Por ende, en la actualidad las infraestructuras de telecomunicaciones le permiten a cualquier empresa del mundo extender su ámbito de acción alrededor de todo el planeta. Algunos columnistas han especulado que esto se debe a la ineficiencia del Estado en las transferencias. Uno podría argumentar, en cambio, que las transferencias son progresivas, pero la manera de recaudar es regresiva, haciendo, por lo tanto, neutro el sistema en su conjunto. Así, en el marco de una discusión constituyente sobre un nuevo contrato social, los debates sobre el sistema tributario serán centrales.
Es por eso que, en general, la visión compartida es que los impuestos al consumo son eficientes para efectos de recaudación, pero son regresivos. Las personas de mayores ingresos ahorran más, y por lo tanto el consumo representa una menor proporción de sus ingresos comparado con las personas de menores ingresos. Hasta este momento nos hemos referido a la progresividad o regresividad de los sistemas tributarios, pero no hemos hablado con mayor detalle de sus componentes. Lo cierto es que los sistemas tributarios se componen de múltiples tipos de impuestos, todos ellos con diferentes ventajas y limitaciones.
Para ello, estas empresas globales necesitaban una localización estratégica en la que pudieran acceder a recursos laborales, capital humano altamente cualificado y una infraestructura de calidad que les permitiera coordinar sus operaciones con otras que realizan en el mundo. Santiago period un lugar adecuado por la cantidad de población que permite obtener mano de obra, porque se puede acceder a private cualificado y porque se desarrolló la infraestructura crítica necesaria. Como se ha destacado previamente, la economía global ha permitido que se produzca un crecimiento sistémico a escala mundial. Esto se observa en que el PIB en el mundo pasó de eleven,15 billones de dólares en 1980 a 73,forty three billones en la actualidad (Banco Mundial, 2016), lo que permitió que la riqueza promedio, medida a través del PIB per cápita, prácticamente se duplicará desde 1975 (Maddison, 2013). La población mundial usuaria de web corresponde a un 44% en la actualidad frente a tan solo un 0,05% en 1990 (Banco Mundial, 2016). Este incremento fue posible gracias al aumento en la capacidad tecnológica de las telecomunicaciones, que se multiplicó por 200 veces de 1986 a 2007 (Hilbert y López, 2011).
En otras palabras, son decisiones políticas las que han transformado la globalización en desigualdad. Para complementar el análisis basado en el Gini, una forma menos abstracta y más intuitiva de medir la desigualdad consiste en calcular la porción del ingreso whole del país que concentran diferentes grupos de la población. Por ejemplo, la porción del ingreso nacional que se apropian el 1% y el 10% más ricos dan cuenta de qué tan concentrados están los ingresos. Por otra parte, la vida en los vecindarios pobres de Santiago se ha hecho más peligrosa, haciendo de la seguridad ciudadana un problema central. Se han debilitado los mecanismos organizacionales que antes actuaban como un freno a la violencia y al crimen.
Es evidente que la caída en aportes públicos obligó a las municipalidades a transferir o aportar fondos de sus propios presupuestos para dedicarlos a educación, tanto para salarios como para gastos administrativos. Hay que considerar, sin embargo, que los aportes de las municipalidades pobres solo pueden ser limitados. Otro importante issue en la distribución espacial de la pobreza en Santiago ha sido la erradicación forzada de campamentos durante la dictadura militar ya mencionada, que significó rupturas en las comunidades, complejos procesos de reestructuración y una concentración espacial de la pobreza.
El punto que queremos destacar en este artículo es que la ciudad muestra una diversidad de rostros con distinto signo. Algunos muestran inequívocamente los éxitos económicos; otros parecieran empinarse, pero sin lograrlo; otros se han quedado definitivamente al margen de tales logros. Así, los egresados contarán con las herramientas necesarias para contribuir a la creación de políticas que promuevan la equidad y la justicia en un mundo cada vez más interconectado. Esto genera desafíos para supervisar y controlar el movimiento de dinero y bienes a través de las fronteras internacionales.
En este sentido, la comunicación de masas puede entenderse como una variedad de los procesos generales de intercambio económico y que, como procesos productivos, se asemeja a todo proceso de producción en el sistema capitalista, y en cuya estructura informativa internacional se presenta una relación asimétrica e intercambio desigual de productos entre el centro y la periferia. Así, las grandes empresas de comunicación internacionales de países desarrollados (agencias informativas) se mueven en el espacio transnacional, en el que se encuentran los subsistemas económicos internacionales, político-militares y socioculturales. La globalización ha sido ampliamente asociada con el crecimiento de las desigualdades, la pobreza y y la segreación urbana. El modelo de ciudad global particularmente ha difundido la thought igualdad desigualdad de que la reestructuración del mercado de trabajo generada por el proceso de globalización económica produce inevitablemente un nuevo tipo de dualización. Los casos de París y Río de Janeiro permiten una comparación de dos ciudades con mercados de trabajos bastante distintos y afectadas diferentemente por la globalización económica.
Asimismo, el aumento de la movilidad (migraciones y desplazamientos) está asociado con la segmentación etno-territorial de las comunidades. A manera de conclusión, destacamos diferentes fuentes de la desigualdad propias del proceso de desagrarización. Por su parte, para Jesús Martín-Barbero es en el espacio de lo nacional y lo native donde la cultura se mundializa, pues, como afirma el autor, globalización no equivale a una mayor difusión de productos sino a la rearticulación de las relaciones entre países desde una des-centralización que concentra poder, y un des-enraizamiento que hibrida las culturas (Martín-Barbero, 2004). En la comunicación global, los distintos mercados siguen siendo un factor importante, ya sea al facilitar la transnacionalización de industrias culturales nacionales o al impedir un crecimiento mayor de los medios locales. Aunque estos medios tengan la suficiente cobertura, su tamaño se scale back significativamente si se miden en términos de número de espectadores. En el mundo financiero los productos culturales, el conocimiento y los bienes inmateriales, son por excelencia los sectores más dinámicos de una economía donde la información es a la vez un issue de producción, un producto consumible y una variable económica.
Por tanto, los resultados de este estudio son coherentes con lo especificado por Sassen (1991, 2009). Santiago de Chile se ha convertido en una ciudad global, uno de los nuevos territorios estratégicos y centros de información para la economía mundial, localizándose en la comuna de Las Condes la red de empresas de servicios de alta especialización que caracterizan este tipo de territorios. También se ha observado que la comuna de Santiago Centro obtiene importantes recursos para su municipalidad, pero en este caso se relaciona con la territorialidad del poder político en Chile.
El estudio de Flores, Sanhueza, Atria y Mayer encuentra una concentración en torno al 24% usando datos tabulados. Fairfield y Jorrat usan microdatos administrativos de 2005 al 2010 y, ajustando por evasión y elusión, encuentran cifras en torno al 33%. Todos los estudios son relativamente consistentes y sugieren que los individuos en el 1% más rico reciben entre un cuarto y un tercio del ingreso nacional. En los años 60 y 70, del siglo XX, se concedían préstamos a los países del tercer mundo a bajo interés. Los créditos se pidieron contando con unos ingresos que van decreciendo, ya que el valor de los productos de estos países (materias primas) no hace más que devaluarse.
Por ende, es una oportunidad para los profesionales que desean especializarse en el análisis jurídico de las consecuencias de la globalización. Además, la globalización ha llevado a un aumento en la movilidad entre distintas nacionales, lo que puede complicar la protección de los derechos fundamentales. Frente a esto es necesario reflexionar acerca de cómo se está utilizando socialmente la comunicación, considerando que está sometida en su estructura a las condiciones del mercado y, por lo tanto, a las dinámicas de la oferta y la demanda, de la producción, distribución y del consumo.
Ante la cada vez mayor complejidad y competitividad multinacional, la “mezcla de empresas, talento y pericia en una amplia variedad de campos especializados hace que un determinado tipo de entorno urbano funcione como centro de información” (Sassen, 2009, p. 52). Es así como toman protagonismo las “ciudades globales” (Sassen, 1991), que se convierten en los “centros de comando y control” de la economía (Friedmann, 1986). instituciones sociales y organizaciones sociales Es en este contexto donde las empresas multinacionales y de servicios avanzados comienzan a desarrollar una “economía de aglomeración” (Sassen, 2009), en que el valor agregado se concentra en los cada vez más importantes flujos económicos globales, así como en los territorios que se convierten en sus nodos de conexión. Todo el entramado comentado agudizaría la desigualdad socioeconómica y espacial (Sassen, 2009, 2015).
Una metrópolis sin gobierno o administración y sin autoridad responsable de la ciudad, hace imposible por una parte un gobierno democrático con management ciudadano; por otra parte hace imposible el manejo eficiente de desechos, el creciente tránsito y los cada vez más frecuentes conflictos por uso de suelo, con lo cual la calidad de vida se deteriora. Las diferencias entre los sistemas legales de diferentes países pueden crear obstáculos para la cooperación y el comercio internacional, dificultando la reconciliación de diferencias en valores y principios subyacentes a distintos sistemas legales. Aparece así la empresa informativa, donde la comunicación misma se convierte en producto, y cuyo control y gestión pertenece a quienes la sostienen financieramente.