Este argumento depende de abandonar las métricas tradicionales, que miden el ingreso, para usar en cambio el consumo. Boltvinik, Julio (2003), «Conceptos y medición de la pobreza. La Necesidad de Ampliar la Mirada». Chile recibió el primer préstamo del BM a nivel global para promover el hidrógeno verde y apoyar los esfuerzos de mitigación del cambio climático.
Las clases medias, formadas por los deciles VI al X, también incrementaron su participación de un 34% en 1963 a un 39% en 1984, para reducir su participación a 1/3 del ingreso hasta el 2000. El conocimiento que hemos obtenido trabajando en conjunto con Chile, ha sido compartido con diversos países del mundo que enfrentan desafíos de desarrollo similares. La Corporación Financiera Internacional (IFC) ha apoyado activamente al sector privado de Chile para aumentar la productividad, promover la inclusión y lograr avances en materia de sostenibilidad. En el país se están llevando a cabo algunos de los proyectos más innovadores de IFC, que incluyen autobuses eléctricos, productos especiales diseñados para promover la inclusión financiera, e hidrógeno verde. En el ejercicio de 2023, los nuevos compromisos de IFC alcanzaron un monto récord de USD 1700 millones, un aumento de casi el 200 % en comparación con el ejercicio anterior.
También subyacen fenómenos más profundos, como el descontento generalizado hacia las élites y clases gobernantes. La profundización de la desigualdad ocasionada por la pandemia se refleja en terrenos como el educativo, donde existe un acceso inequitativo. «Hay sectores que no han podido mantenerse al día con la educación y eso va a tener un costo enorme a futuro en términos de pérdida de capital humano», agregó Santibañes. Para Mazzucato la moraleja de esta historia es que es el Estado el que mueve, en gran medida, las fronteras del conocimiento.
Cualquiera sea la explicación, lo relevante es ver que la consecuencia fue una decisión política, no una tendencia inevitable. Hemos visto que, en términos de recaudación de impuestos, el tamaño del Estado en Chile es pequeño y que los ingresos fiscales que recauda provienen mayoritariamente de impuestos al consumo. A lo anterior se suma que los impuestos al ingreso, además de tener una relevancia secundaria, abren espacios para elusión y evasión, haciendo que la progresividad nominal se vea seriamente mermada.[18] Además, los impuestos al patrimonio prácticamente no existen. Para esta discusión será útil definir qué significa que la intervención del gobierno sea progresiva o regresiva.
En la pobreza moderada, las condiciones sociales y económicas circundantes brindan las oportunidades para superar esa condición, mediante el esfuerzo individual realizado en un contexto de crecimiento económico y desarrollo social sostenidos. Se considera que a los moderadamente pobres se les puede ayudar mejor con políticas que amplíen las oportunidades a que tienen acceso, es decir, con políticas de mercado. A diferencia de la pobreza extrema, una persona que padece de pobreza moderada no tiene acceso a los bienes comúnmente obtenidos por la mayoría de los individuos de su comunidad, pero, si puede satisfacer sus necesidades básicas. Se han adoptado en el Mundo diversas formas de medir el desarrollo económico y humano, el indicador más comúnmente utilizado ha sido el Producto Interno Bruto que cuantifica la capacidad de una economía para generar para elaborar bienes y servicios. Este indicador resulta sumamente sesgado, ya que no toma en cuenta el número de personas involucradas en la producción de la riqueza y no considera, tampoco, la forma en que la riqueza es distribuida entre la población. A nivel mundial, el número de personas que viven en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015.
Mientras crecieron las diferencias, los ingresos medianos de los hogares ascendieron también el último año a casi 62 mil dólares, apuntó la fuente. Mientras en las economías en desarrollo la brecha es considerada un problema muy grande por el 74%, en Estados Unidos es el 47%. La desigualdad en Estados Unidos no se refiere solo a las cifras económicas, sino también a la percepción que hay sobre el problema. Un análisis del Centro Pew sobre las estadísticas reveladas por la Oficina del Censo reveló, en abril del año pasado, que la riqueza aumentó para los más ricos y cayó para el resto. Las diferencias también se hacen evidentes cuando se comparan los ingresos de otros sectores de la población. El centro Pew resalta que la brecha de ingresos entre hispanos y blancos también ha crecido desde 1970.
Este nuevo informe, que estudia las líneas que marcó entonces el análisis Kerner, reveló que mientras la desigualdad racial sigue en niveles parecidos a los de hace medio siglo, los índices de pobreza infantil y acceso a la vivienda entre las minorías empeoraron. Cory Booker, senador demócrata por Nueva Jersey, describió el informe de la ONU como «inquietante, pero desafortunadamente información de pobreza no sorprendente», según dijo al diario The Guardian. «¿Puedes creer en un país donde la esperanza de vida ya está en declive, particularmente entre aquellos cuyos ingresos son limitados, dando exenciones impositivas a los multimillonarios y las corporaciones y dejando a millones de estadounidenses sin seguro de salud?», se preguntó el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.
Así, lo que hoy se observa en los datos sería una consecuencia inevitable de los tiempos modernos. El primer efecto consiste en que un incremento de los impuestos al ingreso puede inducir a las personas a trabajar menos, lo que sería económicamente ineficiente y además reduciría la recaudación. Sin embargo, la evidencia empírica concluye que estos desincentivos son bajos.[12] El segundo efecto se refiere al incremento en el bienestar whole que proviene de transferir recursos de una familia rica a una pobre. Por ejemplo, 100 mil pesos adicionales para un hogar que se sostiene con el salario mínimo son significativos, mientras que para un hogar de altos ingresos son poco relevantes. El impuesto óptimo balancea estos dos efectos y, para sorpresa de muchos, aun considerando sus potenciales efectos distorsionadores, la literatura ha concluido que debe ser bastante altos.
Y precisó que la historia muestra que cuando se produce un declive de lo que se lleva el 1% (en los países de la OECD), esto se debe no solo a que el Estado cobra más impuesto a los ricos, sino también porque se expande notoriamente lo que el 99% posee. Atkinson examinó el desempeño de las 15 naciones más prósperas de la OECD, y observó que aquellos en los que el 1% más rico se apropia de un porcentaje más alto del PIB -como Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia e Italia- son, a la vez, los que tienen los niveles más altos de pobreza dentro del grupo. Es importante aclarar que Atkinson no buscaba acabar con la desigualdad, ni tenía en mente un nivel específico al que se debiera apuntar.
Argumentaba que hay buenos motivos por los que algunas personas tienen más ingresos que otras (trabajan más o tienen a su cargo decisiones más complejas). Lo que pretendía period cambiar la dirección en que nos estamos moviendo, pues hoy nuestras sociedades están estructuradas para seguir acrecentando una desigualdad que le parecía insostenible. «En ese contexto, el tema de la pobreza tiene su lugar y la educación también, porque si uno pudiera mejorar la calidad de aquella podría mejorar asimismo la distribución del ingreso y ayudar a salir de la pobreza a muchos ciudadanos. La educación es un determinante fundamental de la pobreza», enfatiza. [17] Por ejemplo, en Estados Unidos, los actuales precandidatos presidenciales del partido demócrata Bernie Sanders y Elizabeth Warren han propuesto impuestos a la riqueza con tasas máximas de hasta 8% y 6%, respectivamente para fortunas del orden de 1 billón de dólares (es decir, fortunas con una cantidad importante de ceros). [9] Existe una tradición académica que sugiere que si no se le pueden poner impuestos a todos los bienes de consumo, el impuesto al consumo óptimo posiblemente impondrá distintas tasas a distintos bienes.
La Cepal prevé una contracción económica del 9,1% para la región, lo que supone unos 45,4 millones de nuevos pobres y 26,1 millones de desocupados más que el año pasado. La pobreza regional se ubicará en torno al 37% y la desocupación, cerca del 13,5%. En la primera parte de esta reveladora serie sobre nuestro sistema tributario, los autores argumentaron que la forma en que recaudamos es resultado de un contrato social impuesto “que no le da un rol importante al Estado ni a la equidad”. En esta columna, sostienen que ese Estado mínimo es una decisión política para que los sectores de más altos ingresos tengan un sistema tributario que los beneficie.
Entre las fallas del sistema authorized, el informe también cuestiona que en muchas ciudades las personas sin hogar son criminalizadas simplemente por la situación en la que se encuentran. En ese sentido, el relator de la ONU critica como una práctica extendida en todo el país el uso del sistema authorized para recaudar ingresos y no para promover la justicia. Alston señala que uno de los mecanismos que dificultan el progreso de los más pobres son la gran cantidad de multas y tasas que se aplican a quienes cometen pequeñas infracciones y que se acumulan hasta convertirse en una enorme carga para ellos. Alston destaca que uno de los argumentos utilizados en Estados Unidos por quienes abogan por recortes en los beneficios sociales es que los pobres deben dejar de depender de las ayudas y ponerse a trabajar. «El contraste con la reforma fiscal es ilustrativo. En el contexto de los impuestos, se pone una fe inmensa en la buena voluntad y el altruismo de los beneficiarios corporativos, mientras que en la reforma del estado de bienestar se aplican los supuestos contrarios», asegura. «Los defensores del status quo señalan a Estados Unidos como una tierra de oportunidades y un lugar donde el sueño americano puede hacerse realidad porque los más pobres pueden aspirar a llegar al grupo de los ricos».
Por ende, a mayor ingreso, menor es la proporción del ingreso que se paga en IVA. Estos datos también son útiles para estudiar cómo la desigualdad ha evolucionado en el tiempo. Esto es importante para nuestro país, porque muchos analistas han argumentado, equivocadamente, que la desigualdad ha disminuido significativamente en los últimos 30 años. Según datos del censo de 2014, el 10 por ciento de los mayores de 65 información de pobreza quedaron debajo de la medición oficial de la pobreza.