Parte Ii: La Desigualdad Es Una Decisión Política

En la India y China, la globalización trajo consigo mayor desigualdad de ingresos, porque creó oportunidades nuevas (en el sector fabril, de servicios y de desarrollo de software) que beneficiaron a millones de personas. El progreso funciona así; tal vez preferiríamos que todos prosperen a la par, pero eso casi nunca sucede. Dicho sistema corporativo está compuesto por inversores, financieros y propietarios de empresas transnacionales. Eso sí, la desigualdad no actúa tan solo en la esfera económica, sino que el poder económico de dichas empresas as empoderan, además, de una inconmensurable potestad política, legal y social. Es un siglo más tarde, con el creciente proceso de industrialización, que comienza a crearse una diferencia importante en los niveles de ingreso, cuya relación, a nivel de ingreso medio entre los países “pobres” y los países “ricos” llegó, a principios del siglo XX a una proporción de 1 a four, para pasar a principios de este siglo a una proporción de 1 a 30. Un sistema tributario que se toma en serio la desigualdad y la protección de la democracia debe considerar el mérito de los impuestos al patrimonio, en explicit a la herencia y a la riqueza.

La pobreza no es solo un rasgo que distingue a una comuna frente a las otras comunas de la ciudad; es también un factor de diferenciación al interior de las comunas. En efecto, aunque ciertamente pueden clasificarse algunas comunas de Santiago como pobres, también es cierto que al inside de estas comunas -al igual que en otras con mejores niveles de ingresos- hay sectores que concentran extrema pobreza. Es el caso de los asentamientos urbanos precarios (campamentos) y de aquellos originados en ocupaciones ilegales de terrenos (tomas), cuyos habitantes viven en las peores condiciones de vida imaginables. También hay pobreza en áreas urbanas consolidadas con buena infraestructura y equipamiento, pero con una población empobrecida, como es el caso del centro de Santiago. Dicha situación nos lleva a la conformación de la sociedad de la información y del conocimiento, donde en el presente da lugar a  la aparición de nuevas fuentes de desigualdades. El acceso a las tecnologías de la información y la comunicación no se produce a la misma velocidad, ni con la misma intensidad, entre personas de diferentes sectores sociales, ni entre países o regiones del mundo.

Los extremos fluctúan entre 1,6% de pobreza en Ñuñoa, una comuna habitada casi en su totalidad por sectores de ingresos medios, y 29,2% en La Pintana. En consecuencia, es necesario pensar lo anterior bajo la lógica del juego tetralémico que se sustenta en la complementariedad del consenso dualista del dominante – dominado como única explicación causal de los problemas que enfrentan los países en desarrollo frente al sistema mundial de comunicación. Así, es importante tener un eje fundamentado en la relación mencionada, pero tal vinculación de conceptos (dominante-dominado) se debe complementar con otro eje que presente procesos alternativos que pretendan descartar un sentido estructural del fenómeno para dar cabida a una perspectiva dialéctica del problema de la dependencia informativa y la concentración de la información. Los medios de comunicación de masas y sus productos culturales -entendidos como bienes de intercambio mercantil- son considerados elementos de la expansión transnacional y uno de los factores de la integración sociocultural mundial.

Por cierto, estos cálculos se basan en premisas normativas que exigen definir cuánto se pondera el bienestar de cada individuo de acuerdo a su nivel de ingresos. Los esquemas óptimos se caracterizan por tasas más altas cuando los contratos sociales favorecen en mayor medida la redistribución. Por eso, generalmente, éstos representan porcentajes acotados de la recaudación agregada. Por ejemplo, en el año 2016, entre los países de la OCDE, el IVA y otros impuestos al consumo representaron en promedio un 32,7% de la recaudación. En Chile, estos mismos impuestos representaron el fifty informacion sobre la desigualdad social four,6%, por lejos la proporción mayor entre los más de 30 países que componen el grupo (en segundo lugar aparece Turquía con forty three,6%). Sin embargo, éste indicador se basa exclusivamente en datos de la CASEN, que, como discutimos más arriba, no capturan los ingresos de los tramos de altos ingresos.

Se podría decir que los vectores que recorren estas cinco intervenciones son la desigualdad y la globalización, pero también abordan las nuevas formas de subjetividad y la constitución de actores sociales distintos, así como la incorporación de nuevos aportes al paradigma de las ciencias sociales, como las dimensiones de género, la microsociología, la interdisciplina. Observamos un país en crisis, con un nivel de desigualdad que se ha estancado en niveles altísimos. Transitar hacia una sociedad distinta es posible; es, a fin de cuentas, una decisión política. Existen múltiples razones que explican el aumento sostenido de la desigualdad en Estados Unidos, todas ellas decisiones de política.

Al respecto explicó que desde hace ya varios siglos la humanidad ha vivido en una sociedad global, aunque con una profundidad mínima, tal como ha sucedido con el capitalismo. Sin embargo, el nivel de profundidad de la globalización precise, así como la profundidad y extensión alcanzada por el capitalismo, son fenómenos relativamente nuevos. “El sistema solo funciona bajo la condición el individuo tenga la disposición de adaptarse a los cambios y procesos, de someterse a convenciones que no serán los resultados de una planificación racional.

globalización y desigualdad

El principal mensaje es que la desigualdad es, a fin de cuentas, una decisión política. 5 La percepción de inseguridad y en specific la contaminación atmosférica -Santiago es una de las ciudades más contaminadas de América Latina- son fenómenos no excluyentes por naturaleza. La concentración de la construcción es otro indicador que refleja la desigualdad en el desarrollo reciente de Santiago. Aunque muchas son administradas con criterios comerciales (para obtener ganancias), intentan mantener la imagen de ofrecer mejor infraestructura y equipamiento que las escuelas municipales, con el fin de atraer más matrículas.

Dentro de esta categoría encontramos, por ejemplo, las contribuciones, el impuesto a la herencia y el impuesto a la riqueza. Decíamos que la calidad del servicio varía según el subsistema educacional de que se trate, dependiendo del sector socioeconómico al que está dirigido. Esto se ve confirmado por los resultados del llamado Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE), una prueba aplicada desde 1988 a lo largo de todo el país a los cuartos años de educación básica en los años pares, y a los octavos años de educación básica en los años impares.

Por ejemplo, la porción del ingreso nacional que se apropian el 1% y el 10% más ricos dan cuenta de qué tan concentrados están los ingresos. En el caso de Santiago, sus habitantes manifiestan mayor inseguridad en los espacios públicos que en los privados, situación contradictoria cuando se la compara con la información estadística nacional. Según ésta, los hurtos, los robos con fuerza y los robos con violencia, afectan más a las residencias que a las personas, instituciones o vehículos (Oviedo, 1994). Uno de los correlatos potencialmente más serios de lo anterior es que los habitantes de Santiago que tienen una percepción de inseguridad en la ciudad tienden a apoyar la resolución de conflictos nacionales por medios no-pacíficos, a diferencia de aquellos que consideran la ciudad o su barrio como un espacio seguro.

De ahí la importancia de la relación de la comunicación y los demás sistemas sociales, «a través de los cuales toma forma concreta un determinado orden social, unas determinadas formas de estratificación social y unas determinadas formas de poder político» (Murciano, 1992). En esta fase de integración del sistema mundial, como indica Murciano (1992), los medios de comunicación constituyen los agentes de expansión y legitimación de las prácticas y valores de las sociedades centrales, y cuyo sistema de circulación resulta uno de los factores imprescindibles para el mantenimiento y desarrollo del proceso de mundialización o transnacionalización. En la comunicación global, los distintos mercados siguen siendo un issue importante, ya sea al facilitar la transnacionalización de industrias culturales nacionales o al impedir un crecimiento mayor de los medios locales. Aunque estos medios tengan la suficiente cobertura, su tamaño se cut back informacion sobre la desigualdad social significativamente si se miden en términos de número de espectadores. En el mundo financiero los productos culturales, el conocimiento y los bienes inmateriales, son por excelencia los sectores más dinámicos de una economía donde la información es a la vez un factor de producción, un producto consumible y una variable económica. Tales avances en los distintos ámbitos del quehacer humano forman parte de la globalización; concepto que pretende describir la realidad inmediata de una sociedad planetaria integrada más allá de las fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y condiciones socio-económicas o culturales.

Aunque en la última década han disminuido las cifras de pobreza e indigencia, sí ha persistido la inequidad, que aumenta la brecha entre los grupos sociales, genera una percepción de empobrecimiento relativo y reduce la capacidad de superar la pobreza. Según diversas encuestas de opinión, una mayoría de las personas pobres manifiesta que el desarrollo económico no la ha favorecido, y cerca de la mitad indica que la pobreza se mantiene igual, a pesar de aumentos en los ingresos y mejoramientos en la infraestructura. Los sectores pobres no se perciben como favorecidos, a pesar de nuevas disposiciones institucionales (aumento del salario mínimo, reforma tributaria, aumento del gasto social), que han contribuido a superar la pobreza a través del aumento de los ingresos. El hecho es que el ingreso per cápita del decil más rico es todavía cuarenta veces el del decil más pobre.

Pero la mayor amenaza a los empleos tradicionales no son los trabajadores de estos países, sino los robots. Por eso la producción fabril estadounidense sigue creciendo aunque el nivel de empleo del sector disminuye. “Mi pronóstico es que la globalización, o se deshace del modelo neoliberal y así podríamos tener una globalización más regulada que no aumenta tanto la desigualdad, o se mantiene bajo la modalidad neoliberal, y en este caso veremos más respuestas conservadoras, populistas que ofrecen respuestas nacionalistas”, argumentó. El problema, advirtió el académico, es que la mayoría de los países optó por el modelo de globalización neoliberal implantado en Chile, y éste implica riesgos para las personas, pues en este esquema la capacidad del Estado de proteger a la comunidad y common los intercambios es cada vez menor.

Hemos visto que, en términos de recaudación de impuestos, el tamaño del Estado en Chile es pequeño y que los ingresos fiscales que recauda provienen mayoritariamente de impuestos al consumo. A lo anterior se suma que los impuestos al ingreso, además de tener una relevancia secundaria, abren espacios para elusión y evasión, haciendo que la progresividad nominal se vea seriamente mermada.[18] Además, los impuestos al patrimonio prácticamente no existen. En easy, éste consiste en que las personas paguen todos los años una proporción determinada de sus ingresos. Considerando que los ingresos totales provienen de distintas fuentes con distintas particularidades (trabajo, empresas, mercado financiero, and so forth.), su diseño es complejo y varía mucho entre países. Para esta discusión será útil definir qué significa que la intervención del gobierno sea progresiva o regresiva.

Por ejemplo, a hundred mil pesos adicionales para un hogar que se sostiene con el salario mínimo son significativos, mientras que para un hogar de altos ingresos son poco relevantes. El impuesto óptimo balancea estos dos efectos y, para sorpresa de muchos, aun considerando sus potenciales efectos distorsionadores, la literatura ha concluido que debe ser bastante altos. Primero, los percentiles de mayores ingresos concentran una parte sustantiva de los ingresos. Por ejemplo, como detallamos más abajo, en Chile el 10% más rico se apropia de más de la mitad de los ingresos totales.

Asimismo, se desempeñan como los vehículos de penetración cultural a través de los cuales las formas y prácticas culturales del centro del sistema se difunden a los sistemas socioculturales de la periferia. Parte del debate público, sin embargo, argumenta que la desigualdad es un producto inevitable del libre mercado, el desarrollo tecnológico, y de la globalización. Se cube (o al menos se asume) que no hay nada que los países puedan hacer para domar las fuerzas del mercado y que cualquier intento de regular el grado de desigualdad tendrá efectos negativos ineludibles sobre el crecimiento económico. Así, lo que hoy se observa en los datos sería una consecuencia inevitable de los tiempos modernos.