Descarga Aquí El Documento Pobreza Y Pandemia: Propuestas Para Un Chile Más Digno Y Justo

Hemos hablado de dos formas distintas y hasta opuestas de entender la pobreza, sea como problema o sea como virtud. El programa HIPPY está en Chile desde el año 2018 apoyando a familias de escasos recursos y de comunidades con bajo acceso a educación inicial, en algunos casos por falta de matrícula, especialmente en comunas urbanas y en otras por aislamiento de las comunidades de sectores rurales. En este contexto de pandemia también ha sido una respuesta concreta para familias que no lograron acceder a centros educacionales por el cierre de escuelas o que actualmente no envían a sus niños por temor al contagio. La metodología de implementación de Hippy es la técnica de function enjoying, técnica que permite al cuidador adoptar el rol de niño/a, entrenando las diferentes actividades del currículo. HIPPY es un programa con resultados internacionales que han demostrado que niños y niñas llegan mejor preparados a la enseñanza formal, incluso cuando se les hace seguimiento a lo largo de la vida.

justo en la pobreza

La consistencia requiere que las empresas adopten prácticas responsables en todas las funciones, incluidas las prácticas legales y responsables del pago de impuestos. Las comunicaciones externas sobre el alivio de la pobreza deben estar alineadas con los esfuerzos internos. Es esencial establecer objetivos para revisar la efectividad globalización y desigualdad social de las estrategias de implementación dirigidas a la erradicación de la pobreza. Así mismo, se requiere el apoyo de todos los niveles de la empresa para expandir estos objetivos. El sector privado puede participar en la mitigación de la pobreza de muchas maneras, brindando amplias oportunidades para el liderazgo.

El economista y académico aborda los principales desafíos que atraviesa el país, como el proceso inflacionario, la desigualdad, los efectos que tuvo la pandemia en la educación y en la participación laboral femenina. Lo vimos en la pérdida de ocho modestas viviendas de sendos adultos mayores vinculados a nuestro programa de atención domiciliaria en el Campamento Manuel Bustos de Viña del Mar, y en centenares de otras familias que lo perdieron todo. Y también resulta frustrante que la preocupación pública por los afectados se desvanezca tan pronto.

Realizamos investigaciones cualitativas en torno a temáticas de pobreza en los territorios bioculturales que buscan profundizar su conocimiento. Luego, se impulsan iniciativas “entre grupos” que habitualmente no se relacionan colaborativamente entre sí. Se transita desde proyectos asociados a problemas inmediatos, a proyectos que encaran desafíos más complejos y exigentes.

Por el contrario, en el Chile de hoy se asume que la distribución del producto social que genera el mercado es justa. Las leyes del mercado en Chile se consideran equivalentes a leyes de la naturaleza, igual que la ley según la cual el sol saldrá mañana. Si nuestra ley no describe correctamente el resultado del mercado, entonces, lo malo es la ley y no el mercado. En 1974 y luego en 1984 se hicieron reformas al sistema tributario que buscaban, por una parte, concentrar el capital en pocas manos y por otra, según se nos dijo, tener un sistema de recaudación “eficiente”.

Para obtener su ayuda uno debe estar dispuesto a ser sometido a un escrutinio, a un proceso humillante, en cierto sentido”. Una presencia que sí es cotidiana “es la represión”, añade, “aunque la sensación más común es de ausencia, de abandono”. El también sociólogo de la Facso, Carlos Ruiz Encina, agrega que el hecho de que estos sectores hayan estado sobre la línea de la pobreza antes de la pandemia no significa que estuvieran mejor preparados que quienes estaban debajo. “A los dos lados de la línea de pobreza la situación social es básicamente la misma, porque lo que hay es un nivel de rotación muy fuerte alrededor de esa línea. A los sectores que están arriba, por lo menos cuatro y hasta cinco deciles, con cualquier cosa que los toques, caen debajo.

Chile hoy no tiene esos problemas gracias a diversos factores, entre los que se encuentran, un SII moderno y tecnológicamente avanzado, un sistema político e instituciones que no han sido destruidas –a pesar de verse afectadas– por la corrupción y que algo queda de una cultura de contribución. El IVA es un impuesto que permite asegurar recaudación, pero que necesariamente debe ir acompañado de un impuesto a la renta que permita balancear las fuentes del gasto público. El objetivo de la presente reflexión es mostrar que la lucha contra la pobreza económica y material, debe comenzar con un cambio de actitud particular person que podemos llamar conversión o búsqueda de pobreza espiritual. Convertirnos al pobre no debe ser una opción política o religiosa entre otras más (una ideología política o una teología particular), sino que en esta conversión debemos encontrar el sentido mismo a nuestra existencia, y la posibilidad de vivir en una sociedad realmente justa y fraterna.

“Las ventajas de una economía basada en la inserción primario-exportadora tenían límites, y esos límites ya los tocamos. No se va a repetir un ciclo de disminución de la pobreza como el que vimos en ese momento”. Según Ruiz Encina, “habrá que replantearse el patrón de crecimiento, buscar otras formas de inserción en la economía internacional que no impliquen tener que levantarse cada mañana a ver cómo está el precio de los commodities. En su adolescencia logró entrar a la Universidad de Chile para estudiar Economía, una carrera que, si lograba terminar, le permitiría un importante salto en su situación socioeconómica.

Los éxodos masivos en Oriente Medio, África, Asia y América Latina, hacia países más desarrollados, dan prueba de ello. La guerra, el narcotráfico y la corrupción política en varios países, han engrosado considerablemente el número de pobres en el mundo. Los avances en cuanto a la reducción de la pobreza han sido notables en las últimas décadas.

La protesta social tiene que ser entendida como un mecanismo legítimo de expresión de necesidades por parte de la población que no se siente representada por los partidos políticos o los gobernantes de turno. Criminalizar su accionar o policializar la respuesta sólo trae más violencia y convierte muchas veces el reclamo en ira. Los informes del Instituto Nacional de Derechos Humanos y de Human Rights Watch muestran señales irrefutables de violación de derechos humanos, así como de un entendimiento institucional del uso de la violencia como una solución rápida. La pandemia además ha enfatizado en un tema central del estallido del 2019, la segregación de nuestras ciudades, el abandono de múltiples territorios, la inequidad con rostro de discriminación, maltrato y fragmentación.

Existe la imagen de un sindicalismo que le echa para adelante y arrasa con todo, que le da lo mismo la empresa y la productividad, pero eso es un mito. Nosotros somos hijos de nuestra historia; tenemos un país con muchas heridas todavía, aunque se nota que el pueblo está mucho más reconciliado, más tranquilo. La gente común y corriente, los que andamos por la calle, los que tomamos micro, vemos un país mucho menos temeroso y mucho más tolerante, que está dispuesto a conversar y ponerse de acuerdo en los distintos intereses que existen en la sociedad. Sin embargo, las cúpulas partidistas, en common toda la plana más dirigencial, está muy ideologizada. El 5% restantes corresponde a organizaciones relacionadas a la salud y bomberos que requieren mejorar sus espacios comunes.

Lo que está en juego en este caso es la posibilidad de llegar a una sociedad de iguales en que la justicia conmutativa tenga un espacio. Proponemos nuevos sentidos y enfoques para la política social de Chile basados en aprendizajes y reflexiones sobre la pobreza, vulnerabilidad y desigualdad. En sus anexos, incluye una mirada de cómo se está viviendo la pandemia en los territorios más vulnerables a lo largo de Chile, donde conviven hambre y solidaridad alimentaria a través de ollas comunes y otras iniciativas; disaster hídrica y necesidad urgente de medidas de higiene; hacinamiento y necesidad de mantener el distanciamiento físico y violencia. Como lo hemos mencionado anteriormente, el problema fundamental de la economía es que se ha ligado a la política y no a la ética, a la razón abstracta del yo y no a la escucha humilde del otro. A la pretensión de querer hablar en nombre de todos, de la colectividad, de la masa de seres humanos, pero olvidando relacionarse con el individuo concreto.

Incluso el Banco Mundial ha argumentado en estos últimos años que las personas o familias que han salido de la pobreza no son clase media”, abunda Barozet. Y refiere al estudio A vulnerability strategy to the definition of the center class (2011) de esa entidad, que sitúa el umbral de vulnerabilidad en el percentil 60 de la distribución del ingreso en Chile y otros países de América Latina. “Existe un grupo amplio de trabajadores en Chile, alrededor del 40% de la población, que no son clase media, pues no tienen ocupaciones calificadas ni contratos estables y están endeudados.

Es tarea de todos contribuir a superar los obstáculos y aspirar a un país más justo, próspero y solidario. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera ikea fundación de la de los padres. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor.

Las iniciativas enmarcadas en el ODS 1 deben involucrar de manera significativa a todas las partes interesadas, especialmente a las comunidades locales. 1.5 De aquí a 2030, fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y otras perturbaciones y desastres económicos, sociales y ambientales. Los y las profesionales son un verdadero puente con la estructura de oportunidades donde el Estado no llega, porque es centralista.

Así, ellas no solo representan a sus propias familias, sino que se convierten en voces para todos y todas. Es una realidad que la mayoría de los asentamientos precarios son liderados por mujeres, y sin ir más lejos, la ONU (2021) indicó que a nivel mundial, el 68% de las iniciativas sociales son impulsadas por ellas. Dirigentas sociales que con múltiples desafíos -habitacionales y de vida- asumen desinteresadamente un rol basic y también profundamente transformador, demostrando capacidad de organización, inquebrantable resiliencia y determinación para mejorar las condiciones de vida de sus comunidades y empoderar a sus residentes. Una acción ambiciosa para reducir la pobreza implica llevar el trabajo decente a las comunidades económicamente desfavorecidas, y crear oportunidades para los grupos que han sido marginados, como las mujeres, las minorías étnicas y raciales y las personas con discapacidad.