Cepal Advierte Que América Latina Ha Subestimado La Desigualdad « Diario Y Radio Universidad Chile

El Gini inicial sigue sin ser significativo, posiblemente por la alta correlación entre ambas variables (correlación negativa y significativa al 99%). Acorde a lo anterior, los modelos que siguen utilizan una variable o la otra, dependiendo cual permite un mayor ajuste. El modelo IV adiciona una variable social, la esperanza de vida al nacer, mejorando el R2 en un 9% respecto al modelo anterior, sin embargo, tanto el LN (PIB per cápita) como el LN (PIBpc)2 dejan de ser significativos, al igual que el Gini inicial. Esto puede ser debido a que la esperanza de vida al nacer es una variable muy correlacionada con el PIB per cápita (correlación positiva y significativa al 99%) y con otras variables omitidas, también correlacionadas con el PIB per cápita y la desigualdad, por ejemplo la atención sanitaria.

Entre 2002 y 2017, la participación de los estratos de ingresos bajos en el whole de la población disminuyó de 70,9% a fifty five,9% (porcentaje que incluye a las personas en situación pobreza extrema, pobreza y en estratos bajos no pobres). 12De acuerdo con Macías (2014), el crecimiento que surge por la acumulación de capital físico puede aumentar los niveles de desigualdad, sobretodo en países pobres o de ingresos medios, al aumentar las disparidades entre el campo y la ciudad. El ritmo de reducción de la desigualdad se desaceleró en años recientes a pesar del rol de los sistemas de protección social. 18 países de América Latina se mantuvieron en 0,46 en 2017 mostrando un estancamiento tomando en cuenta índices previos luego que en 2002 la cifra fuera de 0,fifty four.

Por consiguiente, se concluye que invertir en capital humano, es decir, mejorar las oportunidades de acceso a la educación y a un sistema de salud de calidad, así como redoblar los esfuerzos para disminuir la brecha entre la población indígena y no indígena, son medidas necesarias para ser un país más inclusivo con sus regiones y reducir las inequidades que tanto mal hacen a un país. Finalmente, para verificar la robustez de los resultados, se realiza una regresión utilizando como variable dependiente una medida de desigualdad diferente, el ratio 20/20 (en función logarítmica). De la primera columna se extrae que el PIB per cápita es significativo al 90%, manteniendo el signo negativo de los modelos anteriores. Asimismo, se observa que el ingreso del 20% más pobre es significativo (al 95% de confianza) para explicar las diferencias entre el quintil más rico y el más pobre.

“Hoy constatamos nuevamente la urgencia de avanzar en la construcción de Estados de Bienestar, basados en derechos y en la igualdad, que otorguen a sus ciudadanos y ciudadanas acceso a sistemas integrales y universales de protección social», indicaron desde la Comisión en su informe Panorama Social de América Latina 2019. En 2021, el gasto en educación alcanzó 4,1% del PIB (30,5% del gasto social total) en América Latina y el Caribe. Pese a los avances de las últimas décadas en acceso e inclusión educativa en todos los niveles, desde la primera infancia a la educación superior, los países de la región arrastraban serias deudas en igualdad y calidad previo a la crisis provocada por la pandemia, que ya hacían difícil alcanzar las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) four para el año 2030. En línea con la Cumbre sobre Transformación de la Educación de las Naciones Unidas celebrada este año, el documento entrega diversas recomendaciones de política para hacer de esta disaster una oportunidad de transformación. Según cálculos realizados por la CEPAL con datos de 17 países de América Latina alrededor de 2013, los ingresos laborales representan en promedio 80% del ingreso total de los hogares; 74% del ingreso total de los hogares en situación de pobreza; y 64% en los hogares en situación de indigencia.

La (Tabla 1) presenta los mejores resultados obtenidos para distintas combinaciones de las variables regresoras (ver Anexo A con la estadística descriptiva de las principales variables utilizadas, el Anexo B con el detalle de los índices de Gini por región y año, y el Anexo E con las definiciones de las variables). Por su parte, la Nueva Geografía Económica plantea que las desigualdades entre regiones pueden mantenerse en el tiempo e incluso crecer junto con la economía de un país, ya que existe un centro que aprovecha los mayores beneficios del crecimiento, mientras que las regiones de la periferia pierden esa oportunidad (Merchand, 2017). Pilar Rodríguez, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), recordó que la desigualdad es una característica histórica y estructural en la región, que se mantiene y reproduce incluso en períodos de crecimiento y prosperidad económica.

El documento destaca el crecimiento de los estratos de ingresos medios, aunque estos siguen experimentando diversas carencias y vulnerabilidades, tanto en relación con sus ingresos como en el ejercicio de sus derechos, indica. En medio del estallido social que se vive en varios países de la región la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que se ha subestimado la desigualdad y llamó a construir pactos sociales para combatirla, en un escenario en el que, de acuerdo a las proyecciones del organismo, la pobreza seguirá al alza. En las primeras décadas de su existencia la CEPAL desarrolló en materia de política económica un esfuerzo por dar mayor racionalidad al proceso de industrialización por sustitución de importaciones que se había generado en forma empírica en Latinoamérica tras la gran depresión de 1930 y, a través de numerosos estudios, analizo a fondo las causas del subdesarrollo económico y social de América Latina. En esta tarea, la CEPAL reunió un equipo de intelectuales de primer nivel, donde sobresalían personajes como su secretario ejecutivo Raúl Prebisch, Celso Furtado, Juan Noyola, Regino Boti, Jorge Ahumada, Aníbal Pinto Santa Cruz, Osvaldo Sunkel, Alex Ganz y José Antonio Mayobre, entre otros. La CEPAL (y con ella, toda la tradición desarrollista en general) siempre ha defendido la thought de políticas industriales (incluyendo protecciones) para integrarse en forma estratégica, y no pasiva, al comercio internacional, fortaleciendo sectores productivos con alto dinamismo tecnológico. Con ello se buscaba construir una base sólida para que las naciones pudieran solucionar de manera permanente sus problemas sociales, distanciándose así de la dependencia de los vaivenes de los precios de los  commodities.

La Comisión también estima que 18,9% del whole de personas ocupadas recibe ingresos por debajo de la línea de pobreza en América Latina y el Caribe. El documento destaca el crecimiento de los estratos de ingresos medios, aunque estos siguen experimentando diversas carencias y vulnerabilidades, tanto en relación con sus ingresos como en el ejercicio de sus derechos, alerta la Comisión. A la fecha, en whole se han aplicado 126 medidas de protección social en 29 países para la población pobre y weak. Entre ellas, las transferencias monetarias y de alimentos alcanzan a 90,5 millones de hogares, es decir, alrededor del 58% de la población regional. A nivel regional, tomando en cuenta el escenario proyectado de una caída de 5,3% del PIB de América Latina y el Caribe, sumado al aumento del desempleo de three,four puntos porcentuales en 2020, la pobreza alcanzaría a un total de 214,7 millones de personas, equivalente al 34,7% de la población de la región, lo que significa un aumento de 4,four puntos porcentuales, o sea, 28,7 millones de personas, según el escenario medio. En la presentación de su tercer informe sobre coronavirus, titulado «El desafío social en tiempos del Covid-19», la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió del crítico escenario que significará para para los países de la región el coronavirus en términos de pobreza, pobreza extrema y desigualdad.

La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, instó hoy a redoblar esfuerzos para construir propuestas basadas en evidencia que permitan superar el lastre de la desigualdad que golpea a los pueblos de la región y que amenaza el cumplimiento de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. En un contexto specific, donde la desigualdad es el tema de fondo en medio de la disaster social que vive el país, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), presentó este jueves el informe «Panorama Social de América Latina 2019». «No cabe duda que la mejor forma de resolver la pobreza y la desigualdad es el empleo con derechos», dijo Bárcena a Lo Que Queda del Día.

“La economía sigue siendo muy concentrada…el crecimiento económico en todas las zonas latinoamericanas fue extremadamente bajo”, argumentó. En 2017, el 50% de los hogares de menores ingresos accedió al 2,1% de la riqueza neta del país, mientras que el 10% concentró un 66,5% del total y el 1% más adinerado se quedó con el 26,5% de la riqueza. “La cascada de choques externos, la desaceleración del crecimiento económico, la débil recuperación del empleo y la inflación al alza profundizan y prolongan la crisis social en América Latina y el Caribe”, planteó José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la Cepal, durante la presentación del documento. El director de la División de Estadísticas Cepal, Rolando Ramos indicó que el informe no incluye cifras actualizadas de la  pobreza en Chile, porque aún no están los datos de la  encuesta Casen. “Tenemos la encuesta Casen 2020 cuyos datos reflejaron una estimación de pobreza de 14,2% y pobreza extrema de 4,5%.

cepal desigualdad

Se demuestra que las regiones más desiguales inicialmente, tienden a ser también las regiones más desiguales al final del período. Se concluyó en Mieres (2019) que las regiones de Chile con mayor índice de Gini inicial tendían a reducir más la desigualdad a lo largo del tiempo (convergencia), sin embargo, el modelo III demuestra que la desigualdad es un fenómeno persistente en el tiempo. Cuando una región arrastra un cierto nivel de desigualdad del ingreso, la desigualdad tiende a permanecer y el mercado por sí solo no es capaz de corregirla. Es por ello que las políticas redistributivas han de cobrar protagonismo si la desigualdad social es una prioridad. En Chile, la redistribución, a través del gasto social, forma parte importante del ingreso de las familias más vulnerables9, por tanto, es esencial para la reducción de la pobreza, sin embargo, no han sido suficientemente efectivas ante la alta inequidad.

15El Servicio Nacional de Aduanas informa que existen datos de exportaciones por regiones solo a partir del año 2002. 4En Chile, el sistema de educación pública (principalmente educación básica y media) debe mejorar en calidad para ser competitivo con el sector privado. Por su parte, el sistema de salud presenta inconvenientes, principalmente por la falta de atención oportuna. Se utiliza MCO porque se demostró, a través de una Prueba F restrictiva, que es mejor utilizar MCO que un modelo de Efectos Fijos (excepto en la columna 1).

“En las cuatro regiones mineras se producen los mayores crecimientos de personas ocupadas en el país entre 1986 y 2012, con un incremento que fluctúa entre 150% y 117%, con un promedio de 139%. Esto determina que la participación de estas regiones en el complete del empleo del país crece desde 10% a 12%” (Betancour y Maldonado, 2013, pp. 115). El desempleo por sector económico también es relevante, de acuerdo al INE, en el último semestre 2015 el sector secundario tenía las mayores tasas de cesantía, sobre todo en el sector construcción. Se observa que el comportamiento no se adecua a la teoría de la U invertida de Kuznets, más bien el comportamiento parece ser el contrario. A mayor nivel de ingreso las desigualdades regionales disminuyen al principio, lo cual es un proceso deseable para un crecimiento económico inclusivo. Sin embargo, la tendencia negativa se convierte en positiva a partir de un cierto nivel de renta, alertando que la precise causas desigualdad social modalidad de crecimiento en Chile, exigiría sacrificar la equidad en aras de obtener una mayor eficiencia.

Por tanto, la convergencia señalada por Larrañaga y Herrera (2008) debiera contribuir a una reducción de la brecha entre ricos y pobres. De acuerdo con Wagstaff (2002), a nivel sanitario, los países pobres tienden a presentar peores resultados que los países ricos, y a su vez, dentro de cada país ocurre la misma situación. El autor plantea que la pobreza provoca una salud deficiente por distintas carencias sufridas por las personas más pobres y, a su vez, existe pérdida de ingresos cuando se cuenta con mala salud. En el ámbito sanitario Chile ha presentado gran progreso en las últimas décadas, con cifras comparables con países desarrollados en cuanto a mortalidad infantil y basic conceptos de desigualdad.