La Igualdad De Género: Un Compromiso Común De La Ue Y México 2024 07 02

Promocionar la igualdad de oportunidades y subir los impuestos, especialmente, a las clases más adineradas, ayudaría disminuir la desigualdad. Si bien la desigualdad ha aumentado en los últimos treinta años en muchos países, ha disminuido en otros. En América Latina y el Caribe sigue siendo alta, pese a que ha disminuido considerablemente. En muchas economías industriales avanzadas, la desigualdad aumentó ligeramente si bien ya se encontraba en valores bastante bajos. Varios países de Europa Oriental registraron un drástico aumento de la desigualdad durante su transición política.

Los niños nacidos en familias pobres tienen menos acceso a la sanidad, la vivienda y la educación que los de los hogares más acomodados. Para António Guterres, la disparidad de ingresos y la falta de oportunidades “están creando un círculo vicioso de desigualdad, frustración y descontento entre generaciones”. En el prólogo al informe, el Secretario General destaca la oportunidad de su publicación cuando “tanto en el norte como en el sur, han surgido protestas masivas, alimentadas por una combinación de problemas económicos, crecientes desigualdades e inseguridad laboral”. Para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es necesario lograr la igualdad de género para las niñas y las adolescentes. Eso impide que se avance en el goce de condiciones de igualdad y en construir nuevas relaciones sociales y entornos saludables y justos para niños, niñas y adolescentes.

Según el Credit Suisse, el 82 % de toda la riqueza creada en 2018 fue a parar al 1 % más rico, mientras que la mitad más pobre de la humanidad no recibió nada. Las formas más extremas de la desigualdad social toman la forma de opresión en distintos aspectos. Es entonces cuando las grandes entidades o grupos igualdad social, en su manifestación más extrema causa la exclusión social de estos individuos.

Según el sociólogo Eduardo López Aranguren,[8]​ la desigualdad social es el resultado de un problema social, y no puede observarse meramente como un fenómeno natural. Es también un fenómeno histórico y cultural que ha existido en todas las naciones, hasta convertirse en un problema social para cada una de ellas. La desigualdad social es la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a los recursos de todo tipo, a los servicios y a las posiciones que valora la sociedad. Todo tipo de desigualdad social está fuertemente asociada a las clases sociales, al género, a la etnia, la religión, etcétera. Así que de forma más sencilla podemos definir la desigualdad como el trato desigual o diferente que indica diferencia o discriminación de un individuo hacia otro debido a su posición social, económica, religiosa, a su sexo, raza, colour de piel, personalidad, cultura, entre otros.

La precariedad laboral de la mujer se agudiza en el medio rural a pesar de que el nivel de formación alcanzado es superior entre las mujeres rurales, es decir, a pesar de que ellas están mejor formadas, la temporalidad y la parcialidad en el trabajo es mayor para las mujeres rurales que para los hombres. En España el porcentaje de mujeres rurales jóvenes con estudios superiores es del 33 % frente al 18,9 % de los hombres. Esta falta de recursos y de servicios provoca que las mujeres rurales sufran en mayor medida la falta de conciliación y corresponsabilidad, que es la principal culpable de que hoy España sea el segundo país del mundo con mayor tasa de desempleo femenino rural de la UE. Las mujeres deben ser agentes del cambio al impulsar el desarrollo sostenible y la reconstrucción de las sociedades después de las disaster. Dado que el lenguaje es uno de los factores clave que determinan las actitudes culturales y sociales, emplear un lenguaje inclusivo en cuanto al género es una forma sumamente importante de promover la igualdad de género y combatir los prejuicios de género. Además de los mencionados Día internacional de la Mujer y Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la ONU conmemora otros días internacionales dedicados a dar a conocer diferentes aspectos de la lucha por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Entre sus propósitos, la ONU declaró en el artículo 1 de su Carta “Realizar la cooperación internacional […] en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión”. La adopción de la Carta de las Naciones Unidas, firmada igualdad y desigualdad social en San Francisco el 26 de junio de 1945 ha posicionado el principio de igualdad de oportunidades y no discriminación en la órbita de los derechos fundamentales. Entonces, argumenta, la gente no solo protesta contra la concentración de los ingresos, sino por las pensiones y la falta de acceso a salud, educación y otros servicios sociales.

Aunque la desigualdad ha disminuido en América Latina en los últimos años, esta sigue siendo la región con la mayor desigualdad en términos de ingresos, situación de la que están muy conscientes los ciudadanos. Por ejemplo, desde finales de la década de 1970, la desigualdad de los ingresos ha vuelto a los altos valores que tenía hace un siglo en las economías avanzadas de habla inglesa, aunque no aumentó tanto en los países de Europa continental. El trabajo de las instituciones nacionales de derechos humanos ha sido fundamental para la promoción y defensa de estos derechos en la región y ha contribuido de manera significativa al avance de los estándares nacionales de protección de las personas y a la democratización de las instituciones públicas y, en general, de los Estados. El embarazo en la adolescencia tiene un efecto profundo en la trayectoria de vida de las adolescentes. Obstaculiza su desarrollo psicosocial, se asocia con resultados deficientes en materia de salud tanto para ellas como para sus hijos, repercute negativamente en sus oportunidades educativas y laborales, y contribuye a perpetuar los ciclos intergeneracionales de pobreza y mala salud. Una participación significativa permite a niñas, niños y adolescentes adquirir conocimientos y habilidades, desarrollar competencias, innovar y tener autoconfianza.

igualdad desigualdad

La estridencia del “ajuste más profundo y acelerado de la historia”, como lo outline el presidente Javier Milei, ya se refleja en cifras oficiales. En Argentina ha habido un importante aumento de la desigualdad social, que va de la mano de la contracción económica y la subida del desempleo. En seis meses de gobierno, los sectores más pobres han sido los más afectados por la devaluación y las políticas neoliberales.

Rousseau, en su obra sobre el origen de las desigualdades, utilizando lo que él llama el estado natural del hombre, deriva la desigualdad del hombre del estado social.[16]​ El hombre no nace con la desigualdad sino después de que se compara con sus semejantes y ve sus diferencias, es entonces cuando se pierde la igualdad del ser humano. Rousseau dice que la desigualdad debe su fuerza y su aumento al desarrollo de nuestras facultades y a los progresos del espíritu humano y se hace al cabo legítima por la institución de la propiedad igualdad y desigualdad social y de leyes. Es un grave problema para nuestras sociedades modernas, pues acaba por condicionar el acceso del individuo a bienes económicos y culturales, servicios públicos y a determinadas posiciones o roles en la sociedad en función de prejuicios o creencias. La igualdad puede conseguirse si el peor mejora o si el mejor empeora; la desigualdad puede conseguirse si el mejor mejora o el peor empeora. Si se trata de un recurso transferible, como el dinero o diversas formas de riqueza, es posible quitar a uno para dárselo a otro.

Las instituciones públicas y las empresas privadas desempeñan un papel decisivo para superar las desigualdades de todo tipo. Son conocidos los casos en que se limitan formal o informalmente los derechos de las minorías, especialmente de las desfavorecidas económicamente, como pueden ser los migrantes, las razas y religiones minoritarias, o incluso de las mujeres, ejerciendo la ley de manera desigual. La igualdad es lo contrario a la desigualdad, que es uno de los males que aquejan a la humanidad desde sus tiempos más antiguos, en los que era frecuente la presencia no sólo de pobres y ricos, nobles y plebeyos, sino incluso de esclavos que eran tratados como mercancía.

Para lograr este objetivo, se va a capacitar a cuidadores no profesionales en áreas rurales. Cubriremos la necesidad con gente del pueblo, generando arraigo y atendiendo la cada vez más elevada demanda de atención de colectivos vulnerables de zonas rurales. En 42 años de vida de AFAMMER siempre hemos tenido claro que el primer pilar para la igualdad es el empleo, por ello, desde nuestros inicios hemos realizado multitud de proyectos para la inserción laboral y el emprendimiento de la mujer rural. A las mujeres más jóvenes de este entorno les diría que a pesar de que lo tienen más complicado, merece la pena el esfuerzo de apostar por trabajar y emprender en el medio rural. Son las protagonistas, porque rompen con la masculinización y pueden cambiar la tendencia de la despoblación.

Luego sigue Bolivia, que pasó de fifty eight,1 a forty four y en tercer lugar Guatemala, que redujo su desigualdad desde un 59,6 a 48,3. Para el relator, es hora de acabar con el mito de que la desigualdad es un incentivo que anima a la gente a trabajar más. De acuerdo con los datos que ha recopilado para su informe, los adultos con una experiencia temprana de pobreza durante la infancia tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión o inflamación crónica. “La baja movilidad relativa significa que tanto el privilegio como la pobreza tienen más probabilidades de persistir a lo largo de las generaciones, con claras repercusiones para los pobres”, asegura De Shutter. Además, las nuevas generaciones pagarán un precio en forma de falta de puestos de trabajo, especialmente en los países más golpeados por el calentamiento global. En América Latina y el Caribe, las niñas y las adolescentes constituyen probablemente uno de los grupos poblacionales más vulnerables.

«Los hechos apuntan a lo contrario. La desigualdad scale back la movilidad social y consolida las ventajas y desventajas durante décadas. Cuando fetichizamos el mérito, estigmatizamos a las personas en situación de pobreza o con bajos ingresos, y las culpamos de su propia condición», dijo De Schutter. Además, la pobreza afecta tanto a las perspectivas de salud a largo plazo de las personas como a sus perspectivas económicas, debido a sus repercusiones en el desarrollo del niño. “Los avances tecnológicos pueden exacerbar las desigualdades dando una ventaja a quienes tienen un acceso a ellas antes y creando una diferencias mayores en educación si ayudan de manera desproporcionada a los niños más ricos”, señala el informe. Un ejemplo de cómo la inequidad inclina la balanza política en beneficio de los más ricos se refleja en cómo han decaído los impuestos a las clases más altas tanto en los países desarrollados como en los en desarrollo. En estos últimos, las tasas de ingresos por impuestos a los estratos sociales más altos cayeron del 66% en 1981 al 43% en 2018.

Tipificará como delitos independientes la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado y la ciberviolencia, por ejemplo, las ultrafalsificaciones y el acoso en línea. Hacemos frente a la violencia de género y hemos hecho de la seguridad de las mujeres y las niñas una prioridad europea, concretamente mediante la ratificación del Convenio de Estambul y la adopción de una nueva legislación europea sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Por primera vez, las mujeres de toda Europa, independientemente de su trayectoria, origen o residencia, se acogerán a unas normas mínimas comunes en toda la UE.

Roig alertó que, no obstante, tales medidas tendrán efectos limitados si los Gobiernos no actúan también para dismunir la discriminación y los prejuicios. “La creciente influencia política de los más afortunados erosiona la confianza y la habilidad en los Gobiernos para abordar las necesidades de la mayoría”, asegura el documento. De los latinoamericanos dijo que sus países estaban gobernados en interés de los poderosos, el número más alto desde 2004.