Algunas de estas estrategias, de acuerdo con sus características, pueden denominarse, al menos tentativamente, estrategias de reinstitucionalización (Trigo, 2005). Concepto menos trabajado que el de desinstitucionalización y, tal vez, también con límites y vulnerabilidades. Sin embargo, en la preparación de la Conferencia de Puebla sí se pusieron en evidencia las fuertes tensiones entre representantes de una y otra de estas corrientes. El planteo de la cultura y la religiosidad well-liked, favorecido por la dirigencia de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) y por Roma, parecía dejar fuera los aspectos específicamente sociales y políticos de la liberación de los pobres. «Hoy, con la publicación de este índice sobre pobreza, terminamos con la emergencia estadística en su forma más crítica». El Presidente argentino, Mauricio Macri aseguró ayer, tras conocerse el informe, que «después de años de manipulación, hoy sabemos qué realidad nos golpea, porque uno de cada tres argentinos es pobre y es algo que nos duele».
Las proyecciones indicarían que habría casi 27 millones de personas pobres, de los cuales 7 millones serían indigentes. 2Con frecuencia se reserva la denominación TL para la segunda y la tercera de las líneas mencionadas, sobre todo para la tercera. Cuando se habla de teologías de la liberación, en plural, se incluye la cuarta y, según los casos, también la primera. Para algunos autores, la TC se trata de una corriente con rasgos propios dentro de la TL (Scanone, 1982; Cuda, 2016); para otros, es una forma independiente y muy valiosa de la TL (Lehmann, citado en Galli, 1990), y para una tercera postura no debería de incluirse.
Adicionalmente, una discusión transversal al análisis es la forma en que deberían ser definidos los umbrales cuando se realizan comparaciones entre distintas escalas. Se observa que la determinación de la línea de pobreza constituye una decisión no trivial cuando se analiza la sensibilidad de las estimaciones de pobreza a la elección del ajuste demográfico. La evidencia presentada se encuentra en línea con la advertencia de Ravallion (2015), quien destaca que las estimaciones de pobreza pueden modificarse sustancialmente, o hasta no variar, dependiendo de cómo se defina el umbral. Los resultados muestran que, cuando el umbral es el mismo independientemente del ajuste empleado, los resultados son más fáciles de interpretar y las diferencias entre las estimaciones son más amplias. Una escala más alta (baja) para todos los tipos de hogares se asocia a mayores (menores) niveles de pobreza estimados.
El 92% de los hogares con 5 niños serán identificados pobres con la escala de Barten, mientras que el 79% con la escala del INDEC, y el 71% con la paramétrica. Mientras que cuando el umbral se modifica, las probabilidades promedio de que el hogar sea identificado como pobre al considerar distintas escalas son más parecidas para tamaños familiares con pocos integrantes, y las diferencias se amplían al aumentar la cantidad de adultos o menores presentes en el hogar. En este caso un hogar integrado por 5 menores tiene 53% de probabilidad, en promedio, de ser identificado como pobre si se emplea la escala de Barten, 50% con la del INDEC y 45% con la paramétrica. El Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) difundió los últimos índices del nivel de pobreza en el país.
El dato del aumento de la pobreza se conoce sólo semanas antes de que se lleven a cabo las elecciones presidenciales en Argentina, luego que Javier Milei obtuvo el primer lugar en las primarias de agosto. El candidato oficialista, el ministro de Economía, Sergio Massa, salió tercero en los comicios pasados y enfrenta un complejo momento económico. La cifra entregada por Indec muestra un alza de nueve décimas porcentuales con respecto al segundo trimestre del año pasado (39,2%) y es la mayor desde la primera mitad de 2021 (40,6%).
En la ciudad de Buenos Aires, con una población mucho más rica, el 16% de los residentes vive en la pobreza, en comparación con el 51% en la provincia de Buenos Aires, según datos del INDEC. Los únicos otros períodos recientes de mayor pobreza en Argentina se produjeron después de su crisis de hiperinflación en 1989 y un default histórico a fines de 2001, según datos ikea fundación anteriores del INDEC. Dentro de este conjunto se distingue un 7,8% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 10,5% de las personas. Además, el Índice de Indigencia, que comprende a las personas cuyos ingresos no alcanzan para comprar el mínimo de comida para la subsistencia, se ubicó en el 10,5%, contra el 8% del semestre julio-diciembre de 2019.
En este sentido, el análisis y los resultados presentados en este trabajo son congruentes con la evidencia empírica internacional previa. Sin embargo, el efecto de las escalas en los niveles y composición de la pobreza no es uniforme entre los distintos países (Buhmann et al., 1988). Sin embargo, la relación entre la medición de la pobreza y las escalas de equivalencia no se encuentra extensamente explorada ni de manera amplia para países de América Latina (Medina, 2002; Alfaro y Núñez Velázquez, 2005). La misma casa de estudios indicó que, al last del gobierno de Alberto Fernández, Argentina contabilizaba 19,5 millones de personas en la pobreza y 5,four millones bajo la línea de la indigencia.
La EPH es una encuesta que cubre actualmente 31 aglomerados urbanos, representando cerca del 62% de la población total del país. El análisis abarca un período de 26 años, desde 1990 al 2015 y se realiza una estimación de pobreza anual3. El primer enfoque refiere a la evaluación de las necesidades del hogar por parte de expertos y agrupa a las escalas obtenidas a partir del criterio experto estadístico o del criterio experto de programas. Las escalas basadas en el criterio experto estadístico (denominadas paramétricas) consideran un parámetro que captura el costo relativo de los niños y otro que regula las economías de escala. Son útiles para comparaciones internacionales o para países que no poseen una escala propia oficial (Deaton y Zaidi, 2002), aunque los valores de los parámetros no poseen una justificación teórica. Las escalas basadas en el criterio experto de programas implican un juicio de valor explícito acerca del conjunto de necesidades mínimas (por ejemplo, nutricionales) que deberían ser satisfechas.
Los sacerdotes, desde la reivindicación de sus capitales específicos, en algunos casos, buscan acrecentar el peso de lo sacramental; en otros, llevan adelante estrategias “sociales” y construyen poder territorial (en este sentido, los Hogares de Cristo constituyen una experiencia en crecimiento y de alta gravitación). O puede observarse también que incrementan lo sacramental en paralelo con el trabajo socio territorial. Así, el concepto de desinstitucionalización, aún con sus limitaciones o vulnerabilidades, nos permite nombrar algunas de las transformaciones y de las realidades de la diócesis de Merlo-Moreno. Resultándonos interesante que dicha noción también implica, en este caso, hacer referencia a procesos y experiencias de los especialistas que permanecen en la institución y, desde lo individual y/o lo comunitario, construyen y expresan de una manera nueva sus creencias, con mayor autonomía de la institución.
El “preferencial” de la segunda solo señalaría una prioridad en el orden de la caridad. Para este autor, la “preferencialización de los pobres” oculta coordenadas de la justicia para mirar la realidad desde la perspectiva de la beneficencia guinea ecuatorial pobreza o del asistencialismo, en cambio la OP implicaría praxis social, asumida como acto de justicia. «Después de años de manipulación, hoy sabemos qué realidad nos golpea, porque uno de cada tres argentinos es pobre y es algo que nos duele».
Las economías de escala son consideradas implícitamente al emplear datos de gasto del hogar. Una desventaja es que requieren para su estimación supuestos de identificación no testeables o restrictivos. La evidencia de este tipo de escalas para Argentina ha crecido en los últimos años (Berges, 2011; Pace Guerrero, 2013; Echeverría y Berges, 2015; Berges, Echeverría y Rodríguez, 2021). Pero la última medición del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina muestra un dato preocupante. La pobreza entre los menores de 17 años alcanzó al 62,9%, de los cuales el sixteen,2% vive en hogares indigentes.
“Si hubiera 40%, la Argentina estaría estallada”, dijo el domingo en una entrevista a la agencia Noticias Argentinas. Según el documento “Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario posdevaluación. Escenario a diciembre 2023 y enero 2024”, la población indigente en Argentina ascendió del 14,2% en diciembre al 15% en enero, y la tasa de pobreza pasó de 49,5% al fifty seven,4% durante el mismo período. Todas las entrevistas fueron hechas por la autora, quien asumió con los entrevistados compromisos de confidencialidad; por esto se identificaron sus nombres con iniciales, a excepción del obispo, a quien como figura pública resulta inevitable identificar. Desde la primera entrevista, observación y lectura de documentos se analizaron los datos (Andreu Abela, García Nieto, Pérez Corbach, 2009) fijando nuevos criterios y entrevistados, sumando cuatro entrevistas a agentes territoriales, trabajadores sociales del Estado o de organizaciones socio religiosas de la zona.
Son eight millones de niños y adolescentes que residen en hogares pobres, de los cuales 2,1 millones son indigentes. La pobreza alcanzó el 40,1% en el primer semestre, según datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). De acuerdo con esta medición, un whole de eleven,8 millones de personas están en esa situación. Cambios de época, de contextos sociopolíticos, transformaciones culturales, desinstitucionalización, constituyen procesos que se retroalimentan, campos y estrategias que se reconfiguran, agentes que se reposicionan y vínculos que asumen otras características.
Para las tres escalas consideradas el adulto de referencia es el hombre adulto, que toma el valor 1 de la escala. Luego, cada individuo representa una fracción del adulto equivalente según sus características. A fines de julio, se conoció que la pobreza por ingresos en nuestro país llegó a su menor nivel histórico según datos entregados por Casen.
Primero habrá un período de ajuste de los precios relativos, saneamiento y negociación de las deudas. Si el gobierno es exitoso en esta etapa puede tener un efecto de reactivación económica potencial, pero en este proceso habrá puja distributiva y los más pobres deberían ser los más cuidados para evitar desbordes en el sistema institucional”, indicó Salvia, con gesto adusto. Los expertos estiman que la pobreza podría incrementarse en la segunda parte del año, ya que la inflación seguiría empinándose. Y agregó que “la muy elevada inflación de los últimos tres meses generará a fin de año otro máximo de pobreza que incluso va a superar el peor momento de la pandemia”.
Sobre esto, el especialista comentó que hoy en día el 44% de los hogares recibe una transferencia de ingresos o una asistencia pública, y aun así no es suficiente porque “salen de la indigencia, pero no de la pobreza”. Se traduce en que la asistencia médica se disminuye, no es posible comprar medicamentos, que la inversión en capital humano y en educación para los hijos queda postergada, que arreglar la casa o tener un descanso vacacional se hace imposible”, agregó el sociólogo. En respuesta a los cuestionamientos de Fernández, Salvia sostuvo que el problema no radica en las mediciones, sino en las políticas implementadas. Salvia anticipó que, con una inflación mayor en 2024, la pobreza aumentará y con ella la precariedad del empleo y los ingresos. Los más afectados, advirtió en declaraciones a Infobae, serán aquellos sectores que están a punto de caer en la pobreza, en tanto el nuevo gobierno mantenga entre los más vulnerables la estructura precise de programas sociales. A días de dejar el poder, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en unos polémicos comentarios, había cuestionado la medición del índice de pobreza que lleva adelante el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), cuyo índice alcanzó a 40,1% en el primer semestre.