalismo fragmentadas, con opciones casi infinitas para el consumo de noticias (Meikle & Eden, 2011; Boczkowski & Anderson, 2017). “Hay que poner sobre la mesa una realidad que es incontestable, más de 250 millones de personas podrían verse empujadas a la pobreza extrema. Esta diferencia, desde nuestro punto de vista muy grave, nos hace ver la necesidad de implementar medidas que corrijan una situación tan compleja como esta”, precisa Ernesto García, miembro de la organización Oxfam.

Sin embargo, es importante recalcar que la utilización de servicios de salud en Chile es relativamente baja. Solamente el 5 por ciento de las mujeres y menos del three por ciento de los hombres que respondieron la encuesta reportaron haber tenido un diagnóstico o tratamiento asociados a un problema de salud mental. Estas cifras apuntan a una barrera al acceso a servicios de salud mental, desigualdad en economia posiblemente asociadas a las cuarentenas estrictas, al costo, y al tiempo de ajuste a la telemedicina. El informe presenta un capítulo especial sobre la economía del cuidado como sector estratégico para una recuperación con igualdad. Destaca que la pandemia ha revelado el enorme costo que significa para los países de la región no tener un sistema integrado de cuidados de amplia cobertura, desfeminizado y de calidad.

Aquellos que hicieron sus fortunas a partir de las empresas de tecnología, en particular las que prosperaron durante los períodos prolongados de confinamiento y distanciamiento social, lideraron las ganancias. Sin embargo, dependiendo de dónde se encuentre, el covid también desató tendencias y provocó reacciones que desafiaron esta conclusión inevitable. Investigadores nacionales e internacionales se dieron cita en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, en el marco del proyecto FOVI en el cual participa la académica del programa de epidemiología María Teresa Muñoz Quezada, junto al equipo de investigadores de la Universidad Católica del Maule. Esta actividad se enmarcó en las charlas “Hablemos de…, las otras curvas de la pandemia”, donde junto a expertos, se busca ahondar en las principales problemáticas de este tiempo.

Estamos trabajando para apuntar a una sociedad más justa, donde la garantía de derechos fundamentales pueda ser una realidad”. En una semana más cumpliremos un año desde que fue detectado en suelo nacional el primer caso de COVID-19. Dicho caso emblemático representa muy bien los niveles de desigualdad presentes en nuestro país, pues se trata de una persona de 33 años quien estuvo durante un mes por distintos países del sudeste asiático. ¿Qué mejor ejemplo para demostrar los niveles de desigualdad de ingresos que un ciudadano que, a través de sus ingresos (propios o a crédito), haya realizado un viaje que tuvo por consecuencia el inicio de la pandemia en nuestro país?

El 67% registró perturbaciones “en los servicios de orientación psicológica y de psicoterapia”. A eso se suma que las mujeres que enfrentan “una gran parte de la carga en el hogar y sufren unos efectos desproporcionados de forma más general”. Desde esa mirada, la directora de Escuela afirmó que el modelo de desarrollo capitalista ha provocado desigualdades enormes en Chile, los que ya se expresaron claramente desde la revuelta well-liked del 18 de octubre. Cuestiones como la precariedad laboral, un sistema de salud segmentado según clase social, entre otros, “nos tiene como uno de los países más desiguales del mundo”, aseveró. En definitiva, el panorama social actual no es más que la desnudez completa de un sistema que pone la atención más en la economía que en las personas y su salud o integridad física, agregó.