Hemos usado la desviación estándar del ingreso por hogar como medida de segregación. Calculamos la correlación (coeficiente de Pearson) entre segregación y problemas para sucesivas escalas territoriales de medición de la variable independiente con el fin de identificar la escala en que los efectos de la segregación se hacen más fuertes. La segregación que caracteriza a cada una de las 510 zonas «de origen y destino de viajes» (zonas OD) se mide en distintas escalas espaciales ampliando sucesivamente el tamaño del área en que se calcula la desviación estándar del ingreso. Cada uno de estos «anillos de zonas» tiene en su centro la zona OD que se está estudiando (Diagrama 2).
El tema de ingresos en Chile se dejó aparte de la pobreza multidimensioal y “eso se podría volver a discutir”, a su juicio. “Me parece importante debatir sobre cómo funciona el capitalismo y las relaciones de poder y cómo afectan a la pobreza. Eso lo podemos ver cuando miramos las investigaciones que hemos hecho (en Fundación Sol) en relación al salario, donde la mitad de los trabajadores ganan menos de 500mil líquidos al mes”, complementa el investigador. “La discusión es técnica pero tremendamente política”, según Durán, pues actualizar los patrones de consumo iba a hacer que la pobreza aumentara. En Chile, el tema de ingresos se dejó aparte de la pobreza multidimensioal.
A continuación se medita sobre la pobreza y el desarrollo humano, el desarrollo integral y sostenible, la evaluación cualitativa sistemática, consideraciones metodológicas y reflexiones finales. La visión pesimista frente a la subsistencia en casos de emergencias da cuenta del temor respecto a que sus condiciones económicas no permitan afrontar catástrofes, como la enfermedad de un ser querido; o a ser desvinculados de su empleo actual. Esta dimensión en especial refleja las falencias de los sistemas de protección laboral, de salud y de pensiones, cuya función es precisamente entregar una purple de seguridad para poder vivir con mayores certezas en el presente.
Leonardo Moreno, Director Ejecutivo de la Fundación para la Superación de la Pobreza, presenta en su artículo, un camino metodológico para la medición de la pobreza, que apunta a actualizar la tradicional perspectiva estructural del “tener”, por una mirada más amplia que también considere la desigualdad de oportunidades. Desde la perspectiva del autor, el enfoque de derechos permite justamente el establecimiento de garantías mínimas sociales que se hacen cargo de la desigualdad. Significados, representaciones y sentir de personas en situación de pobreza a lo largo de Chile. Una consulta participativa a los usuarios del Hogar de Cristo (Unidad de Desarrollo y Estudios, Santiago 2004); Fundación superación de la pobreza, Voces de la pobreza.
En las versiones anteriores se evaluaban sólo cuatro dimensiones. El contexto creado en Chile por la reforma económica y los cambios políticos ha contribuido a intensificar los efectos de desintegración social que tiene la segregación espacial. Claves fueron la inseguridad social que instaló la reforma laboral de 1981, y los cambios en la cultura y sistema político chilenos que se fueron incubando desde el golpe de Estado del general Pinochet, en 1973, hasta la recuperación de la democracia en 1990.
“La pobreza ha disminuido sobre todo por estímulos de transferencia. Llegó a un punto que como la pobreza disminuyó tanto, se tuvo que actualizar la medición”. Se publican investigaciones de corte empírico-analítico, estudios de revisión crítica, y meta-analíticos que incorporen métodos de investigación cualitativa, cuantitativa y/o mixta. Las relaciones construídas sobre una visualización, deben permitir la clara interpretación de la información, sin caer en una representación subjetiva, sino que reforzar mediante el lenguaje visible, la conexión y el discurso del contenido. Así mismo, la visualización logra emerger una mayor comprensión y relación del contenido en el público, aún siendo desentendido en el área, logrando distinguir el rasgo más distintivo en la visualización, siendo en términos generales, pública y accesible.
Nuestro precise modelo de desarrollo basado en el consumo ha acarreado innumerables beneficios para la humanidad. Sin embargo, nos estamos viendo enfrentados a grandes dilemas como la disaster medioambiental, la pobreza mundial, los vergonzosos niveles de desigualdad (siendo Chile uno de los ejemplos más preocupantes), los graves problemas de gobernabilidad y las demandas por un mayor progreso material que han puesto una enorme presión sobre la salud física y psychological de la población. Para ello se requiere que el Estado genere condiciones que le permitan a la gente las máximas oportunidades para obtener lo mejor de sus valiosas vidas. A esta tarea se ha venido abocando desde hace decenas de años el Reino de Bután, que ha declarado al mundo que para ellos es más importante la Felicidad Interna Bruta (FIB) que el Producto Interno Bruto (PIB).
Si el desarrollo humano trasciende la categoría del tener, al incluir el ser, estar y hacer64, cobra fuerza incorporar una faceta integral con las capacidades humanas65, no en términos de producto66, sino relevando el desarrollo emocional, intelectivo, la consciencia crítica y el cuidado del cuerpo67, así como la dignificación y reconocimiento68, y el bienestar subjetivo69. Asimismo, resulta significativa la vivencia asociada al estancamiento versus la expansión temporal70, entendida como el encierro mental en el presente por las múltiples preocupaciones cotidianas, cuya superación demanda concebir un futuro diferente, con aspiraciones de proyectos concretos y realizables. En la contracara, se asocia la pobreza con la limitación para desplegar capacidades personales71, la ausencia de participación en las decisiones de la propia vida y la falta de sentimiento de poder o agencia72. En ambos hay una relectura de las dimensiones estipuladas inicialmente por el PNUD60 sobre tener longevidad y salud, conocimientos y un nivel de vida digno –asociado a los ingresos–. Además, resulta relevante incluir las propuestas recientes del PNUD61 sobre la participación en la vida política y comunitaria, sostenibilidad ambiental, seguridad y derechos humanos, y promoción de la igualdad y la justicia social. Al respecto, el Enfoque de Capacidades de Sen62 presenta descripciones generales, destacando la participación política, las garantías de transparencia, las oportunidades sociales, la seguridad social y la capacidad económica pero sin ofrecer una lista de sus componentes.
Aquí la evaluación cualitativa permite generar este diálogo y co-construir estas propuestas, mientras va ajustándola a los nuevos tiempos y necesidades de desarrollo. La segunda forma de entender la relación entre desigualdades y segregación otorga énfasis al análisis de procesos sociales. En el estudio de la movilidad social, sociólogos, antropólogos y otros científicos sociales evalúan el papel que juega la segregación espacial en la formación de grupos e identidades.
Varios de los aspectos de esta dimensión pueden estimarse como condiciones mínimas o estructurales para desplegar capacidades y libertades asociadas a la agencia personal y comunitaria. Su antítesis es la pobreza entendida como la denegación de estas oportunidades104. Se confunde el reflejo de las desigualdades sociales en los niveles de vida urbana o en los estándares habitacionales, con la relación, más compleja, que existe entre desigualdades sociales y segregación residencial. Comparar las ciudades chilenas con las suecas puede servir de ilustración. En Suecia las desigualdades sociales son mucho menores que en Chile, lo que se refleja en diferencias de estándar habitacional entre grupos sociales significativamente inferiores a las existentes en Chile. La distancia entre las casas relativamente sobrias de las familias de las elites suecas y los departamentos en que viven los inmigrantes de los barrios de «nueva pobreza» es substantivamente menor que la que existe entre las viviendas de las familias ricas del sector Oriente y las de los habitantes de las «poblaciones» de Santiago.