La multitud se tomó las calles de muchas ciudades en protesta por la desigualdad que mastican, huelen e indigna a los millones que viven hacinados en poblaciones periféricas. Esa inequidad mata igual que la corrupción que se fue instalando y cooptando el sistema político, con leyes que no le han quitado ni una muesca al poder que desde hace décadas ostentan los grandes grupos económicos locales y multinacionales. La Asamblea General de la ONU al aprobar la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948 reconoce el derecho a las madres y niños/as a “cuidado y asistencias especiales”, así como “protección social”. En los años sucesivos, la ONU exhorta a los Estados a velar por los niños en las situaciones de vulnerabilidad por emergencias y conflictos. En 1989, tras 10 años de negociaciones, se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, que vincula a los Estados Partes a cumplir las normas de este tratado Internacional. La primera declaración sobre los derechos del niño data de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946.
El documento, que se firmó en Casa Central de la PUCV, contempla la cooperación entre ambas instituciones en aspectos como investigación, formación, vinculación y difusión de temáticas y programas en materias de pobreza y vulnerabilidad social. La pobreza va más allá de tener o no tener, también guarda relación con otras dimensiones existenciales que constituyen a las personas. Así, la pobreza también podría ser vivida y/o experimentada en una combinatoria de no tener, no hacer, no ser, no estar. Desde nuestra perspectiva, se requiere que nuestras políticas se preocupen de “suministrar” experiencias a las personas en pobreza, que les permitan identificar sus propios recursos para activarlos, movilizarlos, conectarlos y potenciarlos.
La presentación estuvo a cargo del director del Centro de Políticas Públicas UC, Ignacio Irarrázaval, quien destaca que “Los invisibles” vuelve a poner la discusión en los más vulnerables y excluidos, dando cuenta que se debe ampliar la mirada, por ejemplo, hacia los inmigrantes y hacia las personas privadas de libertad. Además, señaló que “el libro cuenta con un prólogo muy interesante. Catalina Siles entrega un gran aporte, más allá de comentar los ensayos que componen el volumen”. Los expertos concluyen que es basic entender que la exclusión comienza revirtiéndose desde el seno acquainted. Por tanto “es un llamado de atención a abrirnos y mirar con respeto a todos los grupos, en especial a los diferentes a uno, incentivar una visión empática y comprensiva que nos permita agudizar la mirada de ciertos hechos para entender que la raíz de lo que nos separa es la injusticia”, opina la directora ejecutiva de Junto al Barrio.
Hay barreras culturales en nuestra sociedad que tienden a ser más segregadoras. Nos cuesta reconocer al otro como igual, validar su realidad, sus opciones y reconocer la dignidad y respeto que todos merecemos. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Capitalismo periférico, crisis y transformación.
Según un estudio del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones donde el índice de desigualdad es igual o superior al promedio nacional. La presente columna le pone números a esa relación “desigualdad-conflicto”. Según el cálculo exploratorio propuesto por los autores, y considerando el carácter multidimensional de los orígenes del conflicto social, “reducir la desigualdad de Chile de 0,49 a 0,43 (GINI) podría significar una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional”. Este artículo científico, desde una metodología cualitativa interpretativa, analiza las vivencias sobre pobreza y exclusión en un conjunto de adultos mayores de una comunidad Colla ubicada en la precordillera del norte chileno.
En esa dirección, hemos hecho una apuesta por transformar la mirada y concepción tradicional que se tiene sobre las personas, familias y comunidades que experimentan la pobreza, de modo que la sociedad desarrolle prácticas que favorezcan la promoción social, la construcción de una cultura solidaria, el respeto y la dignificación de las personas afectadas. Que superar la pobreza que experimentan millones de chilenos y chilenas en nuestro país es un desafío de equidad, integración y justicia social. Para la efectividad de su cumplimiento, los derechos que no pueden ser cedidos en favor de otro/a, son de carácter common, ya que aplica para todos los niños y niñas, son indivisibles, ya que no puede solo aplicarse unos derechos y otros no, y no hay un derecho que sea más importante que el otro.
1.Comprender el fenómeno de la pobreza y su relación con la exclusión social. 2.Reconocer enfoques teóricos que sostienen los principales debates en torno a pobreza y exclusión social. three.Analizar instrumentos cualitativos y cuantitativos para la medición de la pobreza y la exclusión social. four.Analizar con una postura ética la realidad de pobreza, desigualdad y exclusión social que viven las personas, familias y comunidades. 5.Reflexionar sobre el rol profesional en intervenciones sociales que transformen las realidades de pobreza y exclusión social.
Los trabajos (relativos al empleo, al voluntariado, el del hogar, incluyendo el cuidado), así como las instituciones que los producen, son analizados en contextos de transformación, acoplamiento y disaster que, a su vez, impactan directamente sobre los procesos y condiciones de trabajo. Tanto las experiencias como los condicionamientos sociales e institucionales relativos al trabajo permiten conocer las posibilidades que tienen los actores sociales de enfrentar o resistir los escenarios actuales. La expresión más clara de esta segregación la representaron las personas en situación de calle y, en particular, los niños y niñas sin hogar que deambulaban por las ciudades chilenas. Se trata de un fenómeno complejo y multidimensional, que implica la falta de recursos y servicios básicos, la ausencia de redes de protección, soledad, violencia física y psíquica, y que se traduce, en fin, en la imposibilidad de participar activamente en la vida política, social y cultural del país.
Hasta el Teatro Camilo Henríquez del Círculo de Periodistas llegó una gran cantidad de asistentes el pasado jueves 5 de mayo al lanzamiento del libro colectivo “Los Invisibles. Por qué la pobreza y la exclusión social dejaron de ser prioridad”, que fue editado por la investigadora del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Catalina Siles. Catalina Siles (1987) es licenciada y magíster en historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde actualmente cursa un doctorado en sociología. Por qué la pobreza y la exclusión social dejaron de ser prioridad (IES, 2016) y tradujo Los fundamentos conservadores del orden liberal, de Daniel Mahoney (IES, 2015). Aproximación al concepto de exclusión social [Ponencia]. En la primera economía europea, para una persona soltera, el nivel que delimita la pobreza se situó en 2016 en los 1.064 euros netos mensuales (1.230 dólares), mientras que para una pareja con dos hijos menores de 14 años serían 2.234 euros (2.600 dólares).
“Para nosotros es clave el vínculo con la PUCV porque es de las universidades de la región que más aportan al proceso de postulación de los profesionales Servicios País y en los seleccionados a nivel país. Son muy importante en las prácticas y en el desarrollo de los voluntariados”, concluyó. Imposible no volver la mirada a ese otro four de septiembre de 1970, cuando Chile también definió un giro radical. Han transcurrido casi 52 años y las huellas del día en que Salvador Allende obtuvo la primera mayoría en la elección presidencial siguen latentes. Para el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su secretario de Estado, Henry Kissinger, después de la Revolución Cubana un mandatario electo democráticamente con apoyo de socialistas y comunistas no es permitido en América Latina, su patio trasero. Menos, si promete nacionalizar el cobre, expropiando a Kennecott Corporation, Anaconda y Cerro Corporation.