Asimismo, hay una diferencia promedio de un año de escolaridad dependiendo de si pertenece o no a una etnia, siendo el promedio de 10,1 años para la población indígena y eleven,1 para la no indígena. A nivel de territorio chileno18, resulta interesante evaluar el IDH por regiones, lamentablemente, estos datos solo se encuentran disponibles para el año 2003 gracias al PNUD y Mideplan (2005). En la (Tabla 6) se puede apreciar que para el año 2003 los IDH más bajos correspondían a las regiones del Maule y La Araucanía, con un valor de 0,675 y 0,679 respectivamente. Resultados que actualmente podríamos comparar con los obtenidos por Bolivia y el Salvador, países con un nivel de desarrollo humano medio. Por su parte, las regiones con mayor desarrollo humano, como era desigualdad social en el capitalismo de esperar, fueron la Región Metropolitana y la región de Magallanes, con resultados comparables actualmente con México y Santa Lucía respectivamente, países con alto nivel de desarrollo humano.
Los más ricos han visto crecer sus ganancias, incluso durante los dos años de la pandemia, mientras la mayoría de la población se vio obligada a arrodillarse. Las desigualdades son la consecuencia directa de una gran “policrisis”, compuesta por factores económicos, sociales pero también climático-ambientales. Un país sin cohesión social no será capaz de avanzar al ritmo en que se mueve la civilización de la que forma parte. Son muchas las naciones que han menospreciado esta dimensión de sus desafíos nacionales y fueron quedando retrasadas. La figura muestra que las estimaciones más precisas (con valores más altos en y) están alrededor de cero.
Esta variable esta muy correlacionada con el PIB per cápita, ya que, en Chile la actividad minera es una parte primordial de la productividad del país. Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza materials es un factor de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que «padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud psychological, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas. También enfrentan más barreras logísticas para acercarse a la escuela como falta de transporte, falta de flexibilidad de tiempo diario y falta de tiempo para vacaciones». Según datos de 2017, Chile tiene uno de los índices más altos en desigualdad educativa entre los países de la OCDE, expresado en el índice Gini con un 0,503 . Dicho de otro modo, los ingresos del 10% más rico del país son 26 veces más altos que los ingresos del 10% más pobre en Chile; una cifra que es señal de alarma.
Lo anterior se explica por el aumento de la clase pobre que trae consigo complicaciones sociales que afectan el bienestar socioeconómico. Estas complicaciones derivan en un derroche de recursos del capital humano, dado que las personas prefieren interrumpir el orden social que aumentar los esfuerzos en el trabajo. En este sentido, como la población utiliza su tiempo en cosas ajenas al trabajo la productividad del país cae y, en consecuencia, también lo hará el crecimiento. Los inicios de la teoría clásica de la relación entre desigualdad y crecimiento, siendo esta la base de la corriente que sostiene la existencia de una relación positiva entre las variables, se remontan al enfoque tradicional planteado por Kuznets (1955) y su llamada hipótesis de Kuznets.
Recordando a Merchand (2017), este señala que las desigualdades entre regiones pueden mantenerse en el tiempo e incluso crecer junto con la economía de un país, ya que existe un centro que aprovecha los mayores beneficios del crecimiento, mientras que las regiones de la periferia pierden esa oportunidad. El análisis econométrico siguió la metodología utilizada en los estudios de Forbes (2000) y Barro (2000) y conjuga las variables que, de acuerdo a Kuznets (1955), Barro (2000) y otros autores de reconocido prestigio, influyen sobre la desigualdad del ingreso, siendo la variable dependiente el índice de Gini. Los resultados revelaron una relación cuadrática entre el PIB per cápita y el Gini, pero no como lo plantea Kuznets, sino más bien a la inversa.
8Estados Unidos por su parte, obtiene el puesto número diez, con un PIB per cápita 2,four veces superior al chileno. Se debe, por un lado, alcanzar el mejor nivel posible, es decir un sistema de calidad, y por el otro lado, este sistema debe ser equitativo, “en este sentido, un sistema de salud es bueno si responde bien a lo que la gente espera de él; y es equitativo si responde igualmente bien a todos, sin discriminación”(OMS, 2000. Citado en INDH, 2016, pp. 194). Esta sección busca contextualizar el trabajo, dando una mirada global al país de estudio, Chile, presentando algunas de sus principales características sociodemográficas, contando un poco de su historia política y su evolución a nivel económico. “Obtener una imagen más clara de la pobreza y la privación es un primer paso elementary para elaborar y aplicar políticas e intervenciones más eficaces y para orientar mejor los escasos recursos hacia donde tengan una mayor repercusión” (Melinda Gates, Copresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates). Incluso los países más equitativos exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un considerable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Además, agregó que a lo anterior se le suma los avances en Obras Públicas que mejoran la calidad de vida de los habitantes de Bío Bío; los proyectos de agua potable rural que, por ejemplo, en la provincia del Biobío se están llevando a cabo.
Al considerar los ingresos autónomos per cápita, observamos algunas diferencias, principalmente en la variación del Gini. Se aprecia que bajo esta metodología la disminución promedio es menor que bajo la nueva metodología, sin embargo, el comportamiento en ambos casos es related. La fuerte brecha económica entre los segmentos más pobres y más ricos de la población es cada vez mayor. Esto es lo que se desprende del nuevo informe de Oxfam “La desigualdad no conoce crisis”, publicado con motivo del Foro Económico Mundial de Davos, que celebrado del 16 al 20 de enero de 2023, en Suiza. Por primera vez en 25 años, crece la discrepancia entre la extrema riqueza y la extrema pobreza. En el periodo de dos años de pandemia, el 1% más rico de la población vio aumentar el valor de sus activos en 26 billones de dólares, acaparando el 63% del incremento whole de la riqueza neta mundial, o casi el doble de la parte (37%) que fue a parar al 99% restante de la población más pobre.
De acuerdo a la información del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones de Aysén, Atacama, Los Ríos, Arica y Parinacota, y Magallanes, todas regiones donde los índices de desigualdad son iguales o superiores al promedio nacional. Un dato elocuente en relación a la importancia de la desigualdad nacional es el porcentaje del complete de los ingresos que perciben las personas que se encuentran al tope de la distribución. La relevancia viene dada porque son precisamente estas personas que concentran altos niveles de ingresos, quienes adicionalmente ejercen una influencia importante en las decisiones y en el diseño de políticas que finalmente los terminan favoreciendo a ellos mismos. Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. La desigualdad socioeconómica puede entenderse en relación con las diferencias en la vida social de las personas, las que implican ventajas para unos y desventajas para otros.
Asimismo, se expone que las regiones del sur, así como la Metropolitana, tienden a tener comunas con mayor nivel de desigualdad del ingreso (similares resultados obtuvieron Ramírez et al. [2009] en su estudio comunal). Por esta razón, por años se ha planteado como un gran objetivo para el país disminuir la inequidad de ingresos y se ha intentado implementar diversas políticas para cumplir esta meta, como las actuales reformas, las que han sido foco de críticas porque atentarían contra el crecimiento económico. Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación desigualdad social pdf entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Las ciudades en países en desarrollo crecen 10 veces más rápido que las ciudades de países desarrollados, las que de hecho tienden a decrecer debido a índices de crecimiento natural bajo. Somos el país más desigual de la OECD ( diciembre del 2011), donde el más rico gana 27 veces más que el más pobre, siendo el promedio de la organización 9 es a 1. Entonces, las ciudades crecen, nuestro reconocimiento mundial aumenta, y pese a que estamos mejor en términos de igualdad que en los 80´s, aún no es suficiente.
Ha priorizado desarrollar las capacidades de administradores educativos, docentes y otros profesionales de la educación para promover la inclusión y la diversidad de los/as estudiantes. Otra nueva prioridad es fortalecer las capacidades de administradores escolares locales y de nivel medio para mejorar la calidad y la equidad de la educación. Tanto de la gestión como del apoyo pedagógico y del desarrollo de las escuelas públicas locales. Como lo ilustran los tres ejemplos anteriores, casi todo se puede expresar apelando a la desigualdad.
En distintos estudios, la tasa global de fertilidad cobra relevancia al evaluar su efecto sobre la desigualdad de los ingresos. En 1996, Perotti concluye que las sociedades más igualitarias tienen bajas tasas de fertilidad. Chile presenta un bajo índice de fertilidad, siendo de 1,eight nacimientos por mujer, cayendo por debajo de la tasa de reemplazo (Mieres, 2019). Las familias con más hijos, que habitualmente son las más pobres, deben distribuir sus ingresos entre un mayor número de personas, incrementando los niveles de desigualdad.
El aumento de las desigualdades socava el crecimiento, según la OCDE, que recuerda que le «han costado más de 10 puntos de crecimiento a México y a Nueva Zelanda», cerca de 9 puntos a Gran Bretaña, Finlandia y Noruega, de 6 a 7 puntos a Estados Unidos, Italia y Suecia. La organización cuenta con 34 miembros, la mayoría países desarrollados como Estados Unidos, algunos de la Unión Europea, Australia o Japón, pero también emergentes como México, Chile o Turquía. Por ejemplo, Gary Becker, uno de los primeros investigadores que modelaron las decisiones criminales como una elección racional hecha por individuos. El Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria (SPEL) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile actualmente prepara un conjunto de experimentos que serán enviados el próximo año a la Estación Espacial Internacional. Esta unidad, además, está realizando una consulta pública para conocer la opinión de la sociedad sobre esta misión y futuras misiones espaciales, así como conocer, entre otras materias, qué tipo de experiencias o experimentos les gustaría enviar al espacio si tuvieran la oportunidad de hacerlo. Buscar los datos en motores conocidos y validar la pertinencia de las fuentes fueron parte de los consejos entregados en un encuentro convocado por la Red de Periodistas Migrantes, junto a la Cátedra de Racismos y Migraciones Contemporáneas de la Universidad de Chile.