Aun así, hay países como Guatemala y Honduras que se han visto beneficiados con las exportaciones de productos médicos y los productos agrícolas. La actual pandemia impacta en los modos de trabajar, puesto por las normas sanitarias que buscan limitar la movilidad para evitar la propagación del virus. Así, el teletrabajo de ha instaurado, lo que ha permitido, en parte, mantener las fuentes laborales. Las pequeñas empresas y los trabajadores poco cualificados tienen mayores dificultades y, por lo tanto, también se han visto más perjudicados por las restricciones de la pandemia”.
Todo ello, pese a la leve disminución registrada en 2021, añade Agustín, “las proyecciones indican que las tasas de pobreza y extrema pobreza se mantuvieron en 2022 por encima de los niveles pre pandemia en América Latina y el Caribe. Los niveles proyectados de pobreza extrema en 2022 representan un retroceso de 25 años para la región”. Una investigación pionera (2024) realizada por ONU Mujeres, en colaboración con diversas agencias de las Naciones Unidas, ha arrojado luz sobre los progresos y obstáculos persistentes en el camino hacia la igualdad de género en América Latina y el Caribe. El estudio, parte del esfuerzo colectivo del Grupo de Trabajo sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de Mujeres y Niñas de la RCP LAC, ofrece una visión integral del estado de las mujeres en la región, analizando factores clave como la pobreza, la protección social, la educación, y la participación política. Según el informe, la región experimentó un notorio retroceso en su lucha contra la pobreza en 2020 por causa de la pandemia. En 2020 la pobreza extrema se elevó a niveles registrados 27 años atrás, mientras que la tasa de pobreza basic se ubicó en un nivel similar al de finales de la década de 2000.
En ese sentido, a la fragmentación social de cada país se agrega la fragmentación regional, apuntó De Riz. «Cada vez hay menos conciencia de una región compartida. Se rompió completamente el multilateralismo. El Mercosur fracasó. Hay países mirándose hacia adentro y un déficit de integración política, cultural y económica muy fuerte. Se ve un creciente nacionalismo y proteccionismo». El organismo alertó además de que la tasa de crecimiento del PIB regional esperada para 2023 «no permite prever nuevas mejoras en materia de pobreza para este año». Por otra parte, Chile, Costa Rica, Paraguay y Ecuador, sufrieron aumentos de pobreza entre tres y cinco puntos porcentuales. Bolivia, México y República Dominicana tuvieron un crecimiento de menos de dos puntos porcentuales. Según comunicaron desde el organismo internacional, en el reporte “Panorama Social de América Latina”, se estableció que la tasa de pobreza extrema creció de 13,1% a un thirteen,8%, mientras que la pobreza bajó del 33% al 32,1%, alcanzando a 201 millones de ciudadanos latinoamericanos.
Es necesario por ello elaborar una ética del cuidado que, más allá de los debates actuales sobre los límites de la justicia, se acerque a la dimensión private de la experiencia de la discapacidad y la vulnerabilidad, de forma que lleve a una mayor acción dentro de la justicia social completada con la solidaridad(33). Este tema ha cobrado mayor actualidad a la vista de las recientes pandemias(34) y de las consecuencias de las catástrofes naturales. «Posiblemente la mayor tragedia biológica que sufre la especie humana es que su población crece con individuos vulnerados en su vitalidad, no ya sólo existencialmente vulnerables»(3), en un mundo cada vez más cargado de riesgos y sobre todo de miedo, como señala Bauman(4), consecuencias más directas de la vulnerabilidad. La entidad apuntó a la desaceleración económica, la alta inflación y el término de las masivas transferencias a la población (IFE y retiro de ahorros).
“La región sigue sumida en una doble trampa estructural de bajo crecimiento y altos niveles de pobreza y desigualdad. Los países deben transitar desde la inserción laboral a la inclusión laboral, eje del desarrollo social inclusivo. No es posible crear un mejor futuro del trabajo sin crear un mejor futuro de la producción y viceversa”, remarcó José Manuel Salazar-Xirinachs durante la presentación del documento, destacando el estrecho vínculo entre las políticas de desarrollo productivo, laborales y de protección social de los países.
De igual forma, en el estudio se indica que las personas migrantes han aumentado su presencia en los mercados de trabajo de la región, contribuyendo con ello a la economía y sociedad de los países de destino. No obstante, tienden a experimentar mayores dificultades para la inclusión laboral, por sus condiciones laborales más precarias e inestables, que se agravan por las condiciones de irregularidad. Esto quiere decir que la inserción en el trabajo remunerado es basic, pero no suficiente para alcanzar la inclusión laboral. Se requiere acceso a trabajos productivos, bien remunerados y con acceso a la protección social, en specific para las mujeres y las personas jóvenes, remarca la CEPAL.
Por otro lado, en el estudio, la CEPAL recalca que sin control de la crisis sanitaria la recuperación económica no será sostenible, y advierte que América Latina y el Caribe es la región más susceptible del mundo ante el COVID-19. Según información recogida en encuestas de hogares de ocho países de América Latina en 2011, 7% de la población no indígena ni afrodescendiente es indigente o altamente susceptible a la indigencia, porcentaje que se eleva a 11% en el caso de la población afrodescendiente y a 18% de los pueblos indígenas. De igual forma, mientras el 62% de la población no indígena ni afrodescendiente era considerada no susceptible, esa cifra baja a 56% en el caso de la población afrodescendiente y a solo 33% en el de los pueblos indígenas. También, se proyecta que la desocupación para 2022 a nivel regional será de 9,4% y afectará más a las mujeres, quienes pasaron de una tasa de 9,5% en 2019 a 11,6% este año, y los hombres tuvieron un salto de 6,8% a 7,8% en el mismo periodo.
Durante la iniciativa de SalmonChile se abordarán temáticas relacionadas a la salmonicultura, como el desarrollo económico, el bienestar social, sus desafíos y la sustentabilidad. “Los resultados arrojan que solo el 30% de los países (10 de 33) cumplen con las directrices de la Organización Mundial de la Salud para materials particulado (PM2.5) y, lamentablemente, 5 países duplican el valor máximo permitido”, expone el organismo en su anuario. Y añadió que ante el complejo escenario interno de la región “en el 2021, América Latina y el Caribe registró un déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos de 1,5% del PIB, con un deterioro en la balanza comercial de la región en su conjunto, influenciado por un crecimiento de las importaciones de bienes de 34,7%, superior a la expansión de 27,7% de las exportaciones de bienes. Sin embargo, en 2021 la inversión extranjera directa mostró una recuperación, con un crecimiento de los flujos netos de 14,0% frente a la caída evidenciada en 2020 de 20,4%”. De acuerdo con el informe, la creación de empleo entre 2014 y 2023 ha sido la más baja desde la década de 1950. En 2020, durante la pandemia, la creación de empleo disminuyó 8,2%, siendo la única caída registrada en los últimos 70 años.
A raíz del problema al que se enfrenta América Latina, los organismos autores del estudio explican que actualmente no existe una solución que garantice una recuperación inmediata para los países más afectados. Sin embargo, establecen que a través de medidas de políticas fiscales en materias de tributación, gastos y gestión de la deuda pública es posible conseguir resultados positivos en el largo plazo. En 2021, el gasto en educación alcanzó 4,1% del PIB (30,5% del gasto social total) en América Latina y el Caribe. “No se ha logrado revertir los impactos de la pandemia en materia de pobreza y pobreza extrema y los países enfrentan una disaster silenciosa en educación que afecta el futuro de las nuevas generaciones”, advirtió el alto funcionario, quien llamó a los países a invertir decididamente en educación y a convertir esta crisis en una oportunidad para transformar los sistemas educativos.
Los niveles de pobreza aumentaron en América Latina, alcanzando al 30,7% de la población regional -cerca de 186 millones de personas-, después de una década de reducción en la mayoría de países, según el informe «Panorama Social de América Latina 2017», de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). “La ‘recuperación’ económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la población”, señaló Alicia Bercéna, Secretaria Ejecutiva de CEPAL. En el reporte anual de CEPAL estima que entre 2020 y 2021 las personas en situación de pobreza extrema se incrementaron en cerca de cinco millones. Asimismo, la tasa de pobreza extrema habría aumentado del 13 pobreza educacional,1% de la población en 2020 al 13,8% en 2021, lo que significa un retroceso de 27 años.
Tras ello atacó a la menor de edad y luego se parapetó, quitándose la vida al inside del domicilio. Por su parte, Brasil, Paraguay, México, Costa Rica y República Dominicana tuvieron mejorar en la distribución de sus recursos. Con pobreza en paises desarrollados relación a la desigualdad, el informe asegura que aumentó entre 2019 y 2020, rompiendo una tendencia decreciente que venía desarrollándose desde el año 2002, pero que ya en la década de 2010, ya había perdido el ritmo de forma progresiva.
un mundo mejor. A pesar del tremendo avance de las tecnologías de la información, de la inteligencia synthetic, del desarrollo de las telecomunicaciones, del transporte aéreo y marítimo, a pesar de todos los aumentos en productividad, hay algo que avanza en sentido opuesto, la desigualdad y la pobreza.
Al 26 de enero de 2022, el 62,3 por ciento de la población de América Latina y el Caribe (en torno a 408 millones de personas) contaba con un esquema completo de vacunación, por lo que la Cepal llama a incrementar los esfuerzos en ese sentido. En el estudio, la Cepal indica que en 2020 aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez. Bárcena manifestó que, pese a la recuperación económica experimentada en 2021, los niveles relativos y absolutos estimados de esos indicadores se mantienen por encima de los registrados en 2019. Pese a ello, se estima que 142 millones de personas económicamente activas aún no están cubiertas, según afirmó la secretaria ejecutiva. La representante de la Cepal destacó que las proyecciones para 2017 estiman que los niveles de pobreza se van a mantener, aumentando en un millón el número de pobres.