Desigualdad Y Cuarentena: 67% Más Pobre Vive En Casas De Menos De 60 Metros Cuadrados Y 34% Con Más De 5 Personas

Durante la crisis de los 80, la incidencia de la pobreza creció aún más, la profunda recesión que redujo el ingreso per cápita en un quinto generó un desempleo abierto que afectó a más de la cuarta parte de la población, incrementando la pobreza en un 20%. Brasil y México cerraron la brecha en la década de los setenta, por lo que su ingreso per cápita llegó a representar poco menos de la quinta parte del de los EUA en 1980. En los años eighty su producto per cápita cae, como consecuencia de las disaster económicas provocadas por el cambio de modelo, el endeudamiento externo y por las políticas de estabilización que se aplicaron, por lo que se volvió a ampliar la brecha y su PIB per cápita sólo llegó a representar un décimo del PIB per cápita de los EUA, a finales de los ochenta. En los años 90, nuevamente se va a ir cerrando la brecha que los separa de los niveles de ingreso alcanzados por los EUA y los países desarrollados, pero esa tendencia se vuelve a revertir en los primeros años del nuevo siglo.

Son relevados en este trabajo sobre inclusión. Que la pobreza amplifica la marginación y el abuso de quienes tienen trastornos sicosociales  e intelectuales, más aun si son pobres, en todos los ámbitos de la vida es la gran conclusión. Ayer, en un concurrido seminario en el Centro Cultural La Moneda, el experto español Víctor Aparicio Basauri; Daniel Concha, director de SENADIS; Pablo Norambuena, representante del Ministerio de Salud, fueron parte del panel de especialistas que comentó el trabajo. En primer lugar, es importante destacar la necesidad de incorporar siempre la voz de niños, niñas y adolescentes en este tipo de estudios. Desde un enfoque de derecho, y tomando uno de los principios de la CDN, la participación de niños, niñas y adolescentes es basic, y el derecho de ser oídos es asimismo un derecho catalizador de otros derechos. “La investigación realizada da cuenta, por una parte, de la contundente evidencia respecto de las consecuencias dañinas y duraderas que tiene la pobreza y la vulnerabilidad en la etapa de desarrollo en que se encuentran niños, niñas y adolescentes”.

Erradicar la pobreza infantil es un imperativo, porque la pobreza es una grave vulneración de derechos. Chile debe ser capaz de garantizar los derechos y proteger las trayectorias de vida de todos los niños, niñas y adolescentes. Pero al observar esa realidad en escalas más pequeñas, y no sólo en un contexto nacional, la desigualdad es más notoria. Y hoy en contexto de coronavirus más aún. No toda la población vive el confinamiento de la misma forma.

Entre las fortalezas, la investigación también menciona el Sistema de Pensiones Solidarias (“Pilar Solidario”) incorporado en el año 2008, “que garantiza niveles de calidad de vida mínimos durante la jubilación, previniendo la pobreza en la vejez y buscando reducir las desigualdades de género”. “Y una última que nos parece indiscutible en el contexto de la proyección por el cuidado de las personas débiles, tiene que ver con la Fundación Teletón, iniciativa de derecho privado que, desde 1978, y de forma progresiva, llega a atender hoy al 97% de la población infanto juvenil con discapacidad motora en Chile”, destaca. Para lograr una transformación radical de la ciudad, la mayoría de la población que no compartió las nuevas formas y elementos culturales -simbólicos y materiales- o no se vio integrada con el discurso de la elite respecto a la modernización materials del país, fue empujada a abandonar el centro de la capital y a vivir en los barrios marginales. En ese mismo período, una gran masa de la población se desplazó desde las zonas rurales para instalarse en la capital, atraídos por la oferta de trabajo de la incipiente industria nacional y habitaron espacios donde las viviendas eran escasas y estaban desprovistos de servicios públicos como agua, alcantarillado, alumbrado y servicios de salud.

Mientras el promedio nacional de hogares con niños, niñas y adolescentes que viven en pobreza es 15,6%, esta cifra se acrecienta en aquellos pertenecientes a pueblos indígenas (17%); aquellos habitantes de zonas rurales (18%); y en situación migrantes (26%). Entre 1990 y 2017 Chile fue reconocido a nivel mundial tras avanzar significativamente en la reducción de la pobreza, desde un sixty eight,5% de la población a un 8,6%. Fue la crisis del covid-19 y su shock económico el que quebró la tendencia y nos hizo retroceder, llevando a casi medio millón de personas bajo la línea de la pobreza, aumentando a un 10,8% la tasa de incidencia de pobreza en el país. Al desafío sanitario de la pandemia se sumó rápida y urgentemente la necesidad de combatir los efectos sociales y económicos de la misma.

Pero ante fenómenos como el actual, que Mauro Basaure, sociólogo de la U. Andrés Bello e investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes), dice es related a catástrofes como los incendios en Valparaíso, se aprecia la desigualdad y pobreza de mucha mejor manera que lo hace la sociología. “Los datos son abstractos, pero estas imágenes que dan vuelta por todo Chile aparecen como una bofetada, es un poder que no tiene las ciencias sociales que no pueden dar cuenta de transmitir la realidad social como lo hacen las catástrofes”. Pero no sólo son viviendas pequeñas e informales, sino también con mayor cantidad de personas, lo que produce hacinamiento. Situación compleja en caso de realizar cuarentena y de aislar a un paciente con Covid-19. Si en los hogares ABC1 un 24% viven 5 personas o más, esa cifra es de 29% en C2 y C3, y sube a 34% en el grupo D y E.

La pobreza agraria, igualmente, se redujo, en esos años, como resultado de la reforma agraria de 1965. A principios de los 70, el gasto público social y los servicios sociales se expandieron beneficiando a los pobres y a las clases medias. Sin embargo, el Golpe de Estado que llevó a cabo el General Pinochet al deponer al Presidente Allende, cortó de tajo esa tendencia, al establecer un régimen dictatorial que controló los movimientos laborales y limitó los salarios. Como consecuencia la indigencia y la pobreza se incrementaron abruptamente. En 1980, tanto la pobreza como la indigencia alcanzaron el doble de su nivel de 1968.

pobreza y marginación

Aunque la revolución y los Gobiernos postrevolucionarios abatieron la pobreza por la vía de una mejor distribución de la riqueza y una mayor equidad, entre 1910 y 1934,a través del reparto de tierras y el establecimiento de la Constitución de 1917, los niveles de pobreza en México siguieron siendo muy elevados debido al bajo crecimiento de la producción. El aumento de la producción se ha convertido, frecuentemente, en un proceso excluyente, cuando el incremento de la producción está acompañado por una expropiación de los medios de producción y la reducción de las capacidades de una parte creciente de la población, que se va empobreciendo y va a engrosar las filas de los pobres, como lo señaló K. Entonces, acumulación de capital y empobrecimiento y marginación son procesos que se dan en forma conjunta. Amartya Sen puso énfasis en que la eliminación de la pobreza no podría darse si a los pobres no se les dotaba de capacidades suficientes para incorporarse a la vida productiva y se les retribuía de manera justa, de acuerdo a su participación en la producción. Hoy en día, se reconoce la importancia del capital humano como uno de los elementos indispensables para alcanzar el desarrollo y la eliminación de la pobreza y se concibe el aumento del capital humano como la actividad dirigida a dotar de destrezas y capacidades productivas a toda la población.

Llama la atención que en ningún período de nuestra historia el coeficiente haya estado en un nivel comparable a los que muestran los países actualmente más desarrollados (figura 1). Esta persistencia en el tiempo contrasta con el avance de otros indicadores sociales y económicos, los que han permitido reducir significativamente la pobreza en el país. La expansión económica de los 90´ no llegó a todos los habitantes, pareciendo un tema más de allá de las voluntades de quienes han administrado el país desde tiempos atávicos. Debemos tomar en cuenta que las expresiones propias de la segregación económica y social en Chile son preexistentes a la instalación del modelo económico neoliberal.

Vulnerabilidad y exclusión en América Latina. Política, sociedad y cultura en América Latina y Argentina de fin de siglo (pp. 53-77). Por género, se sigue manteniendo la brecha. Los hombres registraron un 6,1% de pobreza y 1,9% de pobreza extrema, en tanto las mujeres tuvieron una incidencia de pobreza de 6,9% y 2,1% de pobreza extrema. [3] SCHMIDT – HEBBEL, Klaus, El crecimiento económico de Chile, Documentos del Banco Central de Chile, Documento de trabajo N°365, Junio del 2006. Y Hdez Laos, Enrique (1999), Pobreza y distribución del ingreso en México.