Nos parece más ajustado, con los datos disponibles en la actualidad, pensar que los nuevos patrones de asentamiento y movilidad estuvieron aparejados de una importante disminución poblacional durante el Arcaico V, la cual habría comenzado un proceso de recuperación durante el Arcaico VI, pero nunca hasta el nivel exhibido entre el 7500 y el 4500 cal AP aproximadamente, es decir, entre los períodos Arcaico III y IV. Una vez consolidado el sistema de asentamiento del Arcaico III, las prácticas de movilidad y la tecnología experimentaron escasas modificaciones en los milenios siguientes, incluyendo las ocupaciones organizaciones sin fines de lucro ong del Arcaico IV, con la salvedad de que en este último momento aparece la arquitectura doméstica y funeraria en piedra de patrón estandarizado a nivel regional. Lo anterior sugiere una creciente territorialidad en estas comunidades, posiblemente como parte de un proceso de complejización social que incluyó la inserción activa de las comunidades locales en el intercambio a larga distancia (Ballester y Gallardo 2011), así como una cierta jerarquización interna en las propias comunidades en función de quienes manejaban los conocimientos y destrezas necesarias para la caza de especies oceánicas en alta mar.
No obstante, hay que considerar que existiría una importante variabilidad en el período, debido a la existencia de entierros en aleros, en sitios abiertos bajo reparos rocosos, en sitios abiertos sin ninguna señalización y, aparentemente, en sitios abiertos bajo túmulos (Ballester y Clarot 2014). Estos sitios presentan estructuras de piedra elaboradas, las que en la mayoría de los casos presentaron entierros bajo las viviendas, todo lo cual indica cierta estabilidad en las ocupaciones. Lo anterior es coherente con la densidad de los depósitos, la presencia de sectores de basural separados de las viviendas y la diversidad artefactual y ecofactual detectada en estos sitios.
La industria ósea parece mantener cierta variabilidad, aunque posiblemente menor que la observada en los períodos Arcaico III y IV. La industria conquiliológica parece haber disminuido también en variabilidad y los anzuelos y pesas en concha de Choromitylus refrain se encuentran enteramente ausentes durante este período (Figura 9). De una columna de fauna obtenida en Morro Colorado se observaron patrones muy semejantes a los del Arcaico II, en cuanto los gastrópodos representaron más del 90% del MNI registrado, incluyendo en orden decreciente las especies Tegula atra (ca. 75%), Fissurella maxima y Fissurella limbata (8% entre ambas), Acanthopleura echinata (5%) y Concholepas concholepas (3%). Los bivalvos apenas alcanzan el 1,4%, mientras que los equinodermos y los crustáceos no superan el 1% entre ambos.
La participación en este sistema requiere del cumplimiento de formas protocolarias establecidas ritualmente mediante compadrazgos vinculados al ciclo agrícola. La organización del trabajo por género establece que el hombre es responsable del cultivo de la milpa que asegurará la dieta básica para su esposa e hijos -y del acopio de leña para preparar los alimentos-, así como del cultivo de los productos dedicados a la venta. Al hombre le corresponde emplearse como «peón» en las ciudades cercanas con el fin de obtener dinero additional para el mantenimiento del hogar. Las mujeres, por su parte, son responsables de la preparación de los alimentos, el aseo del hogar, la atención de los niños y los animales domésticos, y el cuidado del huerto acquainted. Sin embargo, estos roles no son rígidos sino variables, dependen de la situación, del gusto private, de la propia relación de pareja o de requerimientos especiales como en el caso de enfermedad de alguno de los miembros de la pareja.
Con el propósito de brindar a Chile protección financiera para mitigar posibles impactos económicos negativos de terremotos y los tsunamis que ocasionen, el BM apoyó a Chile para emitir un bono catastrófico y swap de USD 630 millones, la cual es la mayor operación en un solo país. Con ello, Chile contará con fondos de rápida disposición en caso de desastre, lo que le permitirá proteger su presupuesto fiscal y reducir la necesidad potencial de movilizar deuda después de un evento. Chile recibió el primer préstamo del BM a nivel international para promover el hidrógeno verde y apoyar los esfuerzos de mitigación del cambio climático. El proyecto busca incentivar la inversión en proyectos de hidrógeno verde en Chile, lo que permitirá acelerar el crecimiento verde del país, su transición energética y apoyar su compromiso de neutralidad de carbono en 2050.
Le corresponderá recién a Castelleti (2007) proponer la primera secuencia cronológico-cultural de Taltal basada en excavaciones de sitios habitacionales y funerarios, así como apoyada en fechados absolutos por radiocarbón y por termoluminiscencia. El hecho que APEC comprenda un amplio rango de historias culturales y sociales es una de sus más significativas características. Esta permite una creatividad e innovación en la implementación de los compromisos individuales y colectivos. La reunión anual de Líderes, inaugurada en 1993, es un elemento clave detrás de la agenda de liberalización del comercio y las inversiones, así como para las prioridades para la cooperación económica y técnica. Esta es la forma como APEC se desarrolla desde un compromiso common de cooperación económica, hacia un conjunto de planes individuales (Individual Action Plan) para la liberalización del comercio y las inversiones, y programas de acción colectiva (Collective Action Plan) a fin de avanzar con las prioridades acordadas.
En su inicio firman 7 empresas fundadoras y organizaciones no gubernamentales, siendo Chile el tercer país después de Inglaterra y Francia en implementar este modelo a nivel global y el primero en Latinoamérica en ser parte de la Red Global de Pactos por los Plásticos, lanzada en 2018 por la Fundación Ellen MacArthur en Reino Unido. APEC utiliza un sistema propio para llevar a cabo la liberalización y facilitación del comercio y las inversiones. Este sistema se basa en acciones que las economías implementan de manera voluntaria, las cuales se reflejan en los respectivos Planes de Acción Individual y los Planes de Acción Colectivos.
Es evidente que las notables diferencias en el conjunto artefactual de los aleros rocosos respecto de la mina San Ramón 15 obedecen a la especialización funcional de estos sitios. No obstante, su relación parece estar insinuada por el ya mencionado hallazgo de una concha de «loco» con pigmento rojo, y una mano con pigmentos rojos (hematita) y amarillos (goethita) en las capas tempranas del alero 22 4A (Figura 2.3). Asimismo, posibles preformas de litos geométricos se encontraron tanto en el Alero 224A (2 ejemplares) (Figura 2.1) como en San Ramón 15 (un ejemplar) (Salazar et al. 2011). Mediante la integración de los y las jóvenes al trabajo colectivo y/o ritual exhiben sus capacidades para el mismo y hacen patente su valía al obtener el reconocimiento colectivo como personas responsables o «confiables» capaces de cumplir con los «compromisos» sociales que implica el matrimonio. Esta es una situación muy interesante, pues el valor personal no está vinculado con aquello que la persona posee, como ocurre en occidente, sino que los jóvenes se perciben como personas valiosas en sí mismas en función de sus capacidades para actuar en su entorno social y participar activamente en los sistemas de «ayuda» de los cuales forma parte. En estas salidas, los grupos varoniles construyen y afianzan sus vínculos sociales a niveles inter e intracomunitarios conformando su «propio» sistema de redes de «ayuda» y ampliando el rango para evaluar el desempeño de futuros compadres.
A su vez, el Magíster en Economía entrega una formación sólida para quienes deciden continuar sus estudios de Doctorado tanto en la UC como en otras universidades del mundo. Hasta ahora todo lo afirmado respecto del componente lítico se basa en la confección de instrumentos en sílice, por lo que cabe aquí aludir brevemente a la polémica sostenida por Capdeville (1921a) y otros autores coetáneos (Uhle 1916; Latcham 1939) respecto de la presencia de instrumentos de basalto (referidos como de «sílice negro» por Capdeville) y su presunta edad paleolítica en el sitio Morro Colorado. Según este autor, al igual que Latcham, los instrumentos «paleolíticos» serían característicos de las capas inferiores del sitio Morro Colorado. Sin embargo, Uhle los reconoce en toda la sucesión estratigráfica tal como lo hará posteriormente Bird (1946), quien los denomina Choppers o Chopping Tools, haciendo una definición funcional de estos instrumentos. Dentro de la lítica no silícea en la literatura se menciona para este período la presencia de cuencos de lava y morteros planos (Bahamondes y Silva 1969; Núñez 1984).
Pensamos que las célebres pinturas de El Médano pueden datar de este momento, actuando posiblemente como un escenario aislado y exclusivo donde se desarrollaron ritos de paso vinculados a la adquisición de tales conocimientos y destrezas (Berenguer 2009; Niemeyer 2010). Pese a las cautelas necesarias por el tamaño de la muestra estudiada y el estado de conservación de los yacimientos, formulamos la hipótesis de que esta variabilidad sería resultado de la permanencia diferencial en cada sitio y/o la frecuencia de la movilidad (Chatters 1987; Kelly 1995). En este escenario, los sitios de Zapatero, Punta Grande, Las Conchas y Morro Colorado habrían sido aquellos donde las poblaciones locales se asentaron más veces durante el período en cuestión y/o durante más tiempo en cada ciclo anual de movilidad.
Quizás lo anterior se deba a que aún se ha excavado muy poco de los depósitos de desperdicios de este período. Pero también es importante considerar que los porcentajes de representatividad para las distintas especies ictiológicas son diferentes de los observados en la secuencia previa de Taltal. A manera de ejemplo, si consideramos nuevamente el campamento residencial de Plaza de Indios Norte (Castelleti y Baeza 2004), las excavaciones indican que el 56% de los restos de peces identificados corresponden a sierra y el 27% corresponden a pejeperro, mientras que el jurel aparece apenas representado en un 5%, muy cercano a la corvina con 4% y el congrio con 2% (todos estos valores considerando exclusivamente NISP). Queda por explorar en el futuro si estos cambios son fruto de los sesgos propios de la investigación, o bien reflejan verdaderas transformaciones en los recursos base de la subsistencia de estos grupos. La presencia de ocupaciones Huentelauquén en la costa de Antofagasta y en el Norte Semiárido sugieren un patrón de movilidad residencial de amplio espectro a lo largo de la costa, el cual en nuestra área de estudio se complementó con movimientos logísticos hacia los pies e inside organizaciones ejemplos de la Cordillera de la Costa (Castelleti 2007).
En las capas asociadas al Arcaico II hemos identificado la presencia de un chope elaborado sobre costilla de otárido (Figura four.6), así como una posible preforma de barba de arpón elaborada sobre resto óseo de camélido. A la fecha hemos excavado aproximadamente 5 m2 correspondientes a este momento cultural en el sitio Morro Colorado. No obstante, cabe señalar que existen claras evidencias de que en algunos sectores los depósitos correspondientes a las ocupaciones Arcaico II fueron excavados y removidos durante el Arcaico III con el objeto de habilitar áreas habitacionales semisubterráneas en este último período.
Castelleti (2007; Castelleti et al. 2010) interpretó las dos ocupaciones sucesivas del Arcaico I en el Alero Cascabeles como un campamento de avanzada y un campamento residencial respectivamente. No obstante, en un trabajo reciente hemos puesto en duda estas interpretaciones (Salazar et al. 2013b). Lo mismo puede decirse respecto del sitio San Ramón 15, una mina de hierro explotada posiblemente desde antes que la primera ocupación del Alero Cascabeles y en forma consistente a lo largo de varios siglos, lo que implica tanto un conocimiento de la estructura de los recursos locales como una organización consolidada del sistema de asentamiento en torno a ellos.