Cepal Proyecta Que Pobreza En Chile Volverá A Los Dos Dígitos Por Disaster Del Coronavirus

—    Favorecer en las licitaciones públicas los servicios de los pequeños y medianos emprendimientos de propietarios de sectores de vulnerables. • Programa Mini distritos industriales y de servicios, Sao José do Río Preto, Sao Paolo, Brasil. En conjunto con loteos habitacionales, designación e incentivos para instalación de empresas, en sectores de favelas. Provisión relacionada a sistema de governance; Estado de derecho; and so de organización on., que deben estar disponibles a todos los ciudadanos independiente de su nivel de ingresos. Lo superan Nicaragua, Guatemala y Honduras, donde la pobreza llega hasta 50,7%, 50,9% y fifty eight,6%, respectivamente. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó este jueves que la pobreza aumentará hasta el 30,8 % de la población en América Latina para el año 2019.

Durante las últimas décadas, las políticas del habitat han ido incorporando una marcada orientación hacia la economía de mercado en sus programas. Desde el punto de vista de la oferta se exigen a los sectores de pobreza ahorros, pagos para servicios, entre otros. Esta estrategia de política sin lugar a duda, ha ayudado a ampliar la cobertura de estos programas, diversificando las formas de financiar la inversión pública, como también ha ayudado a facilitar la asimilación de una cultura relacionada a esta economía. Sin embargo, la comprensión de esta realidad de economía de mercado, desde el punto de vista del hogar (e individuo), ha sido ajena a la política habitacional y a la intervención urbano-territorial. Esta falla en el marco de las políticas del habitat en la región no ha permitido potenciar a los sectores de pobreza en aspectos críticos de su desarrollo.

Respecto a quienes se vieron menos impactados está Brasil, donde se redujeron los niveles de pobreza de un 19,2% a un 16,3%, siendo el único país de la región que logró esto, aún cuando la economía se contrajo al igual que sus vecinos. Según el documento, «en términos de tasas de pobreza, es necesario remontarse hasta 2008 para encontrar una tasa related (33,5%), lo que implica un retroceso de 12 años para la región. Este retroceso es aún maoyr en el caso de la pobreza extrema, pues se debe retroceder 20 años, hasta 2000 para encontrar una tasa related (12,4%)». El informe también resalta la desigualdad de ingresos en la región, mencionando que el 10% más rico gana 21 veces más que el 10% más pobre.

Además, América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo en términos de distribución del ingreso. Según las últimas estimaciones del organismo regional para 19 países de América Latina, en 2014 existían 167 millones de personas en situación de pobreza (28% del complete de la población), de los cuales seventy one millones (12% del total de la población) se encontraban en la indigencia. Revisaremos las estrategias públicas actuales para atender a la vulnerabilidad económica de los pobres urbanos, desde el campo del habitat y la intervención urbano-territorial. Antes de profundizar en la experiencia en la región en esta temática, es importante recalcar que políticas orientadas a fomentar un crecimiento económico elevado y sostenido, así como un desarrollo productivo fundado en el aumento de la productividad y la incorporación continua de innovaciones, son claves para la generación del empleo productivo8. En la mayor parte de los países de la región la pobreza urbana habita de manera formal y al mismo tiempo subsiste gracias al sector casual. Otro grupo importante es el que presenta una pobreza «formal» en ambas dimensiones de empleo y habitat.

El desafío principal consiste en incorporar esta fuerza de trabajo en la economía formal, donde los niveles de salarios, protección social y productividad son más elevados. La insuficiencia de ingresos laborales como determinante básico de la pobreza urbana se ha abordado, en el corto plazo, en materia de diseño de programas de capacitación laboral, provisión de crédito al sector casual, programas mixtos de empleo transitorio y capacitación focalizados en grupos vulnerables (mujeres, jóvenes, adultos mayores, grupos étnicos). “En resumen, la reducción de la pobreza extrema y de la pobreza continúa siendo un desafío clave para los países de América Latina en un contexto de cambios sociales, políticos y económicos. Aunque la región logró importantes avances entre la década pasada y mediados de la presente, desde 2015 se han registrado retrocesos, particularmente en lo referente a la pobreza extrema. El magro desempeño de la región en los años recientes, sumado al débil ciclo económico, constituyen un llamado a desarrollar y fortalecer las políticas públicas de protección social y en el ámbito del mercado de trabajo, abarcando fundamentalmente medidas de inclusión social y laboral, y políticas redistributivas en materia de ingresos. Es necesario redoblar esfuerzos para avanzar en la promoción de empleos de calidad y en la construcción y expansión de sistemas de protección social integrales y efectivos, que fortalezcan la capacidad de contar con los recursos necesarios para una vida digna del conjunto de la población”, remarca el informe.

En 2022, un complete de 54,2 millones de hogares (39% del total) dependían exclusivamente del empleo casual en la región, según la Cepal. Latinoamérica, la región más desigual del mundo y la más afectada por la pandemia, creció un 6,9% en 2021, como rebote tras el desplome del 6,8% registrado en 2020, la mayor recesión en one hundred twenty años. En tanto, justo después de Uruguay está Chile, que aparece como el segundo país menos impactado gracias a las ayudas estatales, como las transferencias a los hogares, que hicieron una diferencia y evitaron que la pobreza y la extrema pobreza aumentara un 14,7% y 3%, respectivamente.

Desde la perspectiva de potenciar a los sectores de pobreza urbana como protagonistas de su propio desarrollo, se recomienda entablar una agenda del habitat para atender la vulnerabilidad económica de los pobres urbanos. En este contexto, se debiera buscar el mejoramiento de las condiciones del habitat, entendiendo que éstas forman parte de la dotación de capital físico y económico de los sectores urbanos de pobreza. Como segundo elemento, se debiera mejorar claudio sapelli desigualdad en la dotación de capital humano y social de los grupos pobres urbanos en relación a su dimensión económica. Y finalmente, se debiera preservar y mejorar la dotación de los capitales naturales a través de la conservación del medio ambiente urbano y reducción de la vulnerabilidad urbana. Esta agenda es consistente con los principios del desarrollo sostenible, y en este sentido, abarca las dimensiones ambientales, económicas y sociales del desarrollo.

cepal pobreza

Sin embargo, carecen de orientaciones claras5 y tienen un marcado énfasis social, que no toma en consideración la enorme heterogeneidad que caracteriza el sector. La microempresa, bajo este esquema, se consolida como amortiguador laboral-productivo en tiempos de ajuste y disaster, sin necesariamente lograr insertarse y competir dentro de la economía formal. Cabe destacar una condición específica de los hogares pobres urbanos que hace que su vida difiera a la de sus contrapartes rurales, y que marca fuertemente la dinámica de reproducción y producción de estos sectores en el área urbana.

Se han aplicado distintas estrategias programáticas, desde las que se limitan a regularizar la propiedad de las viviendas irregularmente ocupadas, a programas integrados de mejoramiento de los barrios. Estas estrategias se fundamentan en un consenso regional generalmente aceptado de que las estrategias basadas en el asentamiento de poblaciones en las zonas que ya ocupan, proporcionan la solución más deseable desde el punto de vista social y económico al problema de los asentamientos informales. En este sentido, los asentamientos irregulares se aceptan como una realidad urbana que no puede erradicarse y se aceptan como parte del proceso de crecimiento de las ciudades. Los ingresos provenientes del trabajo remunerado representan un 80% del whole de los ingresos monetarios de los pobres urbanos latinoamericanos (Banco Mundial, 2004). La posibilidad de vender su trabajo y el nivel de remuneración son factores importantes en sus estrategias de generar sustento.

El último informe de la Cepal “Panorama Social de América Latina 2021” entrega un triste panorama sobre la pobreza en la región. En términos generales, Latinoamérica ha retrocedido casi 30 años en materia de pobreza extrema debido, principalmente, a los efectos generados por la pandemia. Durante la década de los noventa continuaron manifestándose los procesos de urbanización de la fuerza de trabajo, de aumento de la cantidad de personas en edad de trabajar y de alza de las tasas de actividad económica de la mujer. Estudios demuestran (Banco Mundial, 2004) que las mujeres tienden a integrarse a los mercados laborales en trabajos de mayores niveles de inseguridad laboral, y de tiempos parciales, aparentemente permitiéndoles combinar el cuidado infantil con un trabajo estructurado. En la gran mayoría de los países de la región existen programas nacionales para facilitar el crédito, capacitar y entregar apoyo técnico a las pequeñas unidades productivas.

Esta diversidad de situaciones es importante de considerar para el diseño de políticas; pero para el conjunto del sector prevalece el desequilibrio estructural entre excedente de mano de obra y disponibilidad de empleos, como factor determinante de homogeneización relativa a bajos niveles de ingreso (Tokman, 2004). A partir de 1990, el empleo en las áreas urbanas mostró una mayor expansión en los sectores de baja productividad. En cambio, se redujo la participación del empleo tanto en las pequeñas, medianas y grandes empresas privadas como en el sector público (CEPAL, 2005).

El segundo año de la pandemia de la covid-19 disparó la pobreza extrema en Latinoamérica hasta alcanzar a 86 millones de personas, cinco millones más que en 2020 y la mayor cifra en 27 años, apuntó un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Según el reporte, los grupos más perjudicados por la disaster socioeconómica serán las mujeres, los estratos de ingresos bajos y medios-bajos, los trabajadores informales, los niños, adolescentes y jóvenes, adultos mayores, la población rural, indígenas, afrodescendientes, migrantes y las personas con discapacidad. Agrega que la pobreza extrema aumentaría 2,6 puntos hasta afectar a 83,4 millones de personas, en tanto que se incrementarán las desigualdades en un región caracterizada por la inequidad, y que los peores resultados se prevén en las economías más grandes de la región. Ante la caída del 5,three por ciento del PIB y el aumento del desempleo de three,4 puntos porcentuales proyectados por la Cepal, este año la pobreza en América Latina aumentaría al menos four,four puntos porcentuales, casi 29 millones de personas más con respecto a 2019, por lo que alcanzaría al 34,7 por ciento de la población de la región. Ser la región más afectada por la crisis sanitaria del coronavirus, dejó huellas severas en la situación socioeconómica de los latinoamericanos, de acuerdo al informe recién publicado por la Cepal.

El cierre prolongado de las escuelas en América Latina (70 semanas promedio de cierre frente a forty one semanas en el resto del mundo), exacerbó las desigualdades preexistentes en materia de acceso, inclusión y calidad. Si no se articulan políticas de salud con las de educación a corto plazo, alerta la Cepal, puede traer serias consecuencias en las trayectorias educacionales y laborales de estos jóvenes, adolescentes y niños. El organismo hizo un llamado urgente a “fortalecer estrategias para reducir la informalidad y recuperar los niveles de empleo en condiciones de trabajo decente y con acceso a la protección social”. El sector informal en la actualidad contiene en su interior un conjunto heterogéneo de actividades con distintos grados de funcionalidad y con resultados diversos sobre los ingresos y la productividad.

La diferencia, como han dado a conocer expertos durante el ácido debate que se ha llevado adelante a partir de los datos de la CASEN 2011, es que esas preguntas se sometieron previamente a estudios y éstos indicaron que era posible comparar con versiones anteriores. Aún cuando se desconocía que se agregaron datos, lo que terminó modificando el resultado final de la CASEN hecho por la CEPAL, en el mundo académico surgieron críticas y exigencias para que se aclarara detalladamente la metodología empleada. Una crítica que cobró fuerza el 8 de agosto, cuando un grupo de reputados economistas se dio cita en la sede del Centro de Estudios Públicos (CEP), para analizar los resultados de la encuesta. Las preguntas que le formuló allí Dante Contreras, director del departamento de Economía de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, al ministro Joaquín Lavín, motivaron una ardua polémica pública que perdura hasta hoy.