Una Historia Intelectual Y Política De La Pobreza Urbana En Uruguay 1943-2010 Un Problema Global Desde Una Mirada Local

Lo definitorio del capital social es que es relacional, y tiene que ver con las conexiones y redes entre las personas y grupos inmersos en la estructura social. Derivan del fortalecimiento del capital social políticas de fortalecimiento real de la asociatividad, la participación ciudadana y la colaboración recíproca en iniciativas de interés común (Arriagada, Miranda y Pavez, 2004). “La paulatina “gentrificación” experimentada por algunos cerros parece estar produciendo efectos de diverso signo. Por un lado, activación de la alicaída economía native a través de la valorización inicial de los inmuebles y la creación de nuevos puestos de trabajo; por otra, desplazamiento y riesgo de desplazamiento de residentes y obstaculización de la llegada de grupos de menores ingresos, debido a los altos precios de las viviendas y el costo de la vida.

Se prevé que el número de habitantes en asentamientos precarios continuará en aumento si no se toman medidas preventivas y de regularización de la situación actual, complementadas con políticas que den acceso ordenado a la tierra urbana. En las ciudades de América Latina y el Caribe, los pobres urbanos viven una heterogeneidad de condiciones y carencias que expresan directamente e indirectamente su vulnerabilidad económica. En nuestra región, la pobreza urbana adopta la forma de bajos ingresos vinculados a empleos precarios, falta de capital educativo y activos patrimoniales, y refleja inequidades por razones de género1. La precariedad urbana -entendida como la proporción de los hogares que no tienen cubiertas sus necesidades habitacionales, tales como la materialidad de la vivienda, acceso a servicios (agua y saneamiento) y la tenencia- afecta tanto a los hogares pobres, como también, aunque en menor grado, a los hogares que se encuentran sobre la línea de pobreza por ingresos.

En general los responsables por la formulación de políticas no reconocen en forma explícita este recurso ni su incorporación a las políticas de vivienda. Los enfoques conceptuales tradicionales de carencias y necesidades básicas insatisfechas, son aquellos que ponen atención sobre la dimensión de las carencias o déficits que presentan grupos de población en indicadores o estándares entendidos como básicos de acuerdo a convenciones internacionales. La pobreza y la desigualdad se miden en términos de ingreso per cápita del hogar.

Asimismo, la gentrificación instaló tensiones y aprendizajes asociados a la negociación de patrones culturales y estilos de vida entre viejos y nuevos residentes”. Las medidas de adaptación que se tomen servirán para fortalecer a las comunidades al generar un progreso en áreas tales como gobernanza, recursos humanos, estructura institucional, recursos económicos y manejo de recursos naturales. Estas medidas construyen la resiliencia de los países, las comunidades y los hogares a todo tipo de impactos, entre los que se encuentran los provocados por el cambio climático.

La microempresa, bajo este esquema, se consolida como amortiguador laboral-productivo en tiempos de ajuste y disaster, sin necesariamente lograr insertarse y competir dentro de la economía formal. La pobreza es un fenómeno complejo y multidimensional, que abarca privaciones en muchos aspectos del bienestar particular person y colectivo. Para los que trabajan, su puesto de trabajo no les garantiza una vida digna. De hecho, el 8% de los trabajadores de todo el mundo, y sus familias, vivían en situación de extrema pobreza en 2018.

pobreza urbana

Cabe además destacar las exposiciones de Walter Folch, Director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Chile con el tema “¿Cómo hacer ciudad a escala humana? ” fue abordado por Pilar Giménez C., Directora de Desarrollo Urbano del Ministerio de la Vivienda. Luis Moncayo, director general de la sede La Serena de la Universidad Central, indicó que “el crecimiento desordenado de La Serena y Coquimbo requieren de un análisis con una amplia participación ciudadana”, de ahí la importancia de este tipo de seminarios. El parlamentario, en su diagnóstico, precisó que es evidente que “el dinamismo de las ciudades va a una velocidad mayor y muy distinta a la que tienen los instrumentos de planificación”, los cuales, por lo common, llegan una vez que los problemas ya se han manifestado.

Revisaremos las estrategias públicas actuales para atender a la vulnerabilidad económica de los pobres urbanos, desde el campo del habitat y la intervención urbano-territorial. Antes de profundizar en la experiencia en la región en esta temática, es importante recalcar que políticas orientadas a fomentar un crecimiento económico elevado y sostenido, así como un desarrollo productivo fundado en el aumento de la productividad y la incorporación continua de innovaciones, son claves para la generación del empleo productivo8. Es significativo que en esta visión agregada de la informalidad residencial, ningún país presente una proporción importante de pobres urbanos que residen de manera informal y cuentan con empleos formales.

Las bajas tasas de crecimiento económico han tenido efectos negativos en el empleo y en la creación de nuevos puestos de trabajo, en especial en las áreas urbanas. Más del 40% de la población urbana en América Latina está empleada en sectores de baja productividad en los mercados de trabajo (CEPAL, 2007). Esta es una característica relativamente constante de los mercados laborales urbanos de la región durante los últimos 15 años. Asimismo, los índices nacionales de desigualdad continúan siendo elevados o han sufrido un deterioro absoluto.

El economista y cientista político, Chris Blattman, de la Universidad de Chicago, fue el principal expositor, aportando su vasta experiencia y conocimiento en el estudio de la violencia, la pobreza y el crimen en países en desarrollo. 5- Existencia de terrenos baldíos en los centros urbanos y grandes propiedades en las periferias urbanas que suscitan la especulación. 4- Ineficacia e insuficiencia de las políticas y programas gubernamentales, generados para dar una solución eficaz a la problemática de la vivienda. 1- Migración campo-ciudad, generada por la concentración de los servicios en los centros urbanos. “Pero la convivencia e identificación con los sectores populares tiene un límite de identificación hacia abajo.