Porque lo que explica la disminución de la desigualdad en un largo periodo de tiempo –como estudiamos con Francisco Szederkenyi– es justamente la disminución en la desigualdad de los ingresos del trabajo. –El bajo crecimiento económico de los últimos cuatro años tiene incidencia en que la ocupación haya disminuido y en que los ingresos por trabajo del decil más pobre hayan caído. Las disímiles trayectorias en el progreso observado en los índices agregados de pobreza y en los indicadores de nutrición, acceso a la salud y cobertura de seguro de salud, podrían evidenciar que estas no están ni estrecha ni simétricamente acopladas. Para dar luz a este asunto, a continuación, se presenta la evolución de la medida de redundancia R 0. Considerando las dimensiones de Educación, Salud, Vivienda y Trabajo y Seguridad Social, la pobreza multidimensional en la niñez se redujo de 29,8% en 2009 a un 22,2% en 2015.
Por otra parte, el desarrollo del sistema mixto de seguros de salud ha contribuido, por una parte, a promover la cobertura universal de salud, pero por otra, ha traído como consecuencia un creciente gasto de bolsillo de familias en salud, aumentando así el riesgo de padecer pobreza monetaria entre los hogares con menores ingresos. En esta línea, Egenau, manifestó que “tenemos que aprender a valorar la trascendencia de un indicador que muestra variables que afectan de manera elementary la calidad de vida de las personas en términos cotidianos. Es incomprensible que en el estado de desarrollo que se encuentra el país, todavía tengamos indicadores de un 18,2% de pobreza por ingresos y un 23,3% de pobreza multidimensional, sobretodo en la etapa más frágil y vulnerable del desarrollo de los seres humanos. Sin duda creemos que debe haber una señal política fuerte, una decisión que oriente a iniciativas públicas contundentes y de manera preferencial para esta población”. Valeska Gengnagel, Coordinadora del Sistema de Protección Social, se refirió a las cifras.
Así se integran a la salud las condiciones sociales en que las personas nacen, crecen, y se desarrollan1 . El Ministerio de Desarrollo Social es responsable de analizar de manera periódica la realidad social nacional y regional, y en este caso Casen como instrumento, constituye la principal encuesta a hogares aplicada en Chile. Su objetivo es conocer y analizar periódicamente la situación de los hogares y de la población, especialmente de aquella en situación de pobreza con relación a aspectos demográficos, de educación, salud, vivienda, trabajo e ingresos. A pesar de la evidencia presentada anteriormente, en el caso de Chile la evidencia es mixta. Olavarría utilizando la encuesta CASEN entre 1987 y 2000 encuentra que los pobres monetarios tienen serias dificultades para acceder a la atención de salud cuando la necesitan, y cuando la obtienen, acceden a ella de manera tardía14 . Bedregal et al. encuentra que las personas en condición de extrema pobreza desconfían del sistema de salud y perciben obstáculos para acceder a el15 .
Lo anterior se refleja en los altos niveles de asistencia escolar en la enseñanza básica y media, así como en el nivel parvulario donde, por ejemplo, el grupo de four a 5 años alcanza una tasa de asistencia de un 90,1%. Resultado que contrasta con lo observado en 1990, en que tan solo un 38,4% de los niños de esa edad asistía a la educación parvularia. Según expresó el ministro de Desarrollo Social, Macos Barraza, los datos entregados «son indicios de que las políticas públicas desplegadas por el gobierno de la Presidenta Bachelet van en buena dirección porque tiene impacto real en las familias, son datos duros». Por su parte, la medición multidimensional (con cuatro dimensiones) también vio reducido su indicador de 20,4% a 19,1% para igual periodo, informó el Ministerio de Desarrollo Social (MDS).
Más de lo que cayó entre 2013 y 2015, cuando la economía crecía más rápido de lo que creció entre 2015 y 2017. Una disminución de 44% a 18,3% registró la pobreza en los pueblos originarios entre 2006 y 2015, de acuerdo a la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) dada a conocer ayer por el Ministerio de Desarrollo Social. En contraposición con estos hallazgos y utilizando la encuesta CASEN del año 2000, Subramanian et al. encuentran que el ingreso particular person no explica diferencias en la percepción de la propia salud agregada a nivel comunal17 . La Casen 2015 no reportó resultados con la anterior metodología utilizada para medir ingresos, que se utilizó hasta 2013, donde alcanzaba el 7,8% de la población. El gobierno reiteró el compromiso asumido durante la campaña de publicar cada dos años la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen). Así, en enero de 2015 dio a conocer el sondeo para el año 2013, mientras que ayer lo hizo para la encuesta del 2015.
Entre 2009 y 2015 transitó de 43% a 28,4% al considerar los aspectos de Vivienda, Salud, Educación y Trabajo y Seguridad Social. En relación a cobertura en salud, se destaca que un 96,5% de niños, niñas y adolescentes son beneficiarios de algún sistema previsional. Asimismo, se registra un amplio acceso a controles en la primera infancia, observándose que el seventy pobreza absoluta ejemplos three,9% de los niños y niñas de 0 a 1 año asistió al menos a un control de niño sano en los últimos tres meses.
En la nueva dimensión redes y cohesión social (que pondera un 10%) se incluyó las categorías apoyo y participación social, trato igualitario y seguridad. En cuanto a las actividades de los adultos mayores, una proporción mayoritaria (85,5%) se califica como autovalente, es decir, no reporta dificultades para realizar actividades básicas. Servicios tan básicos como la luz, el agua caliente, el combustible y la calefacción, son de difícil acceso para una parte de la población, “lo que afecta su salud y seguridad”, como continúa Urquiza. La pobreza de tiempo, según outline poblacion pobre el trabajo de Encalada, “puede ser entendida como la insuficiencia o escasez de tiempo disponible por parte de las personas para descansar o disfrutar del ocio debido a una carga excesiva de trabajo, sea remunerado o doméstico”, asociado principalmente con los niveles socioeconómicos más bajos.
El presidente de la Unión Comunal de Adultos Mayores, Rudecindo Vega, indicó que “es muy valorable que nos den a conocer esta información, y que se puede ver una baja en la pobreza, lo que nos parece bien. A nosotros este nos preocupa mucho, porque existen adultos mayores en condición de pobres y por eso es que estamos atentos a los anuncios del Gobierno para informar a nuestros asociados”, puntualizó. En cuanto a la participación en organizaciones sociales, los adultos mayores son los que presentan la mayor proporción con respecto al resto de los grupos etarios con un 34,4%.
La evolución es también favorable cuando se observa la caída en la pobreza extrema desde 9% en 1992 a 2,3% en 2017. Podríamos criticar que el gasto en salud no sería el producto de un proceso de maximización del bienestar que otorgue la importancia que los individuos libremente dan a su salud. Si la proporción del gasto en salud es baja, entre otras razones, puede deberse a que el sistema de salud y la educación enfatizan la medicina preventiva por sobre la curativa, no implicando esto que los individuos tengan una menor valoración por su salud. Así, los axiomas clásicos de la maximización de utilidad de la teoría económica clásica pueden ser inadecuados y, en consecuencia, más gasto en salud y más prestaciones curativas no estarían necesariamente asociadas a mayores niveles de bienestar. Por esta razón, el transitar desde la medicina curativa a una preventiva introduce necesariamente distorsiones en la línea de pobreza monetaria que, desde un punto de vista metodológico, no pueden ser controladas de una manera sencilla. “Hay una política pública con enfoque de derechos que es efectiva desde el punto de vista de la calidad de vida de las familias y permite mantener una tendencia en disminución de pobreza por ingresos y en pobreza multidimensional”, dijo.
Vale decir, la pobreza multidimensional remite a un aspecto distinto que su medición monetaria. Ahora, también 7.2% de los pobres por ingreso no experimentan pobreza en otras dimensiones. La medida de pobreza multidimensional constituye una medición directa de ella, por contraste con la metodología de la línea de pobreza, que está basada en una medición indirecta. La pobreza multidimensional no mide la capacidad para satisfacer las necesidades de un hogar, sino que da cuenta de las condiciones de vida que experimentan. Las cifras muestran que el promedio de escolaridad de las personas de 19 y más años que declaran pertenecer a un pueblo indígena es de 10,1 años de estudios versus eleven,1 años de estudio del resto de la población. Una vez descartado el indicador de pobreza monetaria para que nos informe de los progresos en salud, se abren interrogantes respecto a la necesidad de adaptar el MPI a los nuevos desafíos de la salud en Chile, de modo que las mediciones de pobreza multidimensional sigan reflejando avances y retrocesos en la salud de la población.
Vega et al. muestra que, durante los 90s, las mujeres tenían serias desventajas de acceso a salud en comparación con los hombres, ya que a pesar de que los salarios de ellas eran en promedio 30% inferiores al de los hombres, las mujeres usan los servicios de salud con mayor intensidad (1,5 veces más)16 . Así también destacó lo fundamental de las políticas públicas en apoyo a los sectores que más lo necesitan. Lo que se produjo ahora, estos four,3 puntos en la región son por políticas públicas donde efectivamente los bonos juegan un rol. Las personas a principio de año o cuando tienen un hijo es importante les llegue una remesa de dinero que les permita enfrentar los momentos de esa coyuntura del año para no endeudarse, ya que estas deudas terminan siendo un triple o más de lo que querían gastar” señaló Jouannet. Con estos resultados, en la última década el porcentaje de la población en situación de pobreza se redujo más de la mitad, desde el 29,1% que registraba en 2006.
En ambos se exhibe una mejoría respecto a la medición 2013, aunque en el segundo, el avance fue casi imperceptible. En pobreza, nuevamente el efecto de los bonos y de los subsidios estatales así como el rol del llamado “alquiler imputado” ha sido clave en desdibujar la real magnitud del problema. En el marco del 75° periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, la Republica de Chile en conjunto con la República Islámica de Pakistán, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP) y el «Multidimensional Poverty Peer Network» (MPPN) de la Universidad de Oxford, organizaron este jueves 24 de septiembre, un Evento Paralelo de Alto Nivel. La instancia tuvo por objeto reunir a líderes mundiales para abordar los efectos de la pandemia de COVID-19 en los niveles de pobreza multidimensional, introduciendo el uso innovador de Índices de Pobreza Multidimensional (IPM) para el diseño de estrategias y políticas de recuperación de alto impacto.
En el caso de la pobreza extrema, baja a casi un tercio, desde el 12,3% que anotaba hace nueve años. “Nosotros creemos importante el estar siempre revisando las políticas públicas, y si bien en Atacama se evidencia una baja, debemos seguir trabajando en esa línea. Hemos bajado a nivel nacional y regional la pobreza, lo que nos da cuenta que hemos estado haciendo bien las cosas como Gobierno. La pobreza es un tema smart y que nos atañe a todos y requiere del trabajo de todos juntos”, precisó. Otro uso relevante se encuentra en la orientación para el despliegue territorial del gasto social. El peso de las dimensiones de la pobreza multidimensional varía marcadamente en las regiones; vale decir, la estructura de los déficit no es igual a lo largo del país.