Para esto, la solución no es la IFE ya que muchas personas no cumplen los requisitos para obtenerla y por tanto no la pueden cobrar y, además, porque quieren trabajar y conservar sus trabajos pasada la pandemia. Puede accederse a todos los conjuntos de datos del HIDR (en inglés) a través del programa Health Equity Assessment Toolkit (HEAT) (en inglés) y descargarlos en el sitio net sobre seguimiento de la desigualdad en materia de salud (Health Inequality Monitor) (en inglés), así como mediante una interfaz de programación de aplicaciones (API). 7 La monotonicidad multidimensional implica que si un hogar pobre comienza a sufrir dificultades en un indicador en el que antes no lo hizo, la pobreza mundial debería aumentar. Aun si la desigualdad de género no es un asunto exclusivo de un género, esta desigualdad ha afectado históricamente en su gran mayoría a las mujeres, causada principalmente por prácticas machistas. Este tipo de desigualdad cubre varias áreas de la vida de las personas, desde sus relaciones personales y familiares, hasta la vida social de las mismas. Otro indicador utilizado es el índice Theil, que es el coeficiente entre las razones de ingreso de diferentes grupos.
Por ello, Carol Buck consideró poco apropiadas las recomendaciones del informe Lalonde, debido a que no daban el suficiente peso a este issue, el mayor causante de enfermedad y a su vez el más fácilmente modificable. Quiso demostrar que «si el medio ambiente es inadecuado, también serán inadecuados los elementos relativos a la biología humana, el estilo de vida y la organización de los servicios sanitarios»1. Por su lado, la Región Metropolitana, como no es de extrañar, ostenta los mejores resultados junto con regiones del norte como Antofagasta y Tarapacá. Las regiones que más han mejorado su nivel de escolaridad promedio son Los Ríos, Aysén y Coquimbo, mientras que las regiones de menor avance han sido Atacama, la Región Metropolitana y Antofagasta. En general, las regiones con menores años de escolaridad al comienzo del período, son aquellas que han tendido a mejorar más este indicador.
Para este estudio se utiliza el issue de expansión regional, puesto a disposición por el Ministerio de Desarrollo Social, responsable de la Encuesta CASEN. “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso elementary para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). La desigualdad en salud configura un cuello de botella estructural a la hora de pensar en avances más profundos a escala regional.
Pasados los meses, ya hay disponibles varias vacunas que han demostrado ser eficaces y seguras. Solo 10 países han aplicado 75% de las vacunas en el mundo, mientras que muchos otros países no han recibido ni una sola dosis31. La distribución international de las vacunas contra el covid-19 evidencia una situación completamente desigual e injusta, donde los países más desarrollados avanzan mientras que los de menos recursos continúan padeciendo las enormes consecuencias no solo sanitarias, sino también sociales, económicas y políticas de la pandemia.
La neozelandesa Helen Clark, la búgara Irina Bokova y la argentina Susana Malcorra fueron candidatas formales a la secretaría basic. De haber sido elegida alguna de ellas, la escogida hubiera sido la primera mujer en asumir esta responsabilidad y su rostro sería el primero femenino entre los cuadros que homenajean a los secretarios generales en el vestíbulo de la sede de Naciones Unidas en Nueva York. En el sur del país 86 de cada 100 personas nacidas en hogares pobres, es decir casi 9 de cada 10, no logran superar esta condición. La transición ecológica también altera sus posibilidades de empleo en la economía verde, y supone un reto para los gobiernos a la hora de abordar las necesidades de educación y capacitación.
Esto es particularmente relevante en el Programa 2030, ya que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) lanzados en 2015 requieren que los países reduzcan la pobreza en «todas sus formas y dimensiones». Los países en desarrollo mantienen un sistema de atención a la salud que está en poder de las élites sociales y económicas. De esta circunstancia se deriva la gran incapacidad de los servicios de salud públicos para llegar a los más necesitados; a pesar de su mayor carga de enfermedad, los pobres reciben menos subsidios gubernamentales destinados al sector de la salud11. El estancado crecimiento económico está socavando años de progreso en cuanto a la reducción de la pobreza infantil, dificultando el acceso de los jóvenes a los mercados laborales mundiales. Si el comercio internacional se ve obstaculizado por la desconfianza y los aranceles del tipo ojo por ojo, diente por diente, los precios de los alimentos podrían aumentar y la nutrición infantil podría verse afectada. La forma de proteger a los niños, según el informe, es la solidaridad económica, la colaboración entre los mercados y la inversión en las competencias del futuro.
El concepto de equidad, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS),hace referencia a la igualdad de oportunidades para disfrutar de todo el potencial de salud, frente al concepto de desigualdad que alude a aquellas diferencias en materia de salud que son innecesarias, evitables e injustas5. Se comprobó la existencia de convergencia absoluta en términos de PIB per cápita y desigualdad del ingreso. De igual forma, las regiones con mayor desigualdad inicial, son las que tienden a reducir más rápido este indicador. Para terminar la Sección 4, se revisará la dinámica de distintas variables del área de la salud en Chile y sus regiones. La pobreza y la mala salud son fenómenos interrelacionados, de acuerdo con Wagstaff (2002) la pobreza provoca una salud deficiente por distintas carencias a las que se ven enfrentadas las personas más pobres y, a su vez, existe pérdida de ingresos cuando se cuenta con mala salud. En Chile, el analfabetismo es cada vez menor (ver Gráfico 9), pasando de un 5,2% de la población de 15 años o más que no sabía leer ni escribir en 1990, a un three,1% en 2015.
Las principales conclusiones de este trabajo, revelan la gran heterogeneidad que existe entre las regiones de Chile, siendo consistente con los trabajos de Agostini y Brown (2007; 2010), Ramírez et al. (2009) y Mac Clure y Calvo (2013), quienes avalan la importancia de trabajar a distintas escalas territoriales2. Se observa que las regiones más desiguales a nivel social y económico, son igualmente aquellas con menor PIB y desarrollo económico. Además, a nivel geográfico, suelen ser las regiones del sur del país las perdedoras en materia de desarrollo y desigualdad. No en vano, la pobreza y la situación de bajos ingresos se asocian a una serie de resultados adversos para la salud, como una menor esperanza de vida, mayores tasas de mortalidad infantil y mayores tasas de mortalidad por las 14 principales causas de muerte, así como mayor exposición a enfermedades olvidadas. En muchos lugares el coste de la atención sanitaria es inasumible por gran parte de la población. Tendría que hipotecar su futuro para poder pagarla ante la ausencia de un sistema público de salud garantista, universal y gratuito.
Este ejercicio es notablemente valorado por quienes formulan políticas; la información sobre las variaciones que tienen lugar dentro de un país, puede dar forma a sus respuestas políticas. Asimismo, la variable de descomposición es necesaria para definir quiénes son los más pobres entre los pobres y cómo su situación va cambiando. El IPM es un ejemplo de medida que satisface la variable de descomposición, ya que puede desagregarse por cualquier subgrupo para el que los datos sean representativos. En la sección four se presenta el IPM por regiones, grupos de países clasificados por nivel de ingresos, grupos de edad y discapacidades.
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