Organizaciones Culturales Comunitarias De La Región Comparten Experiencias Ministerio De Las Culturas, Las Artes Y El Patrimonio

Este beneficio es otorgado por la Delegación Presidencial Regional de La Araucanía, y fue entregado por la máxima autoridad de la región en una ceremonia donde participaron parlamentarios y representantes de las organizaciones comunitarias. En efecto, observamos que la divisoria generacional que, a primera vista, parece ordenar las discusiones acerca del trabajo que aporta cada una, en realidad se construye sobre diversas vinculaciones con la organización social, las cuales producen diferentes concepciones y valoraciones sobre el trabajo. Mientras que un grupo de trabajadoras prioriza el trabajo en la limpieza del arroyo, otro lo hace con la participación en el comedor, las manifestaciones y demás actividades de la organización social. Esta división del grupo de trabajadoras se construye sobre el acople entre la cooperativa y la organización social. Cabe destacar que como resultante del conflicto no sólo se logra mantener la actividad productiva, sino que también se establecen dispositivos de cogestión en las modalidades de organizar y controlar la asistencia al trabajo.

La iniciativa se dio a conocer en el auditorio del Edificio Moneda Bicentenario de Santiago, con cerca de 300 participantes de casi todas las comunas de la región, tanto de sectores urbanos como rurales, a quienes se les dio la bienvenida a los programas del FOSIS Emprendamos Grupal y Organizaciones en Acción, y se les entregó un package organización lineal ejemplos metodológico de ambos programas. A partir del martes 2 de noviembre podrás acceder al curso en la plataforma Ucampus, donde además encontrarás todas las herramientas para tu aprendizaje. Conocerán la importancia del cambio para la supervivencia de nuestras organizaciones.

Desde esta perspectiva, los resultados obtenidos al emplear técnicas de estimación estándar en presencia de simultaneidad serán sesgados e inconsistentes (Greene, 1999). De acuerdo con el primer enfoque, la confianza interpersonal constituye un capital debido a que proporciona mayores beneficios a aquellos individuos que establecen este tipo de relaciones, y se caracteriza por tener un efecto multiplicador ya que puede ser acumulada a lo largo del tiempo. Gordon (2005) señala que la confianza es el sustento de las relaciones de reciprocidad en que se basa el capital social, y que la norma de reciprocidad basada en la confianza ayuda a resolver problemas relacionados con los bienes públicos en una comunidad. Desde este punto de vista, las organizaciones voluntarias constituyen instrumentos para la formación de capital social, al disminuir la incertidumbre con respecto a la conducta de los otros y dar lugar a un proceso de familiaridad y cercanía, en el cual los individuos empiezan a compartir sus identidades en torno a un objetivo común. El Fondo Social Presidente de la República contribuye directamente a potenciar organizaciones territoriales, además de otras instituciones sin fines de lucro, construyendo y aumentando el tejido social, potenciando la participación ciudadana y contribuyendo a la vulnerabilidad social de una comunidad o territorio determinado.

Para las demás organizaciones (Corporaciones, Fundaciones, ONG, etc), será el Consejo Nacional del Fondo el responsable de reconocer la calidad de interés público, realizar las inscripciones y eliminaciones correspondientes en el catastro, y además, reconocer la calidad de organización de voluntariado para quienes así lo soliciten. Estas organizaciones son verdaderos héroes en la defensa de derechos y causas específicas, desde la lucha contra la pobreza, la promoción de la educación y equidad de género, hasta el impulso del emprendimiento, la protección del medio ambiente y la defensa de los derechos humanos. Las actuales demandas del país le dan más sentido que nunca al propósito de Trascender y, a la vez, le exigen realizar un trabajo con un alto estándar de calidad, sello por el cual es reconocida; profesionalismo y compromiso por el bien común que el equipo le inyecta a cada proyecto, organización y empresa con las que trabaja. Una gran opción si quieres mejorar tus habilidades directivas y de liderazgo es realizar el Programa AMP que ofrecemos en ESE Business School.

La incapacidad para lidiar con el conflicto puede conducir a resultados negativos y puede socavar la credibilidad de un líder. Se utilizan muchas palabras para describir ambas funciones y los diferentes roles que desempeñan. En lugar de ser exclusivos, fluyen en un continuo y no hay una forma correcta de hacerlo. Presentar un proyecto dentro de las Líneas de financiamiento y cumplir con los montos establecidos. Haga su solicitud también a través del banner OIRS -Oficina de Información, Reclamos y Sugerencias- de este sitio net.

Con el nombre de organizaciones funcionales, la ley reconoce también a otras organizaciones comunitarias, tales como Centros de Madres, Centros de Padres y Apoderados, Centros Culturales y Artísticos, Organizaciones Juveniles, Organizaciones Deportivas, Grupos Corales, y otras que tengan caracteres similares, que representen y promuevan valores específicos de la comunidad vecinal. Una afirmación recurrente sostenida en los ámbitos del cooperativismo -si bien con sus matices, a nivel global- es que éste debe evitar la pérdida de su autonomía desentendiéndose de “la política”, entendida como aquella ejercida desde los aparatos estatales. Sin embargo, esta investigación da cuenta de que el Estado puede ser una vía potente de generación de asociativismo en los territorios. De hecho, durante la primera década y media de este siglo, múltiples Estados latinoamericanos impulsaron diversos procesos de democratización no sólo económica sino también política.

El capital social puede depreciarse como consecuencia de un desgaste en las redes sociales, situación que tiene lugar en presencia de alta movilidad de los residentes de una comunidad. Para medir la presencia de depreciación se incluye la variable dicotómica CASAi que toma el valor de 1 si el jefe del hogar habita una vivienda propia, y zero en otro caso. Con respecto a las características del lugar de residencia, se define la variable dicotómica RURALj, que toma el valor de 1 si el jefe de hogar reside en una zona rural, y 0 en una zona urbana. Las características antes señaladas se asocian a una menor probabilidad de movilidad, lo que permitiría aprovechar de mejor manera los procesos asociativos (Glaeser et al., 2002; Lederman, 2005).

Un primer paso para aportar respuestas a tal pregunta radicó en discernir las formas socio productivas que configuró el programa y la organización del poder al inside de tales formaciones. En trabajos previos, y en línea con la perspectiva de Wright (2015) en torno a las utopías reales, se denominó esta vía de conformación de cooperativas como “incubada” por el Estado y se indagaron las limitaciones y potencialidades que plantea respecto al incremento del poder social en la economía. La peculiaridad de las cooperativas de trabajo, al menos desde el punto de vista jurídico y formal, reside en que brindan trabajo a los/las asociados/as que las integran. Así, constituyen una forma socioproductiva no estructurada a partir de relaciones asalariadas, en donde prevalece el poder social emanado del carácter asociativo del vínculo entre los/as trabajadores/as y de la autogestión como modo de organizar la producción.

En segundo lugar, una actividad asociativa más fuerte puede reducir los problemas de información imperfecta, disminuyendo los costos económicos y sociales asociados a transacciones de insumos, créditos, tierra y nueva tecnología (Aker, 2007; Narayan, 1997; Narayan y Pritchett, 1999; Grootaert, 1999). Finalmente, en comunidades con relaciones de confianza y vínculos más fuertes es más possible compartir riesgos y desarrollar medidas informales de protección frente a siniestros, con los cuales las familias podrían alcanzar retornos esperados más altos y mitigar los efectos negativos que se tienen como consecuencia de shocks exógenos (Townsend, 1994). En los últimos años, a raíz de una serie de reformas que tenían como objetivo acercar a las personas a las organizaciones, los gobiernos han visto la importancia de retomar este enfoque e integrar a la sociedad civil en la gestión de las políticas públicas, aspecto que hace necesario el fortalecimiento de las organizaciones y el establecimiento de políticas para fomentar el voluntariado. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo outline la asociatividad como toda organización voluntaria y no remunerada de personas o grupos de ellas que establecen un vínculo explícito con el fin de conseguir un objetivo común. A nivel mundial, se han realizado diversos estudios para registrar y clasificar las organizaciones en función de sus objetivos, y se ha reconocido ampliamente el aporte que éstas realizan en la creación de riqueza y de empleo, además de su contribución a la cohesión social de un país (PNUD, 2000; Portes y Landolt, 2000).

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La metodología es cualitativa, se efectuó un estudio de caso principalmente mediante entrevistas semi-estructuradas y observaciones. Se describen dos conflictos; el primero, en torno a la definición de la actividad productiva y, el segundo, respecto al propósito la producción. Mientras que en el primero el Estado local se constituye en el principal adversario, en el segundo, la inserción de la cooperativa en una organización social genera oposiciones entre las trabajadoras respecto al propósito de la producción. La asociatividad puede ser vista como una alternativa para mejorar el bienestar económico de los hogares, al entregar a sus miembros mayores oportunidades para el acceso a recursos, a la vez que fomenta comportamientos cooperativos que fortalecen las decisiones que involucran el bienestar colectivo. Asimismo, la generación de capital social en una sociedad puede facilitar el proceso de devolución de poder a la ciudadanía, motivando de esta manera la solución descentralizada de conflictos sociales que involucran intereses contrapuestos. Especial importancia cobra el estudio del conjunto de organizaciones que promueven mayores oportunidades orientadas a fortalecer y ampliar las capacidades de las familias para generar ingresos.

De acuerdo con Woolcock (1998), una sociedad dotada con altos niveles de capital social será más segura, exhibirá mejores índices de calidad de vida, estará mejor gobernada y sus habitantes alcanzarán mayores niveles de bienestar. De la misma manera, Kliksberg (1999) señala que el capital social incentiva en las personas actitudes positivas como el cuidado de los espacios públicos, el pago de los impuestos, así como la presencia de altos niveles de asociatividad, y es precisamente este comportamiento cooperativo el que puede producir un aumento en el bienestar common organizaciones sociales tradicionales ejemplos de un país. Estos patrones de la conflictividad de trabajo en la cooperativa permiten ensayar análisis sobre el devenir del cooperativismo “incubado” y enmarcado en la acción político-territorial de organizaciones sociales.

Weinberger y Jütting (1999) analizan los determinantes de la participación en grupos de desarrollo local, siendo ésta explicada principalmente por grupos de ingreso medio y por la existencia de redes sociales al interior de las localidades. Finalmente, la participación hace posible que los individuos accedan a una serie de recursos de tipo social, colectivo, económico y cultural, pero impone a su vez una serie de costos que van desde las cuotas de membresía hasta la renuncia al tiempo disponible para la generación de ingreso y otras actividades (Yusuf, 2008). Debido a la diversidad de fines al interior de los distintos tipos de organizaciones, es de esperarse que la participación produzca efectos diferenciados en términos de costos y beneficios. Un análisis de los costos y beneficios de participar es presentado en Behera (2005) y Behera y Engel (2006). En la literatura del capital social se ha destacado su contribución a la protección y manejo de los recursos, a la capacidad de generar acuerdos en las diferentes sociedades y a la promoción de actitudes de respeto y confianza social, lo que constituye una manera de dinamizar y potenciar la vida social de un país.