Reducir Las Desigualdades Entre Países Y Dentro De Ellos Desarrollo Sostenible

Aquí, Sen (2000) propone que las variaciones en el entorno condicionan la libertad de los individuos para alcanzar ciertos objetivos. Por ejemplo, el cambio climático es un problema que está afectando, por una parte, los recursos a los que puede acceder la gente, su calidad de vida y está afectando, por otro lado, las temperaturas de las diferentes zonas alrededor del mundo y, así, el medio ambiente. Sin embargo, el cambio climático no está dañando a todos/as por igual, por lo que ha incrementado las brechas en cuanto a las oportunidades que tienen los individuos y países, ya que están condicionados por su territorio ( United Nations, 2020b; Kuhn, 2020 ). Otro ejemplo que propone Sen (2000), tiene que ver con los virus y las bacterias que hay en el medio, que trastornan la manera y la calidad en que viven los individuos, o bien, la forma en que tienen que distribuir sus recursos los países. Por lo tanto, la diversidad en el medio influye di-rectamente en la libertad que tienen los individuos y países para lograr cierto nivel de calidad de vida “ideal”.

Estas diferencias son de gran relevancia para la política pública y de acuerdo con Contreras (1999), también para el proceso de descentralización. El autor argumenta que dentro de las posibles causas de las diferencias regionales en el Gini, está que las regiones crecen a ritmos distintos, además concentran sus actividades productivas en diferentes sectores de la economía. El (Gráfico 4) deja ver cómo incorporar una nueva dimensión acrecienta el porcentaje de población en situación de pobreza en 1,eight puntos porcentuales. Si bien no es comparable con años anteriores, entrega un resultado más cercano a la realidad, ya que esta es una variable de gran impacto en la calidad de vida de la población chilena. La pobreza multidimensional en 2015 se vio afectada principalmente de las dimensiones trabajo y seguridad social y educación (31,1 y 25,8% respectivamente).

Aquí, es importante destacar que el análisis no incluye un estudio sobre el impacto que estas acciones públicas han tenido, o bien tendrán, sobre el tema en cuestión, sino que busca determinar si estas mismas responden o no al concepto multidimensional de las disparidades. Igualmente, se determinó a qué meta o metas del ODS 10 respondían particularmente y se indicó si estas acciones públicas eran anteriores o posteriores a la Agenda 2030. Esto generó que su elaboración no fuera fácil, al haber un gran número de voces que escuchar, con diferentes ideas la desigualdad entre paises, intenciones y prioridades (Martínez & Martínez, 2015; Tassara & Cecchini, 2016). De acuerdo a Sen (2000), alcanzar cierto nivel de calidad de vida se ve coartado por las condiciones sociales en que se encuentra un individuo o que posee un país.

Por ejemplo, desde finales de la década de 1970, la desigualdad de los ingresos ha vuelto a los altos valores que tenía hace un siglo en las economías avanzadas de habla inglesa, aunque no aumentó tanto en los países de Europa continental. El documento advierte que si no se toman medidas de inmediato, millones de personas pueden acabar en la pobreza tan pronto como en diez años. De acuerdo con el informe, preparado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, las sociedades que son muy desiguales son menos efectivas a la hora de reducir la pobreza, crecen más despacio, y cierran la puerta al avance social y económico. Además, en relación a la Agenda 2030, a pesar de no contar con todos los indi-cadores que propone esta misma para el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10, de las 27 acciones públicas examinadas, se puede ver que estas responden, no solo a las primeras tres metas de las cuales se tienen información para reportar indicadores, sino que también a la 10.four la desigualdad social ejemplos, 10.5 y 10.7. Finalmente, la temporalidad de la mayoría de las acciones analizadas podrían dar cuenta de la etapa primeriza en la que se encuentra la Agenda 2030 en el país, encontrándose esta en una fase inicial de implementación, en la cual se puede observar cómo este marco que guía a los países aún no penetra con fuerza en las diversas reparticiones públicas de Chile.

La recuperación económica dispar provocó que la desigualdad entre los países aumentara por primera vez en el transcurso de una generación. Encuestas realizadas en 2021 revelaron que los hogares más pobres perdieron sus ingresos y empleos a tasas ligeramente más altas que los hogares más ricos, una tendencia que contribuye a agravar la pobreza y la desigualdad en todo el mundo. No es tarea fácil combinar estas tendencias de la desigualdad interna y externa, aunque, en general, hay quien estima que el coeficiente de Gini a nivel mundial ha disminuido ligeramente en los últimos 20 años (Lakner y Milanovic, 2013), en gran medida porque los ingresos de los asalariados de los países avanzados se han reducido notablemente.

Por su lado, con menor desigualdad destacan las regiones de Arica y Parinacota, Atacama y Antofagasta (las misma regiones destacadas en el ratio 10/10, pero en un orden diferente). Para exponer la situación de Chile en el mundo, la (Tabla 1) muestra una comparación con los países de mayor y menor PIB per cápita. En los últimos puestos se encuentran países del continente africano, donde el PIB por persona más bajo corresponde a la República Centroafricana, siendo tan solo zero,03 veces el de Chile.

Los resultados confirmaron la mencionada heterogeneidad del territorio chileno, obteniendo Ginis que van de 0,forty one a zero,63. Asimismo, se expone que las regiones del sur, así como la Metropolitana, tienden a tener comunas con mayor nivel de desigualdad del ingreso (similares resultados obtuvieron Ramírez et al. [2009] en su estudio comunal). El país está conformado por sixteen regiones5, siendo la capital nacional la ciudad de Santiago en la Región Metropolitana. El territorio chileno es abundante en recursos naturales, es el mayor productor de cobre a nivel mundial y tiene un importante rol dentro de los países exportadores de productos agrícolas, forestales y ganaderos (OCDE y CEPAL, 2016). La desigualdad económica se refleja en la disparidad de ingresos y en la gran diferencia de riqueza entre los miembros de una sociedad. 1Estas dimensiones de la desigualdad hacen referencia a aquello que ocurre, primeramente, con la distribución de la riqueza e ingresos en una economía, es decir, dimensión ex-ante; y ex-post, cuando se alude a la redistribución de estos mismos (The Editors of Encyclopaedia Britannica, 2013).

Asimismo, se observa que también hay acciones públicas que responden a otras de las metas contempladas para el ODS 10, es decir, cinco de estas responden a la meta 10.4, una a la 10.5 y una a la 10.7. En este sentido, se destaca un claro enfoque en las metas 10.2 y 10.three, y por el contrario, que no existen acciones públicas que respondan específicamente a las metas 10.6, 10.a, 10.b y 10.c del ODS 10, al menos de acuerdo a lo informado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (2018). Ahora bien, estas últimas cuatro metas mencionadas, se enfocan en migración y las desigualdades entre los países. Si bien la novena acción pública analizada, el Proyecto de Ley de Migraciones, responde a una meta de migración, cabe destacar que esta se aprobó recién el pasado 20 de abril 2021 y aún no entra en vigencia, por consiguiente, no ha podido ser implementada aún. Por lo tanto, la estrategia chilena para reducir las desigualdades en el contexto de la Agenda 2030 entre los años 2015 y 2018, se concentró principalmente en lo que ocurre dentro del país, respondiendo la mayoría de las acciones públicas a la segunda y tercera meta de este ODS. Es más, dentro de las consultas civiles que se realizaron para la definición de la Agenda 2030, uno de los temas que más destacó como una preocupación importante de las personas de diferentes países era el de la desigualdad.

Por ejemplo, la Reforma Previsional ya mencionada, requiere de un largo período de tiempo para ver resultados, ya que hace referencia un segmento de la población que verá los resultados de esta ley en varios años más, cuando sea momento de jubilarse, como también quienes año a año se retiran de sus actividades laborales. O bien, la Ley Nº19.966 del año 2004, la cual continúa vigente e, igualmente, ha ido incorporando cada vez más elementos para incluir a una mayor cantidad de personas beneficiadas desde su entrada en vigencia hasta el día de hoy. Por lo tanto, las acciones públicas analizadas dan cuenta del trabajo que se ha realizado en el país respecto de la reducción de desigualdades, las cuales han podido ser incorporadas como respuesta a las metas establecidas para el ODS 10, pero no necesariamente como un trabajo que se ha realizado en base a esta agenda, aún. En los últimos años, el menor nivel de desigualdad entre la población mexicana, medido por el índice de Gini, se alcanzó en 1984 (0.447), mientras que para 1996 la inequidad social alcanzó su máximo nivel (0.526).

la desigualdad económica y social

Otro ejemplo se encuentra en un informe publicado el lunes por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en el que se indica que los Estados destinan más dinero a la educación de los niños ricos que a la de los pobres. Los Objetivos de Desarrollo, adaptados en 2015 por todos los países, están cosidos con el hilo de un principio, el de no dejar a nadie atrás. La destrucción de empleo, el aumento del paro o el declive salarial que llegaron con la crisis económica junto con un insuficiente gasto público condujeron a personas y familias españolas a una situación de inseguridad.

Al ser la pobreza reconocida como mal social, no es de extrañar que sea un concepto ampliamente estudiado y que sea propósito de cada Gobierno reducirla al máximo. Asimismo, el hecho de obtener un ingreso insuficiente es consecuencia de las desigualdades estructurales de un sistema económico (Macías, 2014). Pero no solo existe una concentración económica en Chile, sino también política, poblacional, de los recursos y del sector industrial. En consecuencia, el país se encuentra en una época de constantes protestas sociales de diversa índole y es cada vez más frecuente que las regiones se manifiesten en contra de un Gobierno central, que no ha sido capaz de satisfacer las necesidades de un territorio tan heterogéneo como Chile (Mieres, 2015).

Por ejemplo, la meta 10.2 busca promover la inclusión social, económica y política de las personas, con un foco antidiscriminatorio, y la meta 10.three hace referencia explícita sobre las dimensiones ex-ante y ex-post de esta, al demandar reducir las desigualdades de oportunidades e ingresos, respectivamente. No obstante, este ODS tampoco ha quedado exento de críticas, lo que ha llevado a varios académicos/as a dudar de sus posibilidades de éxito. Según el informe sobre la desigualdad global de 2018 elaborado por World Inequality Lab, la desigualdad de ingresos ha crecido de forma acusada desde el año 1980 a pesar del crecimiento de países como China. El aumento de la desigualdad ha supuesto que el 1% de las personas con mayores ingresos en el mundo reciba una proporción dos veces más elevada del crecimiento que el 50% de menores ingresos desde 1980. Finalmente, una estrategia de reducción de las disparidades sociales en México debe partir de una mejora en la cohesión social y del compromiso de toda la sociedad por reconocer que todos los seres humanos tenemos derecho a la seguridad alimentaria y social, a una educación de calidad y a un trabajo e ingreso dignos.

El gobierno tiene la tarea de llevar a cabo políticas de contención de la pobreza y de mantener la paz social a fin de revertir las tendencias de la desigualdad. La pobreza y la desigualdad son dos fenómenos que van de la mano; en México el acelerado crecimiento de las carencias ha provocado que en 2016 casi uno de cada dos mexicanos sea pobre,15 ello, entre otros factores, no puede ser más que la expresión clara de la desigualdad. Por ejemplo, según el CONEVAL, de acuerdo con la composición del ingreso per cápita en México, en 2014 el ingreso promedio en nuestro país fue de tres mil 460 pesos mensuales, mientras que las personas cuyo ingreso se localiza en el primer decil apenas obtuvieron 456 pesos mensuales (Tabla 1).