Un Análisis Histórico De La Desigualdad En Chile

precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Cincuenta años no es nada, porque Chile sigue siendo un país de grandes brechas económicas y sociales, podría concluirse luego de ver “Los Invasores”, la obra escrita por Egon Wolff en 1963, que acaba estrenar el Elenco de Teatro de la Universidad de Talca, en el Centro de Extensión Curicó y en el Salón “Abate Molina”, en Talca. Respecto de las transferencias corrientes, los resultados fueron bastante representativos en evidenciar que ella afecta de forma negativa tanto en el presente como en el pasado (rezagos), aun cuando esta variable tiene relación directa y significativa con la tasa de crecimiento del PIB. Respecto de la variable desigualdad, que se midió por la relación entre el ingreso salarial del 10% más rico y el 40% más pobre, existe suficiente evidencia empírica como para mencionar que sí se puede utilizar como estimador de la desigualdad en Chile.

Todo lo anterior ha sido confirmado por el análisis histórico de Javier Rodríguez (2017), quien ha construido una base de datos importante respecto a la evolución de la distribución del ingreso en Chile desde 1850 hasta el 2009, ofreciéndonos la más larga y detallada visión respecto al fenómeno. Rodríguez destaca que, aunque con fluctuaciones y ciclos distintos, la desigualdad en la distribución de los ingresos en Chile, desde 1850 hasta ahora, siempre ha sido alta. De hecho, el coeficiente de Gini estimado por Rodríguez siempre supera el valor de 0,45 desigualdad social mundial, lo que corresponde a una alta desigualdad según los criterios internacionales.

A partir de lo anterior se obtiene como resultado que para cada modelo existía una relación negativa entre la desigualdad y el crecimiento. En la misma línea, del estudio de Benabou (1996) se puede desprender que el coeficiente negativo para la desigualdad del modelo, como así también en otros, es provocado en parte por factores fuera de las variables planteadas, como por ejemplo la riqueza agregada (aggregate wealth), instituciones políticas (political institutions) o el nivel de desarrollo (development level). Lo anterior reforzado por Alessina y Perotti (1996), ya que estos evidenciaron que otro de los vínculos entre la relación negativa entre desigualdad e inversión es la inestabilidad política de un país promovida por el descontento social. En la misma línea de establecer la relación positiva de las variables, Robinson (1976) utilizó la hipótesis de Kuznets y la planteó como teoría de la movilidad de las personas entre el sector rural-agricultor y el urbano-industrial, sosteniendo que cada sector se caracteriza según amplitud, ingreso per cápita y desigualdad. El sector industrial, por su parte, es menos amplio, con un ingreso per cápita alto y una alta desigualdad.

Según el cálculo exploratorio propuesto por los autores, y considerando el carácter multidimensional de los orígenes del conflicto social, “reducir la desigualdad de Chile de 0,49 a 0,forty three (GINI) podría significar una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional”. En 2016, el gobierno chileno aprobó la Política Nacional Docente (PND) que consiste en reformas al acceso desigualdad rural y urbana y retención de educadores en las escuelas públicas y privadas con subvención del estado. Estas reformas incluyen establecer altos requisitos de ingreso y nueva acreditación para programas de formación docente, proporcionar un año de tutoría para cada maestro/a entrante con pago adicional para mentores y aprendices, y crear un sistema de desarrollo profesional para la promoción profesional a largo plazo.

Para efectos de nuestro ejercicio inicial, esto implica que reducir la desigualdad de 0,49 a 0,forty three para Chile o de 0,50 a 0,forty three para la Región Metropolitana, implica una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional y de 21% en la RM. Si bien esta operación aritmética no se acerca a ser una aproximación exhaustiva para comprender los determinantes del conflicto social, logra dejar ver una tendencia clara que puede entregar luces respecto a alguno de los orígenes del descontento del país. A modo de ejemplo, el Gini de la Región Metropolitana para el año 2017 es de 0,50, levemente por sobre el de Chile (0,49), pero muy por sobre el de otras regiones, tales como la de O’Higgins (0,40), Arica y Parinacota (0,41), Tarapacá (0,42) y Antofagasta (0,43). De hecho, el segundo lugar del rating de desigualdad en Chile lo ocupan La Araucanía, Aysén y Los Ríos, todas con coeficientes de Gini de 0,47, lo que constituye una diferencia no menor respecto de la Región Metropolitana y del promedio nacional. A pesar de que estas cifras pueden ser informativas, siguen escondiendo una heterogeneidad territorial de la que pocas veces se habla. La reflexión respecto a las especificidades de los territorios es fundamental para comprender la profundidad de la centralización en Chile, y asimismo para explorar la relación existente entre conflicto social y concentración de la riqueza.

“Si Chile quiere escapar de la trampa de ingresos medios y avanzar de una economía basada en recursos a una economía del conocimiento, entonces tiene que construir la base de capital humano para eso”, agregó. “Tal vez lo más sorprendente, según los estándares mundiales, es que el sistema escolar de Chile no funciona bien ni siquiera a nivel de la élite, para quienes fue diseñado –señaló en una reciente conversación con Revista de Educación-. El 10% de los estudiantes más desfavorecidos en Shanghai supera al 10% de los estudiantes más privilegiados de Chile.

Esta comparación contrasta con el discurso de la –poco pluralista– prensa chilena, que suele poner las demandas de la ciudadanía como un ejemplo de irracionalidad, mientras que sitúa el pensamiento empresarial como ejemplo de cordura y pragmatismo. Las sociedades capitalistas producen, como resultado de su lógica interna, diversas formas de desigualdad de poder. Por ejemplo, la concentración de las decisiones de inversión en una pequeña elite le entrega a esta última una capacidad de veto sobre la política económica, sobrerrepresentando sus intereses en el debate público. Por ello es esperable que Chile, con su forma de capitalismo extremo, tenga también una concentración extrema del poder, a pesar de que su democracia cumple con los estándares mínimos para considerarla como tal. De estas incertidumbres sólo se salva un grupo que –dependiendo de la dimensión que se considere– oscila entre el 20% y el 5% de más altos ingresos.

desigualdad social resumen

Esta hipótesis resulta ser una especie de regularidad empírica, dado a que los cambios distributivos que se producen al inside de los países se atribuyen a las diferentes etapas del crecimiento económico por el cual atraviesa. En este sentido, en etapas tempranas del crecimiento económico, la desigualdad al inside del país tenderá a crecer, para luego comenzar a disminuir conforme más desarrollado se vuelva el país, fenómeno que es planteado como un comportamiento en forma U invertida. Como forma de comprobar su hipótesis, Kuznets (1966) realizó un estudio empírico sobre nueve países industrializados, cuyos resultados demostraron un comportamiento positivo entre ambas variables en etapas tempranas de crecimiento; sin embargo, el mismo autor sugiere que sus hallazgos son de carácter tentativo, considerando que existe una limitada base de análisis. Se buscó determinar si para el análisis de desigualdades territoriales a nivel intra-regional resulta ventajoso utilizar una concepción teórico-metodológica del territorio según mercados laborales locales en vez de delimitaciones político-administrativas, analizando concretamente el caso de la región de Los Lagos, del sur de Chile. Se fundamenta una tipología territorial en base a mercados laborales locales que posteriormente se utiliza para analizar desigualdades territoriales de ingreso económico, nivel educativo, clase social y asociadas a adscripción étnica.

Alternativamente, el fichero PDF se bajará a su ordenador, donde puede ser abierto usando un lector de ficheros PDF. Si quiere obtener más información sobre como imprimir, guardar, y trabajar con PDFs, Highwire Press cuenta con una útil sección de Preguntas Frecuentes sobre PDFs (en inglés).Si el fichero no se descarga automáticamente, haga click aquí. Hoy nadie pone en duda que existe una amplia e importante brecha entre la economía de Chile que es muy avanzada y su desempeño educativo que es bastante pobre. Así lo ha puesto de manifiesto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que actualmente reúne a 34 países que en su conjunto representan el 80% del PIB mundial.

Y continúan su explicación enumerando los factores intraescolares como el pobre rendimiento académico, la repitencia, el ausentismo y los problemas disciplinarios o conductuales que se asocian con mayores probabilidades de abandono escolar según la amplia evidencia empírica existente. Aquí el ingreso superior se outline como el ingreso por hogar, ajustado por tamaño, que corresponde a más del doble de la media nacional. Ciertamente hay muchos otros aspectos a considerar, si se tiene en cuenta la devaluación de la institucionalidad política, el empoderamiento de las comunidades y los cambios que trae

En síntesis, en Chile tenemos una desigualdad alarmante en cuanto a la seguridad con que ciertos grupos sociales pueden enfrentar los riesgos propios de la vida y del mercado laboral. Una desigualdad que se conecta con nuestros miedos más profundos y que, por lo mismo, puede generar indignación. Los sistemas educativos deben procurar recursos financieros y no financieros para los alumnos de menores recursos para asegurar que todos los alumnos gocen de altos niveles de aprendizaje. En adición, es igualmente importante responsabilizar a las escuelas por sus resultados académicos. Las capacidades de las familias para llevar a cabo su cometido educativo no están equitativamente distribuidas, puesto que la pobreza, el nivel educacional de madres, padres o cuidadores, y su capital social influyen en el desarrollo y el desempeño escolar de niñas, niños y adolescentes. A pesar de pertenecer técnicamente a todos los niveles de ingresos, la noción de ‘vivienda asequible’ se utiliza en la práctica para describir la vivienda producida y valorizada por medio de incentivos gubernamentales, dirigida por lo common a grupos por debajo del Area Median Income (Ingreso Promedio por Área) o AMI(9).

A exigir una protección igual de nuestros derechos, porque en Chile, un país profundamente desigual, el nivel de protección depende de tu nivel de ingresos. La desigualdad educativa es provocada por las diferencias en las oportunidades formativas que afectan las condiciones de vida a futuro. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad.