Américas: La Cifra Desproporcionada De Muertes Por Covid-19 Es Resultado De Desigualdades Ya Existentes Amnistía Internacional Chile

El trabajo está en transformación y necesita un periodismo que ponga a las personas primero. En última instancia, una comunidad no puede sobrevivir sin las contribuciones solidarias incluso de la clase media. Sin una participación política decidida que vaya más allá de la protesta, no se puede construir ese otro Estado que se exige.

De esta manera, 2020 iniciaría con cerca de 190 millones de individuos en condición de pobreza, de los cuales casi 70 millones estarían en una situación paupérrima. Antes, mucho antes de que la terrible Covid-19 se expandiera por todo el mundo y prendiera las alarmas globales en materia económica, América Latina y el Caribe era ya una región vulnerable. Durante los últimos años, Latinoamérica ha vivido una serie de episodios caracterizados por el malestar y el descontento de la gente hacia el sistema, las instituciones, los políticos y las élites. Asimismo, el documento identifica una serie de fenómenos negativos interconectados y explica que, para salir de esta trampa, hay que «adoptar un enfoque de política más sistémico que considere fundamentalmente estos factores de manera conjunta y desde una perspectiva de largo plazo».

desigualdad en américa latina

En hombres urbanos –tanto indígenas como no indígenas – la brecha regional es de máximo three p.p., al igual que para mujeres urbanas no indígenas, hombres rurales no indígenas, y curiosamente, mujeres rurales indígenas. La brecha regional se siente solo en hombres rurales indígenas (5 p.p. y three p.p. entre los dos años), mujeres urbanas indígenas (8 p.p. y 5 p.p. entre los dos años), y mujeres rurales no indígenas (7 p.p. y 3 p.p.). La brecha regional es mucho menor que en Colombia y se ha disminuido bastante para 2017. Al introducir el elemento étnico (Gráfica 3) observamos que los grupos indígenas tienen mucha mayor prevalencia de analfabetismo/no escolaridad que el resto y que la reducción ha sido importante en ese grupo.

Ocasionalmente, y sólo para efectos de apoyo, se usarán otras fuentes como encuestas de hogares. La metodología es, por tanto, cuantitativa, y descansará fuertemente en gráficos especiales de indicadores derivados de matrices de origen y destino. También se emplearán probabilidades de ser móvil (conmutante) condicionales en atributos individuales y territoriales relevantes, entre otros.

Este artículo responde a esta pregunta desde el enfoque interseccional y sus metodologías cuantitativas. Así, partimos de comprender lo subnacional como un atributo o categoría social que interactúa con el género, la etnia y la condición de ruralidad para producir variaciones en marginaciones y privilegios. A partir del análisis de la distribución en la tasa de analfabetismo o escolaridad en grupos compuestos por la intersección de estos atributos, concluimos que las brechas étnicas, de género, y urbano-rurales se agravan y atenúan en unas regiones, y que a veces estas brechas tienen importantes variaciones regionales, y otras veces no. Es elementary reconsiderar las políticas basándose en los derechos humanos para evitar futuras calamidades en una región que, según muchos indicadores, es la más desigual del mundo.

Algunos países han podido aprovechar el impulso de sus exportaciones de productos médicos y los productos agrícolas. La CEPAL señala (p. 6) que Guatemala y Honduras se han beneficiado de las ventas de mascarillas y Costa Rica de las de equipos médicos, destinadas principalmente a Estados Unidos. Algunos ejemplos son el Ingreso Familiar de Emergencia en Argentina, el Bono COVID-19 de Chile, el Ingreso Solidario de Colombia, el Bono Proteger en Costa Rica o el Bono de Emergencia en Brasil. El turismo, la cultura, el comercio, el transporte y la moda han sido los sectores más afectados. Por el contrario, las actividades que se han visto menos afectadas han sido la agricultura, la ganadería y la pesca, la producción de alimentos, los productos médicos y las telecomunicaciones. «Estamos viendo cómo la fragmentación del contrato social está afectando de manera muy fuerte a Latinoamérica», puntualizó.

Para las segmentaciones socioeconómicas se utilizará una clasificación laboral-educativa, más bien simple por la naturaleza de la fuente de datos6. Por otra parte, pueden existir visiones más matizadas y que reconocen tendencias visibles, que podrían ser hasta secundarias, y solapadas, que eventualmente podrían ser más profundas. Un ejemplo de ello es el análisis de Escolano y Ortiz (2005) para la ciudad de Santiago. Estos autores dan por seguro el fortalecimiento de los núcleos periféricos, lo que abonaría a la ciudad policéntrica y sobre todo al acercamiento entre residencia y servicios. Con todo, también reconocen que los dos centros de actividades (el histórico en la comuna de Santiago, y el, según ellos, emergente de «Providencia»), que constituyen el corazón comercial y económico de la ciudad, terminen por fusionarse, surgiendo, así, un gran centro extendido, lo que originaría un monocentrismo renovado, ampliado, si se quiere. Sobre ambos asuntos, la localización de la población según condición socioeconómica y la ubicación de los puestos de trabajo, hay un amplio debate en la actualidad.

Se plantea que un punto de entrada para abordarlas es el diseño de sistemas de protección social que sean universales, más inclusivos y redistributivos y fiscalmente sostenibles. La disaster de la COVID-19 ha mostrado que, sin un enfoque universal, las crisis pueden producir retrocesos importantes en los logros de la región en protección social y bienestar de los hogares. De igual forma en Perú la alta proporción de habitantes rurales e indígenas en la región Sierra no solo se debe a los patrones de poblamiento precolonial, sino a la emergencia de la Costa como centro de dominación tras la independencia. La predominancia de la costa se selló con el increase desigualdad en la distribución del ingreso del guano y la devastación de la sierra en la guerra del pacífico, y después con la promoción de exportaciones de petróleo, pescado, azúcar y algodón, todas centradas en la Costa.

De hecho, puede ocurrir que en un país las personas sean todas más pobres y, por lo tanto, son más iguales. «Al ultimate lo que la gente percibe como desigualdad, es la desigualdad de acceso a servicios como la salud, la educación, el transporte o la seguridad en los barrios», le dice a BBC Mundo Luis Felipe López-Calva, director del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD. «En Chile la desigualdad ha sido estructuralmente alta para el nivel de ingresos que tiene ese país». «Estos países tienen una desigualdad persistentemente alta con disminuciones relativamente mínimas en el tiempo», señala en un e-mail el organismo, en respuesta a la solicitud de información hecha por BBC Mundo. Tanto es así, que por ejemplo, un país más igual no tiene por qué ser sinónimo de un país mejor o más justo. «Al final lo que la gente percibe como desigualdad, es la desigualdad de acceso a servicios como la salud, la educación, el transporte o la seguridad en los barrios», le cube a BBC Mundo Luis Felipe López-Calva, director del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.

Por ello, el análisis que sigue no apunta a tener una relevancia destacada en esta última esfera. A pesar de mejoras en las últimas décadas, muchos trabajos en América Latina aún se caracterizan por salarios bajos, condiciones laborales extenuantes o peligrosas y jornadas laborales prolongadas. Esto es particularmente evidente para una amplia proporción de la población que trabaja en la economía informal. La OCDE recomienda a los países de la región intensificar sus programas activos del mercado laboral, mejorar los sistemas de protección social, afinar su normativa de seguridad laboral y en el lugar de trabajo, y fomentar la aplicación de las leyes laborales. El desarrollo de las competencias de los jóvenes y su preparación para un aprendizaje permanente aumentan la cohesión social y la productividad laboral. Más de la mitad de quienes tienen 15 años de edad en América Latina no adquieren el nivel de competencias básico para un correcto desempeño en el mercado laboral.

En Chile, la implementación de sistemas de identificación biométrica en el sistema nacional de salud preocupa por las posibles limitaciones que podría generar a poblaciones marginadas y empobrecidas -e incluso a personas mayores, por la pérdida de legibilidad en rasgos como las huellas digitales- para su acceso a servicios básicos de salud. La secretaria ejecutiva de la Cepal advirtió sobre el crecimiento de los estratos de ingresos medios en la región, que continúan experimentando diversas carencias y vulnerabilidades, tanto en relación con sus ingresos como en el ejercicio de sus derechos. Subrayó que reducir la desigualdad implica aplicar un trato especial y diferenciado para los países en desarrollo, en specific los menos adelantados de conformidad con los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio. En este mismo sentido, agregó que un requisito es alentar la asistencia oficial para el desarrollo y las corrientes financieras, incluida la inversión extranjera indirecta para los estados con mayores necesidades, entre otros aspectos. Si las frustraciones y el descontento social no se canalizan por una vía democrática e institucional, los liderazgos populistas se acentuarán en la región.

Las encuestas de hogares -las fuentes de información típicas de los indicadores de desigualdad- no siempre captan bien los ingresos de los más ricos. Los hogares tienden a declarar menos ingresos de lo que realmente reciben, sobre todo, los procedentes de las rentas del capital. A raíz de ello, tanto el grado de desigualdad como la tendencia pueden estar mal calculados. La percepción de las personas de que la distribución de ingresos en su país era injusta o muy injusta disminuyó al caer la desigualdad, en tanto subió cuando la brecha se acrecentó. La evidencia disponible sugiere que tanto el aumento como el descenso de la desigualdad del ingreso laboral han estado asociados al incremento o la caída de los retornos de la educación. En specific desigualdad en la sociedad ejemplos, en la mayoría de los países donde la desigualdad complete descendió durante la década del 2000, los retornos a la educación primaria, secundaria y terciaria, respecto de ninguna escolaridad o escolaridad primaria incompleta, también descendieron.