Datos Y Estadísticas Sobre La Salud Y Pobreza Mundial Gente Pobre En Todo El Mundo Estadísticas Sobre La Gente Pobre A Nivel Mundial

Y pese a que el estudio muestra que la crisis económica y social venezolana, que ya dura más de una década, ha deteriorado considerablemente la salud psychological de la población, este sigue siendo un tema tabú en el país suramericano. Ante estos antecedentes creemos que es necesario analizar la incorporación de diversas formas de medición de la pobreza en el mundo, considerando las características propias de cada medición de pobreza, y utilizando los métodos estadísticos apropiados según la naturaleza de las variables, así como la pertinencia social y cultural de cada forma de medir pobreza. Específicamente, en cuanto a la pobreza multidimensional, la Oxford Povery & Human Development Initiative (OPHI) y la Red Multidimensional de Pobreza (MPPN) aun trabajan para que una medida integrada de pobreza multidimensional sea considerada explícitamente dentro los ODS. Desde nuestro análisis para el mundo, y en explicit para Chile, nos parece una propuesta relevante para el sector salud, y para la monitorización de objetivos de desarrollo a nivel mundial, que requiere de mayor debate en el ambiente académico y público en cualquier país de la región.

En pleno siglo XXI, con todos los avances científicos y tecnológicos que se han logrado, sigue existiendo una realidad tan grande que no puede desaparecer ni hacerse transparente, es la miseria con la que vive mucha gente, que no tiene oportunidades para escoger la vida que quiere o desea vivir, ni la forma en que planea morir. La investigación es indispensable para resolver los desafíos de salud pública, ya sea para abordar las enfermedades de la pobreza, responder al aumento de las enfermedades crónicas o garantizar que las madres tengan acceso a prácticas de parto seguras. En términos generales, dado que más del 60 % de la población extremadamente pobre vive en países de ingreso mediano, la atención no se puede centrar únicamente en los países de ingreso bajo si se quiere poner fin a la pobreza extrema. Se debe hacer hincapié en las personas más pobres, independientemente del lugar donde vivan, e invertir en el bienestar y el futuro de los países de todos los niveles de ingreso. Los datos —desde la información recogida en encuestas de hogares hasta los píxeles de las imágenes satelitales— pueden contribuir a la formulación de políticas y promover la actividad económica, actuando como una herramienta poderosa en la lucha contra la pobreza.

Al ritmo actual de progreso, es possible que el mundo no alcance el objetivo mundial de erradicar la pobreza extrema para 2030, ya que las estimaciones indican que casi 600 millones de personas seguirán luchando contra la pobreza extrema para entonces. La enfermedad, es un fenómeno complejo que no se puede definir solo desde el punto de vista biológico, debido a que éste deriva de un conjunto articulado de procesos culturales y políticos, cargado de connotaciones sociales (Moreno, 2007). En otras palabras, las enfermedades, son el resultado de muchas variables, no solamente biológicas, también se incluyen factores ambientales, genéticos, socioculturales, que se reúnen en un mismo individuo y se manifiestan de forma specific en cada caso. La labor del Grupo Banco Mundial se basa en sólidos programas nacionales para mejorar las condiciones de vida, es decir impulsar el crecimiento, elevar la mediana de los ingresos, crear empleos, incorporar plenamente a las mujeres y los jóvenes en la economía, enfrentar los desafíos ambientales y climáticos, y apoyar economías más fuertes y estables.

A pesar de que los países se comprometieron con la salud common en 1978 al adoptar la declaración de Alma-Ata, la directora de la OPS destacó que los avances hacia la reforma del sistema de salud a lo largo de las décadas han sido insuficientes. Añadió que «las ondas de choque de esta emergencia sanitaria están golpeando con más fuerza a los países que carecen de sistemas sanitarios capaces de proporcionar una atención de calidad y asequible para todos». «Incluso antes de que se produjera la pandemia del COVID-19, casi a thousand millones de personas gastaban más del 10% de su presupuesto familiar en salud», dijo Juan Pablo Uribe, director de Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial. «Esto no es aceptable, especialmente porque las personas más pobres son las más afectadas. Dentro de un espacio fiscal restringido, los gobiernos tendrán que tomar decisiones difíciles para proteger y aumentar los presupuestos de salud», añadió. «Incluso antes de la pandemia, 500 millones de personas estaban siendo empujadas (o empujadas aún más) a la pobreza extrema debido a los pagos que hacían por la atención sanitaria. Las organizaciones prevén que esa cifra sea ahora considerablemente mayor.

El ejercicio de este derecho pasa hoy por una mirada colectiva y multidimensional, con decisiones en el campo de la salud pública, además de que se asuman los compromisos individuales que todos/as tenemos con la salud de todos/as. Es necesario indicar que en este marco de respuesta a COVID-19 con atención a distancia, restricciones en el contacto físico y la presencialidad, surgen nuevas e imprevistas barreras desde lo institucional o lo subjetivo, al acceso oportuno y la calidad asistencial. Es un imperativo ético y un desafío organizacional, generar los arreglos institucionales y logísticos para cumplir con el seguimiento de los pacientes que presentan condiciones crónicas, requieren controles en salud como niños y embarazadas, o por patologías diferentes a COVID-19. El Mecanismo Mundial de Financiamiento para las Mujeres, los Niños y los Adolescentes (GFF) (i), una alianza de múltiples partes interesadas con sede en el Banco Mundial, ha brindado apoyo a los países con mayor carga de mortalidad materna e infantil y necesidades financieras más acuciantes. Desde que se fundó este mecanismo en 2015, los países asociados han logrado avances significativos para mejorar la salud maternoinfantil. La directora de la OPS añadió que los sistemas de salud “deben ser capaces de responder eficazmente a las crisis manteniendo las funciones básicas,” pero los datos iniciales sugieren que la mortalidad y la morbilidad excesivas están aumentando.

Lo primero que encuentran es la solidaridad de muchos voluntarios en forma de comida, atención médica y asistencia legal. 1.5   Para 2030, fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones vulnerables y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y a otros desastres económicos, sociales y ambientales. Los pacientes psiquiátricos requieren medicamentos de alto costo que escasean en el país (casi siempre accesibles a través de seguros y clínicas privadas) y necesitan estructuras hospitalarias adecuadas con private sanitario formado.

pobreza y salud oms

En common, impulsar la prosperidad compartida se traduce en mejorar el bienestar de los segmentos menos favorecidos de cada país, e incluye un fuerte énfasis en combatir las persistentes desigualdades que mantienen a las personas sumidas en la pobreza generación tras generación. El personal de la salud se encuentra exigido al máximo en diferentes ámbitos de la atención sanitaria y de las acciones de salud pública. La atención clínica en diferentes niveles de complejidad, la vigilancia epidemiológica, el rastreo de contactos, el hisopado, el análisis de muestras, la comunicación de resultados, están en los límites para asegurar oportunidad y calidad homogénea. Hay un desempeño por encima de la regular expectativa, en tareas que poco se conocían hace un tiempo y de las que tanto hoy se habla, opina y polemiza. Los trabajadores de la salud afrontan estrés, angustia y son también protagonistas del resultado de una rápida vacunación contra la COVID-19.

También es importante para generar un sentido de solidaridad compartida durante las crisis y garantizar que las difíciles decisiones normativas que toman las autoridades sean confiables y seguras. En el punto medio del plazo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el mundo está mal encaminado. Al ritmo de avance actual, el mundo no alcanzará el objetivo global de poner fin a la pobreza extrema para 2030 y, según estimaciones, casi 600 millones de personas seguirán debatiéndose en la pobreza extrema en esa fecha. Desde que fuera declarada la emergencia sanitaria por COVID-19, el sistema de salud ha mostrado robustez y resiliencia. Con récord de casos activos y de fallecidos, la respuesta a los pacientes con coronavirus aún es en el 96% en los domicilios y en el primer nivel de atención.

Si las medidas de carencia no son independientes, y al menos una de las razones de conteo [ ℙ00jj′, ℙ11jj′, ℙ10jj′, ℙ01jj′ ] es distinta de cero, la medida de redundancia R zero mide el grado de asociación o simultaneidad en la identificación de las carencias de las dimensiones j y j’ en la población25 . Se puede entonces definir la medida de redundancia R zero como el grado en que las personas son simultáneamente carentes en ambos indicadores (carente en indicador de salud y condición de pobreza monetaria/multidimensional). Esta evidencia es prueba del vínculo que se ha asumido entre la condición de pobreza monetaria y las carencias en salud.

En el caso de los hogares rurales en China, Wang et al. muestra que la correlación existente entre la falta de acceso a un seguro de salud es prácticamente indistinguible entre hogares que sufren pobreza monetaria de aquellos que no la sufren5 . Bourguignon y Chakravarty muestran que mejoras en indicadores de bienestar no monetario (como salud y educación) requieren de una mejora en la provisión de bienes y servicios públicos6 . Así, desde el punto de vista de la oferta de salud, carencias o limitaciones de los servicios de salud (que predominantemente afectan con mayor intensidad a los sectores rurales) disminuyen los niveles de salud de la población, aun cuando esta tenga los recursos monetarios suficientes para demandar los servicios de salud que requiere13 . El informe muestra de qué manera la insuficiente inversión en el sector de la salud y asistencial, una situación crónica desde hace varios decenios, está contribuyendo a una disaster mundial cada vez más acentuada en la esfera de los cuidados.